Navidad 16/17: Buen sexo antes de acabar el año.

Desde hace unos años en España se ha puesto de moda celebrar el día 30 de Diciembre las preuvas. Una excusa más para salir de fiesta como aquí gusta. Fui con unos amigos a la Puerta del Sol en Madrid a la celebración. Silvia C, Ana U, sus maridos y yo entre tanta gente que abarrotaba la plaza lo estábamos pasando bien. Con Silvia y Ana he tenido sexo varias veces sin que sus maridos lo sepan. Silvia no paraba de aprovechar el barullo para tocarme el culo, y claro, yo hacía lo mismo. Silvia llevaba un vestido con flores pequeñitas multicolor bien corto por el que era fácil meter mi mano para acariciar su culo cubierto por las medias negras. Ana iba con un vestido negro ajustado sin mangas, que la llegaba hasta el muslo y unas medias negras finas.
Tras las campanadas, entre el jolgorio me encontré con Sara, mi compañera de trabajo. Iba muy sexy con un vestido negro ajustado y unas medias rojas que la hacían más sexys aun sus preciosas piernas. Con Sara he tenido sexo bastantes veces, es lo bueno de tener feeling y pasar muchas horas de trabajo juntos fuera y de viaje en las sesiones de fotos. Estuvimos hablando y me dijo que fuéramos con ella y sus amigos a una fiesta a casa de un amigo que era cerca de allí. A Silvia y el resto les pareció buena idea y allí fuimos.

Estaba sentado con Sara charlando y tomando algo. No me pude contener mucho y mi mano pronto acabo en su muslo acariciándolo. La dije que la quedaban genial las medias y que me estaba poniendo a mil. Entonces nos empezamos a besar y mi mano agarro más fuerte su muslazo.
Sara se levantó, me cogió de la mano y me llevo por el pasillo hasta una habitación. Cerró la puerta y nos besamos contra ella apasionadamente. Sara se quitó el vestido. No llevaba sujetador, solo estaba con las estupendas medias rojas. Me puso a mil verla con sus pechitos al aire y esas medias tan sexys cubriéndola el culazo y las piernas. Volví a besarla pero ahora acariciaba su culazo con muchas ganas. Sara se giró y restregó su culazo contra mi paquete. Me la puso durísima. Me desnude y volvió a pasar su culazo por mi polla erecta.
Me senté en el borde de la cama y Sara encima de mí de rodillas. Mientras nos besábamos acaricie sus preciosas piernas. Agache mi cabeza y la mordisquee sus tetitas. Mis manos acariciaban sus piernas, recorriéndolas enteras hasta llegar a su culazo, y vuelta hasta sus muslos y sus pies. Cuando nos besábamos o la comía el cuello y las orejas, mis manos también acariciaban sus tetitas.
Me coloque con la espalda sobre el cabecero de la cama y Sara de rodillas a mi lado. Me beso el cuello, mientras pasaba sus manos por mi pecho y las bajaba hasta llegar a mi paquete. Empezó a masturbarme mientras nos besábamos.
Mi polla estaba durísima dentro de su mano. Sara se puso a gatas en la cama y lamio mi glande mientras seguía masturbándome. Puse mi mano en su culazo y se lo acaricie mientras la recordaba lo genial que la quedaban esas medias rojas. Empezó a mamármela y yo introduje mi mano por dentro de las medias acariciando su culo. Pude ver que el tanga que llevaba Sara era de hilo dental y rojo, al igual que las medias. Metí bien a fondo mi mano para poder acariciar su coño. Empecé acariciando su clítoris y cuando los gemidos de Sara, con mi polla dentro de su boca, fueron subiendo, metí bien dentro mi dedo corazón masturbándola despacito.
Yo tenía la polla a mil y el coño de Sara estaba empapadísimo. Tumbe a Sara y yo lo hice encima de ella. Nos besamos mientras la acariciaba los muslazos. Empecé a bajar besando su cuello hasta llegar a sus tetitas. Las lamí y mordí hasta que sus pezones estuvieron bien puntiagudos. Seguí bajando por su tripa hasta llegar a su coño tapado por las medias. Lo mordisquee y acaricie, mientras Sara apretaba mi cabeza contra su coño con sus mano.
La baje las medias hasta las rodillas y esta coloco sus piernas rodeando mi cabeza. La eche el minúsculo tanga a un lado y comencé a comerla el coño. No pare de meter y sacar mi lengua de su coño y de lamer su clítoris, hasta que Sara se corrió. Limpie su flujo con mi lengua despacito.
Cogí un condón de mi cartera y me lo puse. Me coloque de rodillas en la cama y subí las piernas de Sara colocándoselas contra mi pecho. Metí mi polla en su mojadísimo coño y empezamos a follar. Mientras, yo la acariciaba las piernas aun tapadas por las medias y la mordía los dedos también cubiertos.
Sara se colocó a gatas en la cama. Me puse detrás de ella y la acaricie y bese sus magníficos glúteos. Me puse nuevamente de rodillas y los golpee con mi dura polla. Metí un poco mi polla por su culo y fui moviéndola en círculos, para poco a poco ir dilatándoselo y metérsela más. Cuando la tuve bien dentro mis movimientos además de circulares fueron de dentro a fuera también. En esa misma posición, metí mi polla por el coño de Sara. Entraba y salía de el maravillosamente mientras mis manos se posaban en sus glúteos.
Nos tumbamos ambos de lado, Sara dándome la espalda. La eleve una pierna, todo lo que las medias nos permitía, y metí mi polla nuevamente por su coño. Durante el sexo, Sara giro la cabeza para besarnos y la acaricie las tetitas.
Estaba a punto de correrme. Sara se puso las medias bien y se tumbó nuevamente. Yo me quite el condón. Sara se coloco de tal forma que pudo agarrar mi polla con sus pies y masturbarme. Que morbazo ver como sus pies con esas medias rojas me hacia una paja. Antes de correrme Sara se metió mi polla en la boca y me corrí todo dentro de ella. Esta se lo trago todo sin dejar caer ni una gota.

