el culo de silvia

En la ciudad donde vivo tengo una pareja amiga (Silvia y Luis) que son dueños de un negocio dedicado a la venta de Bijouteire, Lencería, Botonería y todo tipo de accesorios femeninos y masculinos!(O sea… ¡Una Boutique!) Instalados en pleno Centro de la Ciudad, son los más conocidos del rubro y sus ventas son abundantes!
Yo la conozco a Silvia desde hace muchos años. Incluso de antes de casarse con Luis.
Ella siempre tuvo una muy buena onda conmigo. Y yo, por cierto, le correspondo del mismo modo. Silvia es una mujer muy divertida. Por eso cada vez que nos vemos, nuestras charlas son desopilantes! Invariablemente las conversaciones giraban en torno a frases de dobles sentidos y con tendencia sexual. Siempre se llegaba “al límite” y ahí terminaba. Pero era evidente que la onda estaba muy fuerte entre ella y yo.

Sintetizando: ¡Sólo faltaba el asalto final! Y ella lo fue preparando muy bien por lo que voy a detallar ahora…!
Cuando yo visitaba el negocio y no estaba Luis, las cosas se ponían “hot” desde las palabras hasta los hechos!!! Por lo tanto, podíamos soltarnos más con nuestras conversaciones y, además, le miraba el culo sin disimulo y hasta le decía que me calentaba!!! Nunca me dejó avanzar más allá de las miradas y las palabras… Hasta que se dió!!!
El lunes 20 de Julio –Día del Amigo- fui a saludarlos y bromeamos bastante entre todos. Entre charla y charla Ella me contó que Luis se iba a Bs. As. ésa noche a comprar cosas para el negocio.
―“Más vale que no tengas compromisos ni hoy ni mañana” me dijo casi con furia. “Yo te mando mensaje”  – dijo con señas –
Por supuesto que dije que contara conmigo y me fui rápido por las dudas se arrepintiera.
 
