Mi primer relato

Esta historia se empieza un día de mayo, un domingo a la noche previo a un lunes feriado. Una amiga mía, Rocio, cumplía años, 20 si no recuerdo mal, y nos invitó a mi y a un amigo, Fede, a su casa donde lo festejaba. En esos días me llevaba muy bien con ella, salíamos seguido a bailar y esas cosas aunque siempre como amigos, a ninguno de los dos nos interesó mas que eso y así la pasábamos re bien. En una de esas salidas la acompañó una amiga de ella, hermosa por donde la mires, la cara, el cuerpo, todo exactamente como a mi me gusta, la piba perfecta o bueno eso fue lo que pensé hasta que hablé mas con ella y vi que teníamos actitudes muy diferentes, ni mejores ni peores, solamente diferentes.

Llegamos al cumpleaños después de una mini travesía porque no conocíamos la zona y, como ya sabíamos los 2, ella estaba ahí. El cumpleaños avanza entre birras, vasos de fernet y la madre de Rocio agradeciéndome la confianza que me tenia y lo segura que se sentía cuando su hija salia conmigo. Fede se encuentra con una conocida de él, una mina random que tenia de Facebook sin saber bien porque y yo arranco a tratar de cumplir lo que hace unas semanas trataba, levantarmela a ella.

Nunca fui el mejor en esto, siempre requerí unos pasos mas que simplemente 2 o 3 frases en una noche y en este caso, donde ya venia hablando con ella, me tenia mucha fe y empecé a tratar de entrarle con muy poco éxito, tan poco éxito hasta el punto donde ella le termina tirando la boca a Fede.

¿Si es asi, si tuve tan poco éxito por que estoy contando esta anécdota?
Porque en ningún momento me desanimé, asumí que no iba a ganar ahí y aproveché que Fede cada tanto se ponía a hablar con esa piba para meterme a la conversación. Conocí a Belen, una rubia natural, cuya única referencia que tenía, mas allá de lo que mis ojos me podían contar era un comentario perdido de "Esta piba es re puta" que había escuchado por ahí, un comentario que en ningún momento fue de mala intensión ni como algo malo o por lo menos yo lo tomé así.

Nos quedamos hablando, de a rato los 3, de a rato un chabon se la quería levantar con menos éxito que yo rato taras. La charla trató del Fernet, de lo pesado del pibe, de como no me pude levantar a la otra chica, del tipo pianista que se iba a coger cuando vuelva a su casa después de la fiesta, de los aros que tenia en las tetas, de si los quería tocar para que le crea que los tiene (y los tenia), de los 25cm de pija que tenía el ex novio, de los 15cm que declaraba Fede y de los 19cm que declaré yo. Mirada de sorpresa grata de por medio a partir de ese momento la naturaleza de la situación cambió un poco, al rato nos besamos y nos quedamos cerca.

Quilombos de ebrios de por medio el ambiente general de la fiesta se enrareció cerca de las 4 de la mañana y siendo que nosotros no teníamos como volvernos ella se ofreció a que pasemos un rato en su casa a tomar mas Fernet que se habia acabado. A todo esto obviamente el encuentro ya lo había cancelado y accedimos a ir.

Nos tomamos un remis de 5 minutos y llegamos a su casa los 3. Nos quedamos en el living que hay en la entrada, ella vivía sola pero como su familia se había ido de vacaciones a la costa ese fin de semana estaba cuidandoles la casa. Empezamos nosotros 2 a tomar mientras Fede se quedaba dormido en uno de los 2 sillones que había, vaso va, vaso viene, cuarteto va, cuarteto viene, nos ponemos a seguir con el beso que había quedado pendiente de a ratos. A veces se me sentaba encima, apoyandola bien mientras la rodeaba con mis brazos, otras veces se me sentaba de frente, tocándome la pija para verificar si había mentido o no mientras yo, por debajo de la remera, le tocaba las tetas, terribles tetas, jugaba con sus aros, metía mi cabeza ahí y ella se me tiraba encima para ahogarme en ese hermoso mar. Tenia ganas de sacarle todo, de cogerla muy fuerte pero entre las 10 horas que llevábamos escabiando y que estaba Fede en la misma habitación no nos animamos a hacer nada.

