Claudia vengativa... Cap 53 a 56

Claudia es una perra vengativa 53


A la mañana siguiente me despertó el ruido de Claudia arreglándose para salir, estaba hermosísima, con un vestido corto, zapatos de taco, sus aros grandes, vino a la cama me agarro de la pija apretándomela, mientras me metía su lengua bien profundo en la boca.
-Estate listo mi cielo… no sé qué va a hacer el boludo de Jorge, es como un chico en muchos aspectos… si no llega a ir… te llamo así venís a darme una mano en el consultorio… tené todo previsto por si necesito que vayas… -me dio otros besos mientras jugaba con mi pija.
El día transcurrió normal, cerca de las 17 sonó el teléfono era Claudia, Jorge se había ido, después me contaba que fuera para el consultorio. Por suerte estaba Lucía que se quedó con Nerea y fui para ahí en un taxi, Claudia me dio un beso al verme. Enseguida ocupé mi viejo lugar, me sentía a gusto de estar trabajando.

Cuando terminamos la jornada Claudia me dijo que Jorge estaba muy molesto con lo de Juan, que ella le había dicho que ahora estaba trabajando… que era su empleado…
-En realidad lo estuve maltratando un largo rato… esperaba que se pusiera caliente y me cogiera bien cogida… como a su puta… a su perra caliente… pero se empezó a preocupar… que si se quedaba sin trabajo y esto y lo otro… así que me puse más mala y lo eche… le firme un cheque y mientras se lo daba le dije… Cuando me veas llenita acordate que desperdiciaste tu oportunidad… , me decepcionó… no pensé que iba a arrugar así… para mariconcita ya te tengo a vos… no…?
Al rato estábamos en el coche yo manejaba…
-Podré volver a conseguir trabajo entonces… que le parece mi reina…?
-Cuando lleguemos a casa lo vas a llamar a Sebi… si él está sin trabajo… o si quiere volver tiene la prioridad… se la merece… y me daba mucha leche el pendejo…
-Supongo que si vuelve lo vas a coger con forro… -me agarró fuerte de la pija y me beso en la boca, después me dijo
-Eso lo decido yo… veremos cómo se porta… mañana trata de fijarte que hace Lucía… a ver si puede venir Juan a cenar… sino salgo con él y vos me esperas en casa… con la nena…
Cuando llegamos ella me dio el teléfono de Sebastián, me atendió en su celular, le dije que era el esposo de Claudia… le pregunté en que estaba y si necesitaba trabajo, me respondió que andaba muy mal económicamente, que necesitaba trabajar, le dije si podía al día siguiente y estaba encantado. Claudia me miraba sonriendo. Esa noche después de cenar me ató a la cama desnudo, me puso un forro y me monto acercándose a susurrar en mi oído.
-Que lastima mi pajerito… el pendejo necesita trabajar… y la putita necesita que la trabajen… que lastima… te duro poco el trabajo… así te van a seguir creciendo los cuernos… eh maricona… mañana mismo lo regarcho… quiero que me de la leche… toda la que tenga… te gusta eh…?
-Me parece que tendrías que cuidarte…
-No querés que me llene él… y que tenés para ofrecer… que tenés a cambio… -y me mordió fuerte los labios-
-Vos sabes que yo te doy siempre todo lo que querés…
-Para que me coja con forro… por un mes no me vas a tocar… ni con forro… querés… o preferís que me llene bien llena mañana mismo… igual me va a regarchar Juan a la noche…
-No el pendejo no quiero…
-Bueno disfruta mucho hoy… te voy a tener calentito… me gusta que estés caliente… te pones más servicial… más fácil de convencer… hasta que capaz te digo de cogérmelo al pendejo sin forro más adelante y de la calentura… me vas a decir que si… -ella sentía mi pija bien dura- llega si querés… pensa en la idea… no me vas a coger y me vas a terminar pidiendo que el pendejo me llene… -empecé a explotar descontroladamente como hacía mucho no llegaba ante la sonrisa de Claudia. Que también tuvo su orgasmo.
