Jugando "El Rey Pide" con mi Alumna [Parte 1]

Por fin me decidí a escribir este relato, quizás sea extenso porque me gusta detallar. Espero que sea de su agrado

Eran cerca de las 10:40 a.m. el reloj de pared me lo confirmaba. El aula estaba vacía, era la hora del receso para los alumnos y el 3er nivel en donde me encontraba (un nivel arriba de la sala de maestros) poco a poco se impregnaba del aroma de café hervido en la cafetera, ese aroma amargo delataba la ubicación de mis compañeros y el hecho de que se encontraban ya merendando.

Yo me encontraba ligeramente recostado sobre la cátedra, viendo hacia la ventana y el patio de juego, las risas y gritos de los niños allá abajo se escuchaban distantes. Pude distinguir a un pequeño grupo de primaria que se encontraba jugando a "El Rey Pide"; un juego simple que consiste en alguien que se auto-proclama Rey y que les pide a sus "súbditos" objetos cualquiera, gana quién logre entregarlo primero. Sin duda un juego divertido y, hasta cierto modo, inocente...

Pero no para mí... para nosotros, cuando regresé la vista al aula y vi hacia abajo, estaba ella: Merely, una alumna mía de preparatoria, quien se encontraba haciéndome un felatio tal cual el "Rey" lo había pedido. Su lengua húmeda se deslizaba desde la base hasta punta de mi miembro con una suavidad tal, que era imposible no cerrar los ojos. Envolvía en su lengua mi glande y, con un ligero chupetón, volteaba la vista hacia arriba para luego cerrar de nuevo sus ojos y continuar con tan exquisito trabajo.

¿Cómo fue que llegamos a eso? No lo se y hasta parece increíble, pero todo fue rápido... fue cosa de hacía un par de días atrás...

Lo exámenes habían terminado, me encontraba en el aula de Merely y sus compañeros. Ellos platicaban mientras yo me destinaba a calificar exámenes. Merely se sentaba dos filas detrás de mi cátedra, justo en la orilla del pseudo-pasillo que atravesaba el aula hasta la pizarra. Una jovencita en sus casi 18 años, muy inteligente y siempre de buenas notas que era casi imposible no verla, no es que fuera una gran belleza de mujer, pero tenía lo suyo: cabello castaño oscuro, lacio y hasta el hombre, con un ligero quiebre hacia dentro en las puntas, ojos grandes y piel blanquecina, labios rosados y boca pequeña, alta... quizás 1.70 (más que la media de por acá), piernas largas y muy bien dotadas, sus glúteos eran algo que dudaba de forma, pues la falda escolar a veces no me dejaba verla bien, pero sabía que tenía una cadera ancha y redondeada.... y sus senos....¡Oh sus senos! Era algo que si podía notar detrás del sweater escolar, pues eran grandes.

Ella acostumbraba a abrir a veces las piernas en clases, como provocativamente, aunque aún no se si era intencional o no, pero yo disfrutaba de dar un vistazo rápido entre la falda y verle esos delicados muslos blancos que tenía, aunque las sombras de los pliegues me jugaban bromas, pues más allá de sus muslos no podía ver.

Pero lo que más disfrutaba entre mis depravaciones, era cuando ella tenía dudas acerca de algunos ejercicios y yo me encontraba frente a la pizarra, pues se acercaba con su cuaderno de notas y, mientras yo me acercaba a la cátedra para colocar el cuaderno encima, ella se me acercaba de lado, haciendo siempre un roce de sus senos en mi hombro. Era ahí cuando mis depravaciones me ganaban y no podía controlarlas, el hecho de tener esa sensación era excitante, sus senos eran muy firmes y duros, no blandos como otros, sino duros y parados, solo podía en mi mente armar un esbozo de cómo serían detrás de toda esa ropa, completaba el rompecabezas a pura intuición, imaginaba sus senos blancos, de areola cocoa y pezones pequeños...

En fin... estaba yo revisando los exámenes mientras ellos molestaban entre sí. No se realmente de qué estaba hablando, pero uno de ellos me dijo riendo:

-Ala Profe, ¿Escuchó a Merely?
-No, que dijo -respondí sin darle importancia ni mirar
-Que dice que "El Rey Pide", jajaja -añadió una risa burlesca
-¿Cómo así? -levante la vista y la vi
-¡A pues es que el Rey pide profe! -dijo ella
-Jaja, ¿Pero cómo así? -volví a preguntar
-El Rey Pide profe.... el Rey Pide.... -respondió ella con una sonrisa y, sin agregar más, volteó la cara.