Fueron eternas las horas esperando todo el día el bendito mensaje.
Silvia es petisa y de buenas formas. Lindo culo que resalta dentro de los ajustados jeans que siempre usa. Tetas chiquitas pero apetecibles. Pensaba en el modo que  se daban las cosas y no podía dejar de asombrarme de que ¡por fin! Iba a cogerla!
Cuando ya avanzaba la noche y la ansiedad llegaba al límite… ¡Entró el mensaje! “pasa x casa ” era todo lo que decía.
Bañadito y perfumado salí de la mí casa rumbo a la suya
Llegué y ella abrió riendo nerviosamente. Me agarró del brazo y dijo: “Pasá!” …Y pasé!!!…
Abrazos y besos calientes, jugosos y mordidos. Ni se imaginan la calentura que tenía yo… Y a ella también se le notaba la excitación. Pero logra sobreponerse y me pide que la ayude con lo que estaba haciendo. Había preparado una pizza y quería que ayudara a poner la mesa. Mientras lo hacíamos no dejamos de acariciarnos  y tocarnos. Estaba con sus infaltables jeans bien ajustados y una camisa blanca. Debajo ¡¡¡Un corpiño de Encajes!!!  No perdí un segundo en meterle mano… por todos lados. Riéndose me apartó y dijo que se iba a cambiar de ropa.
Me senté a la mesa y un rato después… Apareció ¡con una bata bordó que me reventó la cabeza! Cuando se acercó a mí, le huelo un perfume exquisito.
―“Vamos a tomar vino o preferís otra cosa?” Dijo ella con picardía.
―“Si tomo vino corro algún riesgo?” le pregunté.
―“Ninguno o todos” dijo riendo.
―“Prefiero todo antes que quedarme con las dudas” le contesté.
En fin… La cosa siguió con cena y vino dentro de la casa y mucho frío afuera.
La comida no duró mucho. Ninguno de los dos estaba interesado en otra cosa que no sea ¡coger!. De modo que el próximo paso era la habitación! Pero en eso le suena el celular a Silvia. Era Luis que estaba viajando.
Atiende y escucho que dice: “Si, estoy bien mi amor… Estoy por acostarme… Ya hablé con Valeria. (la hija) Viene mañana a la  tarde. Trata de descansar… Bla, bla, bla… Etc, etc,… Besos, besos…”
Mientras ella hablaba con su marido de viaje, aproveché para agarrarla desde atrás y desprender la bata y acariciarla toda. Mi mano fue derecho a la concha y estaba ¡inundada! La pija se me estrangulaba de excitación dentro del pantalón. Cerró el celular y respondió a mis caricias con una furia desmedida! Me fue llevando a la habitación, haciendo que mis ropas quedaran en el camino. Totalmente desnudos, nos metimos en la cama. Ella gira su cabeza, me mira y se acomoda a mi lado y me dice:
―“Quiero que me hagas todo lo que quieras y todo lo que yo te pida, guacho! O pensás que te traje hasta aquí para hablar del tiempo? Ja, ja, ja!” Estaba loquita y me gustó el desafío!!!
Me pasó la mano por las piernas buscando encontrar mi pija. Se arrimó mas a mi y sentí sus tetas rozar mi pecho. Mirándome a los ojos, me dice:
―“Y ahora, me dejás tocar mi?”
Pasó la mano por mis bolas recorriendo cada centímetro de mi pija, y con su lengua, recorre mi pecho, chupa mis tetillas, baja por mi panza y se mete entre mis piernas, me lame los huevos mientras le pasa las manos a mi pija que ya esta inmensa!
Se incorporó y sacó toda la ropa de cama de un golpe. Me muestra ese cuerpo y esas tetas redondas con sus pezones bien erectos. Su concha totalmente depilada dejaba ver unos labios vaginales carnosos y brillantes por los jugos que ya estaban desbordando. Se acomodó de espaldas a mí y se clavó a chuparme la pija. La agarré de las piernas y me dispuse a hacer un perfecto 69. Le abrí las nalgas y pude verle y lamerle el culo. La concha ya estaba largando chorros de placer. Con las puntas de mis dedos abrí esos labios y pasé mi lengua por el clítoris. Jugué con su cola pasándole los dedos mojados con sus jugos. Ella se acomodó y abrió mas las piernas en señal de que quería que siguiera con ese juego y así lo hice. Metía un dedo en su concha, lo sacaba y lo pasaba por el culo y lo iba metiendo despacio. Con otro dedo fui metiéndoselo por la concha. ¡Era el clímax para ella! Comenzó a moverse y se saca la pija de la boca y me dijo: “Hijo de putaaa!” Me rasguña las piernas y ví como su concha se abría y cerraba al sacar mis dedos totalmente mojados. Se dio vuelta sobre mi y, abriendo las piernas, me agarró la pija y la llevó a la puerta de la concha. Se fue sentando despacio. Puso sus manos sobres mis piernas y reguló la entrada de mi pija. Sentí como mi pedazo era tragado por esa concha! De a poco, fue entrando ajustadamente. ¡Gemía de placer! Se recostó sobre mi pecho. Me besó y dijo sobre mi boca:
―“Me estas matando…¡¡¡pero me gusta!!!” 
Me mordió y comenzó a moverse hasta sentir que la tenía toda adentro. Sentí como la vena de mi pija comenzaba a latir, ella también,
―“¡No se te ocurra acabar ahora” me dijo al oído como si fuera un secreto. 
Sentí su respiración agitarse con cada vaivén. Levantó la  cabeza y nos fundimos en un beso sexual, mojado, furioso, hasta que no aguantó más y explotó sentada sobre mi pija!!! Puso las manos sobre mi panza y comenzó a gemir interminablemente. Le seguí dando bomba hasta que estalló nuevamente. Gritó y su cuerpo se curvó hacia atrás. La agarré de la cintura y nos fundimos en un beso profundo. Yo seguía al palo y con ganas de acabar que me dolían las bolas!
Luego de unos minutos, y todavía con la pija dura en su concha, se levanta un poco. Sacó la pija de la concha mojadísima y la llevó hasta la puerta del culo. La sostuvo con una mano y se empezó a sentar. La sostuve y le abrí las nalgas para que la pija pudiera entrar en ese culo tantas veces deseado! Hubo poca resistencia! Entusiasmado empuje y, ayudado por los jugos de la concha, se la enterré enterita!!! Cerró los ojos y con grititos de placer subía y bajaba. Después se sentó totalmente, aplastándome las bolas y se quedó quieta y me pidió que yo me quedara quieto.
Le empecé a pellizcar los pezones y se les puso más duro aún! “Así, así, así, así” decía apretando los dientes. Se apoyó con la mano izquierda sobre mi pierna y con la derecha se empezó a pajear!!! 
Se fregaba el clítoris con fuerza y se metía los dedos en la concha mojada. Como enajenada revoleaba la cabeza y se le entrecortaba el aliento. Con la mano casi perdida en esa concha caliente empezó a gruñir y me dí cuenta que estaba por acabar otra vez.
Ahí sucedió algo extraordinario. Abrió un poco más las piernas. La mano seguía zarandeando esa concha a punto de estallar. Yo miraba concentrado en no perder detalle del desenlace y ¡de pronto! soltó un chorro de líquido que pensé que era orín. Y luego otro chorro cortito y un poquito más. La mano era como una mariposa aleteando. Finalmente paró. Suspirando entrecortada se acomodó un poco y resoplando agitada decía: “¡Dios mío, Dios mío… Por favorrrrr!!!!!!”
Ahí, ¡me dejé llevar! Y le solté toda la leche que tenía acumulada dentro de ese culomaravilloso que recibió quietito el torrente caliente de mi acabada. Con la cara desencajada y el pelo desordenado, ella se reía y se tocaba las tetitas.
Sobre mi panza quedaron los restos de lo que suponía orin. ¡Pero no lo era! Algo parecido al semen, pero más liviano, había regado mi estómago. Lo juntó con los dedos y me los puso en la boca. ¡Me gustó el sabor y lo hice saber! Busqué más y lo saboreé gustoso.
Se acostó sobre mí y nos besamos tiernamente mientras mi pija salía del culo junto con la leche que le dí.

1 comentario - el culo de silvia

AlejandroKro
Muy bueno!! Bien por la Sra de la mercería