A la mañana siguiente le pregunté a Lucía que planeaba para el finde, Carlos venía a casa y se quedaba desde el viernes, me dio una puntada de bronca. La puta que lo parió pensé, la llame a Claudia al consultorio. Cuando me atendió su voz sonaba rara.
-Hola amor… estoy resolviendo un tema… estoy sobre eso que te dije… tratando de resolver… de lleno en eso… -era obvio que estaba sobre él pendejo que lo estaba montando.-
Le estoy recordando a Sebi como era el trabajo… recordándole algunas cosas… igual me parece que se acuerda todo re bien… lo sabe de memoria… -le dije que quería avisarle que Lucia estaba en casa con el novio.- Que lástima… y bueno amor… mala suerte… y me colgó.
Cuando llegó a casa venía vestida con su ambo, Lucía estaba ya en casa con su novio. Ella se fue a bañar, había arreglado con Juan, iban a salir. me hizo acompañarla a la pieza y ayudar a cambiarla. Estaba hermosa.
-Que lástima que no puedas estar… decile a la nena que tengo guardia… -se terminó de arreglar y se puso el guardapolvo encima para salir de casa. En la puerta se lo saco y caminó hacia el ascensor moviendo sensualmente su culo. Me tiró un beso desde la puerta.
Yo cené con las nenas y Carlos, todo tranquilo y me fui a dormir, había tomado bastante vino y me dormí tranquilo. A la mañana siguiente me despertó el ruido de Claudia, se metió desnuda en la cama.
-Que lastima que no puedas tocarme por un mes… porque tengo ganas de coger… chúpame un poco la concha por lo menos… -su voz sonaba como si hubiera estado tomando, un poco más lenta, como trabada, le chupe la concha como un desesperado- ni bien llegamos al hotel… le hice un baile muy sensual… quedé solo en ropa interior para el… ni que decir que me recogió como siempre… como un potro… hasta que me llenó bien al fondo de mi cageta… cuando descansábamos un rato y acariciándole ese pecho peludo que tanto me calienta… le pregunté que le iba a decir a la esposa… y me dijo que era problema de él… me encantó… y le dije que después de descansar un rato… quería que volviera a intentar metérmela en el culo… pero que iba a pedir algo fuerte de tomar primero… para estar más relajada… que sensación… me acordaba cuando era chica… que cagaba unos soretes muy gruesos y me dolía el culo… esa pija es inmensa… sentía que me atoraba el culo… pero le pedía más… le decía que era su puta… su culorroto… y que cuando me viera entrar a la carnicería… y viera mi culo en calzas… que pensara que ahora era sólo de él… los demás solo podían mirarlo… aaaaa…. Que calentura… chupa puto…. Aaaa….aaa…. –ella tuvo un profundo orgasmo y yo seguí chupándola un rato más. Cuando salí me dijo que dejará la puerta del cuarto abierto, que por ahí pasaba Carlos para ir al baño. Se puso culo arriba, con una tanga incrustada en él. Yo fui a la cocina a tomar unos mates, a la media hora paso Carlos para el baño. Mi pija dura de pensar que miraría para dentro del cuarto y la vería a Claudia con la tanga metida en el culo. Cuando paso de vuelta al cuarto estaba todo colorado. Fui al cuarto y cerré la puerta. Claudia ya estaba profundamente dormida.



Claudia es una perra vengativa 54

Claudia se despertó pasado el mediodía, Lucía había salido con Carlos a dar una vuelta, y habían llevado a Nerea con ellos. Le dije a Claudia que habían salido y me miró sonriente. Vino a besarme y me acariciaba suavemente sobre mi pantalón.
-Que linda pija durita… cuanta hembra quisiera comérsela… lástima que seas media mariconcita… -fuimos al baño y la bañe con detenimiento, tenía un par de marcas importantes en su cuerpo, se la veía encantada, me hizo acariciarle la concha un largo rato. Después de bañarnos se vistió de entrecasa y fuimos a almorzar. Ella estaba cada vez más feliz. Por el resto del fin de semana no pasó nada más.
