Una chica curiosa. Capítulo 4

Una chica curiosa. Capítulo 4

Esta es la historia de Paula, una chica que a los 19 años la curiosidad la empieza a llevar por experiencias nuevas que cada vez resultan ser más intensas. Esta historia es ficción, eso no quiere decir que algunos hechos no sean reales…

Capítulo 4: La primera vez
   Estaba en una situación que no podía controlar y eso me ponía sumamente nerviosa. Me encantaban los hombres, de hecho Lucio me volvía loca cada vez que estábamos juntos. Pero en esos meses cosas nuevas me estaban pasando y a pesar de que lo negara, cuando llegaba la noche mi cabeza entraba en una discusión entre mi yo tranquila y tradicionalista y mi yo salvaje y sobre todo curiosa. Los argumentos de parte de ambas eran sumamente válidos, al fin y al cabo las dos vivían en mi cerebro. Pero la pregunta que me hacía y no podía encontrar respuesta era sumamente simple y clara: ¿Quería o no estar con una mujer?
   La noche que había pasado con Noemí hacía unos meses había sido muy rara. En ese momento me había sentido muy cómoda, tranquila y sobre todo excitada, pero a su vez se había notado inseguridad y confusión que provocaban dudas en mí. Tan solo una semana después cuando estuve con Lucio no pude controlar recordar esa otra noche e imaginarme a Noemí dándome placer, lo que no hizo otra cosa más que sumar confusión a mi cerebro. Y ahora había que agregarle que me había tocado pensando en Clara, una mujer que me había gustado de manera física. Mi mente se había imaginado que tenía sexo con Clara, la amiga de Fabiana y me había hecho llegar al orgasmo tan solo pensar en eso. ¿Qué me estaba pasando?
   Necesitaba sacarme la duda si de verdad me gustaban las mujeres o era solo una etapa. ¿Cómo iba a hacer eso? “Tenés que acostarte con un hombre y si te gusta es eso listo” dijo mi yo tradicional. “Al revés, tenés que acostarte con una mujer y llegar hasta el fin. Si te gusta puede que haya que evaluar nuevas opciones” le respondió mi yo curiosa. Y por más de que no me gustara esa segunda opinión, era la mas realista que podía existir. ¿Cómo iba a saber si no me gustaban las mujeres si nunca me acostaba con una?
   ¿Pero con quien? Mi mente enseguida pensó en Clara. “¡Te gustó!” me dijo de forma provocativa mi yo salvaje y una sonrisa estúpida se dibujó en mi rostro por un segundo. “Obvio que me gustó. Va… Es linda chica” le respondí yo tratando de callar su voz. Pero no sabía si era lesbiana o que onda. ¿Cómo me iba a sacar esa duda? ¿De verdad estaba considerando hacerlo con una mujer?

