En el crucero. Parte 2


Parte 1
Aunque mi idea era practicar inglés, fue muy poco lo que hablé con Joshua esa noche. Al ratito de empezar a charlar ya me lo estaba apretando en la barra. Me llevó a un rincón y seguimos tranzando con ganas.

El australiano era muy alto, mucho más que yo, por lo que era incómodo estar parados. Aunque la sensación de estar totalmente sometida ante esa masa musculosa me excitaba y mucho. Tenía las manos gigantes, tanto que llegaba a agarrar por completo los cachetes de mi cola.

Me los apretaba y amasaba con fuerza y yo estaba cada vez más caliente. Pasaba mi mano por su espalda, que era una piedra. Me encantaba.

Después de un rato de estar bailando y chapando me invitó a su habitación. Mi concha estaba un poco dolorida de los terribles polvos que me pegaba con el pendejo, pero no quería dejar pasar esta oportunidad.

Cuando entramos, estaban Matt (su hermano) y la novia, durmiendo. Medio que no daba, pero él insistía en que no había problema. Yo estaba sentada en la cama de Joshua tratando de decirle que no ante sus arrebatos de manosearme y besarme.

Al final, me rendí. Me dejé caer en la cama y él se tiró encima mío. Me desvistió torpemente para empezar a besarme y tocarme los pechos y la panza. Fue bajando de a poco, hasta que llegó a mis piernas.

Con una sorprendente (pero seductora) suavidad besó la parte interna de mis muslos mientras sus manos acariciaban mis piernas. Las abrió y su boca fue metiéndose más cerca de mi concha. Yo ya estaba totalmente desnuda. Joshua pasó un dedo por mi vagina y desparramó un poco de flujo que estaba saliendo.

Me siguió tocando, apretando mi clítoris con sus dedos. Yo ya había agarrado la almohada mordiéndola para no gritar y no despertar a la parejita. De a poco fue desvistiéndose, quedando solo en boxer. Se notaba un prominente y llamativo bulto. Instintivamente me mordí los labios imaginando lo que se venía.

Se tiró arriba mío, me abrazó y siguió besándome apasionadamente, mientras su pierna franeleaba mi concha. Yo ya estaba moviéndome para arriba y abajo sobre su muslo apretando cada vez más.

Se arrodilló en la cama, yo me levanté y me puse de frente a él. Le bajé el boxer dejando caer una te-rri-ble poronga a medio levantar. No por lo largo, pero era extremadamente ancha. Me hizo acordar al pendejo que me había cogido en el club, en mis 20s (?).

La agarré sin poder parar de mirarla. No podía rodearla con la mano, era un hongo hermoso. Encima aún estaba esponjosa, o sea que le faltaba crecer más!. Me agaché y empecé a chuparla, solo podía pasarle la lengua por el tronco, de la base a la cabeza. Abrí mi boca lo más que pude pero de casualidad entraba la cabeza. Una locura.

Joshua me agarraba del pelo y trataba de meterme la boca más adentro, pero era físicamente imposible. La escupí dejando caer saliva sobre el tronco y desparramando por toda su extensión.

De repente el chabón me agarró de los pelos y me tiró en la cama. Se puso entre mis piernas y empezó a chuparme la concha, apenas rozando su lengua sobre mi clítoris. Yo agarraba las sábanas y mordía la almohada. Estaba re caliente.

La chupada empezó a agarrar ritmo, tanto que ya tenía su boca totalmente cubriendo mi concha. De vez en cuando bajaba hasta la entrada de mi vagina y volvía a subir. Sentí como uno de sus dedos empezaba a jugar y querer meterse.

Despacito, fue metiendo uno y después otro. Yo estaba re abierta, y no tuvo mucho problema. Lo que sí iba a ser un problema, es que me dolía cuando me los metía bien profundo. Y si con dos dedos me molestaba, esa poronga del tamaño de un puño me iba a destruir.

Joshua siguió chupándomela. Le pedí que sacara los dedos, porque realmente me molestaba mucho. Él se levantó y me besó. Tenía gusto a flujo en la boca. Mi respiración se agitó cuando chocaron nuestras lenguas y sentí el sabor.

Pero ya había decidido, que esa noche no iba a coger. No podía. Le metí una excusa, que me daba cosa con el hermano y la novia ahí al lado y zafé. Además, le hice una oferta que no podía rechazar. "Un pete, si" le dije.

Se acostó en la cama y yo me acomodé entre sus piernas. De cualquier lado que me pusiera, no tenía ni idea como hacer para meterme semejando cosa. Abrí la boca lo más que pude y empecé a chupar, pasando la lengua, largando saliva, mojando y lubricando (un gran secreto para un buen pete, lubricar bien. Gracias Agustina).

De a poco, mis labios fueron cediendo y me fui metiendo cada vez más pija por la boca. No se cuanto pude meter, pero no me llegó ni a la garganta. Era muy ancha, y yo tengo boca chiquita. Con mi mano lo pajeaba, resbalando gracias a la saliva que dejaba caer de mi boca.