Ella seguía cada vez más feliz, siguió cogiendo con forro con el pendejo y vino Juan un par de martes, pero finalmente se indispuso normalmente. Y o me sentí bastante aliviado. Todavía faltaban uno días para que yo cumpliera mi mes de abstinencia. Yo realmente sentía que volaba de calentura, aunque faltaran sólo cinco días, no aguantaba más realmente. Claudia me notaba caliente. Era una mañana de lunes, estaba por ir a trabajar. Me despertó besándome y metiéndome lengua, me acarició suavecito sobre mi bóxer.
-Que pija durita… no te gustaría que te sacara un poco de calentura…
-Si no aguanto más…
-Recién estoy saliendo del período… no creo que haya riesgo… si me dejas que lo coja al pendejo sin forro… te puedo bajar la calentura… -yo no contesté.- me volvió a meter lengua y me dijo.- pensalo tranquilo… si queres que me dé sin forro llamame al consultorio… y le decís a Sebi que tenés un mensaje para mi… quiero que le digas a él… decíle a la doctora que puede tomar toda la dosis… te gusta… -hija de puta pensé y la pija me latía al borde de llegar.-
Ni que decir que estuve nervioso todo el día, no sé porque yo no quería que el pendejo la llenara, en realidad pensaba en que recién salía de estar indispuesta, no creía que fuera riesgoso. Pero y después pensé. Cerca de las cinco llamé al consultorio y me atendió él, le dije algo parecido a lo que Claudia me dijo, que le diera el mensaje sin falta. Cerca de las siete sonó el teléfono. Era Claudia.
-Hola amor… estoy terminando el trabajo… no tengo más pacientes… podes venir pronto para acá… así me llevas a casa… en media hora más o menos… -toque el timbre del consultorio y me atendió el pendejo, me dijo que él ya se iba, que la doctora estaba en su consultorio, ella le dijo que podía irse que me hiciera pasar. Escuche la puerta que se cerraba y entré al consultorio, ella solo en ropa interior. Tenía una tanga con un calado hermoso adelante, me tomó mi mano y me hizo metérsela en ella.
-sentí con la mano primero… -y se empezó a bajar su tanga- … ahora usa la boca… -le chupé su concha que escurría cataratas de leche del pendejo.- sentí toda la que me dio… volaba de calentura… pobrecito… necesitaba descargarse… se peleó con la novia el finde… aaaa… aaaa… si…. Qué lindo me cogió… aaaaa…. Siiiiii…. Chupa putooo…….-entró en un orgasmo muy profundo.- Después se recompuso y fue al baño a bañarse se puso una tanga limpia y me dio la sucia para que me la pusiera. Fuimos en el coche en silencio. Cenamos con las nenas, todo normal, yo me sentía raro con la tanga de Claudia puesta, manchada de semen y eso de a ratos me calentaba, pero me incomodaba delante de las nenas, me sentía mal. Claudia parecía al tanto de mi sentir, divertida con la situación.
Después de cenar fuimos al cuarto yo esperaba que me hiciera acabar, me dijo que durmiera, que mañana era martes y quería que estuviera bien caliente… así le daba más leche… después de visitar la carnicería.
Se me hacía imposible dormir, no aguantaba la calentura, por suerte al final quede frito, me desperté llevé a Nerea a la guardería y cuando volví Claudia estrenaba una calza nueva, sin ropa interior, se le metía en ese culazo divino. Se estaba pintando un poco frente al espejo.
-Cuando me mire el culo Juan, recordale que ahora es de él… y preguntale si no tiene ganas de repetir… que yo me muero de ganas de sentir esa verga en mi culo…
Fuimos caminando tranquilos a la carnicería y realmente pude ver que aunque disimulara Juan le miraba el culo de manera diferente. Lo mire y acercándome le dije.
-La dra dice que lo mires bien… que ahora es tuyo… y dice que se muere de ganas de repetir…
-Le acercó el pedido entonces dr… -entré tanta calentura me hacía gracia que me dijera doctor.
