Un verano caliente. Capítulo 15

Un verano caliente. Capítulo 15

Esta es la historia de Julián, un chico de 23 años que después de pasar el mejor verano de su vida nos cuenta las historias que vivió y nos mantiene calientes en este invierno frío. Esta historia es ficción, eso no quiere decir que algunos hechos no sean reales…


Capítulo 15: El desafío (Parte 1)
El viernes decidí tomármelo con calma. Después de casi 3 días de haber tomado como una bestia y de haber tenido sexo con dos desconocidas preferí quedarme en casa para descansar. Dormí casi toda la mañana y al medio día cuando empezaron a llegar los mensajes de los chicos les dije que estaba muerto de cansancio y que ese día no iba a ir al club. Después de comer me tiré un rato en la cama hasta quedarme dormido, pero nuevamente los mensajes me despertaron.
Al principio creí que eran los chicos del club, pero en realidad eran mensajes de otro grupo, el grupo de la facultad. Celeste estaba de vuelta en Rosario y era solo por unos días, ya que se iba a ir de vacaciones con sus amigas y quería que nos juntáramos a tomar algo o a comer. Daniel y Oriana (la pareja del grupo) les dijeron enseguida que ellos no tenían problema, Martín también contestó enseguida y Guillermina fue la última en decir que no tenía problema. Al ver que había concurrencia me motivó y decidí invitarlos esa noche a mi casa. Como Cele ya había hecho planes quedamos para el día siguiente, el sábado 9.