Empezamos a hablar por Facebook mucho, incluso cuando ella no estaba habituada, era de quedarse muy poco frente a una computadora pero conmigo lo hacia, recordábamos ese pequeño gran momento donde no había pasado nada pero también había pasado mucho. A las 3 semanas y en otro finde largo donde su familia se fue nos encontramos, esta vez todo el fin de semana, llegué a su casa un jueves y me fui el domingo y ahí cumplimos lo que veníamos hablando ese tiempo. Llego y nos ponemos a boludear, a escuchar música, al rato nos empezamos a besar en el sillón pero esta vez sin nadie cerca. Me desabrocha el pantalon y me empieza a tocar, los 2 acostados besandonos. Le saco la remera y por fin pude ver con mis ojos mas que con mis manos sus tetas, le saco el corpiño y se las empiezo a chupar hasta que ella me dice "levantate". Me paro ya sin pantalones, ella se sienta y empieza a hacerme un pete, me mira a la cara con actitud y usa toda su experiencia, porque ese comentario de puta era cierto y lo llevaba con el orgullo que debe ser, le gustaba coger, coger y coger y era libre para hacerlo.

La primer cogida nuestra fue en ese sillón, ella arriba mio después de sacarse las calzas que ella siempre usaba y durante todo el fin de semana convivimos con un sexo constante, le chupé la concha, de las mas lindas que vi, depilada y todo, sentía como se mojaba en mi boca mientras ella acostada boca arriba se agarraba del brazo del sillón que usaba como almohada con ambas manos como acto casi reflejo. Al rato me agarra de la cabeza, me levanta y me besa toda la cara, buscando que entre ambos disfrutemos del sabor de su concha lo que me rompió, nunca nadie había hecho eso conmigo con tantas ganas, con el fin de calentarme mas. Ahí no mas la cogí. Agarrandole las manos y llevandoselas arriba de la cabeza, para que tenga la sensación de no tener el control mientras veía su cara. Lo que mas me gustaba era ver su cara en el sexo que cambiaba entre provocativa pidiéndome mas con momentos donde no aguantaba y lanzaba gritos de placer.

Ese fin de semana y algunos otros mas fueron así, algunos en su casa, otros en la mía, otros dos que nos fuimos a Mar del Plata, una ciudad que ambos amamos. Haciendo todo lo que nos gustaba hacer, la chupaba de manera excelente y tenia un morbo con la acabada, le gustaba en la boca, en la cara y hasta incluso en la bebida y la comida. Cogíamos en el sillón con ella arriba o en 4, en la cama haciendo cucharita o con ella boca arriba, en el borde y con las piernas bien abiertas, esa era nuestra posición favorita. También por el culo contra la puerta o en 4 terminando yo acostado encima de ella, bien apretada contra la cama. Sexo oral de todo tipo, ella a mi, yo a ella, o haciendo el 69.

Cuando no estábamos juntos hablábamos un montón, de variadas cosas, de como ella cogía con otros chabones, con otras minas o incluso en grupo, me rompía la cabeza y me daba ganas de verla de nuevo, de coger libremente. Eso es lo que mas me gustaba, podíamos hablar mil horas como si fuésemos pareja o estuviésemos saliendo pero sin el compromiso ni la limitación de coger a quien queríamos, incluso nos calentaba lo que el otro hacia. Incluso fue ella la que me inicio en este lugar, primero me contó que con su ex entraban acá, no recuerdo bien si posteaban o solamente miraban y hablaban pero eso me llevó a entrar.

Esa es básicamente mi historia con ella, una historia que me sumó cosas positivas por todos lados. Me hizo vivir el sexo de manera mucho mas libre, a apreciar mas mi cuerpo y apreciar que lo miren. Aprendí que hasta la mina mas puta puede ser fiel, porque con sus novios y novia lo había sido sin ningún problema.

Vivir la sexualidad de la forma mas libre y sin limites que se pueda, eso es lo mas importante que aprendí.

Espero que les guste el relato, cualquier critica ortográfica, de contenido o de redacción será mas que bienvenida.


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