Mi vida en Europa 1: Lisa 1

Este es mi primer post, sepan comprender por favor mis errores.

Es una historia real, espero poder contarla con lujo de detalles. Tuve que cortarla en varios post. Tal vez los primeros sean algo aburridos...


Primero que nada, daré una breve explicación de mi vida:
Tengo 29 años, estoy casado. Físicamente no soy nada atractivo, 1,70, moreno, cabello oscuro y churco, soy flaco, con algo de barriga sendentaria, no practico deporte, tímido, callado... pero por alguna razón sobresalgo donde quiera que vaya.

No he tenido muchas novias, oficialmente sólo 3, las demás sólo fueron cosas de un par de semanas durante la secundaria, y nunca garché hasta que me casé... sí, no garché hasta los 27, se me iba a explotar el mango de tanto esperar, y de tanto fap se me iba a destornillar el pito.

Vengo de una familia recatada de buenos principios y valores, tal vez por eso tenía como un tabú de no garchar, y a decir verdad, antes de mi esposa tuve oportunidades de hacerlo con otras chicas, pero era un pendejo y me cagué y no fui capaz. Durante la universidad tuve una novia algo “formal”, y mientras estaba con ella, una compañera de estudio me estaba calentando la oreja, y un día nos quedamos solos en un salón de clases, tomó mi mano y la llevó hasta su abdomen... yo la acariciaba lentamente, y como buen idiota, ni siquiera fui capaz de darle un beso en la boca... estaba entregada, y yo no hice más nada... me quedé con la mano en su abdomen como por media hora hasta que le dije que ya nos teníamos que ir a otra clase... qué virgo, un virgo nivel Taringa... pero bueno, eso era lo que había...

Llevo casi 2 años de casado, felizmente casado. Mi esposa es austríaca, y estamos viviendo en ese hermoso país: Austria.

Como dije soy casi un flanders con las mujeres, y me arrepiento de ello. Y en este país donde cada 5m en la calle veo hermosas mujeres, me arrepiento de estar casado “tan joven”, y le reclamo a la vida por no haber nacido aquí.

Sí, la vida es injusta, pero qué más puedo hacer...

Cuando llegué a Europa, tenía la idea de que las mujeres eran regaladas. Uds ya saben, pura influencia gringa de nuestras queridas páginas como xvideos, poringa... Hollywood... pero nada que ver. Sobretodo en Austria, las mujeres son muy recatadas, son monjas que no viven en un convento, y se visten de civil... lástima, porque son unos monumentos de mujeres. Se mantienen jóvenes como hasta las 55 años, pero claro, practican deporte desde la infancia... la mayoría tiene las piernas muy bien torneadas, y el trasero en su lugar, producto de movilizarse a todas partes en bici... no es un trasero brasileño enorme, pero es acorde con la cadera, y lo más importante: redondo y duro... son unas muñecas...

Los primeros días aquí, yo parecía un ventilador mirando para todos lados, cosa que normalmente no hacía en mi país... mi mujer se dio cuenta, y como buena europea no le molestó, al contrario, cada vez que ve una chica hermosa en la calle siempre me pregunta que qué opino de ella. Igual pasa cuando vamos a la piscina, siempre me muestra chicas monumentales.
La cosa es que con este cambio de ambiente, de costumbres, clima, cultura, mujeres... se comenzó a elaborar en mi mente mil y un maneras de tener una aventurilla por allí. Pero cómo... si la chica llega a saber que soy casado, no va a pasar nada, además esta ciudad es muy pequeña, sólo 40mil habitantes contra los 600mil de mi ciudad natal, y créanme que ya reconozco a mucha gente, lo cual me hace pensar que ellos también me pueden reconocen... y en reiteradas ocaciones me consigo gente en la calle que me pregunta por mi esposa, y que yo jamás he visto en mi vida... así que es peligroso hacer algo por ahí sin prudencia...

Una variante sería viajar a Viena, Linz, ... son ciudades grandes... el tren me llevaría en 1,5 horas... pero no conozco sitios... bueno, las historia se está empesando a hacer larga y aburrida... la cosa es que desde hace ya un tiempo estaba considerando echarme una canita al aire...
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Desde el pasado verano comenzaron a pasar una serie de cosas que me alumbraron el camino, hay que decir que ha tomado largo tiempo, pero en resumidas cuentas se trata de una fantasia con mi cuñada. Aún no ha pasado nada entre los dos, lástima, pero me tiene el morbo a mil...

