Elige tu propia aventura sexual 1.4

                                          Hacerse el distraído

   - ¿Florencia?- Le respondí haciéndome el distraído y dejé las cajas de su lado de la cama.- Ni idea.
   No iba a confesarle a Valeria que la engañaba en ese momento, si lo hacía iba a ser en otra oportunidad. Pero ella se dio cuenta que algo pasaba y abrió el mensaje. “Venite que quiero que me des toda tu lechita” leyó ella en voz alta y yo me quedé helado. Me di vuelta y su cara de odio era inmensa. Valeria estaba mirando el celular, leyendo toda la conversación y viendo todas las fotos que ella me había enviado. Salté por encima del colchón y logré arrancarle el celular de las manos pera ya era demasiado tarde.
   - Amor. No es lo que parece.- Le dije sin pensar las palabras que estaba usando.
   - ¿No es lo que parece?- Me contestó ella con los ojos rojos y levantando la voz.- ¡TE LA ESTAS COGIENDO! ¡SOS UN HIJO DE PUTA! ¿NO ES LO QUE PARECE? ¡SOS UNA MIERDA!
   Abrió de golpe el placard y agarró mi ropa y empezó a tirármela. Yo salí corriendo de la habitación y entré al living pero fue peor, pues en este se encontraban las cajas llegas de cosas que de golpe empezaron a volar por los aires. Primero unos vasos pasaron por encima de mí y yo llegué a agacharme justo. Después unos platos pegaron en mi cuerpo y se rompieron al caer al piso. Yo seguía moviéndome entre los sillones pero Valeria estaba determinada a lastimarme. “¿No es lo que parece?” pensé en ese momento al darme cuenta que hacerme el distraído no había sido la mejor decisión.
   Mientras ella seguía arrojándome cosas, me iba gritando insultándome y diciéndome que ella se había pasado toda la tarde pensando en nosotros dos mientras que yo me la había pasado mensajeandome con esta mina. Que yo era un hijo de puta, que yo no la amaba, que yo la cagaba desde hacía años. Logré que dejara de tirarme cosas cuando le dije que quería hablar y entonces me dijo que hablara. “¡Dale hablá! ¡Mentime como me venís mintiendo hace años! ¿Quién es la puta esa?” siguió gritando y yo le pedí que se calmara lo que la llevó a que me tirara una vez más un plato que golpeó contra la pared.
   - Es verdad, te engañé.- Le dije de golpe y ella se agachó para agarrar un adorno de madera que habíamos comprado en un viaje al sur.- Estuve con ella hace un tiempo, cuando nosotros tuvimos una pelea grande y después de eso nunca más.- Le mentí.
   Sin dudas mentirle o decirle la verdad en ese momento era lo mismo ya que Valeria estaba tan enojada que nada iba a calmarla. Amagó con arrojarme el adorno pero yo me escondí de nuevo detrás del sillón y seguí contándole una versión algo editada de la realidad. Le dije que Florencia se había obsesionado conmigo y que a mí de cierta forma me gustaba la idea de que ella me calentara. Obviamente eliminé todos los otros encuentros que tuvimos con Flor después de esa primera vez puesto que me parecía algo mejor que confesarle que la venía engañando desde hacía meses con ella. Qué lejos había quedado la opción de ir al bar con Luciana.
   Valeria dejó caer el adorno a una de las cajas y fue caminando hasta la pieza y después pegó un portazo. Yo la seguí y le toqué la puerta. “¡Andate! ¡No quiero escucharte más!” me dijo y le pedí que me abriera así podía escuchar lo que ella tenía para decirme. Pero no hizo falta pues ella se dedicó a vomitar todos sus sentimientos de una sin darme tiempo a emitir ningún bocado.
   - ¡Me cagaste!- Empezó.- ¡Me cagaste con una puta de mierda que seguramente solo te calienta porque está buena! ¡Me dijiste que era el amor de tu vida y que querías vivir conmigo para siempre y ahora resulta que te cogiste a otra y le mandas mensajes para calentarte! ¡Sos una mierda! ¡No quiero verte más!
   - Vale por favor abrirme y hablemos frente a frente.
   - ¿Por qué no hablaste frente a frente conmigo antes de cogerte a esa trola del orto? ¿Por qué no pensaste en mí antes de estar con ella? ¿O ahora me vas a decir que mientras te la cogías pensabas que yo era mejor que ella? ¡Sos un imbécil y definitivamente ahora no quiero saber nada de vos.
   Me molestaba mucho que la puerta estuviera cerrada. Quería hablar con ella frente a frente, contarle lo que me había pasado en ese momento y solucionar las cosas. Sin dudas Florencia ahora parecía la opción menos viable para pasar la noche y me arrepentía demasiado de no haberme ido al bar con Luciana. ¿Por qué no quería abrirme la puerta? Necesitaba verla a los ojos y discutir hasta que todo terminara, ya sea para bien o para mal. Comenzaba a odiar la puerta.


Tratar de abrir la puerta a la fuerza

Pedirle nuevamente que abra la puerta

1 comentario - Elige tu propia aventura sexual 1.4

Pornoman198423 +1
Increíble lo mejor que e leído , gracias por compartir tu trabajo y quedo a la espera de la siguiente
HistoriasDe
Muchas gracias!!! Todavía estoy subiendo las historias. En un rato ya van a estar todas listas para que puedas divertirte eligiendo.
Pornoman198423
@HistoriasDe gracias!!