Un ganador. Capítulo 8

Un ganador. Capítulo 8

Esta es la historia de Emanuel, un ganador de 24 años que tiene anécdotas muy interesante para contar, llenas de chicas y amigas y por supuesto con muchas historias sexuales. Esta historia es ficción, sin embargo eso no quiere decir que no se basa en algunos hechos reales…


Capítulo 8: Vacaciones calientes
   El 26 al medio día nos levantamos y Nati me dijo una frase que me volvió loco: “Me encantó que me hicieras la colita anoche”. Me calentó tanto que terminamos echándonos un polvo bastante rápido en mi pieza, apurados por mi vieja que nos día que teníamos que irnos a comer a lo de mi tío. Pero esa frase me iba a quedar en la mente toda la semana. Cuando nos juntamos el lunes a la tarde en casa, le pedí de hacérselo por la cola y ella me dijo que sí. Obviamente lo volvimos a hacer el martes y el miércoles, pero enseguida supimos que era un exceso cuando el jueves me dijo que le dolía muchísimo y tuvimos que posponerlo. El 31 de Diciembre llegó con una despedida completamente distinta, bastante romántica, con una tarde en su pieza, con muchos besos y caricias para después terminar en un sexo más bien apasionado que caliente. Fue uno de los mejores fines de año que tuve. Sin embargo la primera anécdota del año fue mucho mejor.
   Los dos salíamos el 1ro de Enero a la madrugada para Villa Gesell, pero en colectivos distintos. Yo viajaba con Facundo, Leandro y Cristian a una casita bastante chiquita, algo alejada del centro pero a pocas cuadras de Pueblo Límite. Ella se iba con Paulina, Soledad y Florencia, sus tres mejores amigas a una casa mucho más grande, con 3 habitaciones, un living-comedor enorme y una cocina bastante importante. Es por eso que esa casa se convirtió en el bunker de las previas.

   El 1ro al medio día, después de instalarnos fuimos a la playa y nos encontramos con ellas enseguida. En cuestión de horas, Lean y Sole ya habían organizado la previa para esa noche y quien compraba cada cosa. Nos fuimos a su casa cerca de las 11 de la noche y empezamos a tomar de todo. Los juegos para ponerse en pedo no tardaron en aparecer y las prendas para quien perdía solían ser sacarse algo de ropa, pero era la primera noche y nadie quería romper los límites, por eso es que quedó todo ahí cuando a Paulina le dijeron que se sacara el corpiño, después de haber tirado la remera y el short por los aires. En el boliche el descontrol siguió, con Cristian encarándose a toda mina habida y por haber, con Soledad y Florencia buscando chicos por doquier y cuando Paulina nos dijo que se volvía a la casa con un loco que había conocido ahí.

   La 2da noche ya apareció más gente. Unas amigas de la facultad de Soledad, el hermano de Flor con algunos amigos y la prima de Leandro con varias amigas. Obviamente más de uno terminó chapando con alguien. Pero la sorpresa nuestra fue cuando Paulina se empezó a comer a Cristian en frente de todo el mundo. Nos tomó completamente por sorpresa y peor fue cuando él le empezó a meter mano como si nada y ella lo dejó hasta que Nati se acercó para decirle que quedaba mal. En el boliche todos se dispersaron y cerca de las tres de la mañana le propuse a Natalia irnos a alguna de las casa a hacer algo. Pero esa noche ella estaba tan en pedo que la tuve que acompañar hasta su departamento y esperar a que vomitara todo.

   La 3ra noche las chicas decidieron tomarse un descanso. Nati seguía mal de la panza y Florencia había vuelto a las 4 de la tarde después de haber pasado toda la noche y gran parte del día con un chico que ni se acordaba el nombre. Nosotros no tomamos tregua y fuimos a bailar igual, pero fue bastante tranquilo ya que ninguno había tomado tanto como las otras noches.