La historia actual no se trata de mi cuñada, sino de una compañera de trabajo. Pero algún día lo será... aún espero.

Esta compañera es una chica de 26 años, como de mi estatura, blanca, muy blanca, delgada, con trasero, piernas caderas, y cintura construídas para garchar, un fórmula uno... y los senos grandes, no son enormes, pero para su tamaño están grandes. Y los tiene levantaditos. De cara no es la gran cosa, un poquito narizona, pero no es fea; con ojos verdes y una mirada fría (típico aquí).

Desde que llegué al trabajo me di cuenta que la gente aquí realmente es fría, muy distante... pero con el paso de las semanas, uno se da cuenta que sólo son penosos; algunos sí son robots como esta chica, pero no todos...

Su nombre es Lisa.

Cada vez que me la encuentro por los pasillos de la empresa siempre la saludo con una sonrisa, y ella responde con un frío “guten Morgen” y sin expresión alguna en su cara (en realidad aquí dicen sólo “Morgen”).

Ya han pasado muchos meses desde que comencé a trabajar allí y no había conseguido sacarle una sonrisa. Un día yo estaba en un restaurant con los compañeros de la oficina, y Lisa estaba en otra mesa con 2 compañeras más, en eso llega un chico alto y deportivo y ella lo recibe con un beso en la mejilla y un golpecito en el brazo. Yo le pregunto a los compañeros que quién es ese, y ellos dicen que es el novio, pero soltaron la carcajada, así que asumí que no era cierto; me imaginé que era un sarcasmo dado lo seria y distante que ella es. Hasta ahora no he podido confirmar si era el novio, o si ella tiene uno...

Día a día topándome con Lisa en los pasillos, en la cocina, en la puerta... y yo siempre saludándola con una sonrisa calurosa típica de un latino, y comportándome caballerosamente (en realidad no sólo con ella, sino con todas). Ya por noviembre por lo menos estiraba los labios como para simular ella también la sonrisa... algo era algo.

Desde marzo 2014 hasta diciembre no pasó nada entre Lisa y yo.


Como es de costumbre, en la empresa tuvimos nuestra fiesta de navidad, todos fuimos sin excepción.

Unos compañeros cantaron canciones tradicionales, tomamos algo que se llama Glühwein, Ron, un par de cervezas.
Estuvimos hablando un rato, y yo tomé la guitarra y me puse a tocar; nadie sabía de mi talento.

Toqué “Feliz Navidad” de Cheo Feliciano, y quedaron encantados... yo me había preparado un par de canciones más y las toqué ese día... todos estaban fascinados, y vi que Lisa estaba más interesada. Les dije que no quería tocar más si ellos no cantaban. Es muy feo tocar y cantar, y que la gente esté cruzada de brazos como si estuviese en un teatro o velorio. Un compañero encendió el video-Beam del salón de juntas y nos armamos un mini karaoke. Todos estaban en shock porque la “noche” se había vuelto loca... 6 de la tarde... pero bueeeeeno, en invierno desde antes de las 4pm ya está oscuro... vamos a decir que ya era de noche...

a eso de las 7:30, nos fuimos a un restaurant. Allí estuvimos hasta las 10:00pm... durante ese tiempo, un compañero estaba con la idea de emborracharme con un trago que se llama “Jägermeister”. Aguanté bien...

A eso de las 10:00 comenzaron a irse algunos, y Lisa junto con otra compañera propusieron ir a una discoteca. El jefe estaba todo emocionado, y ese día estuvo con nosotros un viejo verde alemán inspector de la empresa, el cual le tenía el ojo puesto a mi Lisa y a la otra chica, una bosnia bien linda por cierto.

Llegamos a la disco, y estaba algo full, pero nos hicimos campo hasta llegar al fondo... cerca de 12 personas. Yo estaba hablando con unos compañeros, y Lisa junto con la bosnia (cuyo nombre no logro memorizar) estaban “bailando” solas, sólo se movían...

De repente de la multitud sale un chico y agarra a Lisa del brazo y la invita a bailar, ella dice que no, pero él insiste, ella se sigue resistiendo, y él se va... minutos más tarde él se choca con ella a propósito y ella casi lo mata con la mirada... él se va... al rato regresa con una bebida y le pide disculpas, ella acepta la bebida y se quedan hablando, pero yo no logré escuchar...

Vi que él la agarró del brazo nuevamente y la trataba de sacar del grupo... de repente se me ocurrió que posiblemente él había echado algo en la bebida para drogarla, o algo así.

