Que noche la de anoche V

Buenas, buenas buenas. Estas es la quinta parte de una serie de relatos con la que me anduve entreteniendo últimamente. para los que les cause intriga la serie,  pásese por mi perfil e indague en las anteriores entregas. Espero que les guste. 




Las imágenes corrían atolondradas por la cabeza de Eduardo en esa esquina oscura a pocos metros de su casa. Tomaba tragos largos de vodka y fumaba.
Sentía el olor a culo y látex entre sus dedos y el sudor de otros cuerpos por todo su propia humanidad. Sentía la barba semicrecida todavía húmeda de los flujos de Melina. Algo intenso había sucedido y tenía que volver a la vida cotidiana. Una mezcla rara de satisfacción, calentura y culpa lo ganaba y le hacía sentir un furor desconocido.
Veía todavía nítida la imágen de Melina con las dos pijas entre las manos, pasándole la lengua a un glande y otro acompasadamente. Su hermosa lengua calentona, su respiración agitada, sus ojos que se clavaban en los suyos y en los de Pablo intermitentemente. Sus tetas bamboleándose allá abajo acompasadamente con el movimiento de cada chupada. Las dos pijas entrando y saliendo de su boca. La de Pablo un poco más grande y doblada que la suya. Rapada al ras. El con algunos pelos. Pensó en que debería depilarse para la próxima. Y Melina que intentaba metérsela a las dos adentro y no podía. Eduardo sentía el roce húmedo de la lengua y el roce suave y duro de la cabeza de la verga de Pablo y sentía que ese momento era el que había estado esperando siempre. Muerto de calentura agarró a Melina por la nuca y la empezó a empujar para que se trague más y más profundamente las vergas duras que le ofrecía para degustar.
Pablo filmaba todo con su celular. Veía a su mujer chupando. Ya la había captado ensartada y con dos pijas adentro. "Acabando como yegua" como se repetía mentalmente en una especie de mantra perverso que hacía eco en su cabeza. Quería más, quería verla y filmarla gozando como nunca lo hacía con él. Verla disfrutando de manera desconocida, llevándola a otro plano de goce que creía que nunca lograría estando ellos dos solos. Su verga se inflamaba con cada embate dentro de su boca, pero también con cada roce y cercanía con la pija de Eduardo. Filmaba y también miraba su rostro de calentura. Quería irse encima suyo, pero no se animaba. Calenturas revueltas le nublaban la visión. "Acabando como una yegua" repetía una y otra vez en su pensamiento.
Melina sentia como esos dos cuerpos de machos se estremecían con lo que estaba haciendo. Como sus rodillas se volvía cada vez más endebles, como su piel se erizaba y se entregaban al goce de su lengua. Con una verga en cada mano y los flujos que volvía a surgir del interior de su vulva, esperaba el momento indicado para hacer lo que venía planeando hacía unos minutos. De a poco fué levantándose sin dejar de agarrar las vergas duras y deseosas. Fue besándoles de a poco los muslos, las panzas. Llegó a las tetillas y empezó a chuparlos de a uno. Primero a Eduardo que tembló del placer repentino que le vino de un lugar desconocido para él. La lengua húmeda pasando por el pequeño pezón oscuro y duro lo volvió loco. Después fue a Pablo, a quien ya le hacía lo mismo periódicamente y también se fue calentando aún más. Siguió subiendo y empezó a besarles a cada uno el cuello y la oreja, acercándo sus cabezas cada vez más hasta que estuvieron lo suficientemente cerca y así juntó sus bocas a la suya propia y sacándo la lengua se juntaron en un calentísimo beso de a tres que hizo instantáneamente que se abrazaran en un solo movimento. Parados los tres, pieles sobre pieles, lenguas sobre lenguas, en un masacote de placer, se dejaron caer sobre el sillón.
Pablo volvió a sentir esa armonía de placer al sentir la piel femenina y masculina mezcladas y abrazándolo.
- Le vas a dar o no Edu?.- Le dijo Melina a Eduardo sin dejar de acariciar y besar a ambos. -Me calienta verlos.- insistió acercándoles la boca para que se besen.
Eduardo se paró como cayendo de repente en lo que estaba haciendo, pero sin determinar irse. Algo dentro suyo decía que se quede, otra le gritaba que no podía hacer eso. Por el momento se quedó parado frente al sillón, con la pija dura y viéndo como la pareja seguía besándose y tocándose frente a él. Se empezó a pajear.
