Chica de ciudad: Segundo año. Capítulo 6

Chica de ciudad: Segundo año. Capítulo 6

No leiste la primera parte de "Chica de ciudad"? Son solo 10 capítulos y te van a encantar! Acá te dejo el link para que entres y te deleites:
PRIMER AÑO. CAPÍTULO 1



Esta es la historia de Celeste, una pueblerina de 19 años después de vivir un año en la gran ciudad desea seguir explorando la loca vida que ahora le toca llevar, llena de relaciones complicadas, deseos escondidos y fantasías por cumplir. Esta historia es ficción, eso no quiere decir que algunos hechos no sean reales…

CAPITULO 1

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Capítulo 6: Furia
   “No voy a andar con muchas vueltas. Me acaba de dejar plantada el chico con el que estoy saliendo y tengo ganas de coger con alguien. Venís?” fue el mensaje que escribí esa noche en un ataque de celos y bronca que nació tras enterarme de ciertas cosas. Fue bastante directo y arriesgado, lo sé. “Seguro que las chicas me dirían que estoy re entregada” pensé, pero poco me importaba en ese momento lo que me podían decir Maipi o Guille. Necesitaba desquitarme la bronca acostándome con alguien más. Pensar que hacía menos de 12 horas las cosas eran totalmente distintas. ¿Cómo es que todo se arruinó en tan solo un fin de semana?
   Todo empezó apenas salimos con Luciano de ese salón en el que tuvimos sexo la mañana de su cumpleaños. Nuestras caras de felicidad debían de ser inigualables y si había algo que había demostrado ese hecho era que los dos de verdad queríamos estar juntos. Él había demostrado ser un excelente amante conmigo y yo me ocupaba de retribuirle el gesto, pero a su vez los dos nos conectábamos cada vez más a nivel personal y de a poco podría decir que nos íbamos convirtiendo en una pareja. Cómo si fuera poco esa noche estaba decidida a darle un regalo increíble por su cumpleaños: Le iba a dejar que me hiciera la cola, por primera vez.
   - ¿Te veo esta noche?- Le pregunté antes de entrar a clases.
   - ¡Uhhh esta noche imposible!- Me dijo él.- Santino organizó algo en su casa por mi cumple y después salimos a bailar con los chicos. Ni idea a qué hora volveré a casa. Pero mañana si querés me reservo todo el día para vos.
   Obviamente me hubiese gustado pasar la noche de su cumpleaños con él, teniendo sexo bien zarpado y dándole mi regalo, pero no me molestó que quisiera pasar tiempo con sus amigos y de hecho me pareció lo mejor para que no lo cargaran o le dijeran algo. Además debo confesar que me convenció con eso de “me reservo todo el día para vos” refiriéndose al sábado siguiente. “Dale” le dije dándole un beso y sonriéndole una vez más antes de entrar al salón con Martina y Guillermina para contarles el día que tenía planeado. Pero ellas dos nunca llegaron, al parecer Guille se sentía mal y Marti se había quedado en su casa terminando un trabajo para otra materia. Entonces me tuve que conformar con ver como Vanina y sus amiguitas cuchicheaban toda la clase y como en más de una ocasión se daban vuelta para verme. “¿Qué?” les dije moviendo los labios y ellas comenzaron a reírse y no volvieron a verme.