   - Noe, tengo que hablar con vos en privado. Es serio.- Le dije el miércoles en la facultad a mi amiga y ella me dijo que después podíamos ir a su casa a hablar.
   Cuando terminó el día nos tomamos un colectivo y apenas llegamos le empecé a contar que desde aquella vez que estuve con ella no podía dejar de imaginarme que se podía sentir. Ella me escuchó callada y dejó que terminara de contarle todas mis dudas. Obviamente evité mencionarle que me la había imaginado a ella mientras Lucio me la chupaba y que me había acostado en mi mente con Clara, pues me pareció lo mejor. A pesar de eso, le conté que vivía preguntándome que debía sentirse estar con una mujer y que comenzaba a fijarme en algunas chicas de manera mucho más sexual.
   - ¿Te gustó lo que hicimos la otra vez?- Me preguntó ella una vez que terminé.
   - Sí.- Le respondí yo.- Pero no es solo eso. Me imagino cosas, me pregunto cosas… Veo a algunas chicas que me parecen lindas y me gustaría saber que se siente estar con ellas.- Le fui confesando cada vez más y más.
   - ¿Te referís a Clara la amiga de Fabi?- Me preguntó ella.
   - ¿Qué? ¿Vos cómo…? No…- Pero el nerviosismo me delató.- Bueno sí, es re linda chica ella, pero ni idea si me gusta o no.
   - Te vi como la mirabas en el cumpleaños de Fabi.- Me dijo ella.- Es re entendible Pau, yo empecé igual que vos.
   - Pero vos me dijiste que nunca estuviste con un hombre, que de entrada estuviste con mujeres.- Me excusé yo en base a lo que me había contado una tarde que le pregunté sobre su sexualidad después de nuestra noche de experimentación.
   - Es verdad.- Me confirmó ella.- Pero conozco una chica que estuvo con hombres e igualmente se terminó dando cuenta de que no es lo que a ella le gusta. ¿Vos tenés que saber que te gusta?
   - Yo con Lucio la paso re bien por ejemplo.- Le respondí.
   - Sin embargo nunca estuviste con otro chico.- Me refutó ella.
   - Sí bueno… ¡Pero me re gusta cuando estoy con él!- Le dije de repente algo ofendida.
   - ¿Y cómo vas a saber lo que te gusta si solo estuviste con una sola persona en tu vida?- Me preguntó ella riéndose.- ¡Sos más puritana que mi abuela nena!
   Al final la conversación se terminó yendo por otros temas y quedó en la nada. Esa noche volví a mi casa y a pesar de que con Lucio me sentía cómoda y tranquila, caí en la cuenta de que tenía que probar otras alternativas para saber qué era lo que de verdad me gustaba. ¿Pero con quien? No había ningún otro chico que me gustara de verdad. Estaba ese tan Santiago que había conocido la noche que estuve con Noemí (“la noche que experimenté con Noemí” me aclaró mi yo puritano), pero solo había quedado en algunos mensajes. Pero como si fuese obra del destino, cuando estaba pensando en él, me escribió para preguntarme que hacía ese finde y si había onda como para hacer algo. “Justo este finde tengo un cumpleaños, pero el otro puede ser” le respondí rápidamente y sentí un cosquilleo entre las piernas.

