Un fin de semana en Milán (I)

Como ya había contado en otras oportunidades, mi papá tiene familia en Italia (primos, tíos). Hace unos años atrás (cuando estuve estudiando por otra pasantía) fui a visitar a la familia y tuve una aventurita con uno de mis primos lejanos (Marco, su nombre). El año pasado estuve de nuevo por una fiesta familiar y no pudimos concretar (difícil, porque mis viejos viajaron conmigo en esa oportunidad).

Cuando se enteró que yo volvía a Italia, no dejó de invitarme a pasar unos días en Milán, donde está viviendo y trabajando. En cuanto me pude hacer un tiempo libre, organizamos y me tomé el tren a la capital de la moda, aprovechando algunos eventos que se hacían que me interesaban. No tuvo problemas en hospedarme en su departamento.

Marco me fue a buscar a la estación de trenes, y fuimos hacia su casa. Grande fue mi sorpresa cuando me enteré que no vivía solo, sino que compartía departamento con un amigo. Si bien me repetía que no pasaba nada, que era de confianza, no me gustaba mucho la idea... pero bueno. Ya estaba en el baile.

Fuimos a pasear toda la tarde, de la mano como si fuésemos novios. Nos desquitamos de mi viaje anterior que tuvimos que contener las ganas que teníamos de besarnos. Cuando más a la tarde volvimos al departamento se desató la lujuria. La vez anterior, no habíamos podido estar mucho. No solo que aun él vivía en su casa, con su familia (el padre es primo de mi viejo), sino que además él estaba con la novia. Aquella vez, Marco me buscó, y me encontró. No me importó mucho su situación. Tenía muy buenos recuerdos de como me había cogido y de su pija gordita como a mi me gustan.

El edificio era uno antiguo que no tenía ascensor, así que subimos los 2 pisos hasta su departamento por las escaleras... aunque apenas pasamos el primero, me arrinconó contra la pared y me dio un beso que me hizo temblar todo el cuerpo. No solo el beso. Sus manos apretaron mi cola y me empujaba contra su cuerpo. Apoyó su pija dura en mi muslo. Yo empecé a rozar mi pierna contra su verga mientras nuestras lenguas seguían luchando en mi boca.

Mi mano desabrochó su pantalón dejando afuera su pija. Lo pajeaba mientras él con otra mano subía por mi espalda haciéndome estremecer. Cuando llegó a mi corpiño, con un ágil movimiento lo desabrochó para luego amasar mis tetas. Así enredados terminamos de subir las escaleras y nos metimos en el departamento. Ni recordaba que vivía con otro chabón, que por suerte no estaba, ya que entramos medio en bolas y a los empujones fuimos hasta la habitación (que era una para cada uno, por suerte).

Soy amante de las previas. Una buena chupada de concha, un pete... pero ahí no daba para más. Me dejó en tanga, él se bajó el pantalón hasta los tobillos y se tiró encima mío. Levantó la remera para chuparme las tetas mientras clavaba su pija en mi concha. Cerré mis ojos al sentir su pija entrando en mi. Despacio, fue metiéndola hasta que su cuerpo chocó contra el mío. Se aferró a mis hombros y empezó a taladrarme. Empezamos una cogida furiosa, casi sin desvestirnos

Primero sacaba la pija y la metía. Bien suave, mientras me besaba y me acariciaba el pelo. Yo lo tenía atrapado con mis manos sobre sus hombros y mis piernas rodeando su cintura. Luego, sacó la pija despacio y empezó a meterla más y más duro. Mi carita de placer le indicaba que estaba haciendo todo bien. Hasta que en un punto, se sacó por completo y me pegó una cogida feroz, salvaje; contenida de tantos años de mensajes, fotos y pajas a la distancia que habíamos compartido.

Mi cuerpo se movía al ritmo que él imponía. Me dominaba por completo. Me giró y me puso de costado. Yo estiré mi cuerpo arqueando mi espalda. Marco por un instante se quedó admirándome y recorriendo mis curvas con sus manos. El roce de sus dedos me ponía loca. "Cogeme, dale" le suplicaba. Levantó una pierna sobre su hombro y me siguió cogiendo bien duro. Me dejó de recuerdo su mano marcada en la cola de los chirlos que me pegaba. No me importaba nada. A los gritos le pedía que me pegara más fuerte.