Nos limpiamos y nos quedamos tumbados en la cama. Estuvimos charlando y yo volvía a acariciar sus piernas. Me ponían a mil esas medias rojas. De repente llamaron a la puerta. Nos tapamos con la sabana antes de decir que pasaran. Se abrió la puerta un poco y pude ver como la cabeza que aparecía era la de mi amiga Silvia. Se rio y tras decirle a alguien que sí que estaba allí, entro. Entonces pude ver que con quien hablaba era con Ana, pues entro con ella a la habitación. Cerraron la puerta y Silvia nos dijo que sabía que estaríamos haciéndolo. Entonces Sara la respondió que ya habíamos terminado aunque no la importaría más y me dio un buen beso.
Silvia nos dijo que sus aburridos maridos ya se habían ido. Inmediatamente Silvia se quitó el vestido quedándose con las medias negras tapándola de cintura para abajo y con sus pequeñas tetas al aire. La pregunto a Sara si la dejaba unirse y ante la afirmación de esta, Silvia se metió con nosotros en las sabanas. Comenzó a acariciarme y nos besarnos. Cuando bajo sus manos y comprobó que estaba totalmente desnudo, se lo dijo a Ana. Entonces esta agarro las sabanas y las bajo hasta dejarnos a los 3 destapados. Silvia con sus medias negras, Sara con las rojas y yo en medio, totalmente desnudo. Silvia, Sara y yo nos empezamos a besar. Ambas me acariciaban y yo hacía lo propio con sus muslos.
Ana se colocó a gatas en la cama entre mis piernas y me masturbo mientras me comía los huevos. Según se me iba poniendo dura, iba comiéndome más la polla que los huevos. Silvia se colocó al lado de Ana y la cambio el puesto. Los carnosos labios de Silvia comenzaron a recorrer mi polla.
Me senté en la cama contra el cabecero. Silvia siguió con la mamada. Sara me comía el cuello mientras me besaba con Ana y la acariciaba los muslos. Al rato se puso de pie en la cama dejándome en medio de sus piernas. Se subió el vestido hasta la cintura, dejando ver como sus medias negras acababan en sus muslos y el tanga negro. Subí mis manos acariciando sus piernas hasta llegar a su culo. Tras acariciárselo, agarre el tanga y se lo quite. Comencé a masturbarla con mi dedo gordo mientras me besaba con Sara.
Empecé a comerla el coño a Ana. Sara entonces se unió a Silvia y ambas me comían la polla y los huevos.
Oí q se abrían unos cajones y al mirar vi que era Sara que cogió una camiseta algo larga para ella y salió de la habitación. Seguí comiéndome el coño de Ana, mientras Silvia cogía un condón, tal y como la pedí, de mi cartera. Esta me lo puso en la punta de la polla y lo fue bajando con sus divinos labios hasta colocarlo entero. Entonces baje de la cama y me coloque de pie detrás de Silvia. Ana se tumbó dejando su coño frente a Silvia que se lo empezó a comer. Tras acariciar el culo de Silvia, la rompí las medias y metí mi polla por el agujero metiendo mi polla por su culo. La agarre de la cintura y la follaba el culo a varias velocidades.
Sara entro en la habitación con un amigo suyo que se quedó ojiplático cuando vio como estábamos. Lo que no le extraño tanto es que Sara le quitara los pantalones y se la empezara a comer, así que no debía ser la primera vez que lo hacían.
Silvia hizo que Ana se corriera y yo seguía enculando a Silvia. Ana se levantó y se colocó a mi lado. Metí mi polla por el coño de Silvia y mientras la follaba, me besaba y acariciaba con Ana. Con mi dedo gordo acariciaba su mojado clítoris. La quite el vestido dejándola solo con el sujetador negro. Saque uno de sus pechos de él y la pellizque el pezón hasta ponérselo duro.
