Conviviendo con Pamela David y Monica Farro 1

Vuelvo a subir la primera parte porque sin razon me lo borraron la primera vez.

“The Winter is coming” pensaba Mónica, simulando una pequeña sonrisa, mientras veía como las gotas caían en la ventana de su camioneta.
“Amo estos días grises” solía decirle a Pamela quien estaba sentada a su lado deslizando lentamente una mano a su prominente busto. Le encantaban esas caricias descaradas y que podían aparecer a cualquier hora y en prácticamente cualquier lugar de su cuerpo; aunque el lugar preferido de Pamela eran sus “enormes y perfectas tetas” como siempre las calificaba.
-Te veo nerviosa. Tranquilízate decía mientras con una mano tocaba el pezón de su amante y con la otra sus brillantes rizos dorados. Impecables hasta el último pelo porque para Mónica Farro, Exitosa mujer negocios, todo debía ser perfecto e impecable. Incluso la persona que pensaba meter en sus vidas debía ser la ideal y no debía tener deficiencias. Más aun teniendo en cuenta lo que iba a pagar.
-Espero que tengan lo que buscamos, no pienso aceptar a cualquiera. Se giró mirando fijamente a Pamela, con unos ojos fríos capaces de ver hasta el alma de cualquiera que se atreva a mantenerle la mirada. Siempre que la veía encontraba lo mismo: Una morocha espectacular con un cuerpo esculpido en muchas horas de gimnasio y por sobre todas las cosas con un alma sucia y pervertida. Igual que la de ella, eso era lo que más le encantaba de Pamela David, también una exitosa mujer de negocios.
-Las hermanitas nos recomendaron a esta gente y sabes que ellas solo trabajan con los mejores. Relájate. Y se acercó y beso con pasión a Mónica mientras sus manos bajaban a su entrepierna tratando de encontrar ese punto cálido que tanto deseaba.
El auto se detuvo y las 2 se separaron lenta y penosamente. Querían seguir pero ya estaban en el destino de Mónica. Habían llegado al lugar donde buscarían a “la persona que cierre el triángulo” solía decir Pamela cada vez que hablaban del tema. Justamente era eso lo que Mónica quería, alguien que se encargue de satisfacer sus deseos prohibidos y que a su vez ocupe un lugar en la casa tan grande que tenían. Pero también ella fantaseaba con alguien que llenara el vació de cariño masculino que tanto deseaba.
-Segura que no queres venir? Después no te quejes si no te gusta al que elija. Estaba entusiasmada y Pamela lo sabía, Mónica no reía mucho, solo cuando algo le llamaba la atención. Y esa era la sonrisa más hermosa que nunca antes haya visto y de la que no se cansaría nunca de observar, aunque solo apareciera muy rara vez.
-Confió en tu buen gusto le dijo mientras le daba un último beso finalizando con una mordida cariñosa en el labio. – No más de 20 años acordarte y…
-No menos de 20 cm de placer si por supuesto. Nos vemos después dijo y salió al frio exterior que la recibió con enormes gotas de lluvia. Cintia su chofer corrió a su lado y la cubrió lo mejor que pudo hasta la entrada de la imponente mansión.
“No está mal” pensó aunque el lugar estaba mucho mejor que eso: Era un terreno enorme rodeado de rejas y de cámaras que protegían unos aposentos dignos de un rey de algún país monárquico. La cámara la observo y una voz de mujer le indico que pase y que la estaban esperando. Mónica avanzo hasta la puerta del lugar y despidió a Cintia con una simple mirada de pies a cabeza, que basto para que la joven se machase asintiendo con la cabeza ante su jefa.
“Que buen culo tiene esta pendeja, cuando llegue a casa me voy a divertir con esa cola. Voy a elegir el consolador más grande y se la voy a meter de una a la putita esta” pensó entre si y se le vino a la mente una imagen de ella y Pamela esperándola desnudas dentro del auto. Cosa que seguramente sucedería. Hizo una Mueca satisfacción y se volteo para ver a la mujer que iba a recibirla.