Aceleré la paja, porque no me daba más la mandíbula. Joshua me agarraba de los pelos, acompañando mi movimiento. Hasta que me agarró fuerte de la nuca y empujó para abajo largándome un chorro de leche que golpeó con fuerza en mi garganta.

Empecé a toser y escupir el semen sobre el tronco de Joshua, porque él no me dejaba sacar la cabeza. Mientras, seguía acabando como un animal.

Cuando terminó, salí de ese masacote de carne y me limpié con las sábanas toda la leche que tenía chorreando por los labios y mi cara. Me miró como para decirme algo pero después de lo que había hecho, no se animó así que se la bancó.

Me cambié y me fui. Al otro día me levanté con un dolor de mandíbula terrible. La buena noticia era que la concha no me dolía ni molestaba tanto. Después del desayuno, me fui a la pileta. Ahí estaban, firmes, Santi con su familia.

A esta altura, el padre de Santi me miraba sin ningún disimulo y yo me tocaba y desfilaba bien a propósito. Santi vino por su polvo mañanero, pero lo despaché con alguna excusa boluda. Quería guardarme para el australiano.

Después del almuerzo, me encontré con Joshua. Sin perder tiempo me llevó a la habitación. Su hermano no estaba, así que teníamos para darle sin asco.

En el camino de la puerta a la cama quedamos sin ropa. Nos tiramos a la cama, yo podía sentir la pija aun media dormida de Joshua en mi muslo. Empecé a moverlo, franeleándolo contra su cuerpo. De a poco, la pija empezó a tomar dureza. Lo acosté y bajé a chuparle la pija.

Le pase la lengua un par de veces, pero él me frenó. Me acomodó en la cama y me dijo "hoy me toca a mi". Dicho esto, se metió entre mis piernas y empezó a besarme los muslos, cerca de mi concha, a pasarle la lengua... me mojó toda.

Después de un rato, su lengua empezó a rozar mi clítoris, mi vagina y levantando mis piernas llegaba a chuparme la cola. Todo con lentitud. Me hizo desear fuertemente que me la chupara más salvajemente. Pero él seguía a su ritmo.

Fue subiendo hasta llegar a mis pechos. Los agarró con sus manos gigantes, les entraban fácilmente entre sus dedos. Me las amasó y besó, mientras bajaba una mano hasta mi concha y siguió manoseándomela; ahora con dos dedos adentro. Mi cuerpo se contorsionaba de placer cada vez que subía y bajaba sus dedos dentro mío.

Cuando sacó los dedos, empapados, se los chupó. Me dio vuelta, me puso en 4 y me hizo abrir bien las piernas. Me amasó un poco la cola, lanzando exclamaciones de admiración. Luego, abrió mis nalgas y escupió fuerte para luego con la lengua desparramarlo por toda mi cola.

Su lengua empujaba mi ano para que se abriera. Después, un dedo se metió en mi concha. Mientras seguía chupándome la cola, con los dedos me garchaba cada vez más fuerte. Su lengua empezó a bajar. Cuando encontró la entrada de mi vagina, la hizo jugar por los bordes para luego de golpe enterrarla.

Levanté mis caderas para dejarle la entrada de mi concha en la cara, arqueando lo más que pude mi espalda. Ya la ternura del principio había quedado en el olvido. Bajó más, y directamente me comió la concha hasta hacerme acabar, mientras mis piernas temblaban; tanto que me tuve que dejar caer sobre la cama.

Joshua volvió a la carga con su lengua pero le rogué que me cogiera. Así como estaba, acomodó la almohada bajo mi panza para levantar mis caderas, abrió un poco mis piernas y se puso encima mío. Sentí la punta de la pija rozar mi concha. Suspiré imaginando todo ese pedazo de carne abrirme al medio.

Levanté más la cola, y esperé la estaca. Joshua la puso en la entrada y empujó. Si bien había estado cogiendo y mucho esos días, para esa terrible poronga aun estaba cerrada y apretada. De a poco fue cediendo y la pija australiana llegó hasta el fondo. "AAahhhhh" grité cuando la sentí al tope. El cuerpo de Joshua golpeaba fuerte contra mi cola haciendo un ruido excitante, que le provocaba ir más y más fuerte.

El chabón estaba puesto de tal forma que levantaba y bajaba sus piernas como haciendo sentadillas, dejándose caer fuertemente contra mi, clavando el vergón. Cada embestida arrancaba un gemido en forma de quejido doloroso, pero la realidad era que disfrutaba cada vez que esa pija se metía dentro mío. Sentía que me estaba perforando hasta el estómago.

Cuando sus piernas no aguantaron más, me dio vuelta y otra vez empezó a cogerme sin piedad y dándome aun más duro que antes. La cama parecía que iba a romperse de cómo se movía.

Joshua estaba tirado encima mío, abrazándome por mis hombros y agarrándome del pelo. Yo me sostenía de su espalda, lo más fuerte que podía. Parecía que con una de sus embestidas me iba a mandar volando fuera de la cama.

