Mi querida Mary II

Les voy a contar mi segunda experiencia con mi suegra. Como recordaran ella tiene 58 años y mi primera “cogida” con ella fue en su casa cuando me sorprendió masturbándome con su ricas panties.
Habíamos quedado en tener otro encuentro, lo tuvimos el jueves pasado en mi casa, mi mujer tenia que salir por trabajo y no estaría hasta después del mediodía, por lo cual aproveche para llamar a mi suegra.
— Puedo estar en tu casa en media hora más o menos.
— OK, pero lo antes posible porque no puedo esperar mas por cogerte otra vez.
— Bueno, además quiero que veas lo que me compré, una ropita interior muy linda.
Realmente ahora que escribo esto me pongo a pensar en la ardiente y sexosa que es la mi dulce suegra.
Llega a casa y apenas cerramos la puerta, baja la mano y comienza a sobarme la verga por arriba de mi jeans, mientras yo la abrazo y le clavo mi lengua dentro de su boca tocándole el culo con las dos manos.
La separo y la miro para apreciar como estaba vestida. Traía una blusa algo ajustada con una falda como a 5 o 10 cm. por arriba de la rodilla, con unos zapatos tipo chatitas, son unos zapatos que no tienen taco, si una suela muy fina.
— Estás muy linda Mary.
— ¿Te Parece?
— ¡¡¡Claro que si!!!
— ¿Y eso te calienta a verdad?
— ¿Si me calienta?, mira.
Saqué mi verga de su encierro, el slip ya me estaba molestando mucho ya que mi verga peleaba por salir a tomar aire.
— Pero que tienes ahí Isa, ¿eso es para mi?
— Claro, para quien va a ser, ¿te gustaría tenerla entre las manos?
— Mmmm, si, yo quiero.
— Pero primero quítate la ropa y déjate la ropa interior puesta.
— Bueno.
Al sacarse la blusa pensé que acabaría en ese mismo momento, traía un corpiño blanco con encajes, ajustadito que hacia que sus tetitas resaltaran más y que sus pezoncitos duritos ya por la calentura, quisieran romper le fina tela del corpiño.
— SUEGRITA, QUE LINDAS TETITAS TIENES, fue lo que me salio del alma.
— Te gustan, porque no me las acaricias así se ponen mas lindas todavía.
— Si, pero quítate la falda que quiero verte todo el conjuntito completito.
— Bueno.
Por dios casi me muero, cuando se saco la falda, traía una ricas panties de encaje blanco, debo aclarar que la ropa interior blanca me enloquece, con todo encaje en el frente y atrás y unos voladitos de seda hermosos bordeando toda la panties desde adelante hasta atrás por ambos lados.
— Te gusta Isa?
— Estoy como loco, te quiero chupar toda la ropa interior ahora mismo.
Sin mas que decir me agaché y empecé a pasar mi lengua por toda la ropa interior, primero por arriba de sus pezoncitos que a cada lamida mía mas duritos se ponían, ella me tomaba de la cabeza y se acariciaba la conchita por arriba de la ropa.
Ella no paraba de gemir y pedirme que la chupara toda, que no dejara nada sin mi saliva, yo como la primera vez en su casa, estaba totalmente loco de calentura, no podía creer que mi suegra fuera tan puta con su yerno, pero eso hacia que me pusiera mucho mas caliente.
Dejé de chuparle y morderle los pezoncitos y comencé a bajar por su pancita, esta subía y bajaba al ritmo de su respiración, que a esta altura era como que le faltaba el aire, realmente estaba muy caliente. Me tomó de la cabeza y casi me obligaba a bajar a su entrepierna, yo quería alargar todo el tiempo que pudiera ese momento, era algo maravilloso, podía oler su aroma, ese delicioso olor que despide, muy similar al de Adriana, de su conchita salía un olor deliciosamente cautivador. 
Cuando llegué a su panties, esta estaba totalmente mojada, sus jugos estaban casi chorreándole por las piernas. Empecé a morder y pasar mi lengua por arriba de su ricas panties, esto hacia que ella sacara mucho mas afuera su concha, sentía que quería atravesar la tela con su clítoris, podía sentirlo sobresaliendo contra la fina tela de encaje. Al darme cuenta, comencé a chuparlo y a morderlo.
— Hay que rico!!!, así chúpame la concha así, como siento tu lengua, te voy a dar mis juguitos bien adentro de tu boca.
— Dame tus juguitos putita mía.
