2da entrega de Micro Relatos

Buenos dias, les dejo el segundo recopilatorio de relatos cortos de ficción basados en fotografias de la comunidad.
Agradesco nuevamente a todos los que comentaron, puntuaron y compartieron mis anteriores post.
Les dejo 4 micro relatos.

Mi novio y yo no tenemos intimidad. Bueno, eso piensa mis padres. Mi novio es un chico bueno, mi amigo que esta conmigo y me da besos a escondidas cuando creo que mis viejos no ven (aunque se que espían por una ventana) Nunca me ha metido mano ni se ha sobre pasado conmigo. Han vigilado desde todos los rincones para asegurarse de que aun sea pura y virginal.
Sigo siendo pura y virginal, de ciertas partes de mi cuerpo. Y aunque mis queridos padres piensan que me han vigilado bien, les dire que he dejado que mi chico me de placer en frente de sus narices. Cada una de las veces que él ha venido a cenar, a almorzar, a pasar la tarde con sus “suegros”, todas las veces encontramos el momento donde la guardia de ellos baja y nos escabullimos al baño a gozar de nuestros sexos.
Siempre debe ser rápido, hay poco tiempo, unas veces él me besa rápidamente la conchita, por arriba de la bombacha para ganar una ricos segundos y otras soy yo la que siento crecer su pija en mi boca. Nunca llegamos a un orgasmos, aun no le di su “final feliz”. Cuando mis manos ya se calentaron por el frote con su pene o sus dedos comienzan a humedecerse y ponerse pegajosos luego de estar unos segundos dentro de mi vagina, es momento de salir. Las toallas del baño esconden mis alaridos y no los dejan salir de mi boca y los dientes de mi amor se gastan de tanta fuerza que hacen por no gritar mientras sostengo y aprieto sus bolas.
Volvemos por separados ante la presencia de mis padres, el ultimo en llegar es el que se queda pasándose agua por la cara y eliminado las pruebas de manos, boca o de la entre perna.
Nos damos placer y a ellos les preocupan cuanto tiempo estamos dándonos un chupon en le marco de la puerta de salida.

La imagen es parte del post “Compilado para vaciarse” de @kronos_999



Atravieso la fría oscuridad, con dudas. “Busca, ella te espera ahí dentro” me dijeron al dejarme solo frente a la puerta “¿Quién es ella? ¿Como luce?” Me interne en la sala sin recibir respuesta.
Mis pasos retumban en todo el salón en penumbras. He sido estafado, nadie me espera aquí dentro. Solo estoy yo… En ese momento mis pensamientos se acallan, escucho movimientos frente a mi, alguien a notado mi presencia y no se queda quieto. Siento un calor frente a mi que atraviesa la fría oscuridad. Un calor sensual, un calor femenino.
“Quieto” Una voz suave me dice y elimina la oscuridad que la rodea. Lo primero que veo iluminado por la lámpara es la piel blanca, lisa como una tela virginal. Los únicos centímetros de su piel que no son del tono leche son sus pezones, ligeramente mas rosados y la fina abertura de su entre pierna que me mira, y se abre lentamente a mi presencia desde el sillón donde esta mujer desconocida me espera.
“¿Quién eres y porque te ocultas tras ese antifaz pero dejas todo el resto de tu cuerpo a la vista?” Le digo mientras me siento a su lado. Esta desnuda y me excita cada poro de mi ser pero no me fijo en su cuerpo. No puedo apartar la vista de sus ojos tras los agujeros de la mascara.
“Soy Placer, y lo que importa de mi esta a la vista. Bajo la mascara no hay nada que a los hombres que vienen a buscarme les incumba” Se acerco a mi y me dio un beso apenas apoyando sus labios con los míos, fue suficiente para que su calor me colme, no había mas oscuridad fría para mi en ese lugar. El misterio de la mascara no estaba planeado, pero yo había pagado por algo único y lo estaba teniendo.
Placer hizo el trabajo, me desajusto el pantalón y con una facilidad admirable introdujo mi pene en su interior y comenzó a moverse arriba mío a un ritmo constante. Me llegaba el calor de sus suspiros a mi cara y yo solo podía saborear aun mas su figura bajo mis manos. Recostada en el sillón fui yo el que continuo con los movimientos. Al cerrar los ojos estos se perdían tras en antifaz.
La luz de la lámpara nos seguía iluminando cuando mi semen cubrió todo su pecho. Me costo ver donde la había manchado, ella era muy blanca.
“Espera, no te vayas aun” me subía los pantalones rápidamente, y antes de internarnos nuevamente en la oscuridad le pregunte “¿Cómo es el rostro de esta diosa llamada Placer?”
Ella se dio vuelta y me sonrío, mi pene volvía a ponerse erecto “No, hoy no lo sabrás. Y se que volverás muy pronto para intentar descubrirlo. Una y mil veces volverás, esperanzado que algún dia te reciba con la cara desnuda. Pero no será así, nunca. Pero volverás” Dio unos pasos hacia atrás y desapareció. Y tenia razón, volví, una y mil veces volví a pagar esperanzado resolver ese misterio de Placer.