   La 4ta noche las chicas decidieron volver al juego. Cristian obviamente buscó a Paulina en todo momento, pero ella no sabía cómo sacárselo de encima. Soledad y Facundo fueron la sorpresa cuando se pusieron a chapar en el medio del sillón y la cosa se fue poniendo hot, pero en vez de pararlo decidieron irse a la pieza de ella y no supimos más de ninguno de los dos hasta el día siguiente. Pero esa noche iba a seguir. Los demás nos fuimos al boliche. Cristian insistió tanto con Paulina, que ella para sacárselo de encima le terminó diciendo que era patético y que no era lindo. Él no se lo tomó nada bien y esas palabras, más varios tragos encima lo hicieron empezar a hablar de Clara y terminó en una crisis de llanto bien grande que Leandro selo tuvo que terminar llevando a la casa. Cuando nos dimos cuenta Florencia había desaparecido, por lo que éramos Nati, Paulina y yo. Decidimos ir afuera a tomar algo de aire y a hablar un poco. Pau nos preguntó por cómo iba el noviazgo y como nos sentíamos juntos, pero la cosa fue tirándose para el lado sexual y cuando le hizo esa pregunta a Nati a mi me entró la duda:
   - ¿Le contaste?- Le dijo.
   - ¿Qué cosa?- Pregunté yo al ver la mirada asesina que le hecho Nati y la cara de “me mandé una cagada” que puso Pau.- ¿Qué cosa me tenés que contar amor?
   - Nada.- Se metió Paulina.- Una boludez. Después te la dice.- Pero yo quería saber en ese momento.
   - Bueno está bien.- Me dijo mi novia después de un rato que insistiera.- Yo te cuento. Pero vos no digas nada.- Se calló, miró a los costados y me volvió a mirar.- Quiero probar estar con una chica.- Mi cara de sorpresa debe hacer sido tal que Natalia siguió hablando.- Pau me contó que ella hizo un trío con una chica hace unos meses y que le encantó la parte de tocarse y besarse con una mina. Bueno quiero probar eso. Y que después vengas vos y me cojas.
   - ¿Y qué estamos esperando?- Le digo yo mirándolas a las dos.
   - Pero no con ella tarado.- Me dice Natalia. Pero yo pude ver que Paulina ponía cara de sorpresa, no se había esperado ese comentario.- Busquemos a alguien más.
   Obviamente estuve toda la noche preguntándole si esa era la chica correcta cada vez que una mujer pasaba por al lado nuestro, pero Natalia siempre me decía que no. Sin embargo no dejaba de prestarle atención a Paulina, como se comportaba, como la sacaba a bailar y lo hacía de forma sensual, como la acariciaba cada vez que empezaba una canción que les gustaba. Me ponía loco verlas así.

   La 5ta noche fue más bizarra todavía. Después de la previa en la casa de las chicas con un montón de gente fuimos a otro boliche que quedaba mucho más cerca de donde estaban ellas. Florencia desapareció enseguida y no la volvimos a ver hasta el día siguiente. Cristian se encontró con una amiga de la facultad que aparentemente estaba atrás de él y se fueron juntos por un buen rato. Leandro, que estaba muy borracho, reconoció que no podía seguir más y a pesar de que le propusimos de llevarlo, él decidió irse solo. Facu y Sole no tardaron en ponerse a chapar y al cabo de un tiempo los perdimos de vista. Nati, estaba algo ebria y por ende bastante desinhibida. En un momento se encontró con una amiga y aproveché para hablarle a Paulina.
   - Te vi ayer a la noche.- Le digo con una sonrisa en la cara.
   - ¿Qué cosa?- Me pregunta haciéndose la que no entendía.
   - Vi como buscabas a Nati.- Le digo acercándome.
   - Nada que ver Ema.- Me dice siguiendo con el juego.- Posta, nada que ver.
   - Pau… Dale.- Le digo tratando de que se sincerara, y se le notó en la cara que yo tenía razón.- Sabés las ganas que tengo de verlas tocándose a las dos.- Le digo de repente. La agarro a ella de la cintura con las dos manos.- No sabés las ganas que tengo de que toques a mi novia mientras yo veo todo.
   Natalia volvió enseguida y para disimular un poco me puse a bailar con Pau, haciendo de cuenta que solo estábamos siguiendo el ritmo. Pero no hicieron falta palabras, los dos nos entendimos con una mirada y fuimos a buscar a Nati. La metimos en el medio y la empezamos a franelear y a tocar. Al principio a ella no le copó mucho, pero cuando le comí la boca de un beso mientras Pau pasaba sus manos sobre sus tetas, entendió lo que estábamos haciendo y se dejó llevar.

