Generando deudas

Con su cara de niña vieja, su pelo platinado, con un vestido amarillo y con un cuerpo aun respetable, mi tía Mary vino hasta mi cama frente al televisor mientras yo chateaba por teléfono con un amigo.
Sin ningún sigilo miro mi bermuda y puso la palma de su mano sobre mi pija muerta, yo le dije:
-tía no juegue que vamos a terminar mal.
-no sobrino, no me mal entienda. Solo me gustaría hacerle una paja y ver cómo sale la leche de su pito (eso ultimo lo dijo con cierto pudor)
-tía, eso no es correcto
-sobrino mío, no sabe las ganas que tengo de ver una poronga acabar.
Mientras el dialogo seguía y su mano tocaba mi pija no pude evitar reaccionar. Bajo los shorts y subió la remera y sus ojos brillaron como soles a ver mi verga tiesa.
-que grande y linda la tenes, sobrino.
Y la tomo con dos manos y miraba para todos lados, llegando a pensar que le había agarrado algún torbellino mental.
-sobrino no tienes nada para lubricarte?
-no tía.
De su boca salió mucha saliva que la dejo correr sobre mi glande y las palmas de sus manos. Su saliva estaba oleosa, espumada y tibia. Mi pija sintió el placer de sus manos y empezó una frentica masturbación con sus ojos fijos en mi poronga.
Estaba claro que yo no era yo, ni ella era ella, estábamos cada uno en lograr lo que buscábamos. Ella sacarme toda mi leche, (me agradaba pensar en ese momento que la quería toda para ella) y de mi parte vaciarme de leche y que no fuera por mis pajas, sino la de ella.
Sus manos eran un vendaval, su ritmo desenfrenado, mi pija aunque estrangulada estaba fantástica y me acariciaba con una mano desde la virola del culo, pasando por la bolsa de los huevos y dejaba caer su saliva sobre la chota lo que hacía todo más tibio y lubricado.
Apretó fuerte abajo y me miro a los ojos. Ella supo que iba a acabar. Libero esa tenaza de sus manos y sentí como la leche desde el fondo de mis huevos buscaba el exterior.
El chorro salto como un metro, tanto es así que mojo su vestido amarillo y una gota le quedo sobre el ojo izquierdo. El segundo chorro cayó sobre mí y sus manos, ya muy empapadas, seguían a un ritmo infernal, mientras mi pija iba decayendo en rigidez.
Me subí el pantalón y baje mi remera. Para mi había terminado todo. Pero he tenido la delicia de ver como recogía de su vestido, su rostro y lo que había estado en mi vientre y se lo trago mirándome a los ojos.
-gracias sobrino, te debo una
-gracias tía, ambos nos debemos una.

2 comentarios - Generando deudas

KaluraCD
Generando deudas


Buenísimo 👏 👏 👏

Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...
perchacubo
Gracias Kalura
Pervberto
¡Vivan las señoras mayores que saben lo que quieren! Especialmente las que se merecen tener quien narre tan bien sus andanzas...
perchacubo
GRacias Pervbert!!!