Se acomodó atrás mío, sin sacar la pija, y ahí tomé un poco el control yo. Me movía hacia adelante y hacia atrás clavándome la pija bien profundo. Una mano se aferró a mis tetas. La otra, en mi concha me pajeaba al ritmo de su verga. No tardé nada en explotar.

Ahora, más mojada que antes, su pija resbalaba más. Volvimos a la posición de misionero. Me agarró de los pelos y me besó sin dejar de cogerme a un ritmo bestial. No recordaba que cogiera tan bien el chabón este. Y el fin de semana recién empezaba.

Frenó la cogida, calculo que para no acabar, y fue bajando besándome los hombros, las tetas, mi panza, siguió con mis tetas. 2 dedos fueron rozando mi conchita. Juntaba los jugos que chorreaban de ella y los distribuía haciéndome una paja deliciosa. Mis manos lo agarraron de los pelos y lo fueron guiando hasta abajo. Entendió enseguida que buscaba.

Se acomodó entre mis piernas y me chupó la concha hasta hacerme acabar. Me dejó las piernas temblando y mordiendo la almohada para ahogar el grito de placer que me arrancó con su lengua. Pero no tuve mucho tiempo de recuperarme. Otra vez se tiró encima mio y me clavó la verga con una fuerza terrible.

Me dio vuelta, me puso boca abajo y empezó a morderme la cola, ya roja por los chirlos, ahora marcada por los dientes. Abrió mis nalgas un poco y me pasó la lengua despacito por el ano. Jugó así un ratito, como para hacerme desear nomás, y volvió a ponerme la pija.

Yo acostada, levanté un poco la colita para que pudiera meterla. Así fue como acabó. Adentro mío, sentía como su pija no paraba de temblar. Terrible descarga. Yo me lamentaba por no haber podido sentir toda esa leche calentita sobre mi cuerpo. Se tiró a mi lado. Los dos quedamos con la respiración agitada tratando de recuperarnos. Cuando reaccionamos, nos abrazamos y nos besamos un rato.

Salimos de la habitación para comer, su amigo estaba en la cocina con su novia ya cenando. Nos presentamos, no dijeron nada, pero la sonrisa en sus rostros me indicaba que habían escuchado todo (y la verdad, imposible no haber escuchado el quilombo que hicimos). Comimos los 4, y al rato el amigo y la novia se fueron a la habitación. Nosotros nos quedamos un rato mirando tele.

Beso va, beso viene; terminé chupándole la pija en el living. De fondo, nuestros compañeros de cuarto también la estaban pasando bien. Con todas mis energías trataba de meterme toda la pija en la boca. Era un desafío personal. Aguanté arcadas, tosí, escupí sobre su verga gran cantidad de saliva. No voy a mentir, no pude. Pero la carita de placer de Marco no me la olvido más. Su pija estaba tan dura que parecía iba a explotar. Se levantó y me llevó a su habitación otra vez.

Me puso en 4 sobre la cama. Él se puso atrás mío y empezó a tocarme. Esa sensación de estar indefensa ante mi macho cogedor me hizo recordar a como Christian me sometía. Besó mi espalda, dejando mis piernas temblando de placer. Cuando llegó a mi cola, volvió otra vez a atacar.

Su lengua iba desde mi concha hasta el ano sin pausa. Se metía en un lado, luego en otro. Sus dedos tomaron protagonismo. Me cogían la concha mientras me chupaba la cola. Me cogían la cola, mientras me chupaba la concha. Estaba desesperada por pija.

Me hizo acabar tan fuerte que me aflojó todo el cuerpo y quedé tirada en la cama. De un golpe me levantó y me puso en 4 de nuevo. Ya estaba su pija lista y apuntando a mi concha. Me agarró de los pelos y me cogió bien duro de nuevo. Terminamos otra vez en cucharita, sin sacar la pija, tocándome toda. Pero yo estaba por demás de caliente. No daba más. No era suficiente.

Lo frené. Le saqué la pija de mi concha y la empecé a acomodar en mi cola. Me moví hasta que la sentí en la entradita, un poco dilatada por sus dedos, y me la metí solita. La lubricación de mi concha sobre el vergón de Marco hizo el resto. Él se quedó quieto y dejó que yo me moviera. Cuando terminé de enterrarme toda su pija en la cola, empezó a moverse.

