De muy chica Giselle tuvo roces con el sexo, como si el destino de cada uno ya estuviese marcado y el tiempo nos va enseñando las cosas de prepo y solo nos queda vivir lo mejor posible.
Los padres de Giselle se separaron y ella fue criada por su madre, una mujer que trabajaba para mantenerse y darle lo mejor a su hija menor.
Algunas veces no le quedaba otra opción que tener que llevarse a Giselle a su trabajo para que no se quedara sola en su casa ya que era chica todavía y la dejaba en la sala mirando Tv, una tarde mientras su mamá limpiaba la casa de un patrón Giselle se puso a jugar y a explorar la casa y encontró unas botellitas que llamaron su atención, eran licores de sabor a chocolate, huevo y otros, se convirtió en travesura abrir, probar y maravillarse con aquel sabor, tanto le gusto que cada tanto a escondidas iba a tomar un sorbo al punto que se mareaba.
Una tarde descubrió el altillo que estaba lleno de cosas, había un cofre que al abrirlo estaba lleno de revistas porno a Giselle le encanto era la primera vez que veía gente desnuda le gustaba ver la pija de aquellos hombres y las tetas de aquellas mujeres, le llamó la atención los pelos que tenían en sus partes íntimas eso le quedó en las retinas.
Cuando su mamá no podía llevarla con ella la dejaba en casa de su tía y Giselle jugaba con sus Primas, primos y vecinos. Una tarde en el baldío de al lado en un juego de chicos la prenda de Giselle fue tener que tocarle el pito a un vecino que se bajo los pantaloncitos para que ella le acaricie los huevitos y le besará el pito, seguramente se habrá acordado de aquellas revistas y ahora podía tener una verdadera pija en sus manos, otra prenda que le había tocado fue besarle la concha a una amiguita que desnudo la parte de abajo de su cuerpo y abrió sus piernas para que Giselle le diera unos besitos y no solo se la besó sino que fue más allá y le paso la lengua, una y otra vez. Eran juegos que a Giselle no le gustaban pero su curiosidad hacía que se animara a jugarlos, esa curiosidad que la iba a acompañar para siempre !!!
Los padres de Giselle se separaron y ella fue criada por su madre, una mujer que trabajaba para mantenerse y darle lo mejor a su hija menor.
Algunas veces no le quedaba otra opción que tener que llevarse a Giselle a su trabajo para que no se quedara sola en su casa ya que era chica todavía y la dejaba en la sala mirando Tv, una tarde mientras su mamá limpiaba la casa de un patrón Giselle se puso a jugar y a explorar la casa y encontró unas botellitas que llamaron su atención, eran licores de sabor a chocolate, huevo y otros, se convirtió en travesura abrir, probar y maravillarse con aquel sabor, tanto le gusto que cada tanto a escondidas iba a tomar un sorbo al punto que se mareaba.
Una tarde descubrió el altillo que estaba lleno de cosas, había un cofre que al abrirlo estaba lleno de revistas porno a Giselle le encanto era la primera vez que veía gente desnuda le gustaba ver la pija de aquellos hombres y las tetas de aquellas mujeres, le llamó la atención los pelos que tenían en sus partes íntimas eso le quedó en las retinas.
Cuando su mamá no podía llevarla con ella la dejaba en casa de su tía y Giselle jugaba con sus Primas, primos y vecinos. Una tarde en el baldío de al lado en un juego de chicos la prenda de Giselle fue tener que tocarle el pito a un vecino que se bajo los pantaloncitos para que ella le acaricie los huevitos y le besará el pito, seguramente se habrá acordado de aquellas revistas y ahora podía tener una verdadera pija en sus manos, otra prenda que le había tocado fue besarle la concha a una amiguita que desnudo la parte de abajo de su cuerpo y abrió sus piernas para que Giselle le diera unos besitos y no solo se la besó sino que fue más allá y le paso la lengua, una y otra vez. Eran juegos que a Giselle no le gustaban pero su curiosidad hacía que se animara a jugarlos, esa curiosidad que la iba a acompañar para siempre !!!
1 comentario - La inocencia