La imagen es parte del post “Superpendejas 18 megapost 21” de @teto37



Luego de que los constante avance de su padrastro se volviera molesto e irritantes. La joven llego a un acuerdo con él. Ambos decidieron ceder en sus deseos. Llegar a un punto medio en lo que el quería y lo que ella podía aceptar.
Ella tiene un novio, al que se entrega en forma plena. Su joven hombre hace uso de su cuerpo en forma sexual como sus impulsos se lo dictan. No hay centímetro de su piel que no ha sido rozada por el enorme pene del joven, no hay orificio donde su pegajosa leche no ha entrada. Y por momentos ella olvida que su boca también puede besar sus labios, la costumbre esta en posicionarlos alredor de su tronco o en la circunferencia del ano del joven.
El por su parte tiene una virilidad concentrada que no puede liberar de la forma común. La madre de la muchacha, su esposa se reusa a complacerlo, a tener relaciones con el, a cojer. Las excusas que pone son todas las conocidas por el sexo masculino y muchas mas. La pornografía y la paja se volvieron casi un hobby, su mujer lo sabe, pero parecía que le gusta verlo sufrir.
La seducción fue mutua entre ellos, uno avanzaba y le otro nunca puso freno. Ambos, el hombre y la hijastra, mostraron las cartas y el objetivo fue claro, llegar a los orgasmos mas grandes imaginables. Pero el amor que la joven tenia por su novio fue mas. La infidelidad no estaba en sus planes, por mucho que anhelara el pene prohibido, el miembro dejado de lado por su progenitora. El hombre que se caso con su madre acepto a regañadientes que la niña no seria la encargada de satisfacerlos. Ambas mujeres en esa casa lo rechazan. Pero antes de verlo sumido nuevamente en la masturbación virtual, la chica cedió, un poco.
El acuerdo era claro: Ella dormiría siempre que el estuviera en la casa y su madre no, y lo haría con su calzones bajos, mostrando al mundo su concha joven. El podría pajearse con ese espectáculo, con la imagen real de su vagina ahí presente. Ella dormiría y la infidelidad no existiría. El padrastro podría ver, pero no tocar, imaginar mas no concretar. Ella le daría desahogo sexual sin ser conciente de eso ya que en sus sueños ella se encontraba con su novio que la tocaba y la penetraba.
Todas las tarde, la secuencia era la misma. Ella de constado profundamente dormida con su rosada abertura dispuesta para que su padrastro pudiera sentarse en una silla con los pantalones bajos y frotar de la forma que mas a gusto sintiera su pija. El semen debe quedar siempre en sus manos, sin manchas sobre ella, sin pruebas. La fantasía era solo de el, el cuerpo de la niña solo del novio.
El hombre era feliz.
La chica disfrutaba de las fuertes cogidas con su novio y, a veces, despertar durante esas tardes y escuchar los gemidos del marido de su madre detrás de ella, sin que sepa que ella incumplía el pacto con él y con su novio. Ella quería escuchar esos suspiros mientras el fresco aire de la tarde hacia cosquillas su labios vaginales.

La imagen es parte del post “Limpiate bien despues que te corras 2” de @kristiansts



Yo soy una…y soy muchas. Sola frente al espejo me veo como realmente me siento.
Dicen que las mujeres podemos tener muchas personalidades. Nos acusan de falsas, de que nos mostramos con una cara y tenemos otras. Puede ser verdad. O no. La verdad es que nunca nos vemos como somos, ven una de nosotros. Hay muchas y cada persona ve una sola. Aquí desnuda, con mis pechos bajo la luz fría del baño me encuentro con mis otras yo. Todas Yo. Todas una. Juntas Una.
Yo soy la que aun mira películas infantiles, recostada en la cama, con una remera holgada y una pequeña bombachita rosa de corazones rojos que aprieta su entre pierna fuerte con ambas manos, porque es divertido y da cosquillas ahí abajo. Pero esa bombacha esta mancha por mi otro yo.
Porque también soy la que se goza el sexo arriba de los hombres, la que los monta y deja que sus grandes pijas se introduzcan hasta el final de mi vagina. La que marca el ritmo y jadea mientras araña sus pechos.
Convivo con mi otro reflejo, aquella que quiere ser la perra de todos, lamer porongas mientras escucha “Te gusta la pija, putita” y recibe cachetas muy fuertes en los cachetes del culo cuando me convierto totalmente en la perrita. Y las nalgas enrojecidas las sufre la otra Yo, la que deja que nuestro tío nos meta mano por debajo de la pollera, ella sufre por la Yo inocente, por la Yo calentona, por la Yo sumisa.
Todas están aca conmigo, siempre una, muchas y una. Son mis pechos, y los de ellas; son mis labios, y los de ellas; es mi entre pierna y las de ellas. El sexo es mio… y el placer es de todas.
Soy Una pero gozo como si fuéramos miles.

La imagen es parte del post “Otro Epico Despilfarre De Bellezas Amateur II” de @Tecnopata



Muchas gracias por leer
Saludos comunidad