Si bien sabía que iba a entregarle el orto, mi idea era esperar al segundo día al menos. Como para hacerlo desear. Pero la calentura que se había generado en esas horas hizo que cambiara los planes. Sentía una terrible necesidad que ese pijón duro y ancho entrara en todo mi cuerpo. La pija casi llegaba hasta el fondo, pero era más que suficiente. Totalmente abierta en la cola, Marco me pajeó hasta hacerme acabar. Acabé tan fuerte que manché las sábanas.

Cuando ya su pija me molestaba, la saqué de mi cola, lo tiré en la cama y me dispuse a terminar el trabajo. Agarré la pija desde la base, dejé caer un poco de saliva para mojarla y me la empecé a comer. Mis labios entraban apretando su tronco y salía lamiéndole la cabeza.

Mis manos no se movían sobre su verga, solo mis labios. Sus piernas temblaban. Sus manos apretaban mi cabeza contra su pija siguiendo mis movimientos. Su verga estaba cada vez más dura. Sus ojos miraban cada cosa que yo hacía.

Clavé mi mirada en la suya y con solo rozar mi lengua sobre su cabeza lo hice explotar. No dejé de mirarlo ni de jugar con mi lengua en su cabeza. Acabó una cantidad impresionante. El primer chorro saltó hacia arriba como una fuente. El resto, fue cayendo en mis labios, mis mejillas, mi lengua.

Dejé caer la verga sobre su cuerpo. Aun pegaba saltitos mientras no dejaba de salir semen. Tardó un rato en calmarse. Nos acostamos y nos dormimos escuchando a su amigo coger con la novia.
Parte 2
***************************************

Indice

13 comentarios - Un fin de semana en Milán (I)

pablitoo-castro +1
No hay nada mejor que esto. Voy a la parte II. 👏
juuli88 +1
vicioso jaja gracias! 😉
criselkpo +1
👍💦👍💦👍💦👍💦💦💦💦💦💦🔥
juuli88
😊
putita_linda +1
Genia! Los leí juntos pero fueron dos pajas...
juuli88 +1
esta bien" un relato, una paja minimo jaja
espero disfrutes losp roximos 😉
garcheskikpo +1
Sin palabras, deje los correspondientes puntos.
juuli88
muchas gracias!
Pervberto +1
El gran desenfreno del pago de deudas atrasadas. Me reservo para después la segunda parte.
juuli88 +1
siiii!! espero hayas disfrutado mucho jeje
juanjitox027 +1
si ese fue la parte 1 lo que sera la parte 2 jaja😉
juuli88
😉
shad_t +1
que lindo Juli!!! vamos por la parte 2
juuli88
gracias!!
elferchoa +1
siempre una paja me sacas con tus relatos! vamos por la parte 2 y el segundo lechazo jaja +10
juuli88 +1
asi me gsuta! jaja
tanno4
Gran relato. Me encanto esta parte terriblemente:
Me dio vuelta, me puso boca arriba y empezó a morderme la cola, ya roja por los chirlos, ahora marcada por los dientes. Abrió mis nalgas un poco y me pasó la lengua despacito por el ano. Jugó así un ratito, como para hacerme desear nomás, y volvió a ponerme la pija........
Sos una bestia del relato mujer. Dejo puntos y gracias por compartir.
eljavi04 +1
"Yo lo tenía atrapado con mis manos sobre sus hombros y mis piernas rodeando su cintura" como me gusta cuando ustedes hacen eso , me encanta... Que lindas noches me haces pasar Juli 😘
juuli88 +1
siiii muy excitante, con una conexion hermosa! 🙂
padre-soltero +1
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
juuli88
gracias por comentar! espero te guste la segunda parte 😉
rom123lopz +1
Leyendo me quedó la duda (no voy a hacer el chiste fácil de duda jaja) pero te la sacas de la cola y empezas a chuparla? 🤔
juuli88 +1
por motivos "literarios" (ponele jaja), no detallo absolutamente todo. por empezar, garchabamos con forro. incluso por la cola. pero el pete, lo hago sin forro. asi mismo, siempre una lavadita 😛
rom123lopz +1
Jajajja. Mala mia, obvie el detalle del forro. No dije nada entonces. Igual gracias por responder genia. Buen findee