Ni bien estábamos en casa Claudia me empezó a sobetear y acariciar con gusto, yo seguía con su ropa interior puesta y ella sonrió cuando metió su mano y me acaricio un poco, parecía que se hubiera olvidado. Cuando llegó juan ella enseguida estaba de rodillas delante de el, se la chupaba como desesperada.
-Que verga tenés… me encanta tu verga… que suerte tiene la puta de tu mujer… como para que te ande celando… la tiene que compartir hija de puta… -y chupaba como desesperada. Después pasamos al cuarto, Claudia solita se bajo la calza hasta medio muslo, puso una almohada bajo su pelvis y me dio el aceite para que le lubricara el culito. –Lubrícamelo bien… mira le pija que me voy a comer… es la del dueño de mi culo… mírala bien… te gusta… porque no se la besas a nuestro amigo… como gesto de agradecimiento… dale vamos… -yo le di un beso y me sentí extraño. Volaba de calentura. Hacía mucho que no llegaba. Después el se acomodo despacio detrás de ella y metió primero solo su cabeza. Un gemido escapo de la boca de Claudia.
-Que verga mi cielo… me partis el culo… -se notaba como estaba durísima, Juan volaba de calentura también. Como el había dicho no había podido hacer muchos culos, nadie le bancaba su tranca.- dame un poco más… asi papi… dale métela… -Y con su mano derecha se acariciaba su pepa. El siguió metiendo hasta que un trozo bastante grande estaba en su culo. Escuche la puerta del departamento era Lucía que entraba. Los tres la oímos en realidad. Yo le dije desde el cuarto que en un rato salía. Que estaba charlando con Claudia. Juan empezó a bombearla tranquilo, disfrutando de meter y sacar solo un pedazo de su tranca y Claudia se pajeaba como loca, mientras mordía la almohada para no gritar. El cuando estaba por llegar se inclinó sobre ella mordiéndole el cuello y en su calentura le mando mas verga adentro, Claudia se quiso escapar pero estaba clavada contra la cama, giro su boca y se mordieron las bocas furiosamente. Ella le habló en voz baja.
-Me mataste… como me clavaste al final… me desgarraste el culo… me duele…. Pero me encanta que seas vos… -y volvieron a comerse las bocas, al rato la pija de él salió morcillona del culo de Claudia, ella se la fue a limpiar con dedicación. Yo salí a ver y Lucía estaba en su cuarto, esperé hasta que fue al baño y rápido lo acompañe a Juan hasta la puerta del departamento, Cuando Lucía salió del baño, Claudia se fue a limpiar, le dolía el culo. Yo acabé en la ropa interior sin darme cuenta casi, estaba todo manchado. Me di una ducha, Claudia me besó y me dijo que mirara como le había enchastrado la tanga, que la lavara. Me vestí y fui a buscar a Nerea al jardín.



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Claudia no lo pudo ver jueves o viernes a Juan, salió con él la noche del sábado, volvió y no habló del tema, parece que habían disfrutado bastante toda la noche. Lo de siempre me dijo cuando le pregunté. Estaba cada vez más contenta. Cuando llegó el martes, me despertó besándome y acariciándome, me dijo que no venía al mediodía que tenía cosas que hacer. Llegó cerca de las cuatro de la tarde, había almorzado en una reunión de médicos. Había un médico que hacía rato le tenía ganas, se le había lanceado pero ella lo rechazo elegantemente. Descansamos un rato en la cama y se vistió con la calza sin ropa interior.
-Vamos a la carnicería.
-pero ya compre hoy…
-Quiero ver las verduras… dijo guiñándome un ojo… o las quiero ver duras… -dijo poniendo cara de niña mala. Fuimos a la verdulería estaba el muchacho que Juan le había comentado, el la conocía de haberla visto pasar alguna vez, porque no íbamos en el horario en que el estaba, al menos no juntos, yo iba solo algunas veces a comprar algo de verdura. Mario se llamaba el muchacho, estaba terminando de atender a una señora, tenía un tatuaje hecho con birome en el brazo, parecía un ancla. Le sonrió a Claudia y le pregunto que necesitaba. Ella le fue pidiendo, le hablaba bajo a él para que nadie más escuchara, yo trataba de acercarme. Cuando le pidió unos pepinos y el empezó a agarrarlos le dijo.
