Barbora era el nombre de mi compañera de cuarto. Era checa y como lo había podido comprobar el primer día, le gustaba y mucho coger. No tenía problemas. Si le calentaba un chabón iba y se lo garchaba. Si el chabón no la encaraba, lo encaraba ella.
Se había transformado en la putita de la residencia. Se había cogido a casi todos (los que no habían pasado por su cama, era porque no le interesaban). Se garchó hasta los dos chicos de la administración (por separados, y juntos).
Cuando ya hubo confianza entre nosotras, cogía con tipos mientras yo dormía al lado (igual los gritos de la guacha y el movimiento de la cama me despertaban). Más de una vez me quedaba viendo como la checa se garchaba a sus machos (porque era así, ella se los cogía). Las pajas que me habré hecho mirándola. Encima escucharla gritar cosas en un idioma extraño es como más excitante aún. Cosas que fui descubriendo en el viaje.
Cuando salíamos siempre agarraba algún chabón. Conocía los baños de hombres tanto como los de mujeres (aunque obvio, no iba a hacer las mismas cosas a cada uno). La mina era ninfómana posta. No paraba nunca.
Una noche, me había quedado durmiendo porque al otro día tenía que rendir. Bien entrada la madrugada siento que entra al cuarto, bastante borracha y pidiendo silencio, haciendo "shhh". Para mi sorpresa, esta vez había traído 3 chabones. Me hice la dormida y me tapé hasta la cabeza, dejando un espacio para poder mirar que pasaba en la cama de al lado.
Barbora se sentó y los 3 flacos la rodearon mientras se bajaban los pantalones delante de ella. Con sus manos agarró 2 pijas y la restante la metió en la boca. Empezó a chuparlas de a una, alternando entre las 3. Uno de los pibes la empujó y la acostó en la cama.
La desvistieron entre las risas de ella que se dejaba manosear y besar por todos lados. Mientras 2 la desvestían arriba, el otro se arrodilló y le empezó a chupar la concha. De una le clavó dos dedos hasta el fondo que la hicieron gritar. Uno de los flacos le puso la pija en la boca para callarla. El otro le besaba las tetas y la panza.
El que estaba en la concha se levantó. Había sido suficiente. Apuntó la pija y se la clavó. Sin piedad la empezó a taladrar. Como era costumbre, se la estaban cogiendo como a una perra y ella lo disfrutaba. Se aferraba más fuerte a la pija que tenía en la boca. De pronto, tuvo dos para chupar y no perdió oportunidad. Mi mano ya estaba en mi entrepierna empapada.
El que la cogía salió dejándole paso a su amigo. Tampoco le tuvo compasión. La agarró de las piernas y la empujaba salvajemente hacía su cuerpo. El ruido de los cuerpos golpeando me excitaban más. Me senté en la cama, para ver mejor. Ya no me importaba pasar desapercibida. Abrí mis piernas y seguí acariciándome la concha mientras los observaba. Uno de los flacos se dio cuenta y se quedó mirándome.
Yo lo miraba fijo, mientras mordía mis labios y tocaba mi concha. El chabón no sacaba la vista de mis dedos que jugaban en un mar de jugos en mi concha. No hizo falta hablar ningún idioma. Dejó a mi compañera disfrutar de sus amigos y él se vino conmigo.
Apenas se acercó me tiré encima y se la empecé a chupar y pajear. El flaco me agarraba la cabeza y me empujaba para que me la tragara toda. La tenía más larga de lo normal, por lo que no llegaba y como no tengo la capacidad profunda de mi amiga Agustina, me atraganté varias veces. Tuve que sacarme la pija de la boca para toser y escupir saliva sobre el tronco para seguir.
Las reglas eran así. Los 3 habían ido para cogerse como quisieran a la putita de Barbora y si quería participar tenía que ser con esas reglas. Además por más que dijera algo, no lo iban a entender. Esa idea de estar indefensa ante los 3 machos calientes dispuestos a cogernos sin piedad me calentaba mucho.