— Si soy tu putita, soy tu puta, quiero que me cojas como nunca, quiero que me rompas todo, quiero sentirme bien puta contigo Isa.
— Yo te voy a dar verga y todo lo que quieras, quiero que me acabes en la lengua.
— Mmmm, si seguí así que te acabo, sigue moviendo esa rica lengüita que esta dura y áspera, que lindo se siente, chupame mas que acabo, chupa que acabo, mmmm……… hijo de puta!!! Estoy acabando en tu boca, tomate todos mis juguitos, toma, tu suegrita Mary te da juguito bien calientito…… mmmmm…… que lindo chupas… como estoy acabando.
— Realmente pensé que se moría, porque dejó de hablar y se derrumbo, sus piernas dejaron de responderle y si no la agarraba se rompía la cabeza contra el piso.
— Te siente bien Mary — yo estaba algo asustado por como había terminado después de llegar al éxtasis.
— Me siento como una yegua en celo, que lindo que es cuando te chupan la concha y te la chupan bien, así por todos lados y no te da asquito cuando desbordo mis juguitos.
— ¿Porque me dice eso?
— Porque el idiota de mi marido cada vez que me chupaba y yo le estaba por acabar dejaba de hacerlo y yo me quedaba con unas convulsiones terribles, después si me cogía con todo, pero hasta ese momento me dejaba como la mierda.
— Y ni hablar del desastre que era Mauricio, el novio que tuvo hace 8 años, que ahí entendí por que era divorciado 3 veces, era un desastre en la cama, no degustaba hacer ni que le hicieran oral, y cuando empezaba a disfrutar del vaivén de su pene, que era lo único bueno que tenia ya que era muy lago y grueso, el infeliz terminaba muy rápido, no duraba ni 5 minutos.
— Bueno pero ahora tienes quien se la chupe, se tome sus juguitos, y te haga disfrutar con locura.
— SI ISA!!!, pero ahora me toca a mi chuparte esa verga tan rica que tienes y tragarme toda tu lechita.
— Si eso quiero que me chupes bien la verga y te tragues toda mi lechita, ¿Eh Suegrita?
— Si Isa, te la voy a chupar mejor que mi hija y mientras te la chupo cuéntame las cositas que se hacen y como le gusta coger a mi nene hermosa.
— Para que habrá dicho eso, casi me hace acabar en ese mismo momento. Me senté en la mesa y ella en la silla, mi verga le apuntaba directo a su cara, ella me la agarró y empezó a pajearme lentamente, sacaba mi cabecita afuera y le pasaba la lengua sin metérsela adentro de la boca, eso me ponía loco. Le agarré la cabeza y quería atravesarle la nuca, pero ella me empujaba con las manos para hacerme desear.
— Por favor Mary, trágate mi verga y chúpamela como nunca me la chuparon.
— Si pero mientras lo hago cuéntame.
— Si, dale, chúpamela, así….. mmmmm… que lindo…. tu hija me la chupa igual que tu….. ¿acaso tu le enseñaste a chupar vergas?….. porque se pone igual de putita como tu Mary cuando tiene una verga en la boca….. mmmm…. puta de mierda….. mueve esa lengua…. así….. lo haces mejor que tu hija…. ella no mueve tan rico la lengüita como tú….. que bien lo haces putita mía… mmmm…. seguí así que tu Isa te va a dar tu ración de lechita caliente y bien blanquita…. sácatela de la boca y chúpame los huevos que a tu hija le encanta chuparme los huevos, se los mete todos en la boca….. mmmmm… que rico, haces lo mismo que hace tu hija cuando me chupa la verga… métete los dedos en tu concha mientras me la chupas… así recórrete esos deditos en tu conchita… métete 3 dedos ahora… te voy a llenar la boquita de lechita y te la vas a tragar toda como hace tu hija… que linda puta es suegrita eres Mary.
Esto hizo que ella se pajeara como una loca, sus dedos se movían a una velocidad increíble, parecía que la concha se le salía de la entrepierna. En el momento de acabar ella apretó con su lengua y su paladar mi verga, eso hizo que yo le diera unos potentes chorros de leche bien adentro de su garganta. 
Tuvo que sacarse un poco mi verga de la boca porque se ahogaba de tanta leche, yo estaba expulsando semen como si estuviera meando.
— Suegrita que buena surtida de lehe le di.
— Hermoso, salió muchísimo, hijo de mi vida ¿cuanto hace que no coges?