Supuse que estaban hablando de alguna insinuación sexual ligera, así como los jóvenes son. Pero no le di importancia. Cuando la campana timbró, tomé mis hojas y me levanté de la cátedra para dirigirme a la salida.

-Nos vemos al siguiente periodo -les dije
-¿Ya calificó los nuestros? -preguntó alguien de la primera fila
-No, aún no. Quizá cuando regrese

Cuando pasé por el lugar de Merely solamente le dije

-¿Entonces.... el Rey Pide?

Ella solamente rió.
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Un par de horas más tarde regresé al aula.

-Se sientan, les voy a dar su punteo -me dediqué a darles la nota a mis únicamente 11 alumnos que tenía, era una clase pequeña- Merely... 25pts.
-¿25? ¿No 30 profe?
-No, 25.

Habíamos hecho el trato de que si alguien obtenía el punteo perfecto en el examen (30pts), su nota final sería de 100pts.

Cuando terminó el periodo de clases, era el receso. Me quedé en clase terminando mis labores. Todos había salido. No pasaron mas de 10 minutos cuando Merely regresó y se acercó a mi.

-¿Por qué 25, profe? -dijo con cara decepcionada
-Por que sí -respondí
-Ala, que mala onda. Dígame

Saqué su examen...

-Acá, no calculó bien y le varió el resultado. Mire -le dije tomando la calculadora y denotando su error
-¡Ya! ¿¡Solo por eso!?, pero si solo se pasa 5....
-Si, pero no es 78, es 73
-Ya profe -hizo un puchero- ¿Y si lo arreglo?
-Jaja, no se puede.
-Pero si no ha pasado notas aún, si se puede -volvió a hacer un puchero-
-No, pero ya se las dije a sus compañeros y se van a dar cuenta.
-Pero si ud sabe que las unidades pasadas saqué los 30 y tengo 100es. Que mala onda que esta unidad no.
-Lo siento, tenga más cuidado para la próxima
-Hmph -hizo una mueca y se marchó.

Mientras se alejaba, me arreglé las gafas y levanté la mirada para poder darle un rápido vistazo a ese par de piernas blaquecinas, la parte que más me provocaba era detrás de la rodilla y levanté la mirada hasta el pliegue de su falda. Ella se sentó en su mesa y sacó de su mochila su refacción. Lo cual me recordó que tenía hambre. Estiré los brazos para desperezarme y me levanté.

-¿A dónde va a ir, profe?
-Pues... a la sala de maestros, a traer algo de café y ver si compraron pan
-Espéreme aquí, si gusta le traigo su café
-¿No es mucha molestia?
-¿Cómo va a creer? Claro que no. ¿Cuánto de azúcar?
-Dos por favor
-¿Quiere leche o crema?
-Jajaja, ¿Será?
-Ud diga profe, el Rey Pide -y me guiñó el ojo-

No recuerdo si le pedí crema o leche, pues esa frase "el Rey Pide" resonó en mi mente como un eco... nuestro juego había comenzado.

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Al día siguiente mi trabajo continuaba, era monótono el dar clases. Todos los días, los mismos cursos a la misma hora en las mismas aulas. Cerca de las 10:00 a.m. me dirigí a la clase de Merely. Todo estaba en orden y nada fuera de lo normal, me senté y continué revisando. Cuando el periodo terminó, todos salieron... excepto ella. Se levantó de su asiento y se dirigió a donde yo estaba:

-¿Sigue con eso, profe?
-Sigo pues, son bastantes
-¿Y no se aburre?
-Claro que me aburro
-¿Y si se inventa las notas?
-Jaja, no se puede...
-Se puede pues, ya ve que si me pusiera 30 en los 3 cursos, se ahorraría estar calculando
-Si, es cierto -hubo un silencio
-¿Y? ¿Qué va a pedir el Rey hoy? -me dijo acomodándose el cabello detrás de la oreja mientras se inclinaba en la mesa y me veía a los ojos.
-Mmm... no se, quizá café con crema esta vez
-¿Y el Rey quiere compartir lo que traje para merendar?
-Claro, siempre que sea algo dulce
-¡Por supuesto! -dijo ella con una sonrisa, mientras se daba la vuelta y se dirigía a la sala de maestros por la taza de café.

Cuando me dí cuenta, mi corazón estaba agitado. Era extraño, ya que no había insinuación alguna, pero mi instinto... o mi deseo, me indicaba lo contrario.

