Mi novio Pablo

HOLA, ESTOY MUY CONTENTA QUE LES GUSTEN MIS RELATOS.
ME SIENTO UNA ESTRELLA JAJA, ME ESCRIBEN MUCHO Y YO TRATO DE RESPONDERLES A TODOS, LES DEJO UN RELATO NUEVO PARA USTEDES, ES DE CUANDO CONOCI A MI NOVIO (ACTUAL EX) Y NUESTRAS PRIMERAS VECES, ESPERO QUE LES GUSTE COMENETEN ME SIGAN Y ESAS COSAS.

Cuando comencé a salir con Pablo tenía veinte años. Había terminado la secundaria y me encontraba estudiando psicología sin grandes éxitos. Hasta el momento mi única relación había sido con Martín, digo relación para hacer referencia al sexo, es verdad que me había besado con otros chicos, pero nunca llegué a concretar nada.
A Pablo lo conocí en una fiesta privada en las afueras de la ciudad. Una de mis compañeras había conseguido que la invitaran y me llevó a mí también. Era una fiesta de abogados y contadores, en una estancia con pileta y todos los lujos.
Luego de varios tragos él se acercó a hablarme, es ocho años mayor que yo, y eso ya de por sí solo me gustó, además su traje le quedaba muy bien, le formaba una espalda recta y hombros firmes, mientras él me hablaba yo lo imaginaba desnudo, con su cuerpo marcado. Se dio cuenta de mi estado de avanzada ebriedad y se ofreció a llevarme a mi casa, tanto a mí como a mi amiga. Comportándose como un caballero no trató de sacar provecho de mi estado, y tan solo intercambiamos nuestros números telefónicos.
Al día siguiente me llamó y nos encontramos. Yo me disculpé por mi papelón de la noche anterior. Me dijo que estaba bien, que yo era chiquita todavía, y eso me enfureció, odio que me digan que soy chiquita, a pesar que siempre me gustaron los hombres mayores a mí, considero esas palabras como un desafío, por dentro pienso “llevame a la cama y te muestro que tan chiquita soy”, claro que ese pensamiento nunca se da por suerte, porque en esa época mi experiencia sexual era casi nula y habría quedado en evidencia. Me compró un helado, y cuando lo terminé de tomar, sin decirme palabra alguna reclinó su cuerpo sobre mí y me besó. No me abrazó y yo dejé mis brazos muertos al costado de mi cuerpo. Mi único movimiento era el abrir y cerrar mi boca como un pez para devolver los besos que me estaba dando. Él en cambio movía sutilmente su cabeza, como para que cada embestida de sus labios contra mí tuviera mayor presión, cada tanto introducía su lengua en mi boca y allí escarbaba tratando de encontrar la mía, cuando lo conseguía nuestras lenguas se acariciaban, luchaban, se enredaban, luego la retiraba y continuaba con los besos simples. Cuando sentí que me estaba abrazando por la cintura llevé una de mis manos contra su pecho y tiernamente me separé de él, estábamos en un espacio público y siempre me dio mucha vergüenza que me vean besándome apasionadamente con alguien.
En ese momento comenzó nuestra relación. Empezamos a salir más seguido. Yo ya le permitía que me tocara la cola cuando nos besábamos, o me sentaba encima suyo en su auto para sentirlo mejor. Con él sentí por primera vez lo que era un orgasmo, una noche mientras mirábamos una película en su casa sentados en el sillón, comenzó a tocarme, yo desprendí mi pantalón para que se más cómodo y no tan apretado, así tendría mayor libertad a la hora de mover los dedos, al darme cuenta que esa forma de tocarme me gustaba demasiado decidí quitarme la ropa y quedar desnuda de la cintura para abajo, separé las piernas y lo abracé, dándole libertad para que jugara conmigo a su antojo. Mi vagina estaba empapada, pensé que iba a mancharle todo el sillón con mis flujos, pero a él parecía no importarle. Él apenas me rozaba y yo me estremecía, no necesitaba meter los dedos para darme placer, con solo acariciarme la vulva me robaba gemidos y jadeos. Sus dedos ingresaron con facilidad producto de la lubricación. Los sentí en mi interior, y una vez dentro de mi cuerpo comenzó a moverlos, como si tocara algún instrumento. Allí comencé a gemir con más fuerzas, y a mover mis caderas como si estuviese haciéndole el amor a su mano. Luego se puso de rodillas ante mí, separó mis piernas dejándolas totalmente separadas y me las levantó hacia atrás. Con la palma de su mano acarició todo mi sexo y yo volé, sentí como me mojaba cada vez más. Luego apoyó su cara allí, la movió como si fuese un animal que come de un tarro del suelo, mis flujos estaban mojando todo su rostro y eso me excitaba mucho. Por instinto llevé una de mis manos a su cabeza y acaricié sus cabellos. Lamió mi cicatriz de abajo hacia arriba con toda la carne de su lengua, luego hizo lo mismo solo con la punta, luego con sus labios, mi novio estaba chapando con mis labios vaginales y yo no podía estar más excitada, quería