Mis vecinas. Capítulo 5

Mis vecinas. Capítulo 5

Esta es la historia de Juan Manuel, un hombre que descubre que la vida sexual de sus vecinas es sumamente activa y disfruta viéndolas mientras ellas viven excitantes momentos junto a diferentes compañeros. Esta historia es ficción, eso no quiere decir que algunos hechos no sean reales…

CAPITULO 1

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Capítulo 5: Delicia
   El timbre sonó a los pocos minutos que llegué a mi casa ese lunes a la tarde. Abrí la puerta y Clara se encontraba del otro lado. “Hola vecino. ¿Cómo estás? ¿Está Anto? Quería preguntarle algo” dijo ella con una sonrisa de oreja a oreja pero ni bien le dije que mi novia no se encontraba cambió su expresión. Clara pasó al departamento y cerró la puerta detrás de ella. Tenía miedo de lo que podía llegar a decirme después de haberla espiado teniendo sexo con su novio, por lo que me quedé callado y dejé que ella hablara sin ser interrumpida.
   - Anoche me estuviste espiando.- Comenzó a decirme y al ver que yo no le respondía, continuó.- No me molesta. De hecho me gusta saber que tengo público y por alguna razón en particular me calienta que seas vos. Sin embargo vos un día me viste salir del departamento con Rodrigo y mi novio no puede enterarse de eso.- Dijo y ahí descubrí el nombre del chico rubio con el que la había visto hacía unos meses.- Amo mucho a Nicolás, es el hombre más bueno y tierno del mundo, pero no me gusta como coge. Y es por eso que estoy con otro pibe y te prohíbo que se lo digas.
   - No te hagas problema.- Le respondí yo luego de unos segundos de silencio.- Eso es mambo tuyo, yo no me voy a meter.- Al parecer eso fue suficiente para Clara que se dio vuelta y puso la mano en el picaporte para retirarse.- Y disculpá si te molestó que te haya visto.
   - Ya te dije que no me molestó para nada.- Me respondió ella girando la cabeza.- De hecho me excitó mucho verte asomado y saber que te tocabas viéndome a mí.
   - ¿Vas a seguir haciéndolo con la ventana abierta para que te vea?- Me animé a preguntarle pero ella no me respondió y abrió la puerta para salir. Antes de cerrar se dio media vuelta, alzó la mirada y se quedó pensando unos segundos.
   - Vas a tener que asomarte todas las noches para averiguarlo.- Me dijo y se fue.

