Las aventuras de MamaConeja Pt 1 de 2

Bueno conejita...Una noche estaba sola y aburrida en casa, sin nada que hacer. Me sentía un poco traviesa así que se me ocurrió un plan. Abrí mi armario y busqué la ropa más apretada y corta que tuviese. Cogí un crop top blanco con mucho escote que me puse sin sujetador y un short vaquero con el que se me veía medio culo. Esa noche me sentía muy zorra y quería que me tratasen como tal. Iba a ir a una discoteca sola y a arrimarme a todo el que pillase hasta que alguien me llevase a su cama. Era invierno de 1997, así que encima de la ropa me puse una gabardina, que también me ayudó a pasar desapercibida por la zona por la que vivía hasta llegar al coche. Me dirigí a un club que estaba al otro lado de la ciudad, donde no encontraría muchos conocidos. Una vez llegué, aparqué, dejé la gabardina en el coche y entré. Dentro hacía mucho calor, pero yo tenía los pezones duros a causa del frío de la calle. Era uno de los motivos por los que había elegido ese top. Era perfecto para no pasar desapercibida. Fui a la barra a pedir una copa y empecé a contonearme haciendo que mis curvas se movieran e incluso que mis tetas botaran en las canciones  de Motley crue más movidas y sucias. Uno de los camareros se dio cuenta de cuáles eran mis intenciones esa noche y en un momento de despiste de sus compañeros, salió de la barra y se acercó a bailar conmigo. Se puso detrás de mí, acercándose cada vez más hasta el momento en el que sentí su paquete en mi culo. Me di la vuelta y continuamos bailando. Se acercó a mí y me susurró al oído lo preciosa que era y que si me gustaría pasar un buen rato. Lo miré de arriba a abajo y me di cuenta de lo buenísimo que estaba y de lo cachonda que me ponía, por lo que acepté el plan. Me cogió de la mano y me llevó a una sala que tenía la puerta cerrada con llave. Al abrirla me di cuenta de que era una especie de almacen donde tenían decorados de fiestas que habían celebrado anteriormente. Yo pensaba que su plan era quedarse en ese sitio, pero no fue así, ya que se acercó a otra puerta, la abrió y me invitó a pasar de nuevo. Esa puerta conducía a una habitación.
Era un reservado para que los empleados y los clientes más fieles pudiesen pasar un buen rato con sus ligues. Había una estantería llena de paquetes de condones de todo tipo. En otra estantería había una selección de todo tipo de lubricantes, geles y aceites de masajes. Había también un minibar hasta arriba de bebidas. Y por supuesto había una cama, un sofá y diferentes puentos más donde poder follar. Me sorprendió ver lo preparado que estaba todo, pero la sorpresa fue grata, ya que había encontrado diez veces más de lo que iba buscando esa noche. Se quitó la camisa y dejó al aire unos fornidos brazos tatuados y unos abdominales muy marcados. Se notaba que el chico le daba fuerte al gimnasio. Se acercó a mí y me comenzó a besar. Iba al grano, así que se apresuró en quitarme el top, dejando mis pechos al aire. Me llevó a la cama y me tumbó. Allí me quitó el short y las bragas de encaje Estaba totalmente desnuda sobre la cama y las sábanas frías hicieron que se me pusiesen los pezones durísimos. Él se acercó a una de las estanterías y cogió un gel de masaje. Después se acercó a un mueble de cuya presencia no me había percatado y sacó de uno de sus cajones un antifaz que me hizo ponerme. Sentí como se alejaba otra vez y cuando regresó empezó a atarme las manos. Abrió el gel y echó un poco por mis pechos. Después comenzó a esparcirlo con sus cálidas manos, acariciando hasta el último rincón de mi torso. Me dió la vuelta he hizo los mismo por la espalda, por los muslos, por el culo... Cuando el masaje terminó me ató los pies, dejándome las piernas abiertas y comenzó a practicarme sexo oral. Parecía que dominaba esta técnica e hizo que me corriese en pocos minutos. Fue el momento en el que se separó de mí y escuché como sus pantalones caían al suelo. Estaba deseando de que me hiciese suya. Se subió encima mía, se sentó sobre mi pecho y me metió la polla en la boca (que era algo pequeña para mis gustos). Yo empecé a hacerle una mamada que, a juzgar por su respiración entrecortada y sus leves gemidos le gustó y terminó corriendose en mi boca. Yo me tragué su leche y seguí chupandole la polla un poco más para limpiársela.