Me puse en 4, delante de él. Agaché mi cabeza arqueando mi espalda y levantando mi cola. No había terminado de acomodarme que la pija del chabón ya estaba clavada hasta el fondo. Se trepó a la cama y poniéndose como un perrito arriba mío empezó un meta y saca furioso y salvaje.
Mi cama se movía para todos lados con las embestidas del loco. Después de un rato, otro de los pibes vino a pedir el cambio. El que me cogía salió y entró otro. Este tenía la pija más chiquita, pero me daba igual de duro y me encantaba.
Se tiró encima mío y con una de sus manos empezó a tocarme el clítoris. Deliraba de placer. Terminé explotando en un orgasmo que me aflojó las piernas. Aunque los brazos fuertes de mi macho no me dejaron caer y me sostuvieron para seguir cogiéndome por un rato más, hasta que salió de adentro mío y descargó toda la leche en mi espalda
Me tiré en la cama. La leche me chorreaba por mis costados. Con mis manos la desparramé para que no manchara las sábanas. Poco me duró el descanso. El tercero que aún no me había cogido vino por lo suyo. Me agarró violentamente y me dio vuelta.
Puso mis piernas en sus hombros y me cogió igual de duro que sus amigos. Cerró mis piernas y las puso a un costado, para poder tocarme la cola. Empezó a pegarme (muy) fuerte en los cachetes. El guacho me dejó los 5 dedos marcados.
Después de un rato de cogerme de manera bestial, sacó la pija y agarrándome de los pelos me hizo sentar. Dijo algo que no entendí, pero me había puesto la pija en la boca, así que supuse que me pedía que se la chupara.
Mi amiga cabalgaba una pija y ya había parado la verga del chabón que había acabado encima mío. El que estaba adentro, la sacó y acabó largando un chorro de leche al piso. Barbora se levantó, corrió al flaco que había acabado y sentó al otro. Era una máquina.
Se subió arriba de él y siguió cabalgando como si nada hubiese pasado. Llamó al que había acabado y le agarró la pija, limpiándosela de la leche que aun goteaba. Cuando terminó y la pija estaba totalmente dormidita lo desechó y se dedicó a cogerse al otro con una lujuria que daba miedo.
Yo estaba compenetrada en mi pija. Lo pajeaba, la chupaba y lamía. El flaco me tenía agarrada de los pelos, para que no me escapara aunque por mi cabeza no pasaba esa idea. Cuando no aguantó más, me sacó la pija y se empezó a pajear sobre mi pecho. Yo me tiré en la cama arqueando la espalda y tocándome las tetas pidiéndole la lechita ahí.
Se arrodilló arriba mío y se pajeó bien fuerte hasta que largó todo. El primer chorro me cruzó la cara. El resto, cayó caliente y espeso en mis tetas. Mientras el pibe miraba, yo me limpiaba la acabada con mis manos. Con cuidado fui recogiendo el chorro en mi cara y me lo sequé en las tetas. El resto, lo desparramé por todo mi cuerpo. Era un montón.
Mi amiga ya había sacado de combate a los otros dos. Los pibes se quedaron un rato más y los echamos. Yo en 2 horas rendía y mi amiga tenía clases. Cuando se fueron, le pregunté a Barbora quienes eran los chabones estos... "No se" me dijo. "Pero eran checos".
Conociendo la residencia
Enseñando español a una holandesa
Con un italiano
Mi primo lejano
Una pareja rusa
Africanos
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Indice
Se había transformado en la putita de la residencia. Se había cogido a casi todos (los que no habían pasado por su cama, era porque no le interesaban). Se garchó hasta los dos chicos de la administración (por separados, y juntos).