-Muy buenos días Srta. Mónica yo soy Daniela y voy a ser su guía. Es un gusto que usted nos ha…
-Si si para mi es un gusto también, por favor vamos a lo nuestro, no tengo mucho tiempo dijo de manera impaciente mientras evaluaba a Daniela: Mujer alta y delgada de unos 30-35 años sin hijos seguramente y con un cuerpo bastante apetecible.
Cintia no hizo más que asentir con una sonrisa y señalar con su brazo al lugar en donde quería que la siguiera. Caminaron a través de la enorme y lujosa sala llena de pinturas extrañas que Mónica juraría por su buen ojo que eran de origen asiático y de hace unos 100 – 150 años. Bonitas pero extrañas pensó.
Caminaron hasta un ascensor al final de la sala. Ya adentro la mujer saco una tarjeta y la paso en un escáner del elevador, y de entre los botones que solo marcaban “pisos 1 2 y 3” surgió otro que tenía el número cero y que las llevaría hacia abajo.
-¿Tiene pensado algo en particular? Le dijo Daniela mientras volvía a guardar la tarjeta.
-No más de 20 años, no menos de 20 cm haya abajo, lindo. Que sea el mejor que tengan contesto secamente mirando a los ojos a Daniela.
La mujer asintió en silencio y rio en silencio mientras el ascensor se detenía.
-Entrenamos a nuestros chicos todos los días y prácticamente todo el día, ninguno de ellos supera los 22 y todos son muy bien dotados le explicaba mientras conducía a Mónica a través de otro largo pasillo. Mónica escuchaba atenta y en silencio. – Todas nuestras clientas salen de aquí más que satisfechas, jamás hemos tenido quejas y menos aún una devolución. Nuestros precios oscilan entre los 3 y 7 millones de dólares y nuestros sujetos son además muy bien educados en materias como historia, matemáticas entre otras.
-Bien porque no quiero a ningún pendejo con mucho pene y poco cerebro. Dijo mientras se quedaba tiesa al lado de la primera habitación vidriada que pasaba.
En frente de ella había una cama grande y 2 cuerpos revolcándose salvajemente en ella: pudo reconocer a una mujer rubia de edad media y con muy buen cuerpo montando sin piedad a un chico de no más de 19 años y con lo que a primera vista le parecía un pene bastante grande pero no tanto como el que ella y principalmente Pamela buscaban. El chico le seguía muy bien el ritmo a la hermosa mujer que no paraba de gemir y de pedirle al niño que no parara.
Esta escena excito enormemente a Mónica quien sintió ganas de abrir la puerta de vidrio y unirse a ellos. Pero aunque por dentro estaba ardiendo no dejo traslucir esa calentura en su rostro frio y serio.
-No nos pueden ver no se preocupe, que le parece? Le interrogo con curiosidad Daniela.
“No está mal” fue lo único que dijo Mónica De primeras mientras seguía observando el espectáculo extasiada. Ahora ambos amantes cambiaban de posición por un simple misionero, que en seguida se transformó en una brutal escena de gemidos y placer por parte de ambos participantes.
“coge rico el pendejo este” pensó para sí misma “la está haciendo traspirar a la puta esta” se dijo al final.
-Como le decía nuestros sujetos entrenan constantemente sus habilidades y le aseguro que estas son excepcionales explicaba la mujer mientras se ponía al lado de Mónica.
Ambas observaban como el chico ahora ponía en cuatro a la rubia y le empezaba a dar duro. Ambas observaban la cara mezcla de inocencia y de éxtasis del puberto y el placer absoluto de la rubia a la que le estaban dando la cogida de su vida.
-De Donde sacan a sus sujetos? Pregunto Mónica a la que le costaba cada vez más disimular la excitación que tenía.
-De todo el mundo, chicos abandonados por sus padres o arrancados de ellos, ese no es nuestro negocio exactamente así que no puedo darle mucha información.