Yo estaba con el resto de compañeros con la espalda contra la pared, en realidad era como un sofá alto y largo, abarcaba 2 paredes enteras, con mesas redondas algo altas. Las chicas estaban de espaldas al resto de la gente, y de frente a mí, y yo veía todo lo que pasaba con este individuo. Vi que Lisa estaba arrugando la cara y le hacía señas a la bosnia, y nadie del grupo hacía nada... así que me lancé como tarzán al rescate.

El tipo era más alto que yo, obvio, pero mis padres fueron sabios y me inscribieron en artes marciales desde chico, así que no le tengo miedo ni al tamaño ni a la musculatura. Además aquí la gente es cobarde y no pelean, así que no podía pasar nada...

El tipo no me vio llegar y le puse la mano en el pecho y lo empujé, no fuerte como para moverlo, sino más bien como un golpe seco con la palma de la mano. Quedó asustado y con los ojos como huevos fritos. Le dije que ellas no estaban solas, que se fuera. El tipo no dijo ni una palabra, se dio media vuelta y no volvió a joder en toda la noche.

Lisa y la bosnia se cruzaron miradas con una expresión como de “WOW!!!”.

Michaella, una compañera de trabajo como de 50 años (que realmente no los demuestra para nada... no está buena, pero jamás le pondría 50 años), empezó a bromear y a decir que habían encontrado a un guardaespaldas. Le dije a Lisa que no se tomara la bebida y le di mi explicación; las 3 quedaron como que “WTF, estás loco... pero bueno, te voy a hacer caso...”

Michaella me dijo que ya que estaba de pie con ellas, y que ellas “no estaban solas”, entonces que bailara también. Yo no me animé, pero ella insistía... como era la más vieja del grupo, y era la única que me estaba alentando, entonces bailé con ella.

Me di cuenta que Lisa se sabía TODAS las canciones, pero absolutamente TODAS; ya en ese momento, cerca de las 11pm, yo ya estaba prendido a causa de los tragos; me acerqué a Lisa y le dije que había notado eso, que se sabía cada canción, pero como yo estaba medio afinado, y la música estaba muy fuerte, fue la excusa para rosar mis labios con su oreja... ella sólo dijo “ajá” y se cambió de puesto, bien lejos de mí... lástima.

Seguimos bailando, y tomando...

Se me ocurrió hacerle una propuesta a Lisa, una especie de reto, le dije que por cada canción que no se supiera COMPLETA, tenía que tomar un trago. Se miró con la bosnia, se soltaron a reír, y aceptó mi reto.

Sonaban y sonaban canciones y ella las cantaba tooooodas completas, era una máquina... esa idea estuvo genial porque los 3 terminamos cantando y bailando juntos, la pasamos muy bien. Pero como vi que mi plan no iba a funcionar al 100% de esa manera, dado que ella estaba muy bien informada con las canciones, le pedí al barman algo con qué escribir y le pasé una lista de canciones tipo de los 90, asumí que Lisa no las conocía, era puro rock noventero y ese género casi no se escucha aquí, también como para prender más la euforia del rock...

Les conté mi nuevo plan, se echaron a reír nuevamente, y estaban emocionadas.

La cosa se puso más a mena porque eran mis canciones favoritas de aquella época, y al parecer de ellas dos también. Me di cuenta que la bosnia me estaba dando más bola que Lisa, cada vez se me acercaba más y me rosaba con su trasero, y me miraba por encima de su hombro. Por un momento tuve que pensar que tenía que decidir de una vez a cuál de las dos atacar, porque no podría mantener dos frentes de batalla en una misma noche y en un mismo lugar.

En un momento de una restregada de trasero de la bosnia, y que Lisa estaba en el baño con Michaella, me decidí y la tomé por las caderas (todo el tiempo estuvimos bailando sin tocarnos, sólo empujones, pero nada de agarrones ni “baile oficial”). Ella estaba de espaldas a mí y cuando la agarré, me miró sobre su hombro derecho y sonrió, y me mató con esa bella sonrisa. Como tenía el pelo suelto, en realidad una melena hermosa, castaño oscuro, con su mano derecha se lo quitó de la cara, dejándome su cuello libre como para un beso, y ya que tenía el brazo en el aire, me agarró del cuello. La pose era demasiado erótica para mí... ella de espaldas, con su trasero en mi bate, mi mano izquierda sobre su vientre, y su mano izquierda sobre la mía. Su mano derecha en mi cuello y la mía en su cadera.