Cuando ya hubo confianza entre nosotras, cogía con tipos mientras yo dormía al lado (igual los gritos de la guacha y el movimiento de la cama me despertaban). Más de una vez me quedaba viendo como la checa se garchaba a sus machos (porque era así, ella se los cogía). Las pajas que me habré hecho mirándola. Encima escucharla gritar cosas en un idioma extraño es como más excitante aún. Cosas que fui descubriendo en el viaje.
Cuando salíamos siempre agarraba algún chabón. Conocía los baños de hombres tanto como los de mujeres (aunque obvio, no iba a hacer las mismas cosas a cada uno). La mina era ninfómana posta. No paraba nunca.
Una noche, me había quedado durmiendo porque al otro día tenía que rendir. Bien entrada la madrugada siento que entra al cuarto, bastante borracha y pidiendo silencio, haciendo "shhh". Para mi sorpresa, esta vez había traído 3 chabones. Me hice la dormida y me tapé hasta la cabeza, dejando un espacio para poder mirar que pasaba en la cama de al lado.
Barbora se sentó y los 3 flacos la rodearon mientras se bajaban los pantalones delante de ella. Con sus manos agarró 2 pijas y la restante la metió en la boca. Empezó a chuparlas de a una, alternando entre las 3. Uno de los pibes la empujó y la acostó en la cama.
La desvistieron entre las risas de ella que se dejaba manosear y besar por todos lados. Mientras 2 la desvestían arriba, el otro se arrodilló y le empezó a chupar la concha. De una le clavó dos dedos hasta el fondo que la hicieron gritar. Uno de los flacos le puso la pija en la boca para callarla. El otro le besaba las tetas y la panza.
El que estaba en la concha se levantó. Había sido suficiente. Apuntó la pija y se la clavó. Sin piedad la empezó a taladrar. Como era costumbre, se la estaban cogiendo como a una perra y ella lo disfrutaba. Se aferraba más fuerte a la pija que tenía en la boca. De pronto, tuvo dos para chupar y no perdió oportunidad. Mi mano ya estaba en mi entrepierna empapada.
El que la cogía salió dejándole paso a su amigo. Tampoco le tuvo compasión. La agarró de las piernas y la empujaba salvajemente hacía su cuerpo. El ruido de los cuerpos golpeando me excitaban más. Me senté en la cama, para ver mejor. Ya no me importaba pasar desapercibida. Abrí mis piernas y seguí acariciándome la concha mientras los observaba. Uno de los flacos se dio cuenta y se quedó mirándome.
Yo lo miraba fijo, mientras mordía mis labios y tocaba mi concha. El chabón no sacaba la vista de mis dedos que jugaban en un mar de jugos en mi concha. No hizo falta hablar ningún idioma. Dejó a mi compañera disfrutar de sus amigos y él se vino conmigo.
Apenas se acercó me tiré encima y se la empecé a chupar y pajear. El flaco me agarraba la cabeza y me empujaba para que me la tragara toda. La tenía más larga de lo normal, por lo que no llegaba y como no tengo la capacidad profunda de mi amiga Agustina, me atraganté varias veces. Tuve que sacarme la pija de la boca para toser y escupir saliva sobre el tronco para seguir.
Las reglas eran así. Los 3 habían ido para cogerse como quisieran a la putita de Barbora y si quería participar tenía que ser con esas reglas. Además por más que dijera algo, no lo iban a entender. Esa idea de estar indefensa ante los 3 machos calientes dispuestos a cogernos sin piedad me calentaba mucho.
Me puse en 4, delante de él. Agaché mi cabeza arqueando mi espalda y levantando mi cola. No había terminado de acomodarme que la pija del chabón ya estaba clavada hasta el fondo. Se trepó a la cama y poniéndose como un perrito arriba mío empezó un meta y saca furioso y salvaje.
Mi cama se movía para todos lados con las embestidas del loco. Después de un rato, otro de los pibes vino a pedir el cambio. El que me cogía salió y entró otro. Este tenía la pija más chiquita, pero me daba igual de duro y me encantaba.