Cuando ella volvió, colocó la taza sobre su mesa y se inclino a sacar de su mochila un recipiente. Tomo ambos objetos y se acercó a mi.

-Traje fruta -me dijo mientras abría el recipiente y sacaba dos mondadientes
-Mmm... se ve rico -le contesté tomando uno
-No -me dijo quitándome el palillo- ¿Que fruta quiere el Rey?
-Jaja, ¿vamos a seguir jugando?
-Así es, ya que no hay nadie
-Mmm el Rey pide melón

Ella tomó un trozo de melón y lo acercó a mi boca... estaba dulce. Ella también tomó uno.
-El Rey Pide... sandía -la misma acción se repitió-
-El Rey Pide... kiwi -de nuevo-
-El Rey Pide sandía -una vez más, pero esa vez, cuando ella tomó y apretó el trozo con sus labios rosados... una pequeña gota de jugo de deslizó por su barbilla. Ella se quedó viéndome con una mirada entrecerrada. Acerqué mi mano a su rostro y con mi dedo quité la gota. Fue cuando acercó su boca a mi dedo y con su lengua, lo envolvió para quitarla. Me excité, el sentir su suave y húmeda lengua provocó calor en mi.

-¿Qué pasa mi Rey? ¿Quiere una fresa? -no hice mas que agitar la cabeza diciendo que si. Ella la tomó y volvió a preguntar.
-Palillo o dientes, ¿Qué pide el Rey?
-Dientes...

Ella tomó una fresa pequeña entre sus dientes y se acercó a mi para dármela, mi respiración estaba agitada, no solo por el deseo, sino por que esperaba que a alguien no se le ocurriera subir al aula. Por suerte no fue así. La entrega fue casi inmediata y la fresa se partió en dos entre nuestras bocas, las cuales quedaron a un par de milímetros mientras con sus ojos me incitaba. Lo hice, me acerqué un poco más para poder sentir esa pequeña boca rosada, blanda y dulce. Tragué la fruta, al igual que ella, para poder disfrutar más de sus labios, sin duda era una niña experimentada, sabía besar tan apasionadamente. Me mordía los labios con deseo mientras cerraba los ojos, yo los abría para vigilar la puerta. Su húmeda lengua jugueteaba dentro de mi boca y su respiración se aceleraba mientras se acercaba mas a mi para que la mesa no se interpusiera.

Yo tenía el deseo incontrolable, ya me había contenido bastante, así que rápidamente deslicé mis manos sobre sus hombros para poder tocar por fin ese par de senos que siempre había querido tener. Ella no se opuso y logré sentirlos, tal cual había deducido. Duros, firmes, grandes. Cuando quise quitar el botón de sweater sus manos me interrumpieron....

-No -me dijo dándome un beso- ya casi se acaba el receso. Mañana tendríamos más tiempo, después del receso hay que quedarse en el gimnasio para un anuncio, ¿Le parece?

No me pude negar, no se ni lo que estaba pensando, pero fuera lo que fuese.. al menos sabía que algo iba a pasar.

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Al día siguiente yo creí que ella no llegaría. Pero cuando doblé la esquina la vi a la distancia acomodarse las calcetas antes de entrar al colegio. Sentí un alivio y una ligera excitación. Llegó la hora del receso, como de costumbre todos salieron y ella se quedó.

-¿Jugamos al Rey Pide, profe?
-Claro que si
-Pero.... la súbdita necesita también algo a cambio si el Rey pide -lo dijo con un tono coqueto-
-¿Y, qué es lo que me pedirá?
-Pues, tenemos casi media hora. Vamos a dividirla en secciones de 5 minutos. Cada 5 mins, el Rey Pide algo y la súbdita lo hace, pero solo una cosa cada 5 mins, no antes y no nada más que lo que pidió. A cambio, la súbdita recibe un punto para completar los 30. Entonces, serán 25 mins de juego. ¿Le parece?
-Me parece bien
-Juguemos entonces....

10:35 - 1 punto:
El Rey Pide que abra la boca y se acerque para que la bese. Me recosté en la cátedra mientras ella me abrazaba y cerraba los ojos. Me comenzaba a besar, a jugar con su legua, a morderme los labios. Cuando quise mover mis manos...
-No, eso va contra las reglas -me reí. Ella continuó.... *piiit* sonó la alarma de su reloj.