Sus manos empujaban mis hombros hacia abajo, haciendo más fuerte la garchada. Se frenó, pero sin sacar su pija, me puso de costado. Era grandote de físico, así que me manejaba y movía como quería. Levantó una de mis piernas y empezó a cogerme despacio, haciéndome sentir como salía toda la pija casi hasta el final y de golpe la metía hasta el fondo.

Deliraba de placer. Me estaba abriendo en dos. Moví mi cabeza y abrí mis ojos, para ver el espectáculo del físico de Joshua, marcado por la energía que le ponía a sus movimientos. Sin dejar de mirarlo, empecé a tocarme la concha mientras él seguía metiendo y sacando su pija.

Joshua dejó la poronga enterrada y me cogía con embestidas cortas, profundas y fuertes. Me tenía agarrada del pelo y de las piernas para que no me saliera con cada empujón. Yo aceleré el ritmo con mi mano hasta que acabé.

Sentí como mojé toda la pija de Joshua, y como empezaba a resbalar más. Estaba cada vez más húmeda y me sentía totalmente sometida ante la fuerza de mi macho.

Volvió a ponerme boca arriba, sin bajar mis piernas que seguían sobre sus hombros. Otra vez me taladró profundo. Mi concha estaba abierta como pocas veces había estado y sentía la pija en la boca del estómago; pero estaba tan mojada que se deslizaba cada vez con más facilidad.

Movía sus caderas penetrándome con fuerza. Aceleraba el ritmo, lo hacía más lento, la sacaba y la enterraba despacio. Se dejó caer sobre mi cuerpo, noté el cansancio en su respiración, aunque seguía moviendo su pijón enterrado en mí.

Lo hice frenar y lo acosté en la cama. Me levanté y vi como el tronco de la pija se apoyaba sobre su panza llegando hasta el ombligo. Me mojé toda solo de verlo. La agarré de la base, la levanté apuntando al techo y le chupé un poco las bolas. Aproveché ese momento para darle un descanso a mi conchita que latía de la terrible garchada.

Me fui acomodando arriba. Abrí mis piernas y coloqué la punta del garrote sobre mi concha. No sabía bien si iba a poder bancarme eso. Cuando estás arriba, se te clava muy profundo, aunque lo bueno es que podés controlar las embestidas.

Yo estaba empapada, así que la entrada no fue dificultosa. Cuando llegó a la mitad frené, tomé aire y cerré mis ojos. Se me estremeció todo el cuerpo sintiendo la pija abrirme nuevamente. Y faltaba la mitad, yo la tenía agarrada de la mano y aun no había llegado a tocarla con mi concha.

Seguí bajando despacio, cuando Joshua con un movimiento rápido levantó sus caderas y me partió al medio. No llegué a terminar de gritar que me volvió a agarrar de la cola y empezó a subir y bajar rompiéndome al medio sin piedad.

"Ayyy noooo pará por favor!" gritaba aunque no me hacía caso. Ya no podía ni gritar. Después de un rato, frenó. Yo me acomodé la pija bien adentro. Ya no tenía sentido ir despacio, me había desgarrado toda.

Empecé a moverme, de a poco agarré fuerza y saltaba sobre su pija. Él me tenía agarrada de la cola. Fue metiendo su mano, hasta empezar a rozar con su dedo mi ano. Yo sabía que buscaba, así que frené y tiré mi cuerpo hacia adelante. No tenía sentido resistirme. Tampoco pasaba por mi cabeza hacerlo. Estaba regalada a ese pijón.

Él bajaba su dedo desde mi colita hasta mi concha, lo mojaba en el flujo que había por la zona (que era mucho) y volvía al ano para tocarlo y acariciarlo. El suspiro que largué cuando la punta de su dedo abrió apenas mi colita, lo hizo sonreír. "Te gusta?", me dijo. Solo respondí con un beso y acomodando mejor mi cuerpo para que metiera el dedo.

Cuando lo sentí bien adentro, empecé a moverme sobre la verga de mi macho australiano. Levanté mi cuerpo, y movía mis caderas hacia adelante y hacia atrás clavándome pija y dedo alternadamente.

Joshua no aguantó más, me sacó de encima y me puso en 4. Levanté la cola. Él se puso atrás y siguió jugando con sus dedos. Metió dos. Mi ano se dilataba y mi concha se mojaba cada vez que los movía. No podía parar de gemir.

Dos dedos de una mano me hacían la cola, y dos dedos de la otra en mi concha. Era un mar de flujo y sensaciones que terminaron con un orgasmo. No se como hice para mantener la posición, no sentía las piernas.

Sacó los 4 dedos de adentro mío y se acomodó atrás. Puso su pija en mi concha, ya totalmente abierta, y de una la mandó al fondo. Con una pierna en el piso y otra sobre la cama; me agarró fuerte del pelo, como la correa de una montura y empezó... casi me desmayo. Ya no decía nada, solo dejaba que él hiciera lo que quisiera con mi cuerpo.

