Hermana Marina Parte 3




Parte 3


Estaba caliente con todo lo que había pasado... no lo podía creer. Saber que se había calentado, que se habia pajeado la conchita disimuladamente para que no me de cuenta. Saber que mi presencia la excitaba y que estaba prácticamente a mi merced... me tenía mal.

Estaba en el colegio, fumando en el parque del convento. Ahora era si o si el lugar para fumar. Buscaba a la Hermana Marina por donde fuera... no podía dejar de pensar en ella.

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De paso, nunca les dije cómo era. Tenía una carita virginal, pura, terza, típica de una mujer sin malas intenciones ni experiencia de vida. Los ojos marrones claros, el pelo (calculo, por el color de sus cejas) marrón castaño, blanca, con unos pechos firmes, disimulados bajo el habito pero duros, redonditos, imagino, de pezones roza. Tenía hermoso culito, que se notaba tras los duros lienzos de su vestido, y, para colmo se reclinaba parando esa cola hermosa para buscar los trozos de tiza que se desgranaban cuando escribía en el pizarron.
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Así que la buscaba siempre y me habia acostumbrado a cruzarme a fumar al convento, por si la veía.

En una oportunidad, veo que se va con el padre hacia la capilla del convento. Imaginé todo tipo de cosas, imaginé que el padre le violaría la boca ventana de por medio del confesionario, o que ella hablaría de cualquier cosa mientras el cura se pajeaba sin que ella lo note. Como fuera, tenía que seguirlos.
Los ví entrar al confesionario. El cura adentro, y ella, a un costado, se arrodillo dejando su culito para afuera. Me acerqué con sigilo a escuchar.

-Ave María
-Sin pecados, concebida.
-Cuénteme sus pecados, hija.
-He tenido pensamientos impuros, padre.
-Cuénteme, hija.
-Conocí a un... eh, hombre en... el almacén que... me hizo sentir... mujer...
-Tuvo algún contacto con el hombre?
-No, solamente sentí muy fuerte su sensualidad y luego, a la noche... sentí deseo...
-Que hizo con el deseo que sintió hija?...
-Sentí la necesidad de masturbarme...
-Pero se contuvo...
-Si, padre.
-Yo la absuelvo de sus pecados en nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo...
-Amen...
-Haga penitencia rezando tres rosarios frente al sagrario.
-Gracias padre, dios lo bendiga.
-Y a usted hermana.

No podía creer lo que había pasado. Podía equivocarme pero era obvio que ella había mentido sobre lo que pasó... asi que decidí quedarme y verla mientras hacía su penitencia.
El cura salió del confesionario y ella se fue a arrodillar frente al sagrario.
Fuí por detrás de ella y me acerqué sin hacer ruido asegurandome de esperar a que el cura se fuera y ella no me escuchara.
Una vez detrás de ella, me acerque con todo el sigilo del mundo... por detrás.
Estando a sus espaldas, la abracé por detrás, mientras est6aba arrodillada, pasé mi pija dura por la rayita de culo paradito debido a su pose (arrodillada, con la espalda arqueada y los codos apollados en el descanso del banco de oración.
Ella me sintió y no dijo nada... siguió rezando.

-Hermana Marina quería verla porque he tenido nuevos sueños impuros... y volví a sentirme culpable...
- ...

No respondía... yo seguía rozando mi durisima ereccion contra su culito, con disimulo. Mientras la abrazaba, hacía fuerza por no agarrarle las tetas pero no me podía contener... pase mi mano derecha por encima de su pecho derecho, lo mas cerca del pezón que pude y lo disimulé dándola vuelta...

-Hermana, por qué no me habla? Hice algo malo?
-No hijo, yo estoy rezando mi penitencia...
-Penitencia???... que raro... justo soñé con algo así...
-Que???
-Si!

Se dio vuelta del todo, tenía las mejillas rojísimas...