Se bajó de encima mía sentí como una vez más se alejaba. Fue a por lubricante. Me l echó por las tetas, por el clítoris y por la vagina. Podía notar el rico olor a fresa. Empezó a chuparme una teta. Lo hacía con ternura pero a la vez con pasión. Después pasó a la otra. Acariciaba los pezones suavemente con la lengua y sus labios abrazaban la piel de mi pecho. Bajó rápidamente a mi vulva, me volvió a comer el coño con una maestría sorprendente, pero esta vez paró antes de que llegase a mi segundo orgasmo. Se puso un condón y sin pensárselo dos veces empezó a penetrarme sin que yo me lo esperase. Al sentirlo dentro gemí con fuerza (a un que eran gemidos falsos) y logre disfruté de cada embestida. Me metía y me sacaba la polla con fuerza. Mientras lo hacía tocaba mis tetas, me besaba el cuello... Y yo no podía parar de gemir. Nunca había experimentado lo excitante que era tener sexo con un hombre del cual no supe ni su nombre, sin mas  no ver lo que va a pasar y dejarme hacer lo que la otra persona quisiera. En ese momento era su juguete y además me gustaba serlo.
Me desató pero me dejó con el antifaz puesto y me preguntó si alguna vez había practicado sexo anal y que si me gustaría hacerlo. Yo sí que lo había hecho antes pero no me había gustado demasiado. Me dijo que le dejara probar,, que me iba a gustar y que si no no tenía más que decirle que paráse y lo haría. Yo acepté. Me puso a cuatro patas y sentí cómo cogía algu más del cajón. Me hizo un beso negro. Jugueteó con su lengua en mi culito, me metió un dedo, después dos y empezó a prepararme para la penetración. Después me puso lubricante para que la polla resbalase más y comenzó a frotar la polla con mi raja. De repente paró y fui consciente de lo que había ido a buscar antes al cajón. Era un huevo vibrador. Me lo metió en el coño. Iba por control remoto, él decidí cuando lo apagaba, cuándo lo encendía y a qué velocidad iba. Por el momento estaba apagado. Siguió restregando la polla por mi culo y de repente sentí cómo lo encendía. La vibración era más potente que la de otros que había probado. Pocos segundos depués de encender el vibrador empezó a meterme la polla por el culo, despacio para no hacerme daño. A mí no me dolió nada (Pues honestamente no era muy grande su polla) Estaba muy excitada. Él empezó a follarme el culo, cada vez más rápido, cada vez más duro. Apagaba el huevo y cuando lo encendía la vibración era más fuerte. Estaba gozando como una perra. No había gemido así en mi vida. De no ser por la fuerte música de la discoteca, me estaría escuchando todo el edificio. Estaba al límite ya que el huevo me  hacia disfrutar como toda una puta. Me preguntó que si estaba preparada. No sabía para qué, nome dió tiempo a preguntar. Me levantó, me puso de pie y me hizo agacharme contra el famoso mueble. Me quedé con el culo en pompa y la cara contra el mueble. Todo esto sucedió muy rápido. Entonces puso el vibrador a máxima potencia y me empotró con todas sus fuerzas. No tardé ni un minuto en correrme a chorros. Tanto que manché el suelo. Él también se corrió dentro de mi ano. Notaba su semen caliente lo sacaba del condon . Me saqué el vibrador. Estaba empapado de mis flujos. El orgasmo había sido tan fuerte que ni me pude mover durante unos minutos. Cuando las piernas dejaron de temblarme, me tumbé y me quedé dormida. Al despertarme, él seguía durmiendo a mi lado, tal vez no paso mas de medio hora despues de aquello.