Cuando la clavaba al fondo, la fuerza con la que me la ponía empujaba mi cuerpo hacia adelante, ahí me pegaba un tirón del pelo y me volvía a empujar hacia atrás lista para recibir la embestida animal de su poronga hasta volver a repetir todo. Estaba totalmente sometida a su fuerza.

"Ahhh ahhh ahhh", no paraba de gritar y gemir. Joshua se frenó, y sentí que sacó su pija y empezó a puertear la cola. Ahí me tiré hacia adelante y le dije un rotundo "no", que por suerte obedeció. Me hizo parar y me puso contra la pared, pero estando los dos de frente.

Levantó una de mis piernas y con la pija buscó mi concha. Abierta como estaba, al sentir la punta bajé mi cuerpo y la metí. Joshua me abrazó y me besó mientras seguía cogiéndome. Me agarró de los muslos y me alzó. Me agarré fuerte de sus hombros mientras él empezó a levantarme por el aire dejándome caer sobre la verga.

Yo volaba de placer. Me agarré fuerte y le clavé las uñas en la espalda al mismo tiempo que mi cuerpo se aflojaba todo en un orgasmo super húmedo. Me di cuenta por como se había lubricado la pija después de acabar.

Pero a Joshua no le importó y siguió cogiéndome como un animal. Cuando no aguantó más las piernas, me tiró en la cama. Abrió mis piernas y se tiró de cabeza a mi concha. Cuando sentí la lengua en el clítoris cerré mis piernas y lo saqué. Estaba por demás de sensible y casi me dolía al roce.

Sin decir nada, Joshua se sentó encima de mi panza y se empezó a pajear en mis tetas. Yo las junté un poco, al pedo porque no tengo mucho y era imposible llegar a cubrir todo eso, y con la mano le armé un huequito para que la metiera.

Lo estuve pajeando un rato, hasta que se detuvo, levantó la cabeza al cielo y me largó un par de chorros calientes de leche en la pera. El resto lo desparramó por mis pechos.

Se acostó al lado mío, recuperando la respiración mientras yo desparramaba la leche por mis tetas y mi panza. Nos quedamos dormidos. Me dolía todo.

Me desperté cuando la cuñada de Joshua entró a la habitación. Me saludó con una sonrisa en la cara. Miré la hora y me quería matar! Seguro estaba mi familia ya cenando. Se había hecho re tarde. Me acomodé como pude y me fui al restaurante.

Entramos casi al mismo tiempo Joshua y yo. Cuando veo la mesa de mi familia, estaban todos mirándome. Mi hermano me hace una seña cerrando los ojos, como que se estaba durmiendo.

- Donde estabas Juli? - me pregunta mi vieja, yo destruida del garche no tenía ganas ni de hablar. Miro a mi hermano que vuelve a hacer una seña, y ahí lo entendí.
- Me quedé dormida - dije de mala gana
- Viste que te dije ma, estaba durmiendo; ya fue sigamos comiendo - Amo a mi hermano.
- Estás cansada? te pasa algo? - Una poronga por encima me pasó mamiii!!! Aguanté el interrogatorio insoportable y después de un rato se calmó.

Tenía la cara demacrada y me estaba durmiendo. Además sentía el pegote del semen en mi cuerpo. Me levanté al baño para lavarme la cara. Sin darme cuenta, atrás mío se vino el padre de Santi. Me había olvidado por completo de mis uruguayitos.

- Te estás cogiendo al yanki ese?- me dijo con una sonrisa en la cara.
- No es yanki, es australiano - le dije riendo, confirmando su sospecha.
- Quiero que me cuentes... Esta noche nos vemos de nuevo?-
- No se... me tengo que bañar antes.- le dije acercándome a su oído - Estoy sucia

Le sonreí y me metí al baño. Cuando salí ya no estaba. Terminamos de comer y me fui a bañar porque estaba muy pegajosa. Daba asco realmente. Me acordé de Santi.

No le había dado bola en todo el día y seguro hoy iba a venir a buscar su polvo correspondiente. Pero yo tenía ganas de coger de nuevo con Joshua. Me fui afuera, a tratar de esconderme por un rato. Aunque no por mucho. El padre de Santi fue al lugar donde nos estábamos encontrando.

- Te coge bien el australiano?- me asusté porque se apareció de la nada en la oscuridad.
- Muy bien. Tiene una pija así - le dije juntando mis manos formando un círculo casi del diámetro que la de Joshua.
- Ufff... la soportaste bien? - A esta altura, ya el tipo estaba encima mío. Me abrazó de la cintura y empezó a tocarme. "Si" susurré mientras sus manos se metían por debajo de mi ropa. No podía creer como me podía tanto esa situación, al punto de dejarme tocar por el tipo.
- Le entregaste la cola?-
- No... no me animo - le dije poniendo voz de nena.
- Por favor... viste la cola que tenés? Estoy seguro que podés manejarla muy bien.

Su mano empezó a acariciarme más cerca de mi entrepierna. "Está bien abierta", me dijo metiendo los dedos en mi concha. "Ayyy siii" exclamé. Mi mano buscó su pija, que ya la tenía al aire y super dura.

