Mi comienzo con mi empleada veterana.

Para arrancar, tengo que contar que esto paso hace ya 6 añosmás o menos, cuando yo tenía 22 años. Solo voy a cambiar los nombres por una cuestiónde privacidad pero el relato es 100% real.


Parte de mi familia tiene una empresa, en la que yo trabajabapor aquel entonces. Siempre me veían como “autoridad” los empleados, solo porser parte de la familia. Como se imaginarán, a esa edad y con algo de autoridad,estaba en cualquiera.
Pero resulta que un día, entra a trabajar ella, Jimena.



El nivel de mujeres dentro de la empresa no era muy bueno, yla que, si estaba bien o estaba con hijos, casada o algo pasaba. Pero Jimeentro, casada con hijos, aproximadamente 1,60 con 35 años, una cinturita y unculo divino. 

Desde el día que entro que me calentó ese culo y además que seamas grande que yo (amo las veteranas, más adelante les contare más anécdotas convetes).


El día a día con Jime era muy bueno, empezamos de a poco,pero hablando mucho, además que teníamos trabajábamos prácticamente juntos.Entre tanta charla, me conto que siempre le gustaron rubios, etc. Y pensé “estaes la mia!”. Nos pasamos los celulares como cualquier compañeros de trabajos,pero nunca paso nada.


Hasta que un dia Jime estaba engripada y no vino a trabajarun par de días, y le mando un mensaje que m lo acuerdo al dia de hoy:


Yo- Jime como andas, mejor?



Pasaron varios minutos sin contestar, y supuse que eraporque estaba cerca del marido o porque la onda era solo dentro del laburo.


Pero...


Jime- Hola!, si me siento un poco mejor, seguro mañana opasado vuelvo a trabajar, vos como andas?-


Yo- Bien, un poco cansado porque vengo de jugar al tenis yme pegue un palo!-


Jime- uh! Jajaja me hubiera encantado verlo!-


Yo- Que te hubiera encantado ver?, el palo que me pegue o ami?-


Jime- ambas 😉
Lo dura que se me puso la pija en ese momento, me lo acuerdoy me pasa lo mismo ahora mientras escribo.


Resulta que los días posteriores en el trabajo fue como sise hubiera roto una barrera, eran todos los días un saludo un poco mascariñoso, miradas, indirectas bastante directas, y algún roce por debajo delescritorio.


Hasta que de tantas indirectas, un día yo estaba volviendode hacer algunos tramites y le mando un mensaje para saber si aun quedabaalguien en la empresa y me contesta que ya estaba cerrada. Que ella estaba yendoa la casa.


Cuando mire el reloj me di cuenta que me había re colgado yya era tarde, asi que aproveche y le dije:
Yo- Jime, justo esto a un par de cuadras de la empresa,queres que te pase a buscar y te alcanzo a tu casa?-


Jime- dale, estoy en xxx y xxxx.


Inmediatamente tuve, creo, la mayor erección de mi vida,pise el acelerador y fui como si se acabara el mundo.


Estoy llegando y la veo a Jime, parada en la esquina con unacalza y zapatos con tacos que le levantaban el culo de una manera hermosa, lacamisa que tenia que taparlo, hacia su trabajo, pero imposible no notar esacurva.


Cuando sube al auto me saluda y le pido perdón por elmensaje, que no había visto la hora que era, me dijo que no había problema, quemejor para ella que no tenia ganas de tomarse un colectivo.


Empezamos a andar en el auto, y la veía un poco nerviosa, senotaba que nunca había engañado al marido pero que tenia unas ganas de estar enese momento ahí donde estaba. Entonces no quise desaprovechar la oportunidad yen el primer semáforo, la mire mientras hablaba y cuando me miro me inclinehacia ella para besarla, pensando “que sea lo que dios quiera”.


Increíble fue el momento donde me contesto el beso con una pasióny unas ganas pocas veces vistas, estuvimos 10 segundos besándonos desaforadosen ese semáforo. En el primer bocinazo fue que arranqué y le dije:


Yo- Dejame que paro en alguna calle un poco más tranquila-


En la primer calle que vi sin gente, estaciones y nosmatamos en un beso con ganas, lengua por todos lados, mucho labio mordido. Empecéa tocar ese culo que tanto quería, a pesar de haber tenido 2 hijos, estaba muuuybien, grande y duro.


Ella me tocaba la pija por arriba del pantalón mientras me decíaal odio, “las ganas que tenia de esto pendejo, no sabes lo que me calentas”.Seguimos con el beso, y mi mano paso de la cola a desabrocharle el pantalón ytocando esa concha depilada y húmeda que tenía. Ahí empezó a interrumpir losbesos con pequeños gemidos.


Y también ella me desabrocho el pantalón y pajeaba lento ycon ganas. Estábamos prendidos fuego arriba del auto a las 5 de la tarde, sipasaba alguien por la calle y nos veía, poco nos importaba.


En un momento los besos ya no estaban, y ella estabarecostada contra el asiento con los ojos cerrados y gimiendo mientras yo latocaba, hasta que acabo dejándome todos los dedos húmedos. Que me lleve a laboca y probé, pasaron unos segundos de su orgasmo que me volvió a besar y medijo, “tranquilo vos no te vas a ir así al palo”, inmediatamente bajo a hacermeun pete maravilloso. 

Solo con la boca, lento y profundo, tragándoselo todo, cosa que me sorprendióya que lo tengo bastante grueso.



Después de babearlo mucho siguió ayudándose con las manos, ysolo paraba para decirme “te gusta asi pendejo?, me encanta tu pija, no veo lahora que garchemos”,


Era tantas las ganas que teníamos acumuladas y lo bien quelo estaba haciendo que no paso mucho hasta que le llene toda la boca de lechesin preguntarle, y apenas explote, se quedo con toda la pija adentro de la bocarecibiendo los lechazos.


Segundos después, siguió chupandola muy lento y limpiándomelatoda. Hasta que la soltó y nos besamos muy lento y caliente. Los dos más tranquilosque habíamos roto una barrera.


Yo- Jime, es increíble las ganas que tenia de esto, peroahora me quedo con ganas de mucho mas (mientras le volvia a acariciar la cola)-


Jime: Y no te das una idea de cómo estoy yo, pero me tengoque ir que llegan mis hijos del colegio-


Yo- Seguro que no queres mas ahora? (mientras que le volvíaa acariciar la conchita y le besaba el cuello)-


Jime- Por favor, para (entre suspiros), te juro que la próximate voy a dar todo el placer que quieras, además fue un increíble primerencuentro-


Yo- Bueno, pero mira que la próxima quiero todo-


Jime- Lo mismo digo, quiero todo-


Y ahí fue que la lleve a la casa, mientras en el camino nos seguíamosbesando y manoseando mientras podíamos; La deje en a la vuelta de la casa porlas dudas y nos besamos fuerte antes que baje del auto.


A la media hora me llega un mensaje:


“Prepárate amor, porque la próxima te voy a sorprender, es increíbleque aun sigo caliente y pensando en tu pija”.


CONTINUARA
 

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