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relato
Esto empezó un par de años atrás, cuando Mariana Cordoba estuvo en capital por unos dias. No podia perderme esa terrible yegua, y aunque costaba un huevo, cosa de un roca por centimetro de pija, y yo no sabia si me iba a bancar esa poronga, fui a verla. La pase genial, me re-cogió, y me enamoré de la sensación de tener el culo recontra abierto por esa pija. Sentirla como me dilataba el orto y me forzaba a recibirla hasta el final fue el paraiso! tanto, que volvi un par de veces, hasta que se fue. Ahí empece a frecuentar traviesas pijudas, cuanto mas gorda la pija, mejor, mas placer, mas puto me sentia. Probe tambien con un par de chongos muy bien dotados, pero no eran lo mio, la pija estaba buena, pero faltaba el lado femenino. También estuve con minas que les gustaba cogerse a un tipo, me gusto más que los chongos, pero faltaba la carne de pija, la leche. Segui con las traviesas, pero tanto va el cantaro a la fuente que llego el momento que cualquier poronga entraba en mi culo como Pedro por su casa, estaba bueno que me cogieran, pero faltaba esa sensación de dilatacion total, de violación. Podia comprar un dildo enorme, pero una paja no tenia gracia, y con una mina, era mejor que nada pero... Al final, fui a hablar con una traviesa que me habia hecho el orto varias veces, bien pijuda y guarra afull, le conte lo que me pasaba, y le hice mi propuesta. Tarde o temprano yo iba a terminar con el orto reventado, aceptando cualquier penetracion, la cosa era llegar a eso gozando bien el camino. Le dije que podia hacer lo que quisiera con mi culo, pero no que reventara de una, queria de a poquito, sentir como me iba abriendo mas y mas, queria la sensacion de algo que obligaba a abrir mi culo todavia mas. Le brillaban los ojitos, me pregunto si era vale todo, le dije que si, que podia divertirse conmigo como quisiera. De ahi en mas fue total, cuando iba a verla me hacia comer su pija un buen rato, boca y culo, y despues se hacia la fiesta, aparatos de todo tipo, imitación de animales (ahhh, la morsa!!!), inflables, médicos, orgias con dos pijas en mi culo (divino!), a todo yo decia que si, y la gozaba a morir. Depues vino el fisting, increible! y ahora llego al limite, hace un tiempito me fistea con las dos manos, y cuando las tiene adentro hace fuercita para dilatarme mas, y empuja mas adentro, hmmmm!!!!!...
autor: desconocido
fuente: traviesas.net
ella es mariana cordoba
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relato
Esto empezó un par de años atrás, cuando Mariana Cordoba estuvo en capital por unos dias. No podia perderme esa terrible yegua, y aunque costaba un huevo, cosa de un roca por centimetro de pija, y yo no sabia si me iba a bancar esa poronga, fui a verla. La pase genial, me re-cogió, y me enamoré de la sensación de tener el culo recontra abierto por esa pija. Sentirla como me dilataba el orto y me forzaba a recibirla hasta el final fue el paraiso! tanto, que volvi un par de veces, hasta que se fue. Ahí empece a frecuentar traviesas pijudas, cuanto mas gorda la pija, mejor, mas placer, mas puto me sentia. Probe tambien con un par de chongos muy bien dotados, pero no eran lo mio, la pija estaba buena, pero faltaba el lado femenino. También estuve con minas que les gustaba cogerse a un tipo, me gusto más que los chongos, pero faltaba la carne de pija, la leche. Segui con las traviesas, pero tanto va el cantaro a la fuente que llego el momento que cualquier poronga entraba en mi culo como Pedro por su casa, estaba bueno que me cogieran, pero faltaba esa sensación de dilatacion total, de violación. Podia comprar un dildo enorme, pero una paja no tenia gracia, y con una mina, era mejor que nada pero... Al final, fui a hablar con una traviesa que me habia hecho el orto varias veces, bien pijuda y guarra afull, le conte lo que me pasaba, y le hice mi propuesta. Tarde o temprano yo iba a terminar con el orto reventado, aceptando cualquier penetracion, la cosa era llegar a eso gozando bien el camino. Le dije que podia hacer lo que quisiera con mi culo, pero no que reventara de una, queria de a poquito, sentir como me iba abriendo mas y mas, queria la sensacion de algo que obligaba a abrir mi culo todavia mas. Le brillaban los ojitos, me pregunto si era vale todo, le dije que si, que podia divertirse conmigo como quisiera. De ahi en mas fue total, cuando iba a verla me hacia comer su pija un buen rato, boca y culo, y despues se hacia la fiesta, aparatos de todo tipo, imitación de animales (ahhh, la morsa!!!), inflables, médicos, orgias con dos pijas en mi culo (divino!), a todo yo decia que si, y la gozaba a morir. Depues vino el fisting, increible! y ahora llego al limite, hace un tiempito me fistea con las dos manos, y cuando las tiene adentro hace fuercita para dilatarme mas, y empuja mas adentro, hmmmm!!!!!...
autor: desconocido
fuente: traviesas.net
ella es mariana cordoba
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6 comentarios - Las traviesas me cacerolearon