Ir de compras

Me acabo de mudar al barrio y no conozco a nadie.

Mi apartamento es algo pequeño.

Sólo tiene una habitación, un baño no muy grande y una cocina funcional.

Llevo una semana aquí y se me han acabado las provisiones que me traje de casa de mis padres.

Tendré que bajar al mercado que hay cerca de casa.

Me pongo mi minifalda negra y una camisa de ejecutiva, mis taconazos y el pelo medio recogido .

He de decir que soy una chica bastante esbelta. Tengo 21 años, ojos verdes y una melena ondulada color cobrizo que posa sobre mis hombros.

Mido 1’65 y llevo una talla 100 de pecho. Mis caderas están bien formadas y un culo prieto de subir escaleras.

Me bajo al mercado a ver que encuentro.

Entré a varios puestos pero hubo uno que me llamo la atención.

Un chaval moreno, alto robusto, con manos enormes...madre mía. Es un Dios griego!

Cruzamos un par de palabras sobre la calidad de sus productos. Y que producto!!

Cada vez que me agachaba a coger algún producto se me subía la falda.

Yo miraba de reojo al chaval y no me quitaba los ojos de encima. Disfrutaba del ... espectáculo.

Su paquete se le iba poniendo mas y más.. visible.

Podía ver como me desnuda con la mirada.

Sin darme cuenta, había hecho una gran compra.

Yo sola no podía con todas las bolsas y muy amablemente se ofreció a llevarme la compra a casa.

Acepté de buena gana, y allá que nos fuimos.

Yo andaba delante, meneando las caderas. El detrás sin apartar sus ojos de mi culo.

En cada escaparate miraba nuestro reflejo y su cara de vicioso me ponía cada vez más cachonda.

Cuando llegamos a casa quise invitarle a tomar algo.

Cuando me giré a darle una cerveza bien fría tropecé y se la derrame sobre su camiseta.

Oh dios mío!!

Sin poder quitar los ojos de sus marcados pectorales me disculpe.

¡Te acabo de mojar todo!

El chico se miró e intuitivamente se quitó la camiseta y dejo al descubierto su hermoso torso musculoso.

Mi cara se puso roja como un tomate, y él se percató de ello, y supo jugar sus cartas.

Ahora me toca a mi, me dijo mirándome a los ojos.

Cogió el resto de la fría cerveza y muy despacito mojó mi camisa.

Mis pezones se pusieron duros y mi cuerpo emanaba un calor incontrolable.

Me miro con cara de pícaro y sonrió.

Yo lo mire como quien mira un pastelito de crema

Mmmmm!!!!!

Juego con mi pelo enrollándolo entre mis dedos.

Muerdo mi labio y lo miro con deseo.

Me cogió por la cintura y pego mi cuerpo mojado contra el suyo.

Estaba tan excitada que mi respiración era entrecortada.

Pegó sus carnosos labios a mi boca y no pude ni quise detenerlo.

Con mucho cuidado y agarrando mis manos por mi espalda desabrocho mi camisa botón a botón mientras me susurraba al oído, esto te va a costar caro.

Besaba mi cuello y mi boca y no dejaba de desabrochar los botones.

Te vas a resfriar si te la dejas puesta.

Paso su lengua por todo mi cuello y por la línea del sujetador.

Conseguí soltarme y con mis manos pude leer cada músculo de su cuerpo.

Me cogió por la cintura y me sentó en la encimera de la cocina. El mármol estaba frío y eso me puso más caliente si cabe.

Él sin perder el ritmo me despojó de mi sujetador y jugueteo con mis pezones y su lengua.

Dios mío que placer!!

Siguió besando todo mi cuerpo.

Mmmmm!!!

Me bajó de la encimera y muy ágilmente bajo la cremallera de mi falda y la dejo caer al suelo. Con la presencia de mi liguero le hizo reaccionar como yo esperaba.

Su verga se puso muy,muy,muy dura

Su enorme verga se le puso tan dura que no le cabía en el pantalón así que se lo quite.

Madre mía!! Pedazo de verga gorda y larga!!

Me cogió por la cintura, yo entrelace mis piernas por su cuerpo y me apoyo contra la pared.

Apretó su cuerpo contra el mío y con su mano apartó mis braguitas.

Metió dos dedos para jugar con mi clítoris.

Mientras, yo le tocaba su enorme polla, arriba y abajo, arriba y abajo con un ritmo muy bueno.

Yo estaba muy mojada ya casi no podía esperar más, quería correrme ya.

Cuando estaba apunto de llegar me bajo y me coloco de espaldas a el con mi pecho en el frío mármol y me inmovilizo poniendo mis manos por encima de la cabeza y agarrada con su mano.

Beso mi espalda y de repente siento su enorme verga entramado en mi jardín de los deseos

Oh! Mmmm!

Estoy tan mojada que me penetra sin ninguna resistencia.

No puedo dejar de gemir.

En cada embestida me lleva más al límite. Con su mano juega en mi clítoris mientras su miembro entra y sale de mi cuerpo.

Llego al clímax.

Mmmmm!!

Dios mío!!!

Me corro como nunca lo había hecho. Dios mío me tiembla todo el cuerpo.

Me incorporo veo que el chaval estaba a puntito de caramelo. Me arrodilló delante de él y abro mi boca.

Me cogió del pelo y me folló la boca.

Me la metía tan duro que varias veces me provocaba pero en ningún momento hice por quitarme. Me encanta el sabor de su polla.

Él esta a punto de correrse y me la saca de la boca y me pone a cuatro patas.

Me agarra de las caderas y sin apenas lubricante me la metió por el culo hasta el fondo.

-Me vas romper el culo!!!, le grite.

Me cogió sin ningún miramiento, me embistió por detrás, di un grito de dolor y placer.

El me agarró las nalgas y volvió a metérmela duro y volví a gritar esta vez más de placer que de dolor.

Me daba nalgadas en el culo y eso me volvía loca de placer. volvió a follarme una y otra vez hasta que sentí su jugo rebosar dentro de mi culo.

Estaba exhausta. Me temblaban la piernas.

El se levantó y se vistió.

Me besó en la boca y con una cara de inocente me dijo.

-Ha sido un placer señorita, espero verla pronto por mi local.

Y desde entonces me trae la compra cada vez que me apetece … desahogarme.

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