Me sentía extraña, pudiendo rodear sin problema la verga. Nos pajeamos mutuamente mientras yo le contaba algunos detalles del polvo con Joshua. Él aceleró el ritmo, pero yo no estaba ni cerca de acabar.

Me arrodillé y aceleré el ritmo de la paja, hasta que apoyé la punta de la pija en mis tetas y lo hice acabar. El primer chorro saltó tan fuerte que me cayó en el pelo. Me levanté y sin decir nada me fui.

En el camino a mi habitación, me lo encontré a Santi. Yo me acomodaba el pelo, tratando de disimular el lechazo del padre, aunque no sabía si se veía o no. Me abrazó y me besó mientras me decía que quería coger.

La vigorosidad del pendejo me encantaba. Lo llevé a mi habitación, por suerte mi hermano no estaba, así que lo tiré en la cama, ya desnudo. Su pija estaba durísima. Me acomodé a su lado y empecé a chupar. Me la metí hasta la garganta y junté saliva. Cuando la saqué, dejé salir todo sobre su tronco mientras con la mano la pajeaba y desparramaba toda.

Pasaba mi lengua desde la base hasta arriba, sin dejar de pajear. Si bien tenía un buen tamaño, al lado de la de Joshua era chica. Un descanso para mi mandíbula no venía mal.

Tenía la idea de hacerlo acabar pronto, para ir a buscar al australiano. Aceleré el ritmo mientras con mi lengua le pegaba suaves caricias en la cabeza de la verga. Poco tiempo después, un chorro de leche espesa golpea contra mi lengua.

Me alejé sin soltar la pija largándole toda la leche sobre su panza. Lo hice cambiar rápido, diciéndole que estaba por venir mi hermano. Lo despaché y me fui al baño. Tenía la leche del padre en el pelo y la del hijo en la mejilla... me miré en el espejo y me sentí más puta que nunca. Me limpié rápido y salí por mi macho.

Lo crucé en el bar, y nos fuimos derecho a garchar. Me dolía todo, pero de solo pensar en esa pija se me inundaba la concha. Entramos, cerró la puerta y me arrinconó. Me desvistió mientras nos besábamos. Estaba desesperada, aun más caliente que a la mañana.

Cuando quedé totalmente desnuda, abrió mis piernas y se arrodilló ante mi. Pasé mi muslo encima de su hombro y agarrándolo de los pelos le metí la cara en mi concha. Joshua sin problemas abrió grande la boca y me la chupó con fuerza, apretando sus labios contra los míos.

Mi cuerpo se convulsionó y mis piernas se aflojaron. Cuando se dio cuenta, se levantó y me agarró antes que me cayera. Mi respiración estaba agitada. Me sorprendía con la facilidad que me había hecho acabar.

Ahora, era mi turno de arrodillarse. Quedé entre Joshua y la puerta. Se bajó el jean. Su pija pegó un salto que si me daba en la cara me desnucaba. La agarré con las dos manos, mientras le pasaba la lengua por todo el tronco.

Chupé un rato su pija, hasta que me volvió a parar. Me dio vuelta y me hizo abrir las piernas. Me pasaba la mano por la espalda hasta mi cola. Cada vez que su mano me rozaba, abría más mis piernas y levantaba más mi cola.

Doblé un poco mis rodillas, casi formando un ángulo de 90° entre mi cuerpo y mis piernas. Ahí, Joshua no lo dudó. Abrió los cachetes de mi culo y empezó a chuparme el ano desesperadamente. Lo escupía, acariciaba, tocaba, lamía. Mientras, con la mano libre, acariciaba mi clítoris. Parecía que tenía 4 manos encima. Joshua seguía obsesionado con mi cola. "Ay siiii" exclamaba ante cada toque de su lengua.

"Hoy si?" me preguntó. Entendía que se refería a romperme el orto (así, bien guaso... porque con ese pijón, era imposible que no pasara otra cosa más que un desgarro anal). Mi respiración se agitó.

Por un lado, me daba miedo meterme todo eso en la cola. Por otro, estaba re caliente y quería que me metiera la pija por todos lados. "Calentame mucho... pero mucho" le dije, como única condición. Además, también quería cumplir con el deseo del padre de Santi.

Me tiró en la cama y puso mis brazos encima de mi cabeza. Se sentó encima mío y empezó a tocarme. Me acarició desde la punta de mis dedos hasta la panza. Cerré los ojos, disfrutando la suavidad de las manos de Joshua.

De a poco, sus dedos fueron rozando mis pechos. Mis pezones se endurecían ante cada roce. Sus manos ya pasaban y se quedaban más tiempo en mis tetas. A esto, le empezó a sumar besos. Desde las manos hasta mis piernas.

Por mi costado, por el pecho. Las caricias las alternaba con suaves pero firmes arañazos. Mi cuerpo ya no me respondía. Me contorsionaba y arqueaba mi espalda ante cada roce de sus manos. De pronto, sentí su lengua en mi concha, nuevamente. Largué un suspiro largo y contenido al sentir como me chupaba y lamía como si su vida dependiera de eso.

