Conocimiento

Placeres prohibidos.

Mi vida es un total caos, la misma rutina se repite día a día, me miro al espejo al igual que todas las mañanas recién levantada de la cama llenandome de paciencia para enfrentar otro día mas. 
Tengo 35 años, una familia q dista mucho de los comerciales donde ves al grupo familiar compartiendo una agradable velada. Otro día mas, me doy una ducha caliente para relajarme y comenzar el día tratando de no pensar en Alfonso , mi pareja, ya son 2 meses separados; ese fue el inicio de todo este caos.
Un día de la nada lo implicaron en un robo y así sin mas se lo llevaron detenido. La culpa me carcomía cada dia , cada minuto pues el había conservado ese empleo por mi y por mis hijas, para que no nos faltara nada.
Alfonso es un hombre corriente, alto, fuerte, con defectos y virtudes igual q todos. Unos meses antes del incidente de su arresto estuvimos a punto de separarnos por una infidelidad de su parte aunque el lo niega, pero después de su arresto no fui capaz de dejarlo solo. El nunca lo hizo conmigo, siempre estuvo allí apoyándome, me ayudo a cumplir mi sueño de estudiar medicina, se ocupaba de nuestros gastos, complacia mis caprichos por mas absurdos que estos parecieran, en fin de no ser por sus reiteradas "fallas con mujeres" que negaba hasta el final éramos una pareja relativamente feliz.
Relativamente, porque en mi faltaba algo, aún no lograba comprender que era, pero en el sexo siempre quise mas. 
Siempre me considere una mujer ardiente, y a el un hombre complaciente. El sexo con el era muy bueno, excitante, y Dios en el sexo oral era alucinante. Sabía exactamente donde tocar, jugueteaba con su lengua en mi clítoris hasta regalarme un orgasmo fantástico y luego se introducía en mi boca para que yo jugara con su miembro viril, esa parte me encantaba pues lo ponia muy duro para mi. Después de este jugueteo previo penetraba en mi regalandome muchos orgasmos, si el sexo era bueno pero faltaba algo.
Veo mi teléfono y ya estoy retrasada para mi nuevo día de "estoy bien/no he llorado/no estoy triste". Término de alistarme y salgo en carreras para llegar al consultorio, allí paso todas mis mañanas desde que empece la carrera de medicina. 
Llego 10 minutos tarde, para variar; desde que toda esta locura empezó me cuesta concentrarme en mis obligaciónes diarias, hasta las mas básicas. Cada tanto debo retirarme al baño mas cercano para derramar unas lagrimas que me producian un alivio momentaneo y me ayudaban a seguir.
Pasaron las horas de forma automática, al igual que todos los dias. Sali del consultorio y fui a la universidad, tenia una prueba para la cual no pude estudiar pero asisti de igual forma confiando en mi buena memoria que siempre me sacaba de estos apuros.
Me reuni con mis compañeras de clases luego de la prueba para hablar un rato pero mi animo ese día estaba especialmente deprimido asi que decidí volver a mi casa, necesitaba volver al único lugar donde podía desahogarme sin tener que oír " todo estará bien/debes ser fuerte/pronto todo pasará ".
Así me encerre en mi habitacion apenas llegue a la casa, encendi mi computador y comencé a leer, ese era mi escape.
Pasaron las horas sin darme cuenta hasta que sono mi móvil insistentemente. Era Karla, una de mis mejores amigas.
Anastasia revisa tu celular, forme un grupo de amigos por whatsapp para hablar de sexo y se que es tu tema favorito quiero que participes.
Respondi a regañadientes, mi humor ese día no estaba para bobadas pero decidí hacerle caso a mi amiga para tratar de desestrezarme un poco.

1 comentario - Conocimiento

gust7387
Muy buen relato y habra pasado con esas charlas