-Como que soñaste con mi penitencia...
-Si hermana, soñé que yo le besaba entre las piernas...
- ... ejem... te dije que el sacer...
-Y que usted empezaba a gemir...
- ...(dió un pequeño gemido disfrazado de suspiro)
-mientras yo lamía sus muslos, su pelvis y...
-Hijo, por favor...
-... su sexo... usted sentia un gran placer conmigo y luego iba a confesarse...
-Me iba a confesar luego de estar con usted?
-Si! Pero en vez de cointarle de mi al padre, le mentía...
- Dios santo...
- Si, luego yo la besaba en la boca para que sintiera su propia esencia en la boca...
-Basta hijo, no puedo seguir confesandolo con estas indiscreciones... si quiere confesión, valla con el padre.
-Disculpe Hermana, no la molesto más... solo le pido... puedo ir al baño?
-Bueno, lo acompaño y una vez que termine se va...por cierto, no tiene que andar en el convento en horas de clases... no me haga reportarlo a la dirección...
-No! no! hermana, quería confsarme con usted... si llama a la dirección me va a hacer pasar verguenza contando mis sueños con usted...

Abrió los ojos daándose cuenta de mi impunidad...

-Vamos, el baño está allá...

Ella esperó afuera mientras yo entraba. Mi idea original era masturbarme porque, despues de todo, le habia apoyado el culo a la monjita hermosa mientras rezaba pero, siempre improvisando, se me ocurrió algo mejor.
Me baje los pantalones hasta las rodillas dejando absolutamente a la vista mi pija dura que latía por ella, me recosté despacio en el piso y golpeé con las piernas primero la bacha y luego el inodoro, simulando que me había desplomado, desmayado o desvanecido... sollocé para que me oyera...

-Hijo! Que paso?! -Entro atolondrada al baño... y mevió
-...AAAh, creo que me trope... ce...

Ví de reojo como miraba mi erección y se estremecía...

-Estoy bien hermana, me golpee un poco la cabeza.
-Te ayudo? -dijo tuteándo nerviosa---
-Ayudeme a levantarme...

Se acerco y pasó sus manos por mi cintura, bajandolas por mis nalgas como para levantarme... mi pija esta cerca de su cara y de su pecho y ella no le apartaba la vista... en un momento, disimuladamente, haciendo de cuenta que subía mis pantalones, rozó mis bolas con la mano...

-Oh... me siento mejor... debería quedarme acostado... levanteme los pantalones hermana, me da verguenza estar así en frente suyo...

Siguió tironeando exageradamente mis calzoncillos y rozó el tronco de mi pija con la mano... yo veía cómo se calentaba y pensaba en esa conchita latiendo por una pija, quizas, por primera vez.

-Hijo, está excitado?? -Dijo, esperando que le dijera que si, y que le ordenara que se entregue, que me lña chupe, que me deje cojerla duro por la conchita en cuatro patas, que la haga gozar... pecar.
-No, no... es que... ni si quiera se si tengo la pija dura -Dije aprovechandome de que no me retaría...
-Ya le subo los pantalones, no tenga verguenza, hijo...

Tironeaba los pantalones hacia arriba mientras se le escapaban las manos del tiron y, oh casualidad, rozaba mi pija, casi con ánimo de pajearme...

-Hermana, para subir mis calzoncillos tiene que agarrar...me... y meter todo en el calzoncillo y luego subirlo, si no, no va a poder...

Dije esto viéndola entrar un poco en pánico, un poco excitada y mientras yo me tomaba la cabeza haciendo de cuenta que cubría el dolor de un golpe fuerte.
Así que, increíblemente, subió mi calzoncillo del lado del culo lo más alto que púdo, agarro mi pija con la mano, deslizó la mano de abajo hacia arriba, como dandose el gusto, y trató de subir el calzoncillo de la parte de adelante...

-Suba y baje la mano de nuevo hermana... Para dejar bien acomodado todo...

Lo hizo...

-De nuevo hermana,... oooh...

La ví excitarse y tomar mi pija con un poco mas de fuerza mientras, practicamente, me pajeaba.
Yo dejé derramar mi oprgasmo sobre sus manos que seguían haciendo el movimiento de masturbación y ella siguió como si nada... Yo gemía y me contorsionaba en el piso y ella ni siquiera se alteraba de lo que ocurría... ella lo quería.



3 comentarios - Hermana Marina Parte 3

danischon +1
Van puntos capo... espero mas entregas 😉
WaltWhite
Ya saliò una nueva entrega!

http://www.poringa.net/posts/relatos/2693242/Hermana-Marina-Parte-5.html
gerchu0 +1
Muy bueno loco... espera lo que sigue
WaltWhite
Ya saliò una nueva entrega!

http://www.poringa.net/posts/relatos/2693242/Hermana-Marina-Parte-5.html