Yo me vestí y me fui a buscar el coche para volver a casa, Al llegar a casa yo ya tenia que irme a la escuela pues iniciaba con la universidad, Despues de esta aventura, contacte a mi amiga Rocío, y le conte lo sucedido a tal grado que escuchaba como ella se masturbaba con mi relato. Rocio y yo somos amigas desde la preparatoria, seguido estoy en su casa o ella en la mía, comemos y dormímos una en la casa de la otra, pero su papá de nombre David, es un señor muy interesante, 45, 50  años no lo sé en realidad, pero me llama mucho la atención, tiene una plática muy interesante que cautiva, una voz gruesa que seduce y es tan caballeroso que enamora, pero con mi falda escolar gris de tablones, la blusa blanca, calcetas blancas casi hasta la rodilla y los zapatos choclos del uniforme de la escuela, y sin nada de maquillaje, no me veo nada sexi.
Un día en la escuela Rocío me comentó que su mamá se iría de viaje por varios días y que tendría que cocinarle a su papá, ya que yo cocinaba seguido en mi casa por las labores de ser ama de casa y madre , me ofrecí para apoyarla, de paso podría atender al galán de su papacito.
El viernes por la tarde me presenté en su casa y los acompañé al aeropuerto a dejar a su mamá, de regreso, David, dijo si pasábamos por unas pizzas para cenar, idea que nos agradó a Rocío y a mí. La cena fue muy agradable y nos preparamos para ver una película, Rocío y yo subimos a ponernos nuestra ropa para dormir, yo me puse un short de pierna amplia, debajo una tanga de encaje blanco, una blusa camisera, con botones al frente, claro, abiertos los tres de arriba dejando ver un poco mis redondos y firmes senos de tamaño regular, Rocío se puso una playerota que le llegaba a las rodillas, con una pantaleta que cubría bien toda su cadera, eso sí, sin sostén, solo se le marcaban un poco los pezones.
Mientras veíamos la película acostados en el sofá y comíamos palomitas y refresco, noté que David no me perdía de vista cada vez que me empinaba a agarrar palomitas del bol y mi blusa colgaba un poco, yo hacía una pausa para que viera un poco más, al recostarme en el sofá subía mis piernas para que él alcanzara a ver un poco más de lo debido, sabía que estaba excitado conmigo, para esto Rocío ya estaba dormida en el sofá, por eso David cada vez disimulaba menos sus miradas a mi cuerpo. Cuando terminó la película le hice una pregunta con doble sentido.
-       ¿Dejamos a Rocío aquí y nos vamos a la cama?
-       No, mejor la llevo a su cama.
Con gran ternura de un padre a una hija, la despertó y la llevó a la cama y la arropó, yo me senté a la orilla de la otra cama, viendo esa tierna escena, pero yo no quería eso para mí, quería que me viera como una mujer, que me deseara, discretamente me desabroche otro botón de mi blusa y cuando se retiraba fui a despedirme de él deseándole buenas noches, dándole un abrazo y un beso en la mejilla muy cerca de su boca, me abrazó por la cintura jalando mi blusa y provocando que una de mis tetas saltara fuera de la blusa, yo actué como si nada pasara, él al ver mi teta de fuera se puso nervioso, solo dijo.
-       ¡Eres muy hermosa!
-       ¿De verdad te parezco una mujer hermosa? -le dije con voz melosa.
-       ¡Estás, estás muy hermosa! – volvió a decir.