Levantó bien mis piernas, llevando mis rodillas a mis tetas para así tener más acceso a su objetivo: mi cola. La lengua de Joshua iba jugando desde mi ano, hasta mi clítoris, casi sin descanso. Sentía como chorreaba una mezcla de mis jugos con su saliva.

Un dedo se metió en mi cola, mientras la lengua escarbaba en mi concha. Yo no podía parar de gritar. Empecé a temblar fuertemente hasta acabar, en un largo e intenso orgasmo. Casi me muero. Joshua metió sus dedos en mi concha, los sacó y se acostó arriba mío. Los apoyó en mis labios. Yo saqué la lengua y los fui limpiando, mientras él hacía lo mismo, comiéndonos la boca con los dedos en medio.

Acomodó su pija en mi concha, que a esta altura rebalsaba de flujos. La metió y enterró sin pausa hasta el fondo. Mi vagina se abrió completa para dejar entrar el trozo de carne de Joshua. Me agarré fuerte de sus hombros y empezó firmemente las embestidas.

Me cogió un rato así, hasta que me dio vuelta y me puso en 4. Otra vez, empezó a trabajar mi cola con su lengua. Me la chupó un rato y cuando me empezó a meter los dedos lo frené. Lo tiré en la cama y me puse encima suyo, pero dándole la espalda. Dejé a primera vista mi cola, moviéndose en su verga haciéndola desaparecer.

No perdió el tiempo, y con sus manos empezó a acariciarme y abrirme las nalgas. Sus dedos resbalaban por mi ano, todavía mojado por su saliva. Me metió un par de dedos, aunque un poco incómodo.

Me fui girando, siempre con el pijón clavado, hasta quedar de frente a él. Ahora si, tiré mi cuerpo para adelante y él sus manos en mi cola. Sin problemas metió dos dedos casi en simultáneo por mi ya dilatado ano.

Después de un rato de estar cabalgando, no había más nada que hacer... Me sacó de encima suyo y me puso 4. Agarré la almohada y la puse bajo mi cuerpo. Me acosté por completo levantando mi cola y me entregué.

Ya no había marcha atrás. Joshua volvió a escupir mi cola. Se escupió la punta de la pija y se puso encima mío. Agarró con las dos manos su poronga y buscó el pequeño orificio, dispuesto a someterlo a un pijón que nunca antes había experimentado en la cola.

"Despacio", es lo único que llegué a decir, antes de sentir como su pija empezaba a abrir mi cola. Me relajé lo más que pude cada vez que lo sentía empujar. Me dolía, pero hasta ahora era soportable. Pero no por mucho.

Entró la cabeza, y empezó a empujar más. La parte más ancha de la pija estaba queriéndose abrir paso. Apreté las sábanas con mis manos y mordí la almohada para ahogar mi grito. La sacó. Alivio. La volvió a meter. Se me escapa una lágrima. La siento más profunda.

De a poco, siento que me acostumbro, aunque todavía no entró completa. Joshua empieza a culearme con ritmo. La saca, la escupe y la vuelve a meter. Mi cola ya está dilatada y disfrutando el vergón del australiano.

Cada embestida me calienta más. No puedo evitar pedirle: "Dale más... más adentro". Joshua sin piedad empuja lo más que puede. "Qué estrecha estás..." grita Joshua. Estaba cerradísima para semejante poronga, la verdad.

"Seguíiiiii" le grité. Joshua sacó la pija como tomando impulso y la clavó. No se hasta donde la habrá metido pero la sentí en lo más profundo. Mi ano se desgarró totalmente cuando su pijón llegó casi hasta la base.

Cuando empezó a taladrarme, sentí que me estaba por desmayar. Las sábanas las agarraba sin fuerzas ya, me estaba partiendo al medio. Me agarró de los pelos y siguió culeándome cada vez más fuerte.

Con la poca fuerza que tenía, y tratando de no moverme mucho para que no me desgarrara más el culo, apoyé una de mis manos en su cuerpo para suplicarle que la sacara un poco. Despacio, se alejó y sacó una buena parte de la pija. Me sentí aliviada y volví a relajarme y acostar. Le pedí "hasta ahí", porque más que eso, me mataba.

Sentía como el pijón salía casi por completo y luego se dejaba caer. No podía creer el placer que me estaba generando sentir mi cola cerrarse un instante y abrirse desafiando los límites de su elasticidad cuando me la clavaba.

Joshua empezó a gritar que tenía la cola muy cerrada. Estaba por acabar. Cuando dijo eso, le pedí que la sacara. Despacio, fue retrocediendo. No terminaba de salir nunca. Cuando sacó todo, sentí la cola totalmente abierta, como nunca antes la había sentido. Me latía mientas de a poco iba volviendo a tomar su tamaño original.

Me arrodillé en la cama y lo agarré de la pija trayéndolo hacia mi. Le saqué el forro y lo empecé a pajear. Dejé caer un poco de saliva sobre la cabeza y con la lengua la desparramé por el tronco.