-Me gustan más gruesos… bien gruesos…. –el le mostro uno que tenía ahí.
-Este le parece bien doctora…
-Si ese esta bien… tiene buena forma además…
-Que bueno que vino usted doctora… no hay clientas tan lindas por aca…
-Gracias por el cumplido… pero debes ver chicas muy jovencitas y lindas por acá…
Juan a todo esto miraba desde la carnicería bastante celoso. Pero no podía demostrar nada, estaba su esposa también presente atendiendo en la fiambrería.
-Pero ninguna que se compare doctora…
-Juan me había dicho que te gustaba… es verdad…? –a esa hora había muy poca gente, se solía llenar cerca de las 19 o 20 horas , pero a esa hora podían charlar tranquilos.
-Usted es hermosa doctora…
-Ay te agradezco… pero yo me siento una mujer grande ya… no se… que te gusta de mi… dijo mientras giraba dejando su culo a la vista del muchacho para saludar a la chica de la fiambrería.- Dame bananas también… que sean lindas… -ya se notaba un bulto en el pantalón del muchacho. Parecía un tipo bastante riesgoso para mi gusto. No era un muchacho fácil de manejar, debía tener como treinta y pico. Claudia se acercaba y le hablaba con voz emputecida. – No me dijiste que te gusta de mi…
-Tenés una cola hermosa… -dijo tuteándola por primera vez-
-a mi me parece que esta medio caída ya…
-Mire doctora… usted es una hembra de bandera… su marido es muy afortunado…
-A él le gusta compartir su fortuna…
El muchacho se quedó pensativo, fuimos a la caja, que también atiende la esposa del carnicero y salimos del local.
Cuando salíamos Claudia me dijo que estaba recaliente con toda la charla, que necesitaba coger. Quería pija urgente. Llegamos a casa pero Nerea estaba demandante, necesitaba que estuviéramos con ella. Estuvimos tranquilos. Claudia estaba cada vez más caliente. Más tarde me dijo.
-A que hora cierran la carnicería…
-Cerca de las diez de la noche amor…
-y… No lo podrías invitar al muchacho este…
-adonde amor… no lo vas a traer a casa… estamos todos… y me parece un tipo peligroso…
-Siempre tan exagerado… peligroso en que… me gustan los hombres peligrosos… que me miran como me miró él… cuando gire a saludar a Natalia… me comió el culo… no me lo mordió porque no pudo…
-Pero amor… que querés que lo traiga a casa… no te parece que no se puede…
-Tenés razón… y si lo llevamos al estacionamiento… que no hay mucho movimiento… y vos vigilas que no venga nadie… -me sobeteo la pija sobre el pantalón.-
-Pero amor… que le digo…
-Esperalo cuando salga y decile que yo quiero charlar algo con el… en el estacionamiento del edificio… nada más… anda que te espero abajo… -y se fue para el estacionamiento. Le avisamos a Lucía que salíamos y yo salí casi temblando del edificio.
Cuando salió de la carnicería saludo a Juan y su señora y se fue caminando para el otro lado. Mario, lo llamé.
-Doctor, que necesita…
-No soy doctor… Juan me llama doctor… mi mujer quiere charlar algo con vos en el estacionamiento del edificio… -el solo me sonrió, caminamos en silencio, entramos al edificio y luego a la cochera, que es de pocos coches, todos de gente grande que en general no los usan tiene muy poco movimiento realmente. Claudia esperaba ahí.
-Hola Mario… viniste… -el se acercó hacia ella, la atrajo hacia él besándola y empezando a sobarle el culo.