Volteó nervioso a ver a Rocío y ella seguía bien dormida y se dirigió a la puerta de la recamara despidiéndose al salir. Al día siguiente, cuando nos levantamos Rocío y yo, bajamos a hacer el desayuno, David no bajaba, hasta pensamos que había salido temprano, así que me ofrecí para ir a buscarlo, pero en eso oímos que ya venía, nos saludó de beso como era costumbre y se sentó a desayunar, más bien a comer, ya que pasaba del medio día. Por la tarde salimos a dejar a Rocío a su ensayo de Ballet folclórico que estaban montando para un festival, solo la dejamos y regresamos a casa, la tensión se sentía en el auto, no pronunció palabra, al entrar a casa, le pregunté.
-       ¿Por qué tan serio?, no me dirigiste la palabra en todo el camino.
-       ¡No, no, nada, no pasa nada!
Yo vestía una blusa con botones al frente de manga corta, pero amplia, floreada de colores muy vivos, una falda negra entallada, medias y zapatillas negras, mi cabello negro ondulado y un buen maquillaje me hacían ver mas grande de edad.
-       Pareces molesto conmigo… ¿hice algo malo?, ¿Me porté mal?
-       ¡Estás muy hermosa, demasiado hermosa!
-       ¿Y eso te molesta? – le dije con voz muy melosa y acercándome provocativamente a él.
Me sujetó de la cintura y nos fusionamos en un largo y apasionado beso, sus manos recorrían mi espalda y su lengua buscaba desesperadamente la profundidad de mi boca, mi cuerpo se estremecía con tanta pasión, al tomar un respiro, nos vimos a los ojos, luego bajo su vista a mi pecho y mis manos desabrocharon un botón, eso bastó para que me besara otra vez en la boca siguiendo con las mejillas, mi oreja, el cuello y el pecho mientras que me quitaba la blusa y caía al suelo, se detuvo para admirar mis tetas, cubiertas con una fina y transparente malla enmarcado por un delicado encaje negro de mi sostén, apretó y masajeo mis tetas al momento que me chupaba uno y otro pezón, alzó mi sostén y me lo quitó por arriba de la cabeza, él seguía chupando y masajeando mis tetas, desabroché en botón de atrás de mi falda y bajé el cierre y mi falda cayó hasta los tobillos, que rápidamente hicimos a un lado, el diminuto triángulo de mi tanga escasamente cubría mi vagina, delicadamente me llevó al sofá.
Me hinqué en el asiento recargando mis manos en el respaldo y parando mi cola, su boca besaba mis nalgas y su lengua recorría por en medio de los pliegues de mis nalgas llegando a mi ano y mi vagina, arrancándome un gemido de placer, sus dedos acariciaban y exploraban la profundidad de ambas cavidades, lo ayudé separando mis nalgas con las manos mientras que él me daba lengua en mi ano y metía sus dedos en mi vagina, los dos estábamos muy calientes, me giró para ponerme boca arriba y vi que ya estaba desnudo, con su enorme pene bien duro y brilloso, estire mi mano para acariciarlo, era grande y grueso, acerqué mi boca para mamárselo, recorriendo hasta la base, salía a la punta y lamía con mi lengua hasta sus testículos y regresaba a la punta para volver a meterlo a mi boca hasta la base mientras le acariciaba sus testículos con mis manos.
Me recosté en el sofá, él volvió a hacer a un lado mi tanga y apuntó su pene a la entrada de mi vagina, la fue metiendo despacio, conforme la iba metiendo yo gemía y apretaba sus brazos en sus anchos bíceps, cuando sus testículos toparon con mi vagina, comenzó despacio el movimiento de mete y saca, que fue aumentando poco a poco, mis senos danzaban al ritmo de cada embestida, mis gemidos y jadeos también se intensificaron, me dio un buen rato, después me levantó y el se acostó boca arriba, entonces me monté en él, introduciendo su pene en mi vagina y comencé a cabalgar, él acariciaba mis senos, me incliné para que me los chupara, mordía y succionaba mis pezones alternadamente.
Después me recostó en el respaldo del sofá, boca abajo, con mi cara hacia el asiento y mi cola bien parada, me quitó mi tanga y comenzó a acariciar mi ano, entendí sus intenciones, me aterré ser penetrada por ese pene grande y grueso por mi colita, con mi mano intenté detenerlo.
