El vecino.

El cornudo de Manu…
En el mismo mes en que se mudaron al quinto piso de un edificio con departamentos, Manu y Barbara se dieron cuenta que no es bueno tener los vecinos tan próximos. Sobre todo con el que vivía en el 6to, sobre ellos. Era un hombre aparentemente solo, de unos treinta años y que solía tener visitas constantes, durante la noche y siempre alborotaba con ruidos fuertes, música y saltos. Esto incomodaba a la joven pareja , siendo la primera vez para ambos, se mudaban juntos. Manu adoraba a Barbara, hacia todo por ella. Si con algo se encaprichaba Barbara, el, su novio de “toda la vida” lo hacia realidad para ella. Manu no conocía muy bien el pasado de Barbara, cosa que no recordaremos en este relato porque llevaria tiempo describir todas las pijas que se chupo y que la cogieron mas de una vez. Asique nos preocuparemos por el momento de este nuevo vecino, que sin dudas habia que conocer para explicarle que debajo de el, habia gente viviendo y entienda el tema de los ruidos.
Llegaba el fin de semana y el sabado a la noche, Barbara y Manu decidieron quedarse, no salir y descansar. Todo venia bien hasta que, un vez mas , comenzaron los ruidos de arriba. Al parecer, por lo que se escuchaba, este vecino habia invitado a varios amigos y estaban cenando aparentemente y hablando en voz alta , con musica y todo tipo de cosas que no debajan tranquila a la joven pareja. Llegado un momento, Barbara, harta de tanto alboroto, le pide a Manu que se “ponga los pantalones” y advierta al vecino.
- Dale amor! Mira lo que hacen…joda, gritan, saltan, me tienen podrira! Hacete hombre y decile algo de una vez! O tengo que ir yo…
-Bueno Barby dame un minuto…
Y ya sabemos que el pobre manu la concentia en todo, asique un poco asustado tuvo que subir y hacer el pedido.
Llegando a la puerta del vecino advirtió con mas intensidad los gritos de una cantidad de tipos y la musica alta. Toca timbre y espera a abrir la puerta, luego de un silencio que se le hizo eterno. La puerta se abre y se asoma un flaco, dejando ver detrás de el a algunos con vasos de bebida en la mano y algunos cigarrillos prendidos.
- Hola, disculpame –dice Manu- pero con mi novia estamos queriendo descansar y la verdad que hacen mucho ruido, podrian tener en cuenta que hay gente viviendo debajo.
Algo entonado y sin darse cuenta al vecino se le impregna una sonrisa de quien no cree lo que esta escuchando o como se lo esta advirtiendo.
- Mira – dice el vecino entre sonrisas- yo vivo aca desde hace años y nunca me pidieron eso. Pero si tanto les molesta podria pedirnos lo mismo tu novia en persona y lo pensamos….
Manu se quedo mudo, no sabia como reaccionar. Si lo agredia iba a ser un problema porque el fue a su departamento y pocos le iban a creer esa version. Y ademas si hacia algo asi tendria que enfrentarse no solo al vecino sino tambien a sus amigos. Asique solo pudo decir algo al aire y retirarse puteando, asique volvio con Barbara.
- Y que paso? – dijo ella- siguien haciendo quilombo, ahora mas que antes! Parece apropósito.
- Es un tarado, se lo pedi bien y me saco cagando diciendo boludeces.
- Sos facil eh, pudiste hacer algo mas como hombre.
- Que decis nena? Tampoco para tanto…
- Y esas boludeces que dijo de que se trataban?
- Nada…me quizo joder diciendo que solo paraban si se lo pedia mi novia… me fui puteandolo.
- Ah bueno, ademas de no parar te dijeron algo como eso?...
Barbara inmediatamente no puedo pensar en otra cosa. Se le cruzo por la cabeza la actitud del vecino y sintio una cosquilla por todo el cuerpo. Se imagino como cogeria ese tipo y otras fantasias. En su pasado habia recorrido varias fiestas y algo de experiencia tenia…claro que nunca le conto a Manu, quien pensaba que era decente y tranquila. No lo dejo pasar, con manu tenia relaciones claro, pero no estaba del todo satisfecha. Sobre todo con los machos que habia conocido y las pijas que habian pasado por ella.
- Mira amor, la verdad asi no se puede dormir ni descansar. Si se lo tengo que pedir yo para que frenen un poco y bueno…
- Me estas cargando? Dejame acopañarte al menos. – y manu encaro para la puerta.
- No nene, si te ven a vos van a bardear de nuevo. Vos dejame a mi…
- Bueno, pero hace rapido…te espero.
Asi Manu tomo el contro de la tele y se recosto en el sillon y Barbara subio lentamente las escaleras, en pantuflas, con un camisón, una remera por debajo y su jogging que, frenandose en la escalera, se lo subio, ajustandolo bien y dejando el escote del camisón mas bajo…Antes de subir, miro hacia atrás pensando en Manu.
La televisión lo desperto…Manu se habia quedado dormido en el sillon, habia estado muy cansado. Los ruidos seguien, mas apagados pero se escuchaba, ya no musica. Sino golpes secos, como de un mueble o cama y eran reiterativos…miro su reloj y sacando cuentas rapido entredormido se dio cuenta que Barbara no solo no habia vuelto sino que pasaron horas desde su salida al 6to piso.
Cuando el vecino volvio a oir el timbre, nunca imagino que quien tocaba era una linda castaña, muy sensualmente vestida y con una increible cara de puta, con sonrisa complice. Algo rellenita, lo que hacian de sus lindas tetas algo grandes y redondas.
- Asique Tengo que venir a pedir las cosas yo…- Dijo ella
- Ah bueno, vos sos la noviecita del boludo que vino recien?
- Si, ese boludo es mi novio… que estan haciendo que hacen tanto quilombo.- Y asomando la cabeza por la puerta entreabierta, ve como varios hombres se distienden.
- Estoy con amigos y creo que tu novio robo con algo tan lindo como vos…
- Bueno gracias, te parece? – Volvio a sonreir con mas cara de puta todavía.
- No me parece, estoy seguro. Pero por las dudas preguntemosle a ellos si piensan lo mismo, veni. – La tomo de la mano y no le costo nada hacerla pasar, cerrando la puerta tras ellos.
- Hola, buenas noches… Dijo Barbara.
- Que les parece mi vecina chicos? Parece macanuda, no?- Podiendola entre medio de todos y haciendola girar de la mano.
Los alagos no tardaron en llegar, todos mas que contentos por la bebida y demas la agasagaron de la mejor manera…
Bajaron la musica y el vecino dijo:
- Bueno, tiene algo que pedirnos me parece…
- Chicos por favor no hagan tanto lio, mi novio descansa abajo…
Todos rieron y se pararon en ronda a ella.
- Mira asi nomas no vamos a poder quedarnos tranquilos, necesitamos que nos ayudes…
- Hay que queres decir- dijo ella riendo y viendo la ronda de machos que la rodeaban.
- Que de aca no te vas hasta que te chupes la ultima pija.
A Barbara le gustaba jugar, se divertia, pero nunca se imagino que fuera tan directo, tan viril como para pedirlo de esa manera…y por eso se le mojo la concha inmediatamente. Rio, miro para los costados y pensando que era solo un chiste se quedo quieta sin saber que decir.
- Que miras asi para todos lados nena? Te dije que te chuparas estas pijas- diciendo esto el vecino repentinamente dejo al aire su miembro, duro como piedra, rebotando por la vehemencia con que se habia quitado el pantalón y Barbara lo pudo apreciar bien de cerca, grande. Mucho mas grande que el de manu, con la cabeza totalmente pelada y unos huevos que parecio que le llegaban a las rodillas. Lo miro asombrada, con los ojos bien abiertos y una sonrisa de sorpresa. Los demas hicieron lo mismo, de repente estaba rodeada de pijas duras y llenas de leche. El vecino la tomo de la cabeza y la hizo agachar, y tomandose fuerte la pija se la enterro en la boca, Barbara nunca se excito tanto. Los demas la tomaron de las manos y la hicieron pajear las pijas a su alrededor. Ella con algo de timidez las tomo y movio suavemente. Ellos la agarraban y le hacian sacudir mas fuerte sus pijas diciendole todo tipo de cosas.
- Asi putita! Pajeanos fuerte dale!! Ellos reian
-Asique queres descansar? Te vamos a dejar de cama gorda puta.
El vecino le estaba cogiendo literalmente la boca, ella la abria tanto como podia pero el miembro era grande y grueso. La hacia atraganta, ella tosia y babeaba sin querer, pero era inevitable, la estaban haciendo suya. Pasando al vecino, le metieron otra pija en la boca, ya no sabia que se la estaba haciendo chupar, no importaba. Estaba entregada y aun no se habian dado cuenta cuanto le gustaba.
- Mandasela que le entra toda! Decia el vecino.
- De verdad! Mira como le llega la pija hasta la garganta! Sabe lo que hace jajaja.
Barbara solo podia hacer esos ruidos de saliva y ahogo. Aunque se echaba hacia atrás, al tomarla de la cabeza le empujaban la pija hasta donde querian y parecia que les gustaba verla escupir y atragantarse.
- Ahhh! Es increible!!
- Aaagg, Agggg, Agggggggggg! – Solo podia gemir ella.
- Pasala loco, a ver esta boquita como chupa.