Me levanté tipo 11 ya un poco más descansado y después de almorzar fui al súper para tener todo listo para esa noche. A la tarde fui un rato al club donde los chicos me gastaron porque no me acordaba nada de lo que había pasado con Juliana adentro del boliche, y cuando les conté de que lo habíamos hecho en la pileta no podían parar de reírse. Tipo 7 volví a casa, me bañé y dejé todo listo para cuando llegaran los chicos.
A eso de las 10 ya estábamos todos en casa y empezamos a comer y a tomar algunas cervezas. Cele nos contó de su viaje a la Brasil con su familia y como estaba preparando todo para irse ese lunes una semana a la costa con sus amigas. Guillermina y Martín ambos se iban la segunda quincena y también hablaron de cómo estaban preparándose para viajar. Por su parte, Daniel y Oriana ya hacían vida de casados hace un tiempo y tenían pensado irse en Semana Santa unos días a Mendoza los dos solos, por lo que estaban ahorrando bastante. Hablamos un poco de todo y después de la comida empezamos con algunos tragos. Los chicos fernet, las chicas más variado.
La conversación no tardó en inclinarse hacia un marco sexual cuando Guillermina nos contó que hacía dos noches la había invitado un flaco con el que salía a quedarse en su casa. Ella fue y obviamente lo hicieron, pero lo que le sorprendió a ella y por eso lo contó, es que al loco le gustaba que ella le dijera cosas que lo excitaran.
- De entrada me dijo “hablame”.- Nos contaba guille.- ¡No se qué significa hablame! Yo empecé a preguntarle si le gustaba, para colmo yo estaba encima de él.- A medida que lo iba contando se iba matando de la risa.- Pero me decía que le diga cosas más zarpadas. Yo no sabía dónde meterme.
- ¿Y qué le dijiste?- Le preguntó Oriana que era la más interesada en el tema.
- Le empecé a decir que me gustaba mucho su pija, que quería que después me cogiera él a mi… ¡No sé! Nunca hice algo así y me sentía re rara.
- Se tiene que dar en la situación.- Le dije yo.- Una vez yo estando con una flaca nos empezamos a decir cosas.- Le conté acordándome de mi noche con “La Flaca” la amiga de Cecilia.- Pero se dio ahí en el momento.
- Que bizarro.- Dijo Celeste riéndose.
- De última decile que él te hable a vos la próxima vez, así sabes que le gusta.- Le dije yo.
- Vos tenías una época donde hablabas más.- Le dijo de la nada Oriana a Daniel.- Ahora estás más calladito.
Obviamente a todos nos sorprendió ese comentario. Ori y Dani solían mantener su vida íntima bastante oculta. Una vez los vimos manoseándose mal en una fiesta, pero era porque los dos estaban terriblemente mamados. Y ese comentario no podía ser sobre otra cosa. Cuando nos dimos cuenta, todos estábamos bastante tomados. Oriana se desinhibió totalmente y empezó a contar cosas de su relación, lo mejor de todo es que eran cosas que dejaban muy bien parado a Dani y por eso a él no le molestaba en lo más mínimo, de hecho le gustaba el tema de conversación:
- Una vez me acuerdo que estaba toda tu familia en tu casa y vos estabas muy caliente,- Nos decía mientras seguía tomando y se seguía riendo.- y para calmarnos un poco yo tuve que decir que no me sentía bien y que me iba a acostar. Al rato vino él a la habitación y cogimos como 1 hora y medio. ¡O más!- Las historias cada vez se iban poniendo más bizarras, lo que nos demostraba que no eran una pareja aburrida ni clásica.- ¿Te acordás cuando cogimos en el cine? Estábamos sentados en el fondo y por suerte no había mucha gente. La película no era buena así que nos empezamos a tocar y yo terminé sentada arriba de él cogiendo. Lo peor es que el hijo de puta me acabó en las piernas. ¡Un asco!- Y sobre todo, a medida que avanzaban las historias, cada vez entraba más en detalles.- La vez esa que acabé como 4 veces seguidas fue cuando me la chupaste un montón. ¡No saben lo que es chicas! Mientras me metía los dedos con la lengua me chupaba todo el clítoris. Me volvía loca. Y después me cogió en cuatro. ¡Vamos chicas! Todas sabemos que esa pose es la favorita de casi todas.
Nosotros no podíamos parar de reírnos. Pero lo mejor era la reacción de Daniel, él simplemente escuchaba y nos hacía caras como de ganador a medida que las historias pasaban, era obvio que a pesar de que Oriana era la que tenía más personalidad de los dos, en la cama él era el dueño de la relación.
- Basta Ori que me estoy calentando mal.- Le dijo Cele riéndose.- Y no tengo nadie quien me calme.
- Sí, sí basta.- Le dijo Oriana también matándose de la risa.- Yo también estoy re caliente a estas alturas.
- Bueno chicos… Nosotros nos vamos.- Dijo Daniel en forma de chiste tras el comentario de su novia.
- ¡No! ¿Qué nos vamos?- Le respondió ella.- Si cogemos, cogemos acá.
Y de ese comentario no hubo vuelta atrás. Celeste se puso tan pesada con que lo hicieran ahí que los dos terminaron cediendo, pero con una condición.
- Después vos tenés que coger con Julián.- Le dijo Oriana desafiándola.
- Bueno.- Le respondió ella mirándome.
- ¡Pará! ¡Para! ¡Pará! ¿Cuándo yo dije que estaba de acuerdo?- Le pregunté a las dos.
- Julián, ellos cogen si nosotros cogemos después.- Me dijo Celeste.- ¿No querés ver como lo hacen acá delante de todos?
Y la verdad es que quería. No es que me gustaran mis amigos, de hecho Dani era medio feo, gordito y nada atractivo y Oriana no era una mina linda es sí, lo más llamativo que tenía eran las tetas y se debía un poco a que era algo gordita. Pero no podía perderme esta oportunidad a la que nos había llevado el alcohol y para colmo después iba a poder cogerme a Celeste otra vez.
- Arranquen nomás.- Le dije a los dos.