tenerlo adentro cuanto antes, ese hombre me tenía totalmente sometida, en una posición donde yo estaba indefensa y expuesta, pero él estaba igual que yo, de rodillas ante mí, jugando conmigo. Metió dos dedos y con su pulgar estimulaba el clítoris ayudándose con la lengua. A esa altura yo no podía parar de gemir, ya no tenía escrúpulos como en un principio que me avergonzaba que me escuchara jadear y entonces trataba de contener los sonidos del placer, pero ya no podía, no tenía ganas, quería que supiera lo mucho que me estaba gustando eso que me estaba haciendo. Desde mis mejillas sentía el calor, el cuello y mi pecho estaban prendidos fuego, a tal punto que con mi mano libre me estaba tocando y pellizcando los pezones para tratar de expulsar algo de toda esa tensión contenida, porque con los gemidos no alcanzaba. Sentí una bola de fuego en mi estómago, enorme, mi vientre comenzó a arderme y supe que estaba al borde del abismo, se lo hice saber diciéndole que siga así, que por favor no pare. Él obedeció y yo no pude evitar arquear la espalda, mis muslos temblaron como si tuviesen epilepsia, mi vagina latía, hasta que tuvo un último espasmo y sentí mucho líquido abandonar mi cuerpo a la vez que Pablo gimió y me dijo mi amor. Retiró su mano de mi interior y me acarició una nalga, para hacerme saber lo empapados estaban sus dedos. Me besó tiernamente la vulva pero tuve que sacarlo bruscamente, mi cuerpo estaba tan sensible que el más mínimo roce me estremecía. Me recosté en el sillón para tratar de recuperar el aliento mientras lo observaba. Él sonreía, victorioso, consciente del placer que acababa de darme, sabía que me había gustado mucho, y eso me convertía en suya, me había humillado con tan solo dos dedos y su lengua, me había sometido a su lujuria, fui su juguete durante algunos minutos. Yo lo sabía. Él lo sabía.
Pablo se puso de pie ya bajó su pantalón. Fue la primera vez que le vi el pene. Ya estaba erecto. Firme y con las venas marcadas por los costados. Pude compararlo con al de Martín, el de mi nuevo chico era más grande, mucho, más gordo, parecía más fuerte. Estaba húmedo, se veía sabroso, su punta latía como si tuviese vida propia. Descendí del sillón para quedar sentada en el suelo, a la altura justa para besárselo. Como si la excitación me diera experiencia repentina no lo llevé a mi boca de una, solo le di pequeños besitos al tronco, de ambos lados, besitos sonoros, chuic, chuic, a propósito. Hice lo mismo con el glande. Bajé e hice lo mismo con sus testículos. Desde allí lamí todo el tronco hasta la punta con toda mi lengua, al llegar al final del recorrido recorrí con la puntita de mi lengua la circunferencia de su cabeza, para terminar chasqueando en el frenillo, robándole un hermoso gemido, luego bajé siempre lamiendo, nuevamente a sus testículos, introduje uno en mi boca con cuidado y comencé a masturbarlo, todo por instinto. Cuando subí por segunda vez y llegué la punta si lo metí en mi boca. Yo bajaba mi cabeza tratando de metérmelo todo, pero no me entraba, luego subía y lo sacaba, siempre masturbándolo. Él me sujetó con ambas manos de la cabeza y comenzó a hacer movimientos pélvicos, como si estuviese cogiendo mi cara, entraba y salía de allí a su gusto, a tal punto que yo dejé de tocarlo y apoyé mis manos sobre sus glúteos para tratar de metérmelo más y más adentro. A veces estaba tan dentro de mí que hacía arcadas, sentía mis mejillas inflarse, me costaba respirar con normalidad, mi boca chorreaba saliva, no tenía ni tiempo de tragarla. Por momento levantaba mi vista para verlo, su rostro estaba cambiado, parecía una bestia, jadeaba y se mordía los labios, mi mandíbula estaba exhausta, pero él no quería detenerse. Lo vi inclinar su cabeza hacia atrás y su cadera se detuvo, sentí su miembro latir dentro de mi boca, el gimió y tuve un nuevo sabor en mi boca, por mi garganta comenzó a bajar un líquido espeso y tibio, mi boca chorreaba semen, por mi mentón colgaba como una babosa. Retiró su pene de mí, yo lamí su tronco, el con su mano la dirigió hasta ese pedazo de semen que colgaba, y arrastrándolo con su punta lo llevó a mi boca nuevamente para que lo tragara.
Fue la primera vez que un hombre eyaculó en mi boca. La primera vez que sentí el semen dentro de mí. Me gustó, es salado, tibio, un condimento rico. Nos recostamos sobre el sillón y nos quedamos adormecidos y felices, sin tensiones, y así comenzó nuestro noviazgo. Una no se traga la leche de un hombre para no verlo nunca más.
Siete años después me encontraba encima del cuerpo de otro hombre, tratando de darle placer y pensando en mi novio, que si se entera de la infidelidad me mata.