- Tomá, filmanos vos.- Le dijo Pablo extendiéndole el celular.
Eduardo lo agarró y empezó a seguir los movimiento de la pareja desde la pequeña pantalla, como si los estuviese fisgoneando desde lejos.
De a poco Melina lo fué acomodando acostado boca arriba sobre el sillón y fué abriéndole las piernas. Bajando poco a poco llegó a su pelvis y en vez de meterse la verga en la boca fué directo al culo. Le hizo levantar las piernas y abriéndole las nalgas con las manos, metió la lengua directamente dentro de su ano, haciéndolo volar de placer. Con los ojos cerrados, Pablo gemía pellizcándose los pezones y las piernas bien abiertas. Le pedía que le meta la lengua cada vez más adentro.
Eduardo veía todo desde la pequeña pantalla y pajeándose con la otra mano. El rostro enrojecido de Melina intentando meter la lengua hasta donde no llegaba y los gemidos enloquecidos de Pablo que se escuchaban de fondo. Cómo ese macho se retorcía de placer ante esas caricias desconocidas.
Después de un rato de chuparle el orto, Melina se levantó y le echó un chorro de lubricante sobre el agujero y empezó a jugar con los dedos. Lo miraba fijo a Eduardo e iba metiendo de a uno. Cogiéndolo con los dedos, abriendo el ojete que deseaba eso y nada más en ese instante.
Con tres dedos dentro del orto de Pablo, Melina lo acercó hacía sí y lo besó profundamente.
- Dale, metésela Edu.-
Le alcanzó un forro que se puso medio entre una nube de pensamientos. Ella después lo acercó agarrándolo del tronco de la pija y apoyó la cabeza en la entrada del ojete. Pablo se dejaba hacer como si fuese un objeto inanimado No pronnunciaba palabra ni miraba. Con los ojos cerrados y gimiendo de placer cada vez más fuerte cuanto más sentía la cabeza de la poronga entrando en su ano dilatándolo y abriéndose paso dentro suyo. 
Melina se sentía completamente mojada, excitada ante el espectáculo de su marido culeado por su cuñado. Dos machos medio peludos y panzones que siempre veía hablar de futbol y minas y ahora vueltos locos de pasión, metidos uno dentro del otro. Empezó a chupar la pija de Pablo, que caía sobre su panza, hinchada y a punto de explotar de la calentura. Le pasaba la lengua desde los huevos hasta el frenillo, ida y vuelta con cada embestida de Eduardo, que le daba sin asco. 
- Un culo es un culo.- pensaba mientras embestía cada véz más adentro. 
- Un culo es un culo- se volvía a repetir, sintiéndose bien, gozando muchísimo de esa nueva experiencia. De alguna manera sintiendo que el goce va mucho más allá de los géneros. 
Melina dejó la verga y se sentó en el respaldo del sillón sobre la cabeza de Pablo, abiendo las piernas y ofreciéndole la concha a Eduardo. 
- Chupámela Edu,- le ordenó. 
Eduardo se zambulló en la concha húmeda y abierta de su cuñada. Lamiendo atolondrado el clítoris bien duro que quería más y más de todo lo que estaba pasando. Hasta que la sintió acabar y su cara llenarse de los flujos de su goce. Así, entremezclado con los cuerpos de sus cuñados, vuelto loco de placer con la concha en la boca y la pija dentro del orto de Pablo, acabó. Electricidad le recorrió el cuerpo de pies a cabeza. Una tensión que se soltó toda junta en pequeños temblores y un grito que le salió de bien adentro, bien sentido. Un orgasmo como nunca había tenido hasta ahora. Se dejó caer sobre el cuerpo de Pablo, rendido. Sintió su piel sudada y la viscosidad de su leche derramada sobre la panza. El también había acabado. 
De repente la cultura se le vino encima y se sintió que algo malo había hecho. Vió en el reloj de la pared que eran las cuatro de la mañana. Sin decir demasiado juntó su ropa del piso y se vistió rápido. Pablo lo acompañó hasta la puerta sin decir palabra tampoco. Extrañamente se saludaron fríamente en la vereda con un apretón de manos. Eduardo paró el primer taxi que encontró y volvió para su casa. 

5 comentarios - Que noche la de anoche V

Pervberto +1
La noche que nunca termina...
paspadohastalos +1
creo que ahora si, termino. muchas gracias!
Pervberto
@paspadohastalos Al contrario. Ahora dura para siempre perpetuada por tus bellas letras.
Lady_GodivaII +2
a la miér-co-les !!!!
paspadohastalos +1
creo que era viernes... jajajaj. gracias por pasar!
real-visceral +1
Tremenda Noche!
paspadohastalos
intensa noche. gracias por éste y los demás comentarios.
mimilau +2
Excelente... qué flor de trío por favor!!