El chico exclamo que no podía más y se levantó bruscamente de la cama, la chico también lo hizo y se arrodillo a su lado y abrió la boca para recibir su último premio. El resultado fue una catarata de semen que lleno toda la hermosa cara de la mujer y que incluso llego a caer sobre sus enormes tetas. El chico alzo fuertemente la cabeza hacia el techo tratando de expresar el enorme placer que sentía por todo su cuerpo. La mujer mientras tanto trataba de sacarle unas últimas gotas al pene del muchacho.
-No está mal pero ese pene solo tiene 17 centímetros y ese chico parece no haber durado más de 20 minutos. Quiero lo mejor que tenga no a uno más del montón exclamo Mónica mientras observaba como los 2 amantes se retiraban del escenario. La mujer era por lo menos 2 cabezas más grande que el chico pero aun así este se las había arreglado para darle un gran polvo.
-Creo tener lo que usted está buscando, sígame por favor.
Siguieron a través del pasillo lleno de varias habitaciones en donde la vista era más o menos similar: Una cama grande con un chico de no más de 18 años teniendo sexo con una o incluso 2 mujeres de edad mediana y de cuerpos de modelos. Conto unas 15 habitaciones al menos hasta que llegaron a la última a la que Daniela le señalo como la que buscaba.
-Nuestro mejor sujeto por lejos decía mientras señalaba a una pieza en donde un chico tenía a 3 mujeres hermosas arrodilladas dándole un oral de ensueño. La cara de inocencia del niño contrastaba mucho con la enorme escopeta que tenía entre las piernas y que las 3 mujeres chupaban con enorme dedicación.
Mónica quedo estupefacta con la imagen que tenía ante ella. No podía creer lo grande que era el miembro del chico y a su vez lo pequeño que era, además su cara de nene inocente la calentaba demasiado. Sentía una enorme envidia por las 3 mujeres que ahora llevaban al niño a la cama para disfrutar de ese enorme regalo que el tenia.
-Tiene 18 años y un miembro que como podrá ver supera por bastante lo que usted busca decía Daniela ante el silencio de la clienta. Está con nosotros desde que tenía 2 años y empezó con el sexo a los 15, tiene un promedio de duración de 30 minutos por vez seguía hablando mientras Mónica continuaba observando al chico que ahora tenía a 2 mujeres encima de el saltando una encima de su pene y otra en su cara.
-¿Qué más? Fue lo único que Mónica dijo mientras seguía mirando la escena mas pervertida que había visto en su vida. Y había visto y hecho muchas.
-Es muy tímido eso sí, no habla mucho pero no creo que usted busque a un chico que se destaque por eso. Es el favorito de las chicas de aquí, todas quieren “entrenarlo” y hasta parece que usted lo está rogando.
-¿Cuánto?
-10
-Lo voy a buscar en la tarde.
Daniela quedo sorprendida ante la seguridad con que accedió al precio y con la rapidez.
Ambas se quedaron mirando el espectáculo que tenían en frente por unos 34 minutos exactos que Mónica conto sin disimulo: Ninguna de las 3 mujeres tuvo piedad con el niño que las atendió a todas sin cansancio alguno. Se divertían dándole sus tetas para que el chico las chupe con ganas, incluso eran más grandes que la cabeza del pequeño semental. Al final acabo una cantidad absurda de semen que alcanzo para llenar las lindas caras de las 3 mujeres que exhaustas y satisfechas se quedaron mirando fijamente al niño.
A Mónica le costaba horrores disimular su calentura y su sorpresa ante el espectáculo que presencio. Se sentía muy feliz de haber encontrado lo que buscaba e incluso consiguió más, no podía parar de fantasear con ella y Pamela disfrutando del niño. Queria llevárselo ya.
“Que bien la vamos a pasar pendejo” pensó antes de irse del lugar y dirigirse de nuevo a su auto.
Parte II
Darío el pequeño semental se encontraba sentado en el lujoso lobby de la fortaleza del placer que desde que tenía memoria había sido su hogar. No sabía que sentir cuando le informaron que un cliente lo había comprado, tampoco sabía que esperar, lo único que quería es no terminar con un grupo de locos. O de locas. Pero el miedo comenzó a invadirlo cuando Daniela le aviso que su nueva dueña se acercaba: Veía a una mujer hermosa pero sería muy muy seria cuya mirada fría y penetrante parecía que le quemaba.
