Amigos con derechos (1ra parte)

El siguiente relato se trata de una experiencia real, que viví con una amiga, en un colectivo de larga distancia.

Con mi amiga nos sentamos en el piso de arriba del colectivo, en los asientos que están en frente de la escalera, es decir al lado nuestro no había personas sentadas. Mi amiga se sentó en el asiento que da contra la ventana y yo hice lo mismo con el que da al pasillo. Mi amiga, morocha, medía 1.70, pechos chiquitos pero con una muy buena cola. Yo, morocho, 1.80 de altura, y algo robusto de cuerpo. Mi amiga tenía puesto una camperita de lana color roja, con una remera escotada de color blanca y un jean común. Yo llevaba una remera negra con un pantalón de vestir.

Nos subimos al micro para emprender el viaje, nos acomodamos en nuestro asientos y empezamos a charlar sobre cosas normales. Hablando, notamos que había poca gente subida al micro, por lo menos en el piso de arriba del colectivo. No le dimos demasiada importancia y seguimos conversando. Poco a poco la charla fue tomando color y calor. Empezamos a hablar sobre cuales eran nuestras fantasías sexuales. Ella me dijo que le gustaría hacerlo en la playa, pero sin gente. Yo le dije que una de mis fantasías era la de hacerlo en un ascensor, siempre y cuando no haya gente. Teníamos diferentes fantasías pero con algo en común: que nadie nos viera.

Mientras hablábamos, ella se puso de costado y se dejaba ver la parte superior de sus tetas que no eran grandes pero si chiquitas y firmes. A mi se me desviaban los ojos, no podía no mirarlas. Ella creo que se daba cuenta pero no hacía nada. Yo seguía sentado derecho, pero con la cabeza inclinada mirando a mi amiga. Además de las fantasías, ella me preguntaba como me gustaban las mujeres y yo hacía lo mismo pero con respecto a los hombres. Otra cosa de lo que hablamos (y yo creo que fue lo que calentó la charla) fue si nos gustaba masturbarnos. Yo, que tuve que responder primero, dije que sí, sin ningún tipo de vergüenza. Ella, que tardó algo en contestar, también dijo que le gustaba, pero no sola sino en companía de alguien. Cómo que le calentaba más que alguien la viera o se lo haga. A mí ya se me vino a la cabeza la situación de verla a ella tocarse en frente mío (debo aclarar a ésta altura que mi amiga no solo me gustaba sino me calentaba) Por eso "mi amigo", se empezó a despertarse y yo tuve que poner mi mano derecha para que no se notara (mejor dicho que ella no lo viera). Ella, con cara de intrigada y saber más, me empezó a preguntar sobre muchas cosas de la masturbación (por ejemplo, en que lugar lo hacía, si veía fotos o vídeos, cada cuanto me masturbaba). Tenía cara angelical pero detrás de ella se escondía una chica bastante traviesa.

El momento que nunca más voy a olvidar se originó con una pregunta que ella me hizo: ¿alguna vez te "tocaste" en publico?. Yo la miré directo a los ojos tratando de encontrar alguna respuesta para saber como se le ocurrió tal pregunta. Nunca me imaginé que ella pensara tal cosa. Sin mentirle le dije que no, que nunca lo hice y que tampoco se me pasó por la cabeza hacerlo. Ella inclinó su mirada hacia abajo y me dijo: yo tampoco lo hice pero varias veces lo he pensando. Yo le pregunte como lo había pensando, que se había imaginado. Y me respondió que la mayor de la veces se lo imaginó en un auto, con alguien que manejaba y que ella lo iba tocando. Y después el que manejaba la tocaba a ella. Yo me quedé algo sorprendido pero me gustaba que ella tuviera una parte traviesa o "calentona".

Luego de intercambiar éstas palabras, ella levanta la cabeza sobre el asiento y mira primero hacia adelante y luego hacia atrás. Yo le pregunto si pasa algo y ella me dice: ¿que te parece si lo hacemos acá?. Yo no entendía nada a lo que se refería, por eso le pregunte: ¿hacer qué?. Ella, mordiéndose el labio inferior, coloca su mano derecha en el cierre de mi pantalón. Cuando vi lo que hizo, por dentro me gustó la idea, pero le dije que era arriesgado (confieso que al principio la "nena" era yo), y ella me dijo que había poca gente y nadie se iba a dar cuenta. Si no hacemos ruidos, nadie se entera. Yo la miré a los ojos y ella me "tiró" un besito. Eso fue suficiente para que yo accediera y lo hagamos.

4 comentarios - Amigos con derechos (1ra parte)

v-rat
¡Muy lindo! Van puntos 🙂