Fantasmas en la calle Bernardez. Trio hmh

Fantasmas en la calle Bernardez. Trio hmh


Fantasmas en la calle Bernardez. Trio hmh


Una historia verídica.

Hay una casa en Castelar donde se dice que hay fantasmas, por las noches se escuchan gemidos y rechinan los muebles. Todos los vecinos dicen que la casa está embrujada, que todavía está el espíritu de alguien que vivía allí y hace años falleció.

Pero no es así hoy les voy a contar lo que sucede en realidad.

Hace varios años en esa casa vivía un amigo, Gustavo. En ese tiempo teníamos alrededor de trece años. Con el vivimos la etapa de dejar la niñez y comenzar la adolescencia, comenzar a experimentar esa ebullición de hormonas, cada vez que estábamos con las chicas del barrio, aunque ese estar no pasaba de algunos besos y roces, pero para nosotros era fantástico.

Así pasaban nuestros días de semana, escuchando música, andando en bicicleta y correteando a nuestras vecinas, a quienes a toda costa tratábamos de llevar a escuchar música a su casa (sus padres no estaban en todo el día porque trabajaban) a ellas les gustaba ir, estaba todo bien pero a lo sumo con suerte nos dejaban tocar alguna teta. Estábamos muy calientes!!!

Un día cuando llego de mi escuela al mediodía Gustavo (no íbamos a la misma escuela) pasa a saludarme y me dice:

- Venite a las tres de la tarde que en casa tengo una sorpresa.
- Bueno paso, pero solo un rato, porque tengo que estudiar para mañana.
-Dale...te espero...

Tal cual, a las tres de la tarde estaba tocando timbre en su casa. Toque varias veces timbre porque parecía que no estaba y cuando estaba a punto de irme entre abre la puerta y me dice: pasa rápido que estoy en bolas.
Paso veloz y cierro la puerta y si... mi amigo estaba desnudo. Le digo boludo que haces en bolas?
a lo que me responde: _”vení que te muestro”.

Fuimos caminando por el pasillo hasta su habitación, entramos y me encontré con su sorpresa...
En su cama estaba Karina una chica que iba a mi escuela y un año más que al que iba yo.

Karina era una rubiecita pechugona con muy lindas curvas, en la escuela tenía fama de si fácil, pero yo, nunca le había dado bola a esos comentarios porque por lo general provenían de pajeros que hablaban mucho de sexo pero no se animaban a decir hola a las chicas del colegio.

Que sorpresa!!!!
Sorpresa tanto para mi como para Karina que también estaba en bolas y no sabía cómo taparse.
Lo único que atiné a decir fue:

- Hola Karina como estas Bien???_ Creo que fue con una voz bien finita y mi mejor cara de pelotudo...

- GUSTAVOOOO QUE HACE ESTE PIBE ACAAAAA!!!!! dijo Karina

Mas que excitante me pareció una situación de mierda... Entonces Gustavo respondió:

_ Él es mi amigo... y hacemos todo juntos... así que si yo hoy cojo por primera vez con vos... Por qué no puede cojerte también él?
Karina puso una cara de entre asombro, calentura (enojo) y dijo:

_Ni en pedo!!!!
Entonces yo les digo:
_chauuu yo me voyyyy....
_No loco, vos no te vas a ningún lado, te quedás aca.
_Si me voy
_No te vas

Así estuvimos un rato hasta que Gustavo me pidió los deje solos un momento, pero no me vaya.

Volvíí al living, primero escuché que discutían en voz alta, después en voz baja, luego se produjo silencio. Al rato vino Gustavo y dijo:

-Ya está todo arreglado, mientras nosotros cojemos vos haces mates. Te va?
A lo que le dije encogiendo los hombros: _ y bueno… dale...

Primero fue muy gracioso porque calenté el agua, preparé el mate, fui al dormitorio y me senté como si nada a tomar mates mientras ellos cojían.
En un momento Gustavo me dijo:
- Boludo te dije que cebes mates para todos!!! no que tomes mates mientras nosotros cojemos!!!

Jajaja y así fue, a Karina le había parecido copada la idea de cojer mientras yo les cebara mates en la cama. Ella cada vez que agarraba el mate, se reía diciendo:
_Que placer!!!

Para mí era algo totalmente nuevo estar frente a una chica totalmente desnuda, mi amigo encima, y ver como su pene erecto entraba y salía de su concha. El subía y bajaba mientras ella me miraba y gemía..

Pasó como una hora entre mateada y cojida hasta que decidí irme, con la panza llena de mate y mi pija a punto de explotar. Me levanté, lleve el equipo de mate a la cocina y le dije a Gustavo me cerrara la puerta que me iba.
El asintió y me acompañó a la puerta, antes de salir le dije;
_ Esperá que saludo a Kari y me voy.
_Dale…y gracias por los mates_ me contestó levantando una ceja y sonriendo.

Vuelvo a la habitación y le digo chau Kari… me agacho, le doy un beso, cuando me incorporo quedo parado con la pija erecta, quedando dibujada su forma en el pliegue del jogging. Entonces ella se rió, se me acercó y suavemente me bajó el jogging... mi pija saltó como un resorte... la tomó suavemente y comenzó a chuparla.
De repente entró Gustavo y dijo:
-Menos mal que no querías!!!!
Era la primera vez que me hacían sexo oral!!!... estaba fantástico!!!, ella tomaba mi miembro, se lo metía en la boca, lo chupaba como si fuera un helado mientras me miraba a los ojos provocativamente. No llegaron a pasar dos minutos que la saqué de su boca y acabé…
Gustavo dijo correteee y comenzó a cojerla, mientras yo corría al baño.
Regresé, me puse un forro, él se corrió y comencé a cojerla, mientras ella se la chupaba a el...
Estuvimos teniendo sexo los tres frenéticamente hasta las diez de la noche... Acababa uno, salía, entraba el otro, cambiábamos de poses… tenía orgasmos… mi pene seguía duro, como si fuera de yeso.
Fue como si los tres fuéramos uno. Solo se escuchaban gemidos y chillidos. Acabábamos y volvíamos a cojerla.
Se hizo tarde, Karina y yo nos teníamos que ir.
Prometimos en unos días volver a encontrarnos los tres y repetir la cojida.
Pasaron muchos días, nos encontrábamos en la escuela pero nunca podíamos coincidir en el nuevo encuentro.
Pasaron años, pero cada vez que nos cruzábamos, nos reíamos, recordábamos lo bueno que la habíamos pasado, y también coincidíamos en que por las noches a la hora de dormir, una vez en la cama siempre venían a nuestras cabezas el recuerdo, cojiendo los tres y obvio, también yo cebando mates!.

Y es por eso que los fantasmas de la calle Bernardez no existen.
Somos nosotros que cada noche en nuestras camas recordamos aquel encuentro, volvemos a hacer chillar los muebles y lo que se escuchan son nuestros gemidos.

Hasta pronto!

2 comentarios - Fantasmas en la calle Bernardez. Trio hmh

shad_t
Ehhh no esta mal, pero falta mas énfasis en acto sexual en si.