   Obviamente no podía asomarme todas las noches, pero lo hacía en cada oportunidad que tenía. A pesar de eso la suerte parecía no estar de mi lado pues no logré encontrarla en la ventana en toda la semana. Después de eso comprobé que había cerrado la ventana y bajado la persiana y tras varios días de ese mismo panorama supuse que se había ido a pasar las fiestas y las vacaciones al pueblo de donde ella era. Sin embargo la curiosidad seguía existiendo en mí y no dejaba de asomarme en la ventana para comprobar que Clara no había vuelto.
   Diciembre terminó con mucho calor y Enero arrancó con el sol rajando la tierra. Casi todos los días luego del trabajo subía a la pileta y me refrescaba esperando que Antonella llegara con su hermosa bikini y se metiera al agua conmigo. Ese mes el sexo estuvo presente casi todos los días, pues por alguna razón me calentaba muchísimo ver a mi novia con casi nada de ropa, mucho más de lo normal. Cuando no cogíamos en la cama lo hacíamos en la ducha o en el comedor. Inclusive llegamos a tener sexo en la silla que está en el escritorio frente a la venta y la idea de que algún vecino del piso de arriba me espiara pasó por mi cabeza en todo momento.
   En más de una oportunidad nos seducíamos y calentábamos en la terraza del edificio, pero a diferencia de Yanela que no tuvo problema en hacerme un pete y en ponerse en tetas al aire libre, a Anto le daba cosa que alguien nos viera. Lo cierto es que era muy común encontrarse gente a toda hora en la pileta dado el calor y así comenzamos a entablar relación con algunos de los vecinos. Nos hicimos muy amigos de Patricio y Guillermina, una pareja de veintiocho y veinticuatro años respectivamente, que se habían mudado hacía unos meses a un departamento del quinto piso. Ella conversaba todo el tiempo con Antonella y enseguida se hicieron buenas amigas, mientras que él era más callado, aunque solía conversar si le daban charla.
   - ¿Querés que los invitemos a comer algo algún día?- Me dijo Antonella un viernes a la tarde y me pareció una muy buena idea.
   El último fin de semana del mes acordamos para que ellos vinieran a cenar algo a nuestro departamento y así poder conocernos un poco más. Ella era una chica muy bonita, más bien peticita, pero flaca y con una figura muy linda. Un rostro marcado, siempre con una sonrisa presente, y unos ojos claros que le quedaban perfectos. Él era más bien robusto, algo grande y con una barba crecida. Los cuatro estuvimos hablando todo lo que duró la cena y tomando algunas cervezas y vino para desalojar un poco la lengua.
   - ¿No te parece linda chica Guillermina?- Me preguntó Antonella cuando nos fuimos a acostar cerca de las dos y media de la mañana.
   - Sí, es bonita.- Le respondí yo tratando de ser lo más correcto posible.
   - A mí me parece que es súper linda y tiene pinta de ser bastante traviesa.- Agregó ella riéndose.
   Era una especie de juego que solíamos tener con Anto, cada vez que conocíamos o veíamos una pareja nueva nos gustaba imaginarnos como podían llegar a ser sus relaciones. Los dos coincidíamos en que en el día a día ella debía llevar los pantalones en la relación, pues él era más bien callado y acotaba a todo lo que ella decía. Pero por alguna razón nos daba la sensación que Patricio era quien la dominaba a Guillermina en el sexo y pensar que era así, me ratoneaba muchísimo.