   Cuando salí de la facultad comencé a caminar para casa y un mensaje me llegó a mi celular. “Hola hermosa. Estás?” seguido de otro que decía “Ya me estoy poniendo un poco celoso de que me ignores de esta manera”. Era Cristian el autor de esos mensajes, el chico de 21 que había conocido en el boliche la noche que salí con Guillermina y con quien terminé estando días después. No sabía porque me seguía escribiendo, después de todo no siempre le contestaba y cuando lo hacía era de manera muy cortante. Por lo que decidí darle un final al asunto. “Hola Cris, no te seguí hablando porque estoy saliendo con alguien. Espero que andes bien. Un beso” le puse y él me respondió unos minutos después diciendo que no había problema y que me deseaba lo mejor.
   - ¿Con quién hablás?- Me preguntó de golpe alguien por atrás.
   Asustada me di vuelta y descubrí que era Facundo quien se había acercado hacia mí y quien ahora caminaba al lado mío. “¿Qué te importa?” le contesté riéndome pero de manera directa. Él me dijo que era una mala onda, pero decidió cambiar de tema al ver que no me había simpatizado su comentario y empezó a preguntarme sobre distintas cosas a medida que seguíamos caminando.
   Me sorprendió el hecho de que se hubiese acercado a mí para hablarme como si nada hubiese pasado, más después de todo el asunto vivido entre su novia, él y yo. Aunque en realidad más me sorprendió verlo sin Vanina al lado, pero decidí no hacerle ningún comentario ofensivo, después de todo el estaba ahí tratando de no arruinar el momento. Caminamos un par de cuadras juntos y él terminó doblando en dirección a su casa pero sin antes darme un beso en el cachete, uno de esos que dicen mucho más de lo que en realidad son. ¿Facundo estaba tratando de engañar a su novia conmigo?
   Llegué a mi casa y me quedé pensando en lo que acababa de pasar. Me había tomando de sorpresa y la verdad es que no me había gustado mucho ese beso así de la nada. ¿Qué significaba? ¿Se había aburrido de su novia? Me fui a bañar con la idea de distenderme pero el hecho de pensar en un posible affair con el novio de mi ex mejor amiga me causaba una sensación muy rara en el estomago. Por un momento era algo muy desagradable de mi parte meterme así en su relación y arruinársela. Por el otro lado él había estado primero conmigo y fue ella quien se ocupó de arruinar lo nuestro. Mientras cocinaba seguía pensando en lo que podía llegar a haber significado ese beso y mi mente retrocedía a días anteriores, cuando solíamos cruzarnos por los pasillos y él me saludaba lo más bien. Definitivamente Facundo no tenía intenciones de llevarse mal conmigo. Terminé de comer y me senté en el sillón con la idea de ver algo de tele, pero me fue imposible pensar. Igual yo estaba saliendo con Luciano y no tenía ganas de arruinar lo nuestro para volver con él, mucho menos después de todo lo que había pasado el año anterior. Sin dudas Luciano era un…
   - ¡Hijo de puta!- Grité.
   Sin darme cuenta había agarrado mi celular, había entrado a Instagram y había comenzado a ver las historias, cuando de golpe llegué a las de él. Luciano tenía primero una foto con Santino, su mejor amigo. Después había un video grupal, donde todos estaban cantando una cumbia. Por último aparecía una foto de él con dos chicas a su costado y ambas le estaban dando un beso en el cachete y arriba él había escrito la frase “las diosas más lindas”. “¡¿Las diosas más lindas?!” grité una vez más cuando volví a ver la historia. No lo podía creer. Luciano no solo había salido con algunas de sus amigas (en otras circunstancias eso no me hubiese molestado) sino que había subido una historia a Instagram en la que ellas le daban un beso en el cachete cada una y había escrito la frase “las diosas más lindas”. Lo seguía viendo y seguía sin poder creerlo.
   Entonces un ataque de furia invadió todo mi ser y me di cuenta de que era una estúpida. ¿Cómo podía haber pensado en Luciano como una pareja para mí? ¿Cómo podía haberme imaginado estar en una relación con él? Era obvio que Luciano me veía a mi solo como una pibita más con la que se acostaba. “Y de seguro se las está cogiendo a las dos” pensé y la imagen de él teniendo un trío con esas dos chicas se dibujó en mi mente y el ataque de cólera aumentó. Fue entonces cuando supe que tenía que hacer lo mismo. “Si él se coge a cualquier putita, yo también me voy a coger a cualquier gil que aparezca” pensé mientras escribía el mensaje de whatsapp.
   “No voy a andar con muchas vueltas. Me acaba de dejar plantada el chico con el que estoy saliendo y tengo ganas de coger con alguien. Venís?” escribí y la respuesta llegó casi al instante. “Obvio hermosa. Voy a hacer que te olvides de ese pelotudo en cuestión de segundos” me respondió Cristian que de seguro debía tener una alegría inmensa. A los pocos minutos estaba tocando el timbre.