De a uno la fueron haciendo saborear cada una de sus pijas. Le quitaron la ropa, la llevaron a la cama, se la cogieron todos, de todas formas. Dos intentaron cogerla al mismo tiempo…pudieron tres. Ella estaba como loca, le encantaba volver a sentirse asi, usada por pijas bien duras y llenas de leche.


- Asique no podias descansar eh…ahora te vamos a dejar toda rotita trola.
- Cojanme como quieran, soy su puta. Denme todas esas pijas por favor.- A Barbara ya no le importaba nada, se olvido de Manu completamente y disfruto.
- Vamos a darle un regalo al novio por el regalito que nos mando.- Dijo uno mientras le taladraba la concha, y con un gemido acabo dentro de su concha. Llevale esta leche de macho a tu novio gorda puta.

- Sisi, se la voy a llevar en mi conchita toda para el.
- Jjaja como le gusta! – Dijo el vecino, mientras nalgueaba a la Barbara , que gustosa recibía otra pija mas.
Uno por uno, fueron acabando en ella, en su cara mientras la tomaban del pelo con fuerza, llego a tragar un poco. En su cola, por fuera que habia quedado abierta por tantos pijasos. Uno le cojio tanto la boca que le acabo en la garganta literalmente, ella trago lo mas que pudo, el resto lo escupio aun con la pija en la boca por la atragantada violenta.


Asi la dejaron, toda abierta y llena de leche, con olor a sexo y totalmente desprolija.
- Ahora vamos a calmarnos un poco, pero cuando escuchas otra vez ruidos las proximas veces ya sabes como pedirnos las cosas, Ok?
- Si, lo vengo a pedir yo…- dijo la puta de barbara, aun con leche en su cara.
Salio por la puerta, llego a la escalera y se lo cruzo a Manu, impresentable. El la vio con leche en la cara, la ropa estirada y con mas cara de puta que nunca.