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO.
NOS VEMOS LA PROXIMA.
NO SE OLVIDEN DE LEER MIS RELATOS ANTERIORES.
BESITO!!!

14 comentarios - Mi novio Pablo

juanjoxx +1
genial, van puntos de regalo, muy hot. besos
Micaella79
gracias!!
PierreLis +1
Buen relato, me gusta lo de “llevame a la cama y te muestro que tan chiquita soy”
Micaella79
jaja si, es que me tratan como si tuviese 4 años algunos y me enojo
deatres05 +1
Muy buen relato excitante! Y vos toda una trolita hermosa! Si te interesa somos pareja swinger con experiencia esperamos msjs privado
Crazypussyman +1
Hola Mica buen día, muy buen relato, mucho morbo, deseo y excitación, imposible contener la erección al leerlo imaginando la secuencia, muchas gracias por compartir hermosa, besos!!!!!
Micaella79 +1
gracias!!
Crazypussyman +1
@Micaella79 de nada, gracias a vos por responderme y compartir!!!!
lucasmdq84 +1
excelente mica!!! palabras calientes para describir los momentos... a mi tambien me late despues de leer!!
Micaella79 +1
gracias
centachelo +1
Q buen relato y como me calentaste. Van puntos.
Micaella79
gracias guapo!!! 😃
centachelo
@Micaella79 me gustaria conocerte y que relates una historia nuestra. Besitos bombón
gdiaz74
me quede sin puntos hoy...te los re debo !
velerorc +1
volvi a dejarte tus merecidos puntitos
Pijotillo +1
WAAOOOOOO¡¡¡¡ TREMENDO RELATO
EXELENTE
Pervberto +1
El fuego lento se transforma en alta combustión.
nachenzenreload +1
MUY BUENO Y ME GUSTO: A esa altura yo no podía parar de gemir, ya no tenía escrúpulos.
VAN PUNTITOS.