Todo esto paso hace tres años cuando yo tenia 39, acababa de tener a mi tercer hijo y había ganado mucho peso pero también mis tetas se habían vuelto mucho mas grandes de lo que eran normalmente haciendo que no se notara mis kilos de mas. Como se deben imaginar yo estaba bastante gorda, con dos tetas super hinchadas colgando, un culo amplio y nada firme. Durante ese tiempo la empresa de mi marido no andaba muy bien económicamente (no hace falta decir de que trabajaba ya que no es relevante para la historia) y todo el tiempo el temía ser despedido. Imaginen tener 3 hijos y no saber como mantenerlos, es horrible. Yo no podía permitirme que eso llegara a pasar por lo que tome el celular de mi esposo y revisando los grupos de whatsapp que él tenia encontré el numero de su jefe y después de agregarlo a mis contactos me dispuse a tratar de empatizar con aquel hombre.
La verdad es que era un hombre bastante educado y simpático con quien la conversación resultaba agradable, fácil y dinámica. Obviamente me presente como es debido y luego de explicarle la situación que vivíamos con mi marido le ofrecí tener sexo a cambio de asegurarle el trabajo. El hombre no lo pensó mucho y casi automáticamente me envió la dirección de un telo. No voy a mentir, yo le he sido infiel a mi marido muchas pero muchas veces así que esto para mi era solo una vez mas. Arreglamos para ir el viernes en horario laboral pues era el único momento que teníamos libre. Cuando el día llego el paso a buscarme en un uber. El venia muy elegante como era costumbre para el cuando tenia que trabajar, bien peinado, con un hermoso traje gris. Su pelo blanco resaltaba lo rosada que estaba su cara típico de un hombre de mas de 60 años. Desde mi casa fuimos al telo, en el camino el no desaprovecho la oportunidad de meterme mano por abajo de la pollera y manosearme las tetas, pero lo hacia durante poco tiempo y siempre me decía "solo estoy probando. Cuando lleguemos ya vas a ver". Una vez en el cuarto se desnudo completamente, su rechoncho cuerpo rosado no era para nada atractivo y su verga demostraba que no había tomado nada ya que estaba completamente flácida. Me senté en la cama y baje mi escote dejando mis tetas al aire y comencé a chuparsela con un poco de asco al principio pero después cuando su verga comenzó a crecer dentro de mi boca le fui tomando el gusto. Una vez que estuve firme como una piedra note que esa verga era mas gruesa de lo normal haciendo que disfrutara mas ese pete tanto así que comencé a usar mi lengua en serio mientras el estiraba su mano para acariciarme los pezones.
Después de alrededor de media hora chupando el me agarro del rodete en mi nuca y me separo de su verga y me dijo "Yo lo asciendo a tu marido a cambio de hacerte la cola" y sin esperar confirmación me levanto y me hizo apoyarme en la cama mientras el me quitaba la pollera y yo me quitaba la tanga. Se chupo un dedo y comenzó a metermelo por el culo. En menos de diez minutos el anciano impaciente me había metido hasta cuatro dedos en el culo provocando que yo quedara con la cara apoyada contra la almohada. Obvio el machista pensó que eso me gustaba y comenzó a meter esa gruesa verga en mi adolorido culo, trate de no gritar mientras el me tenia en cuatro y me reventaba con toda la fuerza que podía permitirse a esa edad. Parecía un pendejo, la metía lo mas adentro que podía y se estiraba para agarrar mis tetas hasta que empezaba a largar leche lo que, obvio, lo asqueo pero eso no lo hacia parar sino que me hacia chuparle los dedos mojados por mi leche. Como pude fui chupando esos dedos entre gemidos, parecía que me quería meter los dedos hasta la garganta, esa parte la verdad que no lo disfrute para nada pero después de una hora de estar rompiéndome el orto me dijo "tu marido se gano un nuevo puesto, pero ojo que vos vas a tener que mantenerlo ahí" yo le iba a contestar algo pero cuando abrí la boca ese viejo hijo de puta me acabo en la cara tratando obvio de hacerme tragar su semen.
No se como finalizar la historia ya que hasta el día de hoy sigo cogiéndome a ese viejo pero cada vez con menos frecuencia porque los años no vienen solos saben.
La verdad es que era un hombre bastante educado y simpático con quien la conversación resultaba agradable, fácil y dinámica. Obviamente me presente como es debido y luego de explicarle la situación que vivíamos con mi marido le ofrecí tener sexo a cambio de asegurarle el trabajo. El hombre no lo pensó mucho y casi automáticamente me envió la dirección de un telo. No voy a mentir, yo le he sido infiel a mi marido muchas pero muchas veces así que esto para mi era solo una vez mas. Arreglamos para ir el viernes en horario laboral pues era el único momento que teníamos libre. Cuando el día llego el paso a buscarme en un uber. El venia muy elegante como era costumbre para el cuando tenia que trabajar, bien peinado, con un hermoso traje gris. Su pelo blanco resaltaba lo rosada que estaba su cara típico de un hombre de mas de 60 años. Desde mi casa fuimos al telo, en el camino el no desaprovecho la oportunidad de meterme mano por abajo de la pollera y manosearme las tetas, pero lo hacia durante poco tiempo y siempre me decía "solo estoy probando. Cuando lleguemos ya vas a ver". Una vez en el cuarto se desnudo completamente, su rechoncho cuerpo rosado no era para nada atractivo y su verga demostraba que no había tomado nada ya que estaba completamente flácida. Me senté en la cama y baje mi escote dejando mis tetas al aire y comencé a chuparsela con un poco de asco al principio pero después cuando su verga comenzó a crecer dentro de mi boca le fui tomando el gusto. Una vez que estuve firme como una piedra note que esa verga era mas gruesa de lo normal haciendo que disfrutara mas ese pete tanto así que comencé a usar mi lengua en serio mientras el estiraba su mano para acariciarme los pezones.
Después de alrededor de media hora chupando el me agarro del rodete en mi nuca y me separo de su verga y me dijo "Yo lo asciendo a tu marido a cambio de hacerte la cola" y sin esperar confirmación me levanto y me hizo apoyarme en la cama mientras el me quitaba la pollera y yo me quitaba la tanga. Se chupo un dedo y comenzó a metermelo por el culo. En menos de diez minutos el anciano impaciente me había metido hasta cuatro dedos en el culo provocando que yo quedara con la cara apoyada contra la almohada. Obvio el machista pensó que eso me gustaba y comenzó a meter esa gruesa verga en mi adolorido culo, trate de no gritar mientras el me tenia en cuatro y me reventaba con toda la fuerza que podía permitirse a esa edad. Parecía un pendejo, la metía lo mas adentro que podía y se estiraba para agarrar mis tetas hasta que empezaba a largar leche lo que, obvio, lo asqueo pero eso no lo hacia parar sino que me hacia chuparle los dedos mojados por mi leche. Como pude fui chupando esos dedos entre gemidos, parecía que me quería meter los dedos hasta la garganta, esa parte la verdad que no lo disfrute para nada pero después de una hora de estar rompiéndome el orto me dijo "tu marido se gano un nuevo puesto, pero ojo que vos vas a tener que mantenerlo ahí" yo le iba a contestar algo pero cuando abrí la boca ese viejo hijo de puta me acabo en la cara tratando obvio de hacerme tragar su semen.
No se como finalizar la historia ya que hasta el día de hoy sigo cogiéndome a ese viejo pero cada vez con menos frecuencia porque los años no vienen solos saben.
9 comentarios - El ascenso de mi esposo