   A partir de ese momento la cosa se puso muy caliente. Natalia y Paulina arrancaron con un simple besito en la boca, casi tímido y discreto y terminaron transando completamente abrazadas y acariciándose todo el cuerpo. Como si fuese poco, el que estaba en el medio ahora era yo. Las dos me bailaban, me pasaban las manos por todo el cuerpo, me tocaban la cola y obviamente la pija que se me estaba empezando a parar adentro de la bermuda.
   - Vamos.- Les digo de repente al ver que nos empezábamos a zarpar y la gente nos miraba.
   Las agarré a las dos de la cintura y encaramos para la salida. Vimos como Cristian y su amiga estaban sentados en un sillón transando y nos pareció ver a Florencia con un loco a lo lejos, pero yo las arrastraba tan rápido que no se pudieron parar a ver. Caminamos las dos cuadras que nos separaban de boliche abrazados, con ellas acariciándome el pecho y tocándose de vez en cuando. Nadie decía nada, solo miradas, caricias y de vez en cuando un beso de Nati y mío o de ella con Pau.
   Cuando llegamos a la casa la sorpresa fue mayor. En el sillón principal del living, completamente desnudos y sin siquiera alertarse por nuestra presencia, estaban cogiendo Facundo y Soledad. Él estaba sentado en el medio y ella sentada encima mirándolo a él. Facu tenía las dos manos clavadas en el enorme culo de ella y su cabeza parecía hundirse entre sus grandes tetas. Nos miraron durante un segundo cuadno entramos y después siguieron cogiendo como si nada. Ella no paraba de saltarle sobre las piernas, haciendo que la verga de él entrara y saliera de su concha.
   Las chicas fueron directamente a la pieza de Nati, pero yo tenía que hacer una parada en el baño. Cuando salí, vi que ahora era ella la que estaba acostada y él semi-arrodillado contra el borde del sillón cogiéndosela. Había puesto sus dos manos sobre las tetas de ella que tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta del placer. Facundo me miró y me guiñó el ojo y me sacó la lengua. Yo le levanté un pulgar y me fui a la pieza sabiendo lo que me esperaba. Pero no me imaginaba encontrármelo así.
   Entré a la pieza y vi que en la cama estaban las dos acostadas, completamente desnudas y emergidas en un increíble beso. Esa imagen ya me voló la cabeza. Cerré la puerta con cuidado y me miraron por un segundo para volver a besarse. Paulina estaba mucho más suelta que Nati, que a pesar del alcohol se la notaba algo nerviosa. Sin embargo las dos se siguieron besando y tocando sin ningún problema. Pau empezó a bajar su boca por el cuerpo de mi novia y a chuparle las tetas mientras le acariciaba la cintura.
   - Sentate.- Me dijo Nati.
   - Aprovechá del show.- Agregó Paulina antes de volver a lamerle las gomas a Natalia.
   Yo me acerqué hasta una silla que había casi en la punta de la pieza y después de sacarme la remera y la bermuda me senté en bóxer a mirar. La imagen de las dos besándose y acariciándose de manera muy sensual me volvía loco, me costaba creer que estaba pasando. Paulina parecía saber muy bien lo que hacía y eso me encantaba. Me empecé a tocar despacio arriba del bóxer mientras veía como la amiga de mi novia iba besándole todo el cuerpo y como Nati disfrutaba con los ojos cerrados. Pau la fue bajando muy despacio por todo su cuerpo y cuando la tenia completamente excitada y a su merced, puso su cabeza entre las piernas y le empezó a chupar la conchita a mi novia.
   Afuera se escuchaban los gritos de Soledad pidiendo “más” como loca. Adentro de la pieza se podía oír el suspiro de Natalia con cada lamida que le daba su amiga. Paulina le chupaba la concha con ganas y le tocaba las piernas y la panza mientras lo hacía. Dejé mi pija al descubierto y mientras veía esa imagen me empecé a pajear despacio. Nati gozaba cada vez más lo que la otra le hacía. Tenía sus ojos cerrados y la boca entreabierta por la que salían gemidos de placer que cada vez eran más fuertes. La imagen me calentaba como nunca antes me había excitado. No veía la hora de ponerla.
