Noche caliente, todo apunta a que me iba a tener que masturbar.
Mi mente traía el recuerdo de tus hábiles manos buscando mi sexo excitado entre los bóxer queriendo salir de su cárcel de castidad, peleabas contra los jeans, y contra todo lo que se interpusiera entre tu mano y aquello que te daba poder sobre mí. Querías tener la vara de mando, el bastón del gobernador, el báculo sagrado. Lo ansiabas, y yo deseaba que lo esgrimieras entre tus manos ávidas de deseo y poder. Quería saber qué serías capaz de hacer, una vez que el poder te hubiera sido dado.
Trataba de imitarte, eso que haces, cuando pasas tus yemas por todos los recovecos, enseñándome que ni yo los conozco todos, y haciendo que me retuerza de placer y que se tensione mi espalda. Haces que apriete mis puños, que agarre las sábanas, que mis dientes rechinen, que mi lengua busque algo con lo que poder rebajar esa oleada de placer que se asoma a mi polla.
Todo es inútil. Por más que aprieto mi verga para contenerla y poder seguir con la fantasía, es inútil. Sólo tú sabes hacerlo, porque yo, en la soledad de mi cuarto...
... eyaculo sin remedio. La leche sale de mí, caliente, enfadada por no encontrar tu boca, tu lengua deseosa de tragar mi pasión hecha líquido, tibia, envolvente, TUYA.
Te echo de menos, putita mía
Mi mente traía el recuerdo de tus hábiles manos buscando mi sexo excitado entre los bóxer queriendo salir de su cárcel de castidad, peleabas contra los jeans, y contra todo lo que se interpusiera entre tu mano y aquello que te daba poder sobre mí. Querías tener la vara de mando, el bastón del gobernador, el báculo sagrado. Lo ansiabas, y yo deseaba que lo esgrimieras entre tus manos ávidas de deseo y poder. Quería saber qué serías capaz de hacer, una vez que el poder te hubiera sido dado.
Trataba de imitarte, eso que haces, cuando pasas tus yemas por todos los recovecos, enseñándome que ni yo los conozco todos, y haciendo que me retuerza de placer y que se tensione mi espalda. Haces que apriete mis puños, que agarre las sábanas, que mis dientes rechinen, que mi lengua busque algo con lo que poder rebajar esa oleada de placer que se asoma a mi polla.
Todo es inútil. Por más que aprieto mi verga para contenerla y poder seguir con la fantasía, es inútil. Sólo tú sabes hacerlo, porque yo, en la soledad de mi cuarto...
... eyaculo sin remedio. La leche sale de mí, caliente, enfadada por no encontrar tu boca, tu lengua deseosa de tragar mi pasión hecha líquido, tibia, envolvente, TUYA.
Te echo de menos, putita mía
3 comentarios - Derramando leche