Mónica llego y saludo a Daniela con una simple mirada. Miro al pequeño fijamente durante unos segundos y lo vio encogerse en su silla. Eso le provoco un poco de ternura y de ira porque no quería a alguien débil en su vida pero a su vez se tranquilizó porque era algo que se podía corregir pensó.
Daniela saludo por última vez a Darío y le indico que siguiera a la mujer hacia su auto; el chico pareció dudar un poco pero utilizo todas sus fuerzas para levantarse y seguir a la hermosa pero fría mujer rubia que ahora era su dueña.
Mónica lo condujo a un lujoso auto último modelo. Le abrió la puerta y le indico que entre. Dentro estaba Pamela quien miro al niño con curiosidad y le indico que se siente en frente a ella. Darío quedo sorprendido con la belleza y por sobre todo con la calidez que transmitía la hermoso morocha que tenía en frente, que contrastaba mucho con la seriedad y misterio que emanaba la mujer rubia. También muy hermosa.
-Hola Darío como estas? Yo soy Pamela y ella es Mónica, mucho gusto dijo la bella morocha tratando de tranquilizar al chico que se veía bastante nervioso e incómodo.
-Eeee estoy bien muc mucho gusto dijo el chico dudando y con un visible miedo. Observo a las 2 y se sintió un poco más tranquilo al ver la sonrisa de Pamela. Pero era el rostro inexpresivo de la mujer rubia llamada Mónica lo que le ponía nervioso.
-Nosotras 2 somos pareja y nos queremos mucho pero hace rato que estamos buscando a un hombre que nos de cariño y mimos decía Pamela mientras le guiñaba el ojo al chico que escuchaba en silencio. – Y creemos que ese hombre podes ser vos, te gustaría serlo? Le interrogo la morocha inclinándose hacia adelante mostrando su pronunciado escote de donde querían escapar 2 hermosos y enormes senos naturales que Darío miro fijamente unos segundos.
-Emm si si emm ustedes son mis dueñas ahora así que tengo que hacer lo que ustedes me digan decía mientras miraba el escote de Pamela
La morocha rio y se levantó de su asiento y se ubicó al lado de Darío que la siguió con la mirada. No podía dejar de pensar que era la mujer más hermosa que nunca había visto, a pesar de que gran parte de su corta vida se la había pasado viendo y entrenando con muchas mujeres lindas.
-Nosotras no somos tus dueñas le explicaba Pamela mientras le acariciaba el pelo tratando de tranquilizar al chico. – Quiero que nos veas como personas que van a cuidar de vos y que van querer lo mejor para vos a partir de ahora, nunca te vamos a lastimar ni a obligar a hacer nada que no quieras. Me gustaría que nos veas como tus mamis Darío, Te gustaría eso?
El chico asintió en silencio mientras y lo único que pudo decir fue un “si” entrecortado.
A Pamela esta respuesta le causó mucha ternura y entonces se acercó lentamente al chico para besarlo. Lo hacía suave y cariñosamente disfrutando de la experimentada lengua de su nuevo “hijo”. Lo beso lentamente por un buen rato hasta que se separó y mirándolo a los ojos le pregunto:
-Te gusto?
-Sssi si sos muy linda decía Darío mientras no pudo evitar sonrojarse.
-Sos muy tierno mi corazón, creo que nos vamos a llevar muy bien dijo Pamela mientras lo besaba de nuevo y bajaba una de sus manos hasta la entrepierna del niño.
Mientras más acariciaba esa zona más se sorprendía con el enorme bulto que parecía tener Darío bajo sus pantalones. No podía contenerse más, quería probar su inversión, quería tener ese enorme bulto dentro suyo.
-Me contaron que tenes un secretito acá abajo decía Pamela mientras apretaba suavemente la entrepierna de Dario. Puedo verlo? Por favor dijo mientras ponía su mejor expresión de niña inocente.