   - Acostate preciosa.- Me dijo una vez que los dos estábamos desnudos sobre mi cama.
   Él se arrodilló contra el borde y yo me recosté boca arriba, abriendo mis piernas y dejando que él metiera su cabeza entre ellas. Comenzó a chuparme la concha de una manera increíble, moviendo su lengua de lado a lado y frotándola de manera muy intensa sobre mi clítoris. Debió de ser la bronca y la impunidad que sentía en ese momento, pero la forma en la que él me daba placer con su boca me parecía algo increíble y sin dudas me encantaba. Si a eso le sumaba la satisfacción de poder acostarme con otro la noche del cumpleaños de Luciano, el placer era máximo.
   Pero esa noche no solo quería sexo duro y violento, también quería vengarme de Luciano y mientras la lengua de Cristian pasaba por mi clítoris se me ocurrió como. “Esta noche mi cola no va a ser tuya pelotudito” pensé mientras una sonrisa malvada se dibujaba en mi rostro. Sin decirle nada me di vuelta y él se alejó para darme lugar para maniobrar. Me puse en cuatro contra el borde del colchón y él se levantó pensando que había llegado el momento de cogerme.
   - No.- Le dije yo de manera cortante.- Todavía no.- Agregué con una voz más suave al ver que había sido muy brusca.- ¿Sabés que quiero que hagas? Quiero que me pases esa lengua juguetona por la colita y que me metas un dedito bien hasta el fondo.
   En su rostro se dibujó de golpe una sonrisa maligna ya que sabía que lo que le pedía lo hacía solo para vengarme de mi chico. Pero Cristian obedeció. Apoyó sus manos sobre mis cachetes y los abrió de par en par para pasar lentamente su lengua desde mi concha hasta mi culito, generándome así un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo. “¡Mmmm sí!” gemí al sentir la oleada de placer de un segundo lengüetazo que se quedó sobre mi cola y comenzó a hacer presión. Entonces se dedicó a lamer mi culito y a llenármelo de baba, volviéndome loca con los movimientos de su lengua y haciéndome sentir muy feliz.
   Su dedito llegó minutos después y cuando lo hizo, fue de una manera tan suave y tan caliente que no lo sentí entrar. Una vez que lo tuvo adentro, Cristian siguió pasando su lengua por encima de mi cola y mientras tanto me iba cogiendo el culito con su dedo cada vez más rápido. “¡Así seguí!” le pedí yo entre gritos una vez que me había acostumbrado a la rara sensación y empezaba a disfrutar de su dedo entrando y saliendo de mi agujero. “¡Mmmm que rico!” le dije mordiéndome el labio y él lo fue moviendo cada vez más rápido hacia adentro y hacia afuera que ya podía sentir como me cogía de lleno.
   - Meteme la pija en la conchita.- Le pedí entre gemidos y Cristian se levantó y me penetró tan a fondo que tuve que morder las sábanas para ahogar un grito inmenso.
   Él se aferró fuertemente a mi cintura y me empezó a dar muy duro, haciendo que su cintura se golpeara contra mi cola y que su gruesa pija entrara hasta el fondo de mi cuerpo. Yo ya no disimulaba mis gritos de placer y gemía a viva voz pidiéndole más y más entre caga grito. Cristian se volvía cada vez más loco y me cogía con todas sus fuerzas y su verga me ponía muy loca. Mis manos se aferraban a las sábanas y las suyas me sujetaban cada vez con más firmeza.
   Entonces volví a pensar en él, pero no me lo imaginé cogiéndose a sus dos amiguitas. No me lo imaginé disfrutando de una noche única con sus amigos. Me lo imaginé sentado en la silla que estaba frente a mi cama, viendo como un pibe cualquiera me cogía y me hacía gritar de esa manera, mientras que él se quedaba ahí sentado con cara de desilusión. Me lo imaginé totalmente inmóvil e inútil en la oscuridad, observando cada segundo de lo que había pasado, viendo detenidamente como Cristian había pasado su lengua por mi cola y como me había cogido con su dedito de una manera asombrosa. Me lo imaginé sufriendo. En ese momento llegué al orgasmo.


SIGUIENTE


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4 comentarios - Chica de ciudad: Segundo año. Capítulo 6

Pervberto +1
Excelente. Se prevén muchs consecuencias. habrá que seguir leyendo.
HistoriasDe +1
Obviamente! Todo tiene sus consecuencias.
Muchas gracias por comentar
pacaaaa1 +1
muy bueno , nunca me llego a mi cel un msj de esta indole , gran relato
HistoriasDe
Jajaja gracias por comentar!
daros82 +1
dejo el 10 aunque estoy en desacuerdo... esa idea de que porque 2 pibas le este dando un beso a alguien es porque se las esta cogiendo Y ENCIMA A LAS DOS... no se... si es por fotos asi, deberia haber tenido no se... 200 trios y nunca tuve uno 😅
y lo de despues, deja a las claras que es mucho mas simple para las mujeres... un mensajito y en seguida un voluntario mientras el otro seguramente se fue a dormir solo 😁
HistoriasDe
No nos hagamos tanto la cabeza que es ficción! Q seguir disfrutando jajaja
Gracias por el comentario!