Deje de follar a Silvia, que se fue con Sara y su amigo, y me senté en el borde de la cama. Ana se sentó encima de mí rodeándome con sus piernas. Empezamos a follar mientras la mordía el pezón que tenía fuera. Ana se quitó el sujetador y empecé a comerla ambos pechos mientras acariciaba sus piernas con las suaves medias.
Sara se sentó a nuestro lado, estaba otra vez sin camiseta, solo con las maravillosas medias rojas. Me besaba el cuello mientras comía las tetas y follaba a Ana. Con una de mis manos acaricie los muslos y la zona del coño a Sara. Se puso de rodillas en la cama y como sus tetitas quedaban a la altura de mi boca se las empecé morder y lamer. Mi mano ahora acariciaba su culazo. Silvia y el otro hombre se tumbaron a follar detrás de nosotros.
Ana se dio la vuelta y se sentó metiéndose la polla por el culo. Pase mis manos por su cintura y las subí hasta agarrar sus pechos. Sara se colocó detrás de mí besándonos y me acariciaba el pecho y la espalda. Se puso de pie en la cama y se quitó las medias. Se colocó dejando mi cabeza entre sus piernas. Agarro mi cabeza y la apretó contra su coño tapadito con el tanga. Sara se echó el tanga a un lado y volví a devorar ese delicioso coño suyo.
Sara se bajó y Ana se unió a Silvia y el otro hombre. Sara se puso contra una pared y puso su culo ofreciéndomelo. Me levante y me puse de rodillas tras ella. Comencé a acariciar y besarla los glúteos mientras la masturbaba con mi dedo corazón. Me levante y, desde atrás, metí mi polla por su coño. No pare de follarla hasta q se corrió. Entonces cambie y la folle el culo. Fui cambiando la velocidad. Cuando me iba a correr, metí mi polla hasta dentro golpeando con mis huevos su culo y sacándola un buen gemido a Sara. Tras correrme dentro de su culo, saque mi polla y me tumbe en la cama. Sara se puso a gatas, me quito el condón y me comió la polla limpiándomela.
Mi mano volvió a acariciar su culazo para acabar nuevamente mi dedo gordo dentro de su coño masturbándola. Silvia se colocó igual pero al otro lado. Se puso a comérmela junto a Sara y mi otro dedo gordo también masturbo su coño. Cuando Sara se corrió, se vistió me beso y cuando iba a salir de la habitación Silvia la pidió que nos trajera un condón. Cuando nos lo trajo, Silvia dejo de comerme la polla para subirse encima de mí, metérsela por el coño y moverse como una loca. Durante el sexo la acaricie sus piernas cubiertas. Silvia se inclinó hacia mí y nos besamos durante el sexo. Yo estaba a punto de correrme pero ella me pidió que aguantara un poco que estaba también a punto. La dije que para eso mejor un 69 y así fue. Me quito el condón y sus carnosísimos labios besaron mi polla antes de metérsela entera en la boca. Yo puse mucho interés en su clítoris. Cuando me corrí, a los pocos segundos Silvia también lo hizo.

Nos limpiamos, nos vestimos y dejamos solos en la habitación a Ana y el otro tío. Al volver al salón, no pude resistirme nuevamente y me senté al lado de Sara y mi mano volvía a acariciar sus deliciosas piernas rojas. Así estuve hasta que la fiesta fue terminando con el amanecer y la gente nos fuimos yendo.

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