   Y Paulina pareció entender eso al levantarse y verme a los ojos. Dejando a mi novia disfrutando en la cama de lo que le había hecho, se agachó en el piso y vino gateando hasta donde estaba yo y sin dar muchas vueltas me la empezó a chupar. Natalia era ahora la espectadora. Se había puerto de costado y mientras con una mano se acariciaba las tetas y la panza, con la otra se tocaba la conchita. Pau me lamía la verga y lo hacía muy bien, me pajeaba con una mano, me tocaba el cuerpo con la otra y se la metía y se la sacaba de boca con ganas. Le pasaba la lengua por todos lados, lamía los huevos y le daba besos a la cabeza. En la cama estaba Nati, mirando todavía con la boca entreabierta y tocándose cada vez más rápido. La calentura que tenía y el placer que sentía de estar ahí no tenía comparación.
   - ¿Sabés que quiero?- Me dijo Pau mientras me seguía pajeando y dando besos.- Que te cojas a mi amiga adelante mío.- concluyó para volver a chupármela.- ¿Sí?- Me preguntó como esperando mi aprobación para después volver a pasarle la lengua por toda mi verga.
   Obviamente yo le dije que sí. Me paré y fui a la cama, donde Natalia ya se había acostado con las piernas abiertas para que pudiera penetrarla sin ningún problema. Mientras me la cogía miraba como Paulina, que se había sentado en la silla con las piernas abiertas y se tocaba, nos miraba con felicidad.
   Cogerme a mi novia no fue algo difícil después de ver como ella y una de sus mejores amigas se tocaban y se besaban y mucho menos después de que esa amiga me la chupara como una profesional. Además hay que agregarle el hecho de que ella nos miraba desde una silla a menos de dos metros de distancia mientras se tocaba y suspiraba al ritmo de cada penetración. Era entendible mi calentura.
   Después de un rato en esa pose Natalia se puse en cuatro y yo me arrodillé atrás. La agarré de la cintura y volví a cogérmela con fuerza. Pero mis ojos seguían fijos en Paulina que me miraba excitada y disfrutando de sus dedos. Me volvía loco verla así, que nuestras miradas se crucen de la nada. Me calentaba mucho. Sabía que en cualquier momento iba a acabar y quería darle el show completo.
   - Arrodillate.- Le ordené a Nati mientras me paraba al lado de la cama. Ella obedeció.
   Mi novia puso su cuerpo casi pegado a mis piernas y yo me empecé a pajear lo más rápido que pude mientras mi vista cambiaba de la chica de la silla a la que tenía en frente. Pero para mi sorpresa, Pau se levantó y caminando despacio se paró al lado mío y tomo con su mano mi verga y después de un beso muy fogoso me empezó a pajear. Bajó su vista a mi pija y se dedicó a ver como se moví a pocos centímetros de la boca de su amiga. Yo le agarré el culo con una mano y con la otra le acaricié las tetas mientras disfrutaba de cómo me pajeaba. Y la leche no tardó en llegar. Una cantidad enorme de semen salió disparando hacia el cuerpo de Natalia y terminó llenándole la cara y el pecho. Ella lo empezó a juntar con su mano y se lo llevaba a la boca como podía. Pero fue más excitante todavía cuando Pau se arrodilló frente a ella y le empezó a lamer las tetas para sacarle la leche que le había quedado.
   Y así arrancaba el año, con una noche que nunca me iba a olvidar. Nunca más iba a participar de una escena sexual con Paulina, pero en los días siguientes me iba a calentar solo con verla y recordarla tocando, besando y lamiendo a mi novia.


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