   Una tarde de Febrero estaba en la terraza tomando sol luego de haber trabajado cuando de golpe se abrió la puerta del solárium y salió la última persona que me esperaba encontrar en ese momento. Con un color bien moreno y un pelo negro y brilloso por el sol, Yanela entró sonriente y me saludó como si fuésemos amigos que no se ven hace años. Obviamente yo me levanté y le di un beso y acepté su abrazo a pesar de que no me sentía muy cómodo estando ahí con ella. A pesar de que a finales del año anterior me había enviado varios mensajes, ese Enero y esos días de Febrero no había recibido ningún comentario de parte de ella.
   Se sentó en la reposera que estaba al lado de la mía y enseguida se quitó la ropa para acostarse a tomar sol en bikini. Me costaba controlar la dirección de mis ojos, pues su cola era perfecta y sus tetas hermosas, sin embargo hacía el mayor esfuerzo para mirarla lo menos posible. Comenzó a hablarme y a contarme de sus vacaciones y no tardó en llegar a hablarme de sus experiencias sexuales durante ese verano. “En Brasil es mucho más directo, los hombres no dan tantas vueltas como acá en Argentina. Igualmente a mí me encantan los argentinos porque son muy apasionados” comenzó diciéndome y sentí como un escalofrío recorría mi cuerpo.
   Por suerte para mí, la puerta del palier se abrió nuevamente y entró Guillermina quien al verme, se acercó para saludarme y comenzó a hablar conmigo. Estuvimos varios minutos conversando y Yanela se sumó a la charla que terminó siendo entre ellas dos. “¿Les molesta si me saco la malla?” preguntó entonces la chica brasileña haciendo referencia a la parte que cubría sus pechos. Guille enseguida le dijo que no le molestaba y las dos me miraron a mí, que también respondí de manera negativa, por lo que Yanela se desprendió de la bikini y se puso a tomar sol boca arriba.
   El calor invadía todo mi cuerpo y no podía dejar de mirarle las gomas. Eran increíbles y me moría por volver a llenárselas de leche como había hecho hacía unos meses. Ella de vez en cuando giraba la cabeza para verme y sonreía al comprobar de que yo me sentía cada vez más incómodo frente a esa escena. Guillermina no se daba cuenta, hablaba demasiado para prestar atención a esos detalles, por lo que el cruce de miradas entre Yanela y yo era invisible para ella. No aguanté más. Tenía que salir de ahí.
   Me levanté de golpe y les dije que tenía que irme, pensando que si volvía al departamento podía bajar un poco mi calentura. Pero Yanela se levantó conmigo y agarrando rápido sus cosas le dije a Guillermina que ella también tenía que irse. No me dio tiempo a reaccionar y salimos los dos juntos del solárium, ella con las tetas aun al aire. Entramos al ascensor y le pedí que se vistiera por si alguien aparecía, pero eligió no hacerme caso. Intenté marcar el piso octavo para ir a mi casa, pero mi vecina fue más rápida que yo y automáticamente apretó el tercero y me estampó contra la pared dejándome inmóvil.
   - Vení a casa un ratito y déjame que me divierta con vos.- Dijo pasando su mano por encima de mi malla y tocando mi pija que ya estaba al palo.
   El ascensor frenó en el tercer piso y los dos nos bajamos a las apuradas y entramos en su casa para ir directo a su habitación. Ella se paró frente a mí y me agarró la cabeza con sus dos manos y la llevó directo a sus tetas, las cuales sujeté con fuerza y me dediqué a lamer con ganas. Eran perfectas, increíbles, las mejores gomas que había visto en mi vida y me encantaba poder chuparlas de esa manera. Mientras tanto nos íbamos desvistiendo, sacándonos la ropa y acomodando sobre el colchón.
   Comencé a pasar mi lengua por todo su cuerpo de manera acelerada, estaba demasiado caliente y quería que ella se sintiera de la misma manera. Sus manos iban por mi espalda y mi cabeza mientras que yo bajaba por su cuerpo con mis labios. Me acomodé entre sus piernas y ella las abrió dejándome vía libre para que jugara con su conchita. Se la empecé a chupar y enseguida se la llené de saliva, mojándosela toda y abriéndola con mis dedos. Yanela era bien expresiva, se movía como loca, gemía y suspiraba demostrando la satisfacción que lo que yo hacía le daba.
   Ella se sentó de golpe y volvió a tomar mi cara con sus dos manos y la llevó hasta sus labios, dándole así un beso bien baboso. Luego de eso me empujó hacia atrás y yo caí sobre el colchón boca arriba y se tiró encima de mu cuerpo de forma violenta. Sentí la humedad de entre sus piernas a la altura de mi cintura y observé sus tetas rebotar en su pecho. Se agachó y luego de besarme una bes más, bajó con su lengua por todo mi cuerpo y comenzó a lamerme la piel hasta llegar de forma acelerada a mi cintura.