-Si si se limitó a decir el niño que en este punto también estaba volando de calentura.
Pamela sonrió y desabrocho el pantalón lentamente hasta que pudo sacar el enorme miembro del niño. Su rostro fue de enorme sorpresa ante la vista de seguramente el pene más grande que haya visto en su vida. Y había visto muchos pero ninguno tan perfecto.
Deslizo una mirada cómplice Mónica que no dijo nada ni tampoco reacciono y empezó a mover su mano lentamente provocando gestos de placer en Darío.
-Que cosa tan linda tenes acá abajo le decía Pamela al chico mientras se mordía el labio y seguía con sus movimientos lentos. – Para que esto sea justo yo también te voy a mostrar algo, algo que parece que te gusto mucho, acto seguido Pamela saca a relucir sus enormes tetas. Darío no hace más que un gesto de asombro y Pamela aprovecha esto para hundir la cara del chico en sus gigantescos senos. Ambos disfrutan enormemente, la morocha sintiendo como el niño le chupaba con ganas sus pezones y Darío sintiendo las manos subiendo y bajando en su pene, además de esas 2 bellezas en su cara que chupaba y sobaba con a gusto.
Pamela hizo que el chico se parara en frente de ella y por fin pudo ver el tamaño completo del pene de Darío. – Puedo chuparlo mi vida?.- Si mami respondió Darío. Esta respuesta hizo que la morocha se excitara aún mas y comenzó a chupar lentamente el enorme pedazo que tenía en frente. Tuvo que hacer enormes esfuerzos para que entrara en toda su boca, mientras le acariciaba las bolas y miraba fijamente la carita de ángel que Darío tenia. Poco a poco fue subiendo la velocidad de su chupada hasta que agarro el miembro con ambas manos y empezó a pajearlo muy fuerte mientras seguía chupando la cabeza del pene. Todo el tiempo lo miraba a los ojos a Darío y lo que veía la calentaba aún más: la cara de inocencia del chico mezclada con un enorme placer producto de la violenta chupada que estaba recibiendo.
-Esta rica la paja de mami? Le decía Pamela mientras seguía pajeando con ambas manos al niño y proseguía a probar las bolas afeitadas.
Darío solo gozaba y gemía el gran trabajo que su nueva mami le hacía con maestría. Más aun fue su placer cuando Pamela puso su pene entre sus enormes tetas y empezó a turquearlo provocando los gemidos del chico que luchaba por no acabar aun.
-Cojeme mi niño ya no aguanto más le dijo Pamela al punto que se sentaba de nuevo y abría sus largas y trabajadas piernas.
Darío hizo lo que le enseñaron y metió su cabeza sin dudarlo entre sus piernas y comenzó a chupar los jugos de Pamela con mucho gusto. La morocha intento apartar al chico pero este se resistió y siguió chupando su vagina. Pamela se retorcía de placer y no paraba de gemir como una perra en celo. Le estaban dando uno de los mejores orales de su vida y era de un chico de apenas 18 años.
-Hay boluda lo que chupa este pendejo decía mientras miraba a Mónica que no había dicho nada aun y que solo se limitaba a mirar.
Darío subió y empezó a chupar de nuevo las tetas de Pamela con mucho gusto hasta que la morocha lo obligo a subir hasta sus labios y lo beso con pasión y violencia metiéndole la lengua hasta la garganta. Cuando se separaron la morocha lo miro a los ojos y le dijo que no vuelva a hacer eso y ambos rieron y se volvieron a besar.
El chico no quiso hacer esperar más a su nueva mami y le introdujo su pene lentamente. Sintió el interior caliente y mojado de Pamela y de a poco empezó a moverse más rápidamente. Ambos gemían y gozaban enormemente. Darío disfrutaba ver las grandes tetas la morocha que se movían por todos lados, las apretaba, las chupaba y estiraba sus pezones. Pamela por otro lado no podía creer la cogida salvaje que le estaba dando ese chico tímido y callado que hacía unos minutos había entrado a su auto. Tras varios minutos Pamela acabo y soltó un grito que ahogo en los labios del niño tímido que ahora tenía por “hijo”.