— Desde el sábado pasado, estuve esperando este día, ya que sabía que Adriana hoy se tenía que ir y podría estar con usted toda la mañana y parte de la tarde.
— ¿Que desgraciado eres eh? Lo tenías todo preparado.
— Si, yo le dije la otra vez que la próxima seria inolvidable.
— Y hasta ahora lo es, mira como tengo mi conchita, esta toda abierta, caloradita y bien mojada con mis juguitos.
— Y ahora que va a querer mi suegrita adorada?
— Quiero que mi querido Isa me coja para que tenga y guarde por un mes.
Nos fuimos al dormitorio, estábamos en la cocina, ya los dos totalmente en pelotas y yo con mi verga al palo otra vez, era como que tenia vida propia. Una vez en el dormitorio ella se tira en la cama con las piernas bien abiertas mostrándome toda su conchita bien abierta, húmeda y brillosa.
— Que linda vagina tienes, ahora vas a ver el tratamiento que le doy a ese hoyito.
— Si, cógeme bien, como si no hubiera mañana, aquí en la misma cama que te coges a mi hija, quiero que me cojas bien cogida.
— Claro suegrita, le voy a dar verga toda la mañana.
La monto y de un solo envión le meto todo hasta los huevos, ella pega un gemido y levanta la concha para provocar una mas profunda penetración mientras no dejaba de apretarse las tetitas. La cabalgo furiosamente mientras ella comienza a acabar a los gritos y moviendo la concha para todos lados. Termina de acabar y nos damos vuelta y la que monta ahora es ella.
Ahora quédate bien quietito que te quiero coger yo, dime si mi hija se mueve igual que yo y eso que le casi 20 años a mi hija, ¿no?.
A lo que la vieja se pone en cuclillas y empieza a subir y bajar de una forma maravillosa, para sus 58 años realmente estaba en buena forma para coger. Mientras subía y bajaba me ponía los pezones en la boca y me pedía que se los chupara y mordiera. No tardó en acabar, parecía epiléptica, tenia unos movimientos intensos y gritaba como un animal en celo pidiéndome que la cogiera mas, que quería coger toda la vida así, que le gustaba mi verga, que le llenaba toda la concha y un montón de cosas mas.
Como me apretaba la verga con la concha por su acabada, le dije que le estaba por dar mi lechita bien adentro de sus entrañas, a lo que ella respondió apretándome mucho más la verga con su conchita. Los chorros de leche que le di, fueron para un campeonato de acabadas, me salía leche hasta por los ojos, no podía parar de darle más y mas leche, podía sentir como mi propia leche se me escurría por entre mis huevos.
— Mi dulce amante, como saca leche esa verga que tienes!!!!
— Si suegrita, y es toda tuya puta mia, te gusta mi leche bien adentro de concha, ¿no?, eres tan puta como tu hija, a las dos les gusta mi leche como a ninguna de las putas que me hubiese podido coger.
— Si, hay mas lindo que la lechita bien caliente y blanca como esta.
Dejo de decir esto y me chupo la verga hasta dejarla bien limpia de mis propios jugos y los de ella. Nos fuimos a bañar y cuando salimos nos volvimos a la cama. Nos estábamos acariciando suavemente, ella ya empezaba a dar signos de querer de nuevo coger, pero yo necesitaba un tiempo mas para reponerme, realmente había acabado como para no querer hacerlo por 3 o 4 días por lo menos y pusimos la TV.
— Déme tiempo para reponerme suegrita, ¿usted sabe lo que me saco ya hoy , no?
— Claro que si, total a que hora viene mi hija?
— No se, me dijo que estaría aquí a eso de las 14:00 hrs., mas o menos, ¿por?
— Porque ya son las 13:35 y no creo que tengamos tiempo de coger de nuevo, por lo menos por hoy, ¿no?
— No, ya no hay tiempo. Otro día lo hacemos de nuevo, ¿quiere?
— Otro día, mira el domingo se voy a estar libre y peden llegar con el pretexto de ir a visitarme y ver el fútbol, por que mi suegra es muy aficionada al fútbol, ya que mi finado suegro jugaba todos los domingos en un equipo de la empresa donde laboraba, y ella desarrollo el gusto por el deporte y por las Chivas del Guadalajara
— Por supuesto.
Estoy esperando el domingo para irme a escuchar los “partidos” con mi suegrita y realmente pienso hacerle varios goles.

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