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Bueno, es de madrugada. Me acabo de tomar dos cuartos de wiskhy barato y me acabo de dar cuenta de que puedo joder a mis amigos con mis pendejadas.
No tengo sueño, no tengo a mi morra para cubrir mi depresión y talvez pierda a dos o tres amigos con mi actitud, no lo se. Estoy en un punto de la vida donde quisiera tener trabajo dinero y amigos para rato pero lo cierto es que tengo trabajo dinero y no puedo salir con mis amigos, ni siquiera puedo salir con una chica (y eso ea lo que más me falta). Oh chico, cuando llegas a esa edad en el que el trabajo se vuelve tu vida, lo que te salva de la locura son las chaquetas que te haces cada día al despertar, con cada mujer que se te presenta en las redes sociales o en las páginas porno; el fetiche con el cual me vuelo la cabeza son con las milfs y las adolescentes, cielos, siento que las primeras tienen con qué enseñarte a coger y las segundas tienen esa carne fresca que te comerías todos los días.
Ahora son las 3:42 de la mañana y no tengo sueño y mi mente sólo quiere divagar y pensar en las tetas de mi ex novia la gorda; un par de ubres que te comerías en el desayuno y en la cena. porque la antepenúltima que tuve era una flaca sin chichis y sin nalgas pero la carne pegada al hueso también es la mejor y válgame dios que esa mujer tiene la vagina más deliciosa que he probado. En este momento quisiera descargar todo el estrés que mi cuerpo carga, ¿cómo? Pues teniendo sexo, haciendo un oral a la vagina más jugosa que se me presente, metiéndole los dedos y descargando mi furia en cada lamida, en cada metida de dedos, en cada escupida de saliva al suelo y al clítoris.
Demonios, quisiera tener a mi chica con las piernas levantadas y su vulva enfrente de mi nariz, o mi chica boca abajo y mi nariz en el nier (entre el ano y la vagina, el nier). Comerme ese culo como si no hubiese un mañana, como si yo perdiera la vida mañana a las nueve de la mañana.
Mira nena, la cosa es así, quisiera que tuvieras el valor de enviarme tus pechos desnudos después de bañarte o tu entrepierna antes de ponerte esas bragas de encaje que me encanta bajar con mis dientes.

Son las 3:52 y mi mente se cansa de pensar en todas las posiciones en las que quiero hacerte el amor y escuchar los gemidos que tu boca expulsa con cada lamida, con cada metida de dedos, con cada metida de pito. Oh nena, perdón por ser tan vulgar, perdona si mi lengua es sucia pero recuerda que el puerco vive en la mierda y aun así sabe rico.
Son las 3:55 y ya es hora de acabar este post, porque quisiera masturbarme con tu recuerdo escondido entre las sábanas de mi cama, en las que puedo cerrar los ojos y tocarme hasta venirme en un papel de baño y luego tirarlo, como suelo hacer con las demás cosas que ya no sirven.
Muerte lenta.

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