Luis y Tomás. otra historia de la oficina

¡Dios! Creo que nunca en mi vida necesite tanto escribir como hoy…
Creo que quizás poniendo en letras las imágenes que guarda mi cabeza pueda exorcizarlas.
Los que alguna vez han leído mis textos no se imaginan para nada lo que voy a describir ahora, así que si no les va lo “gay” H-H no sigan leyendo.
Sí, es lunes otra vez. Y otra vez estoy mirando las grabaciones. Las cosas en la oficina están tan tranquilas que me aburro horrores, están casi tan aburridas como mi vida privada. Me preparo le equipo de mate y me siento a observar, como una voyeur de medio tiempo, la vida en la oficina.
En el fondo me gustaría que entrara alguno de los chicos y me pidiera que saltara o no informara tal o cual día. Pero no sucede nada.
Las horas van corriendo rápidamente en las seis cámaras. En la cámara tres (la que graba lo que pasa en mi sector) veo como dos de los chicos, tomas y Luis para ser más específica. Discuten acalorados. No abro la ventana, porque yo estaba durante la discusión. Se habían peleado porque Tomás Apoya las políticas neoliberales del gobierno y Luis es todo lo contrario, aunque él se define como peronista, yo diría que es más marxista… en fin no es importante.
Se ve como Emiliano y Fernando intervienen para que la discusión no pase a mayores.
Luis sale de la oficina muy enojado y puedo ver que se va al patio (el patio es un pequeño espacio de 3 X 4 metros, rodeados de muros y con una sola planta, no hay nada, ni sillas ni nada) ahí no hay cámaras, así que solo lo sigo hasta que cruza la puerta de vidrio y a través de ellas puedo ver sus pies ir y venir y supongo que estará fumando para calmarse. Veo que Mauro sale al patio a hablar con él.
No abro ninguna ventana. Ni la discusión ni la posterior ni las arengas para que se calmen son interesantes. Así que lo dejo pasar a velocidad 4X.
Me veo a mi misma juntar mis cosas y salir (siempre me va resultar raro verme a mí misma… en fin), pocos minutos después que yo se van Ver, Mauro y Emiliano. Luis está sentado en su box, golpeando el teclado y Tomás escribe a mano.
Veo que los chicos de la mesa de recepción se acercan y al ver que son pasadas las dos de la tarde supongo que ya se van.
Luis y Tomás se quedan en sus escritorios un rato más. Hasta que Luis se levanta y se va a la cocina. Vuelve con dos tazas y le deja una a Tomás que alza la cabeza y lo mira. Dice algo…
Pauso el video. Saco del cajón los auriculares y me los pongo. Abro la ventana tres. Retrocedo un poquito la grabación y observo.
- ¿Tendrá veneno? Pregunta Tomás. Luis sonríe.
- No, pendejo. Es solo una sopa instantánea.
- No me digas pendejo. <ya empezaron de nuevo> pensé.
- ¿Cómo no queres que te diga pendejo, si te portas como uno? Respondió Luis. Dejando la taza sobre el escritorio de Tomás.
- ¿y cómo se supone que se porta un macho adulto, de verdad? Preguntó Tomas con ese tono clasista que suele desesperar a Luis (y porque no decirlo a mi también) parándose y poniéndose frente a Luis. Quedaron a escasos centímetros uno del otro.
En ese momento no sé qué paso. Y miren que retrocedí y volví a pasar el video varias veces en cámara lenta. Un segundo después se estaban comiendo la boca. SIIII. Dos tipos que hasta ese preciso momento yo jamás y re afirmo, jamás hubiera pensado. Se comían la boca mutuamente.
¿Por qué nunca los hubiera creído capaz? Porque los dos tienen parejas, mujeres. Uno está casado y el otro de novia hace mucho. Uno de ellos es muy misógino y el otro roza lo homofóbico… ahora que lo escribo me doy cuenta que para algunas cosas aun soy bastante ingenua. En fin… Sigo.
Las manos de uno y del otro se escurrieran entre las piernas de su partener, hasta que los pantalones fueron desprendidos. Luis le puso la mano en el hombro a Tomas y lo empujó hacia abajo y él no puso demasiada resistencia. Al principio le chupaba el glande poco a poco, le pasaba la lengua por toda la polla hasta los huevos, estuvo así varios minutos hasta que Luis le dijo:
-Comete la polla quiero ver cómo te la tragas. (<puaj!> pensé, pero no cerré ni apure el video)
Tomas se la metió en la boca y tragaba lo que podía. Empezó un mete-saca bastante rápido en el que Luis aprovechaba para apretarle del cuello y metérsela masa. Tomas hizo una arcada y se separó.
- Acóstate en el piso de costado. Le indico Tomas a Luis. cuando este lo hizo. Tomas se acomodó y quedaron en un 69 de costado. Luis no necesitó que le indicaran nada más y comenzó a comer pija.
Por el sonido de los gemidos estoy casi segura que el primero el acabar fue Luis pero tomas apenas tardo nada en llegar. Ambos tragaron como unos campeones (y permítaseme la opinión: se nota que no era la primera vez que lo hacían)
Los dos se levantaron y acomodaron la ropa. Tomás fue el encargado de romper el silencio.
- ¿telo? Preguntó sonriendo.
- Si… acá es incómodo. Respondió Luis antes de ir a su Box y juntar sus cosas para salir los dos.
A veces pienso si en todas las oficinas pasan estas cosas…

2 comentarios - Luis y Tomás. otra historia de la oficina

exiliado39 +1
ja tremendo relatado por vos me gusta que perra insaciable sos por favorrrrr+1
Lady_GodivaII +1
Jajjaa tanto tiempo sin que apArezcas por aca. Se extrañaba