Se tiró encima mío y con una de sus manos empezó a tocarme el clítoris. Deliraba de placer. Terminé explotando en un orgasmo que me aflojó las piernas. Aunque los brazos fuertes de mi macho no me dejaron caer y me sostuvieron para seguir cogiéndome por un rato más, hasta que salió de adentro mío y descargó toda la leche en mi espalda
Me tiré en la cama. La leche me chorreaba por mis costados. Con mis manos la desparramé para que no manchara las sábanas. Poco me duró el descanso. El tercero que aún no me había cogido vino por lo suyo. Me agarró violentamente y me dio vuelta.
Puso mis piernas en sus hombros y me cogió igual de duro que sus amigos. Cerró mis piernas y las puso a un costado, para poder tocarme la cola. Empezó a pegarme (muy) fuerte en los cachetes. El guacho me dejó los 5 dedos marcados.
Después de un rato de cogerme de manera bestial, sacó la pija y agarrándome de los pelos me hizo sentar. Dijo algo que no entendí, pero me había puesto la pija en la boca, así que supuse que me pedía que se la chupara.
Mi amiga cabalgaba una pija y ya había parado la verga del chabón que había acabado encima mío. El que estaba adentro, la sacó y acabó largando un chorro de leche al piso. Barbora se levantó, corrió al flaco que había acabado y sentó al otro. Era una máquina.
Se subió arriba de él y siguió cabalgando como si nada hubiese pasado. Llamó al que había acabado y le agarró la pija, limpiándosela de la leche que aun goteaba. Cuando terminó y la pija estaba totalmente dormidita lo desechó y se dedicó a cogerse al otro con una lujuria que daba miedo.
Yo estaba compenetrada en mi pija. Lo pajeaba, la chupaba y lamía. El flaco me tenía agarrada de los pelos, para que no me escapara aunque por mi cabeza no pasaba esa idea. Cuando no aguantó más, me sacó la pija y se empezó a pajear sobre mi pecho. Yo me tiré en la cama arqueando la espalda y tocándome las tetas pidiéndole la lechita ahí.
Se arrodilló arriba mío y se pajeó bien fuerte hasta que largó todo. El primer chorro me cruzó la cara. El resto, cayó caliente y espeso en mis tetas. Mientras el pibe miraba, yo me limpiaba la acabada con mis manos. Con cuidado fui recogiendo el chorro en mi cara y me lo sequé en las tetas. El resto, lo desparramé por todo mi cuerpo. Era un montón.
Mi amiga ya había sacado de combate a los otros dos. Los pibes se quedaron un rato más y los echamos. Yo en 2 horas rendía y mi amiga tenía clases. Cuando se fueron, le pregunté a Barbora quienes eran los chabones estos... "No se" me dijo. "Pero eran checos".
Conociendo la residencia
Enseñando español a una holandesa
Con un italiano
Mi primo lejano
Una pareja rusa
Africanos
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38 comentarios - Estudiando en Italia. Mi puta compañera de cuarto
gracias por pasar
gracias por pasar!
buen relato y linda forma de prepararte para el exámen, besito!
Buen encontraste uno que te dio chirlos en el trasero jajajaja
Los eslavos son europeos pero como que un poco más brutotes, cosa de haber pertenecido al bloque sovietico jajajajajaja
gracias por pasar!
y que buena compañera de cuarto
gracias por pasar!
Me parece o vos te quedas atras comparada con ella
Vamos juli demostrame que podes
Buen relato
Esperare el siguiente
Hay negros en esta serie?
gracias por pasar
Te imagino sentadita tocándote y exploto!
Espero ansioso el resto!! Besos!
gracias por pasar!
gracias por pasar! 🙂
gracias por pasar!
gracias por pasar!
gracias por pasar!
Volveré con puntitos...
Gracias por compartir 😉
gracias por pasar!
:):):)
10+...
gracias por pasar!