-Que culazo te cargas puta…
-Te gusta… disfrutalo… -y se comieron las bocas un largo rato el la puso contra el capot del auto de Claudia y le bajo la calza su culo quedo al aire. La pija de él era bastante gruesa pero de un lagro común. Claudia le dio un forro para que se lo pusiera.
-Y si te la meto en el culo… -dijo agarrándole el pelo en una colita- puedo no ponerme forro…
-Así de una en el culito… -dijo Claudia con voz de puta mientras el ya se la estaba metiendo.
-Que lindo culo doctora… con esos aires de puta que tenes para moverlo… que delicia… -se alejo un poco de ella y le dijo.- movelo para mi dale… como cuando caminas por la calle putita dale… -y Claudia movía su culito enterrada en la verga de él. Después el la tomó de la cintura y empezó un lento mete y saca, Claudia se pajeaba con la mano derecha y se apretaba los pechos con la izquierda.
-Si me encanta la verga… si que lindo… partime el culo…
-Mire que resulto fácil doctora… culo caliente…
-si amo la verga… y me encanta en el culo… me lo vas a llenar de tu leche… eh…
El por toda respuesta empezó a acelerar sus movimientos hasta que se besaron cuando estaban llegando. Le llenó el culo de su leche. Claudia se acomodó la ropa, lo acompañe a Mario hasta la puerta del edificio, subimos con Claudia en el ascensor junto con un señor del noveno. Claudia ponía su culo contra el ascensor porque estaba todo manchada su calza. Restos de leche en ella. Entré yo primero y ella fue directo al baño. Me sentí peor que nunca.



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Ni bien salió del baño, yo la mire nervioso, ella estaba calma como siempre, me parecía peligroso y tenía miedo. Claudia quiso cocinar esa noche, las nenas la ayudaron en la cocina, después de cenar me dijo que la esperara en la cama, que ella acostaba a Nerea y venía, casi siempre lo hacía yo. No podía ni acostarme, daba vueltas por el cuarto, cuando Claudia entro, me vio parado junto a la cama, cerró la puerta del cuarto con llave y me dijo.
-Porque estas levantado todavía… -su tono era muy suave, pero muy firme y serio.-
-Estoy muy nervioso, me parece que el tema con este muchacho se fue de las manos.
-A mira vos… acóstate… ahora… -lo hice como me ordeno, me ato a la cama, me desnudo, se desnudó ella muy lentamente y me puso la tanga que se sacó. Se vino sobre mi cara y puso su concha sobre ella, me dio su almejita a chupar mientras presionaba suavemente con sus muslos en mi cara. – así… que no tenés confianza en mí… mira vos… parece que no te acordás lo que hablamos la primera vez… sobre si querías volver… chupa bien usa la lengua puerca… las cosas son claras… si te da miedo el señor toma un lugar de hombre y cuida a tu familia… sino lo voy a manejar yo… espero que quedé claro… nunca más quiero una escena como esta… porque te junto todas tus porquerías… aunque me duela por las nenas… y te las tiro a la calle… move bien la lengua… vamos puerca… chupa bien… -tuvo un orgasmo muy intenso sobre mi cara. Después se durmió desnuda como estaba y me dejo atado toda la noche. A la mañana me desató antes de irse, me dio unos besos muy profundos mientras me apretaba la pija sobre su tanga que tenía aun puesta.
-Que bien te queda la ropa de nenita… hoy quedatela puesta… parece que necesitas recordar tu lugar en esta casa…
La semana transcurrió tranquila, no vio a ninguno de sus amantes. Estaba como metida para adentro, pensativa y bastante dedicada al trabajo. El martes la esperaba ansioso no sabía que iba a hacer, si iríamos a la carnicería. La mire y me sonrió. No hablamos se quedó solo en ropa interior y esperaba que fuera yo el que hablara. Finalmente lo hice para romper el silencio, no sabía bien que esperaba de mí. Mario trabajaba ahora todo el día en la verdulería porque había renunciado su compañero.
-Vamos a ir a la carnicería?