Verdaderamente estaba a punto de acabar. Apenas le rocé la lengua en el glande, sentí como se endureció todo y empezó a brotar leche de su pija. No con tanta fuerza como la primera vez, pero si abundante. Lo que cayó en la lengua lo tragué, después, la apoyé en las tetas y me ensucié todo el pecho. Cuando terminó de eyacular abrí mi boca y se la chupé.

Seguí chupándosela, hasta que no quedó más leche y empezó a perder dureza. Me tiré en la cama, boca arriba. Sentía que me latía el culo. Joshua agarró mis nalgas con sus manos y me mordió despacio la cola. "Basta por favor", le supliqué. Estaba destruida. Ahora que me había calmado, sentía que me latía la cola del dolor.

Esa noche me fui a dormir a mi habitación. Caminaba con cierta dificultad. Cuando llegué, me metí en el baño y vi como en la tanguita tenía un poco de sangre. Esa bestia me había roto el culo, literalmente.

Dormí de costado toda la noche. Al otro día, en la pileta, el padre de Santi me vio llegar caminando "raro". En su cara se dibujó una sonrisa. Lo miré y se la devolví. Se dio cuenta que me había dejado culear.

Santi me descubrió una noche yendo a garchar con Joshua. Se enojó y no volvió a hablarme. Me dolió un poco, pero no podía hacer nada, así que seguí disfrutando del australiano. Con el padre de Santi seguimos cruzando miradas y alguna charla hot después de las cenas, donde me pedía que le contara como me cogía Joshua. Bien pajero el señor.

Los días que siguieron lo terminé de exprimir a Joshua. Hasta me hice amiga de la cuñada. Mi concha ya no sentía nada y se había acostumbrado a esa anaconda. Sin embargo, por la cola no lo dejé probar más. Me dolió como un mes.

Volvimos a Buenos Aires. Santi y su familia a Montevideo, pero no pude despedirme como me hubiese gustado de mi nene. Y tampoco del padre.

Del que si me llevé un lindo recuerdo es de Joshua. Seguimos en contacto y de vez en cuando, prendemos la camarita para charlar y poder seguir practicando inglés. Aunque claro, esa es una simple excusa para lo que realmente terminamos haciendo.

**************************************************
Indice

33 comentarios - En el crucero. Parte 2

blitinho3 +1
sos una locura nena...la verdad que un relato que merece mas que un +10 pero no puedo dejar mas...una poesía de mujer
juuli88
con el 10 me conformo jaja gracias por pasar! 😉
DrSeductor +1
Impecable como siempre, siga así Srta
juuli88
gracias!
juanjitox027 +1
Final de una muerte anunciada perdón culeada anunciada quise decir jajaja
juuli88 +1
jaja reite vos, un mes me dolio la cola 😞
juanjitox027
@juuli88 tuviste suerte que no fue un desgarro mayor tenes que tener más cuidado
Legolo +1
Terribleee, yo de inglés se poco y nadaa, pero q buena excusa

Besote
juuli88
jaja yo en serio tenia que estudiar! pero bueno, encontre otra cosa mas interesante para hacer 😉
gracias por pasar!
chelocabito
La verdad q increible y excelente relato,el practicar el ingles te costo tanto q te rompieron la coka jajaja,solo te falto despedirte del nene y garcharte al padre +10
santafesino1980 +1
hola juli me calentaste mal la pija , que perra que sos me hice una japa pensando en voz