10:40 - 2 puntos:
El Rey Pide que se desabroche el sweater y la blusa para poder tocarla. Ella lo hizo al instante, pude confirmar mis fantasías, sus senos eran tal cual los había visto en mi depravada mente. Blancos, de areola cocoa pálida y de pezones pequeños. Esa sensación de suavidad y firmeza era perfecta, cabían perfectamente en mis manos. Los tocaba por todas partes, mis palmas jugaban con sus pezones. Ella se limitaba a jadear un poco y a cerrar los ojos, su respiración de agitaba cada vez más.... *piiit* de nuevo la alarma.

10:45 - 3 puntos:
El Rey Pide probar sus pezones y sus senos, pero el Rey quiere tener libres las manos para tocar sus piernas. Así fue, ella se recostó sobre la cátedra y se abrió la blusa completamente, subió las piernas y flexionó una mientras estiraba la otra. Me miró de lado con carita de ángel inocente. Me consumió el deseo, me abalancé sobre sus senos cual perro hambriento de placer, eran deliciosos. Esa tibieza que deja impregnada la ropa, el aroma ligero de su perfume, era un placer infinito comerme ese tan codiciado postre, eran exquisitos sus pezones, los cuales de endurecía y la hacían gemir ligeramente. Mientras que mis manos aprovechaban para levantarle la falda y tocar ese par de muslos suaves y tersos. Primero desde las rodillas, hasta sus muslos.Sus rodillas estaban frías, per sus muslos tibios, subí cada vez más hasta su pubis, haciéndola hacer un *igk* y cerrar los ojos. Era tan suave al tacto. Su pubis comenzaba a humedecerse y calentarse..... *piiit* la alarma cortó la sensación.

10:50 - 4 puntos:
Sentía que los segundos pasaban como agua, no sabía qué más pedir y si el tiempo alcanzaría. Me decidí.... el Rey Pide que use esa boquita hermosa para hacerme un oral. Ella no se negó, también lo quería... pude notarlo porque se relamió lo labios como si le hubiesen ofrecido un delicioso manjar. Me desabrochó el cinturón de una forma rápida y sacó mi miembro erecto, y en un solo movimiento, lo había tragado todo, lo sacó de nuevo y una vez más se lo introdujo en la boca. Lo hacia un y otra vez, no se si tenía experiencia en eso o no, no me importaba, ya que sus movimientos con los labios, la legua y toda su boca eran exquisitos. Envolvía en su lengua la base de mi miembro hasta llegar al glande, el cual lo sorbía con su boca para darle un suave chupetón y volver de nuevo a metérselo hasta el fondo.

Estaba a punto de explotar, mi miembro palpitaba fuertemente y se arrugaba anunciando mi venida, yo veía por la ventana para contenerme, pero era inevitable, ella lo hacía de una forma exquisita y sabrosa que daban ganas de sacar todos mis fluidos. Cuando la tomé por la cabeza, me digo aún con mi miembro en su boca:

-No, en mi boca no... no lo dijo desde el inicio..... -y sonrió pervertidamente y me vio hacia arriba. "Demonios" pensé.... *piiit* "¡bendita alarma!" me dije a mi mismo...

10:55 - 5 puntos:
El Rey Pide que siga, el Rey pide acabar en su boquita y el Rey Pide que se lo trague, le dije devolviéndole la sonrisa pervertida, ella solo se rió y se volvió a relamer los los labios. Introdujo todo mi miembro en su boca, con su paladar y su lengua acariciaba mi glande, luego se sacó mi miembro y cual bombón de dulce comenzó a provocar la venida más rápido, pues la campana ya iba a sonar y ella quería ese manjar que estaba guardado.

Cada vez mas rápido sorbía mi glande y se lo introducía en la boca, ya era hora... yo ya no aguantaba más. La tome de la cabeza y le introduje mi miembro completo, eyaculando fuertemente dentro de su boca, ella cerraba con fuerza los ojos, mientras el chorro de semen topaba en su paladar y su garganta hasta la última gota.... ella sacó mi miembro de su boca, me vio hacia arriba, se relamió el semen que quedó en sus labios, paso su lengua por sus dientes y se escuchó el *glup* de habérselo tragado.

Por último, le dio un último sorbo a mi glande para extraer la última gota de semen y lo lamió como si un helado fuese.

*piiit* ya eran las 11:00 a.m. Ella se levantó del piso, sacudió sus rodillas y se abrochó la blusa y el sweater, para darse la vuelta e ir a tomar su cuaderno de notas y un bolígrafo. Sin mediar palabra alguna, se dirigió a la salida y volteó...

-¿Entonces profe? ¿100 verdad?
-Si, 100 -le dije sonriendo- pero solo en un curso...

Ella hizo notar un brillo en sus ojos, se dio la vuelta y se marchó.