-Vas a ir vos y le vas a decir a Mario... que lo espero en casa… en nuestra cama… que quiero de nuevo el pepino del otro día… y lo vas a esperar abajo… -yo no hice ningún comentario, Juan me miraba intrigado cuando entré en la carnicería, hable con Mario que me miró con cara de degenerado y también disimulo, el tampoco quería quilombo con Juan, no quería poner en peligro su trabajo. Al rato llegó a casa, yo lo esperaba en la puerta, subimos en el ascensor yo estaba muy tenso, entramos al living y no había nadie.
-Aca en el cuarto amor… hacelo pasar al señor… -entramos al cuarto y Claudia estaba solo en tanga sobre la cama- porque no te pones comodo… y te acercás… te esperaba ansiosa… tengo ganas de sentir esa verga gruesa de nuevo… -el tipo se desnudo con calma, yo cerré la puerta del cuarto. – Amor … chupasela un poco al señor… por favor… -yo me arrodille delante de él, me sentía humilladísimo, pero mi pija estaba como un roble.- Claudia se río burlona y le dijo.
Quiero que me la metas en la concha… te animas… -yo me puse de pie y me acerqué a la mesa de luz a buscar un preservativo.- no amor… quiero que me coja así… lo quiero sentir al natural… te animas Marito… -el se fue acomodando y la fue penetrando mientras se besaban los dos muy calientes, en una pausa en sus besos Claudia le dijo.- Lo único que cuando estes por llegar me la tenes que sacar… no me estoy cuidando… no me gustaría que me llenes… es muy peligroso… -dijo con esa voz de puta calienta vergas.- Mario estaba descontrolado le daba a fondo, le sacaba unos gemidos tremendos, yo rogaba que no llegara Lucía. Después Claudia lo montó un largo rato y tuvo un par de orgasmos, se dejo caer sobre la cama y el ahora si la monto a fondo, ella lo trababa con sus piernas por detrás de sus muslos.- Cuidado con la lechita… no me vayas a llenar… mira que es muy peligroso… a ver si me llenas la pancita… me avisas no…? –el le dijo algo al oído y Claudia gimió muy fuerte, siguió cogiéndola bien duro hasta que en un momento se tensó sobre ella. Yo veía el tatuaje del ancla en su brazo y me sentía cada vez peor. Ella lo besaba, le mordía la boca, le habló ella ahora al oído y el sonrió. Se quedó un rato más sobre ella moviéndose todavía, su pija estaba todavía dura por lo que parecía porque no se desacoplo, el se tiro en la cama y Claudia se la fue a chupar, se la chupo un largo rato. Después cambió el tono de su voz rápidamente, sonaba seria, autoritaria, sin dejar lugar a dudas.
-Ahora te tenés que ir… está por llegar mi hija más grande… otro día nos vemos… -le dio un beso y el se vistió despacio y lo acompañe a la puerta del departamento. Lucía no llegaba aún. Le dije a Claudia que iba a buscar a Nerea a la guardería.
-Vení a usar un poco la lengua primero… vamos puerca… -me agarró de los pelos teniéndome clavado entre sus piernas chupando como un poseso.- limpia bien… no pensaste que me iba a llenar… te gusto…? No me contestes… esta noche charlamos… ahora anda a buscar a la nena… ella se puso de pie y fue hacia el baño, yo me limpie un poco la cara y salí a buscar a Nerea, justo bajaba del ascensor Lucía que venía con el novio, cuando entraron al departamento pude ver por la rendija que quedaba que justo Claudia pasaba hacia el cuarto totalmente desnuda. Me fui a buscar a Nerea, no quería pensar en nada. Cuando volví con Nerea, Claudia se había puesto una calza con una tanguita metida en el culo, estaba deliciosa y Carlos no perdía detalle. Le pidió que la ayudara en la cocina, el la rozaba de a ratos como sin querer, Claudia lo volvió loco un largo rato y después se fue hacia el cuarto a jugar con Nerea, después del almuerzo, me desnudo y me montó como desbocada, como me dijo estaba muy caliente.

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