besos en tu linda conchita
juuli88
gracias por pasar! espero disfrutes los proximos
ytuquique1980 +1
👏🏽👏🏽 que manera de garchar nena increíble
juuli88
asi quede... no me podia mover! 😞
gracias por pasar!
sleepmaster +1
A esto me refiero por culo roto!!!! Me encanto tu experiencia... Me dejaste a full. Te dejo 10p
juuli88
fue rompida de culo literal 😢
gracias por pasar!
JuRodrigz1 +1
Lo esperaba con ansias @Juuli88 Te rompieron la cola pero valla que lo disfrutaste jaja muy bueno
juuli88
ni hablar! una delicia. los dias siguientes molestaba un poquito nomas jeje
gracias por pasar!
Pablito1977 +1
TREMENDO!!! Muy bueno. Más putita que nunca. Me dejaste al palo, maaaaaal. Bueno, no sé si tan caliente como estabas vos en el crucero, pero muy, jajaja. Van 10.
juuli88 +1
@Pablito1977 ohhh perdon no es mi intencion! 😛 jaja
Pablito1977 +1
@juuli88 jajajaja... los mejores relatos + la mejor onda. Sos la mejor!!!
juuli88 +1
@Pablito1977 jaja gracias pablin! 🙂
dr_yuri +1
Que putita Juli
Lo dejaste re tirado al pendejo pero el tiene que entender que podes hacer lo que quieras
La verdad creí que te ivas a garchar al viejo
Ya perdí la cuenta de cuantos australianos te cogiste
Buen relato
Van puntos
juuli88
@dr_yuri ahh pero que estudioso! jaja... es cierto, me falta solo un continente... pasa que no me llaman la atencion los asiaticos... pero bueno, nunca digo nunca 😉
dr_yuri +1
@juuli88 esos la tienen chiquita
No están a tu nivel
Jaja
juuli88
@dr_yuri jaja no sabria decirte 😛
suaveplatense +1
Grabde juli te bancaste ese pjjo en la cola. Q manera de cojer!
juuli88
me acuerdo y no se como hice!! pero la experiencia fue hermosa y muy caliente 😃
gracias por pasar!!
Santi-84 +1
Off!! DESACATADA estabas.
Que buen relato! Van pts.:)
juuli88 +1
jaja vos decis? estaba en celo (?)
Santi-84 +1
@juuli88 Jaja me parecio nomas, pero no estoy seguro (?)
Cuando hay ganas, hay que sacarselas.
juuli88 +1
@Santi-84 sin dudas, sino hace mal... es una cuestion de salud
dantraloco +1
¿Y nadie más en el crucero? ¿Nada con la cuñada australiana? jajaja
Van 9 puntos
juuli88
eeehhh te parecio poco?? jaja no me da el cuerpo para mas 😞
gracias por pasar 😉
juuli88
jaja no no, solo buena onda la minita. hablamos un tiempo. con ella si practiba ingles en serio jeje
Toni-9 +1
Tremendo relato, que buen crucero jeje
juuli88
😃
thiago66 +1
que manera de tragar leche juli!! como me gustaria darte la mia! me encanta tu historia. Lindo seria tenerte aca arrodillada mientras leo tus historias
juuli88
me alegro que te gusten mis relatos! espero disfrutes los proximos.
gracias por pasar!
Gnomo84 +1
Este parrafo describe a la perfección el momento... y encima me trajo tantos buenos recuerdos!! 😉
"Después de un rato de estar cabalgando, no había más nada que hacer... Me sacó de encima suyo y me puso 4. Agarré la almohada y la puse bajo mi cuerpo. Me acosté por completo levantando mi cola y me entregué..."
Mas que excelente Juli!! Besos y puntos!!
juuli88
el momento que me partieron a la mitad jaja gracias por pasar!
_elflaco +1
Terrible! que linda putita sos!!! van pts
juuli88
gracias! 😉
Ironia_Social +1
Que puta por favoor van puntos!!!!!!!!!
juuli88
gracias por pasar!
KaskasF +1
Hermosa putita. Sin desperdicio
juuli88
😉
momito25 +1
Me vuelven loco tus relatos!!!! Cada día mejores +10
juuli88
gracias! espero que sigas disfrutando los proximos
Gavriel78 +1
Ninfómana mal...
juuli88 +1
jaja algo asi 😛
Gavriel78 +1
Ninfómana mal...
juuli88 +1
gracias por pasar!
tecomolachola +1
es excelente juli... me pones a mil ...van mis 10 , me encantaria conocerte y ser protagonista
juuli88
gracias por pasar! espero disfrutes los proximos 😉
LuLo87 +1
Ay Juli, Juli!! Imposible no encariñarse con vos, sos tan putita q me generas ternura jaja y ese culo se merece un premio por el aguante!!!
juuli88 +1
jajaja nunca me habian dicho que daba ternura por ser muy puta. gracias! 😃
LuLo87
Jajaja putita tierna pero putita al fin de cuentas!
Che! Q ojo q tenes para las pijas grandes vos, si sos de tener suerte asi hay q llevarte al casino también jeje @juuli88
garcheskikpo +1
En pocas palabras UNA PUTA REVENTADA!!
Me genero placer, tristeza y hasta senti un poco de pena por vos chiquita ja
van 10
juuli88 +1
bueno jaja
feeer_menduco +1
increible relato.. ahora una pregunta.. se te paso x la cabeza un cuarteto con los tres y vos?
juuli88 +1
jaja... nop. tampoco se dio la posibilidad. no te creas que esta tan bueno eso, asi se disfruta mas 😉
tanno4 +1
muy alta trola se le dice en mi barrio, mas soft onda g.e.r seria muy ninfomana, jajaja besos genia, como siempre excelente. el proximo creo son las 50 sombras, me da miedito desde el titulo ya. dejo puntos y gracias por compartir.
juuli88 +1
lo que vas a empezar a leer ahora es lo mas actual de todo. aun hoy sigo con ese chabon jaja. espero lo disfrutes! 😉
manolas57 +1
acá ya salió paja
juuli88
jajaja me alegro, a disfrutar 😛
emitadelapampa
Que buena puta sos.... Daría cualquier cosa por coger con vos.
YuzuchiChan
Muy buen relato Juli!
"Era muy ancha, y yo tengo boca chiquita. Con mi mano lo pajeaba, resbalando gracias a la saliva que dejaba caer de mi boca." mortal ese joshua y que rico owo vayaa boca chiquita adios la boqui esa ves jejej

"Con el padre de Santi seguimos cruzando miradas y alguna charla hot después de las cenas, donde me pedía que le contara como me cogía Joshua. Bien pajero el señor. " que locooo jajaj el padre pajero xD