Mientras nosotros festejábamos y nos acomodábamos en las sillas para poder verlos, Daniel se sentó en el sillón y ella se empezó a sacar la ropa. Enseguida se quedó en corpiño y bombacha, una ropita bastante simple pero de un rojo muy vivo que le ponía calor a la cosa. Él la miraba desde el sillón y después de llamarla con las manos, ella se sentó encima de él y se empezaron a besar. La cosa se fue poniendo cada vez más caliente cuando Dani le manoteo él culo con fuerza y ella lanzó un grito de pasión que hizo que todos nos miráramos.
Eran muy calentones. No tardaron en terminar de sacarse toda la ropa y cuando lo hicieron, él le dijo a ella que se sentara en el sillón. Oriana lo hizo bien contra el borde y él se agachó para empezar a chuparle la concha. No vimos muy bien lo que hacía, porque la pierna de ella nos tapaba, pero era seguro que a ambos le gustaba porque estuvieron un buen rato así. Él le metía dedos le lamía la concha, le besaba los muslos. Ella se relajaba y disfrutaba de todo eso mientras que con las manos se apretaba cada vez más fuerte las tetas. Oriana era bastante ruidosa, soplidos, gemidos, ruidos de cosquillas y algún que otro grito que nos llamaba mucho la atención.
Después de un buen rato en el que Dani le chupó la concha, se paró y se puso bien en frente de ella, que sin dar muchas vueltas le agarró la chota con la mano y se la metió en la boca. Debía tenerla de unos 15 centímetros como mucho, pero era él quien estaba en bolas cogiendo frente a todos nosotros que mirábamos callados y sorprendidos. Oriana no parecía tan buena mamando, de hecho lo hiso muy poco tiempo y después de eso le dijo que estaba lista para coger.
Sin decirse nada, ella se puso en cuatro en el sillón y él después de darle unos besos en el culo se la metió por la concha hasta el fondo. “¡Ay sí!” gritó Ori apenas entró y nos miró a nosotros con cara de placer. Las chicas no pudieron evitar un risa, nosotros envidia. Él la tomó de la cintura y se la empezó a coger de una manera increíble, la constancia y la velocidad con la que le daba nos sorprendía a todos y ella no paraba de gemir y de hacer sonidos de placer. De vez en cuando frenaba, la sacaba por completo y se la volvía a poner. Cada vez que hacía eso, ella se relamía de satisfacción.
En un momento él nos miró y nos guiñó un ojo, a lo que todos respondimos con algunas risas. Ori nos miró desentendida y preguntó: “¿Qué? ¿Qué pasa?”, pero él la hizo callar y le pegó un buen chirlo en la cola. Ella obedeció. Era obvio que Daniel a pesar de ser muy tranquilo y obediente en general, era el que dominaba en la cama.
Después de un rato la hizo sentarse a ella encima de él y los dos de frente empezaron a coger. Él jugaba con sus tetas mientras ella iba de arriba abajo sobre su pija y gemía cada vez que sus nalgas chocaban contra los muslos de él. Daniel le apretaba las gomas, se las besaba y le chupaba todo el pecho.
- ¡Dale!- Le gritó en un momento.
Enseguida ella se levantó y se arrodilló en el piso, él se paró y se empezó a pajear en frente de ella que ya tenía la boca abierta. Dani no tardó en acabar una buena cantidad de semen que fue a parar en su gran mayoría a la boca y pera de su novia. Ella obediente como era se lo tragó todo. Guille puso una expresión de asco, pero Martín y yo parecíamos fascinados. Celeste miraba con una sonrisa en la boca.
- No sé de qué te reís.- Le dijo Oriana poniéndose de pie y limpiándose con una servilleta la leche que le había quedado en la cara.- Ahora te toca a vos.


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2 comentarios - Un verano caliente. Capítulo 15

leanlean123 +1
buenisimo!! me puso al palo jaja
HistoriasDe +1
Excelente!! Gracias por pasar
GatitaKenchi
Genio!! Me encendi en menos de la mitad del relato jajaja y tuve que pegarme otro bidetazo jejeje porque hoy no viene a casa mi pareja 😢