-       ¡No, no!, por mi culo no, me vas a destrozar – le dije suplicante.
-       Lo voy a hacer con cuidado, si no aguantas, no lo sigo intentando.
Acepté toda temerosa, David lubricó mi ano con saliva y volvió a meter los dedos para prepararlo para la invasión que estaba planeando, no soy virgen del ano, ya me lo habían penetrado antes, pero David tiene una verga grande y gruesa y eso me daba miedo, él la colocó a la entrada, primero solo la cabeza, solté un gran grito, pero soporté el primer ataque, después otro poco, sentí como los pliegues de mi ano se abrían y cedían a la inminente penetración, volvió a salivar el ano y su pene y empujó otro poco, volví a gritar, pero soporté la embestida, relajé mis caderas para recibir al intruso que volvió a ganar terreno, pero en esta sentí sus testículos rozar mi vagina, me relaje, sabiendo que estaba todo adentro de mí, después de una brevísima pausa, comenzó despacio el movimiento de mete y saca, mis nalgas temblaban con cada embestida, él me nalgueaba, yo gritaba y gemía, me paraba en la punta de mis pies y movía mi culo para gozar más este rico sexo anal, sus manos sujetaban mi cadera y la jalaban hacia su pelvis mientras que esta empujaba todo el pene hasta lo más profundo de mi cavidad anal, haciéndome gritar y desear que esta deliciosa tormenta no se acabara nunca, pero todo tiene su final, David comenzó a estremecerse y a gruñir, soltando todo su chorro dentro de mi ano que inundó inmediatamente, la precisión de los siguientes  chorros hiso que su semen saliera por los bordes y escurriera por mis piernas, hasta llegar a mis medias, su pene seguía duro dentro de mi ano, él volvió a empujarlo otra vez, pero su firmeza se iba perdiendo, hasta que salió de mi ano y David con piernas temblorosas buscó una silla para sentarse.
Me levanté, despeinada, con el maquillaje corrido, sudada y con la entrepierna escurriendo su semen lo miré, sonreí y le dije.
-       ¡Estuvo riquísimo, es el mejor sexo que he tenido!, espero esto se repita.
Me agaché a recoger mi tanga y subí las escaleras despacio, así, desnuda, solo con mis medias y mis zapatillas negras que nunca me quité y mi tanga en la mano, David me siguió con la mirada, me fui a bañar, cuando entre a la recamara, ya estaban ahí mi sostén, mi blusa y mi falda, me quité la toalla y me senté en el taburete para peinarme, en eso el entró, ya bañado, vestía su pantalón y zapatos, no traía camisa.
-       ¿Te encuentras bien? – Preguntó
-       ¡Perfectamente! – dije poniéndome de pie y caminando hacia él desnuda completamente, lo abracé y nos besamos en la boca apasionadamente – dime que no va a ser la única vez, que repetiremos esto, ¡Por favor! – suplique.
-       ¡Claro preciosa!, a mí también me gustó y quiero que esto se repita, pero tenemos que ser muy discretos, que no se entere nadie. Voy por rocío, ya me habló, que sale en una hora.

Salió de la recamara y fue por Rocío, el domingo no pasó nada y el lunes fuimos a la escuela Rocío y yo, David fue por su esposa al aeropuerto en el transcurso de la mañana. Así fue como me convertí en la amante del papá de mi mejor amiga Conejita. David y yo nos hemos seguido viendo, no tan frecuente como quisiéramos, pero solo logramos mantener un año disfrutando de nuestro amor prohibido.  

Las aventuras de MamaConeja Pt 1 de 2


SI eres nuevo seguidor mio no dudes en dejar puntos y pedirme el Pack de bienvenida 

7 comentarios - Las aventuras de MamaConeja Pt 1 de 2

Rastty
espero su pack
jecera +1
Si que estuvo buenísimo,disfrute como si lo hubiera visto.....