   Había llegado Noviembre y el cumpleaños del que le había dicho a Santiago, era el mío. “¿Y por qué no lo invitaste?” me preguntó Antonella cuando le conté a ella, a Noemí y a Vanesa de él. “¡Porque va a estar Lucio chicas! No quiero que me vea con otro” les dije y enseguida entendieron. Igualmente no sabía muy bien como llevar las cosas con Santiago, ya que no lo conocía y no quería quedar como una trolita o una putita cualquiera. En ese momento consideraba casi inviable la idea de encontrarme con alguien solo para tener sexo.
   El problema fue que al final ni Lucio fue a mi cumpleaños con la excusa de que sus amigos querían salir a otro boliche. “Sos un tarado nene! Es mi cumpleaños!” le escribí súper enojada en un WhatsApp y después guardé mi celular sin importarme lo que me dijera. Empecé a tomar con el fin de olvidarme de que el chico con el que estaba saliendo me había dejado plantada y cuando me di cuenta estaba muy borracha. Para colmo, las chicas seguían dándome tragos con la idea de motivarme a que estuviese con uno de la barra que según ellas estaba re bueno.
   - ¿La llevamos a la casa? Está re en pedo.- Le preguntó Anto a las otras cuando salimos del boliche cerca de las cinco de la mañana.- No se puede ni mantener parada.
   - De última que se vaya a tu casa Noe, si se fue un montón de veces ya.- Le dijo Fabiana a Noemí.
   - Sí, sí. Me voy de Noe.- Les dije yo muy borracha.- Ya les avisé a mis viejos.
   Entonces pararon un taxi y me subieron primero a mí para después subirse ellas y llevarnos hasta la casa de Noemí. Cuando entramos yo fui directo a su pieza y me acosté sobre su cama. “Que borracha que sos” me dijo ella riéndose y sacando la cama de abajo, pero yo la frené con la mano. “No” le dije y ella me miró con cara rara. “¿No qué?” me preguntó e intentó de nuevo sacar la marinera y otra vez yo se lo impedí, esta vez sentándome contra el borde de la cama.
   - Vení.- Le dije volviéndome a acostar y haciéndole lugar.- Acostate conmigo.
   - Pau, estas muy en pedo.- Me dijo intentando una tercera vez en sacar la cama.
   - No.- Le dije de nuevo.- Quiero que te acuestes conmigo y que terminemos lo que empezamos hace unos meses.
   Esta vez, mi voz había sido lo suficientemente clara como para que Noemí me entendiera. Ella me sonrió y soltó la cama marinera y se acostó en el espacio que yo le había dejado sin dejar de mirarme con cara de fascinación. Automáticamente le tiré un beso y ella lo aceptó convencida. Comenzamos a besarnos como lo habíamos hecho hacía ya varios meses, pero esta vez yo no estaba quieta esperando que ella reaccionara, yo le seguía la corriente. Esa noche iba a llegar hasta el final.
   Algo atolondrada, empecé a sacarle la ropa y ella me tranquilizo acostándome bien boca arriba y acomodándose encima de mí. Me tomó de la cara y me besó suavemente y la tranquilidad que había reinado aquel día volvió enseguida. Sus besos eran cálidos como los recordaba y me provocaban una sensación hermosa que solo había sentido aquella noche. Sus labios suaves comenzaron a bajar por mi cara hasta mi cuello y después siguieron hasta mi pecho.
   Me sacó la remera y el corpiño despacio al instante, sin dejar de besarme los hombros y de tocarme la piel. Luego se movió hasta mis tetas y tomándolas con suavidad las empezó a chupar tal como lo había hecho aquella vez. Yo me relajé por completo y dejé que Noemí me guiara en ese viaje de placer, lamiéndome primero un pezón y después el otro y tocándomelos hasta ponerlos bien duritos. “¿Viste lo bien que se siente?” me dijo mi yo atrevida y no pude hacer otra cosa que gemir.
   Noe siguió bajando por mi pancita y cuando llegó a la cintura el cosquilleo me provocó un estremecimiento por todo el cuerpo. “¿Te gusta?” se animó a preguntarme cortando el silencio y de manera muy relajada le dije que sí. Me sacó el short que tenía puesto ese día y la tanguita chiquita que me había preparado para que disfrutara Lucio. “Y ahora la disfruta ella” pensé y una sonrisa se me dibujó en el rostro. Pasó sus manos por mis piernas abriéndolas suavemente y cuando su boca se acercó a mi concha ya pude sentir el placer.
   Empezó a lamerme despacio, pero a los pocos segundos ya lo hacía con ganas. ¡Se sentía tan bien! Su lengua pasaba como loca por encima de mi conchita, mojándomela toda y dándome muchísimo placer. Abrí la boca y un suspiro bien profundo salió de mi interior y el calor fue en aumento. La lengua de Noemí se movía cada vez más rápido e iba desde abajo hasta mi clítoris provocando que mi cintura se moviera en todas direcciones. Apreté las manos contra las sábanas y disfruté cada segundo de lo que ella hacía. ¡Me encantaba!