-Que niño más zarpado sos había sido le decía Pamela Mientras le indicaba a Dario que se acueste. Se subió arriba y lo monto sin piedad y con violencia mientras Mónica los seguía mirando sin decir nada. El chico volvía a gozar del espectáculo de las tetas de la morocha subir y bajar con fuerza esta vez más cerca de su cara, le encantaba chupárselas, eran las mejores tetas que había visto en su vida. Darío miro por un momento a la rubia que no parecía querer unirse a su fiesta. Pamela se percató de esto y se acercó para besar nuevamente al chico y le dijo después al oído:
-Cuando vayas a acabar quiero que le llenes de leche toda su cara mi vida le dijo Pamela mientras le mordía el oído con delicadeza. – No se va a enojar? Le pregunto Darío dudando un poco. Pamela le hizo un gesto de negación y reanudo sus saltos encima de Darío.
Pamela se levantó exhausta y se puso en 4 y el chico se puso atrás de ella y empezó a bombear cada vez más fuerte haciendo gozar enormemente a su mami. Pamela esta extasiada con la cojida que Darío le estaba dando, parecía que el chico no iba a acabar nunca. El niño quiso seguir disfrutando las tetas de Pamela y la tomo con ambas manos haciendo q su espalda se levante y asi pueda seguir viendo como esos senos saltaban y saltaban. La morocha pego su cuerpo al del niño y siguió moviéndose con maestria y rapidez.
-Parece que te gustan mucho mis tetas decía Pamela mientras besaba con pasión al niño y sentía como iba a acabar una vez más. – Quiero que me las chupes todos los días le dijo a Darío mientras lo miraba fijo y con el rostro traspirado. – Si mami respondía el chico mientras aceleraba sus embestidas.
Siguieron con ese espectáculo lleno de pasión y morbo por unos 37 minutos que Mónica conto con su reloj. Dario le hizo una seña a Pamela de que no podía más y ella le señalo lo que debía hacer. El chico lo dudo, le daba miedo cumplir lo que la morocha le pedía pero al final se levantó y se puso en frente a la rubia de rostro serio e inexpresivo y comenzó a masturbarse para acabar de una vez. Monica no dijo nada solo lo miro fijamente a Dario que acabo en toda la cara y en gran parte de la camisa blanca que la rubia llevaba puesta. El chico se golpeado por el placer y por la preocupación de como podía reaccionar Monica retrocedió unos pasos. Pamela se sentó al lado de su pareja y comenzó a besarla con pasión y euforia mientras el semen del niño se mezclaba en sus bocas con su saliva. Darío observaba todo con una mezcla de placer por ver a 2 mujeres hermosas besarse en frente de el y de desconcierto por que no sabía que iba a pasar.
-Que duro te dio le dijo Mónica con la cara, el pelo y su camisa llenos de semen.- Estas muerta eh dijo la rubia riendo, Tenía una hermosa sonrisa pensó Dario.
-Lo que coje este pibe decía Pamela mirándolos a ambos y recostándose en las piernas de Mónica visiblemente cansada y satisfecha. – Faltabas vos nomas dijo y ambas se rieron mientras el niño estaba parado, desnudo y sin saber que hacer en frente a ellas.
-La próxima será, no cierto lindo le dijo Mónica y le dirigió una mirada llena de lujuria a Darío.
Esto recién empezaba se decía el niño mientras trataba de imaginarse todas las cosas que iba a hacer estando solo en una casa con 2 hermosas ninfómanas.
Continuara…

3 comentarios - Conviviendo con Pamela David y Monica Farro 1

Saynomore777
Yyy hay menores de por medio. Seguro que te lo van a querer bajar de nuevo. Buen relato!
Rammstein_95-11
Puede ser por eso pero lei peores relatos aca y todavia estan en la pagina.
cristian0407
el relato en si me encantó, pero creo que seria aun mejor si sacaras a los menores del medio... tranquilamente podrian haber sido pendejos de 18 o 19....