   Sentí sus labios rozar la cabeza de mi pija y eso hizo que todo mi cuerpo se moviera de manera eléctrica. Yanela comenzó a chupármela y a pesar de que le faltaba técnica, me volvía loco la manera en la que sus labios se movían y como su lengua dibujaba círculos sobre mi cabeza. Subía y bajaba la cabeza comiéndosela toda mientras que me masturbaba y acariciaba mi cuerpo con su otra mano. El calor comenzó a hacerse presente en la habitación de una manera increíble y nuestros cuerpos empezaron a transpirar.
   Sin dejar que me moviera y actuando mucho más rápido que yo, volvió a colocarse encima de mi cuerpo pero en esa oportunidad sentí como mi pija iba entrando en su conchita empapada. “¡Mmm que sabroso!” dijo y llevó sus manos a su nuca y empezó a moverse en forma de círculos. Yo coloqué mis dedos sobre su cintura y acompañé cada uno de sus movimientos que se iban haciendo cada vez más intensos. Yanela abrió la boca y continuó gimiendo y diciendo palabras al aire a medida que se movía más y más rápido, palabras en brasilero que me volvían loco.
   - ¡Sim! ¡Delicia! ¡Como gosto do seu pau!- Gritaba y eso me volvía mucho más loco.
   Yanela se levantó y se puso en cuatro delante de mí. Giró la cabeza y estiró una mano para pegarse una cachetada en la cola como provocándome a que me la siguiera cogiendo. “¡Dale! ¡Vení!” me dijo y se mordió el labio. Como un lobo yo me abalancé sobre ella y metí mi pija de manera atolondrada en su cuerpo, la sujeté de la cintura y me la empecé a coger a toda velocidad. Ella nuevamente empezó a gritar en portugués y solo me calentaba más aún, haciendo que me pusiera mucho más violento y que me la cogiera como loco. “¡Sim! ¡Qué rico!” gritaba y su acento brasilero provocaba que mi cabeza explotara con cada palabra.
   Volvió a tirar su mano hacia atrás y se pegó nuevamente varios chirlos en la cola mientras me decía algo en portugués que no llegué a entender. En ese momento la sujeté con fuerza de la muñeca y tiré de ella provocando que el cuerpo de Yanela se levantar y que su espalda se pegara a mi pecho. “¡Que hermosa putita que sos!” le dije al oído y ella siguió gimiendo más y más fuerte a medida que yo me la cogía. Nuestros cuerpos transpirados se rozaban y se frotaban, mientras que el calor reinaba en la habitación. “¡Voy a acabar! ¡Voy a acabar!” gritó ella y yo la solté de golpe haciendo que su cuerpo cayera nuevamente contra el colchón de manera brusca.
   Yanela pegó un grito de placer que se debió de escuchar por todo el edificio acabó llenándome la pija de sus flujos. Entonces la saqué de adentro de su cuerpo y comencé a acabar sobre su cola, largando una enorme cantidad de semen que fue a parar sobre sus preciosas nalgas morenas. Ella seguía gimiendo y respirando de manera acelerada, disfrutando del orgasmo que acababa de regalarle. Después de eso me dediqué a esparcir toda mi leche por su cola, haciendo que esta callera por entre medio de sus cachetes y se mezclara con sus jugos, algo que me encantó ver.
   Pasados unos minutos me vestí y me despedí de ella que permaneció acostada en la cama con la cola cubierta de mi semen. Obviamente me dijo que no quería que eso quedara en la nada, pero yo le dije que íbamos a ver, pues no sabía lo que me deparaba el futuro. Salí de su departamento y llamé al ascensor rogando que este llegara rápido para que la señora Fernández no me viera allí. El problema fue que ni bien se abrió la puerta me encontré a Clara en el ascensor que me miró sin entender muy bien hacía yo allí. Me miró de arriba a abajo y seguramente se dio cuenta de lo que sucedía pues yo seguía muy transpirado y agitado, pero decidió no decir nada. Entonces llegamos al séptimo piso, ella se bajó, se dio media vuelta y antes de que la puerta se cerrara, me dijo:
   - Si vos no revelás mi secreto, yo no le digo nada del tuyo a Antonella.


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OTRAS HISTORIAS:
CHICA DE CIUDAD. CAPÍTULO 1
CUERPOS PERFECTOS (FANTASÍA)
VACACIONES EN LA PLAYA II. CAPÍTULO 1

6 comentarios - Mis vecinas. Capítulo 5

ramses1410 +1
Tremendo como siempre!! Se pone cada vez mejor el relato, que no tarde mucho el siguiente capítulo!!!
HistoriasDe
Gracias! Esta semana seguro sale el próximo!
Justtbreath +1
Tremendoo, se pone cada vez mejor jaja +10
HistoriasDe
Se agradecen los puntos y comentarios!!
sobralargo +1
Amo la serie...que genia sos!!
HistoriasDe +1
Gracias!!!
sobralargo +1
me vas a hacer mudarme a un edificio jaja!
daros82 +1
que imprudente esa brasilera jeje.. pero me la imagino muy irresistible 😍
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Jajaja gracias por comentar!
Vidente79 +1
Me gusta cada vez más!!!!,la temperatura sube de a poco
HistoriasDe +1
Muchas gracias!! Me alegra que te vaya gustando!