   Sus dedos aparecieron minutos más tarde y la calentura aumentaba más y más. Me metió primero uno y comenzó a cogerme con él bien despacito, mientras que su lengua se entretenía sobre mi clítoris causándome gemidos orgásmicos. Después, un segundo dedo apareció y se sentía cada vez mejor. Un tercer dedo llegó a entrar en mi concha y sentía como me iba cogiendo cada vez más rápido y no podía controlar el placer que ello me provocaba. Empezaba a gritar de la satisfacción. Sentía que estaba a punto de acabar en cualquier momento.
   - Seguí.- Le pedí entre suspiros y gemidos.
   Y Noe siguió y siguió cogiéndome con sus dedos y lamiéndome el clítoris. Su mano entraba y salía de mi conchita muy rápido y su lengua se movía como loca por encima de ella. La apretaba bien fuerte y miles de sentimientos pasaban por mi cabeza. “¡Que placer!” pensó la curiosa y enseguida se dio cuenta de que tenía la victoria asegurada después de ese momento. Un orgasmo hermoso y perfecto llegó a mí, representándose en un grito corto pero bien puro cuando sentí como empezaba a acabar en la boca de mi amiga que no dejaba de chuparme ni un segundo. Me quedé rendida con su cabeza entre mis piernas y sin poder creer lo que acababa de pasar. Pero no quería que terminara ahí. Quería más.
   Noemí se levantó y le encajé un beso en su boca llena de mi acabada. La acosté sobre la cama y empezamos a besarnos a manosearnos como locas. Ahora yo estaba encima de ella y estaba totalmente excitada y acelerada. Bajé hasta su pecho y le apreté las enormes tetas que tenía para después comenzar a chupárselas a toda velocidad. Me las metía en la boca y le lamía el pezón tal cual ella lo había hecho, pero de manera mucho más sarpada. Su lengua me había dejado muy caliente y no podía controlarme en ese momento.
   Mi mano pasó de su cuello a su pecho y después siguió bajando hasta su cintura. La metí entre sus piernas y sentí el calor de su conchita mojada en mis dedos. Comencé a tocarla mientras me seguía divirtiendo con sus tetas y ella no tardó en comenzar a disfrutar. Le pasaba un dedo por el clítoris en forma de círculos al mismo tiempo que mi boca seguía sobre su pecho, lamiéndole las lolas como loca. Despacito Noemí empezó a gemir suavemente en mi oído, algo que me excitó mucho más y me calentó al máximo.
   Uno de mis dedos entró en su concha causándome un morbo que nunca antes había sentido y lentamente lo empecé a mover de la misma manera que ella lo había hecho sobre mi cuerpo. Noe estaba muy mojada y parecía gustarle demasiado la manera en la que la tocaba. Subí mi boca por su pecho hasta llegar a su cuello y después a sus labios para besarlos con ganas, mientras que ella ponía sus manos sobre mi nuca. Empecé a cogerla con los dedos cada vez más rápido, dejándome llevar por el momento, mientras le seguía comiendo la boca. Ella me mordió el labio inferior y sus gemidos quedaban ahogados por mi lengua que entraba en su boca. “Sí” me dijo suave mirándome a los ojos y se notó el fuego en su mirada.
   Yo seguí cogiéndomela, esta vez con dos deditos adentro de su concha y cada vez más rápido. Le besaba el cuello entretanto ella seguía gimiendo de manera cada vez más agitada y yo sentía su respiración que me calentaba mucho. Entonces Noemí acabó en un grito de placer puro y después de hacerlo le saqué los deditos y se los puse en la boca para que los chupara por completo. Me miró fijo a los ojos y no hizo falta que preguntara.
   - ¡Me encantó!- Le dije con una sonrisa en la cara.
   Me acosté al lado de ella con la respiración agitada y fui procesando lo que acababa de pasar. Había sido algo increíble, hermoso, lo había disfrutado muchísimo y me había encantado. Nunca me imaginé que iba a llegar hasta ese punto en algún momento. “¡Viste que había que probar!” me provocó mi yo curiosa y no me quedó otra que darle la razón. Estaba totalmente desnuda al lado de una de mis mejores amigas y acabábamos de tener sexo de una forma increíble. “Estuvo fantástico” asumió la yo puritana.


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5 comentarios - Una chica curiosa. Capítulo 4

titcab +1
Hermoso me encanto van +10
HistoriasDe
Muchas gracias por pasar!
Pervberto +1
Muy excitante narración de las consecuencias de la curiosidad.
HistoriasDe
Gracias!!
Darkiux +1
+10 por el excelente material
HistoriasDe
Muchas gracias!!!
exiliado-40 +1
ufffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff me dejaste pajaritos en toda la cabeza +4
HistoriasDe
Mmm que bueno!