Domme/Sub.

Acabo de incriminar a mi Ama de puta por el hecho de haber halagado a mi amigo.
Mi Ama piensa que no veo o siento las cosas. Nunca dije nada, pero hoy mis celos me ganaron.... Y ahora estoy arrepentido... Y excitado de imaginar que va a pasar.
Mi Ama, con su cara de azotadora, que me excita tanto, me agarra del codo y me tira al piso.
Caigo de rodillas y miro instantáneamente sus pies tan delicados. Estoy esperando a que me de las órdenes.
Me pide que la desnude, que le saque la maravillosa falda que toca apenas sus rodillas. Lo hago, mientras ella se saca la camisa. Quedo anonadado de la lencería que lleva puesta hoy.
Su corpiño hace que sus pechos estén levantados, y sus bragas apenas ocultan lo que estoy ansiando tanto comer.
Me mira a los ojos, se acerca y me besa. A continuación me abofetea.
Me ordena que me ponga en cuatro patas. Me desnuda, me ata las manos, dejándolas por encima de mi coxis; empieza a tocarme.
Mis testículos se tensan y mi pene empieza a palpitar y vivir por ella, por sus toques.
Empiezo a sentir como pasa sus uñas, casi como clavando, por el interior de los muslos y mis antebrazos. Se me escapa apenas un gemido y ésta me castiga con una nalgada.
Se retira de la habitación y me ordena que ni me mueva y mire el piso.
Cinco minutos mas tarde, vuelve a entrar. Está vestida con su ropa de Dominante. Todo de negro y ajustado. Con su cabello recogido en una coleta alta.
Me explica que está disgustada por mi comportamiento y falta de desobediencia de hoy. Yo sé que significa eso. El castigo.
Del bolsillo de su pantalón, saca un látigo. A simple vista, nueve tiras se desprenden de su longitud dura.
Empieza a acariciarme con éste todo el cuerpo.
En el momento menos esperado, en la habitación se escucha el ruido del látigo chocando con mi piel, seca y duramente, seguido de mi respiración profunda y la satisfacción de mi Ama.
Me duele el centro de la espalda. Mas que dolor, pica, pero como buen sumiso, trago el dolor y evito hacer un mínimo ruido, tanto de queja, como de placer.
Treinta minutos... Treinta minutos castigando cada zona de mi cuerpo.
Esta vez me sorprendió. Nunca antes me pegaron en la entrepierna, pero tampoco quisiera repetirlo.
Me había dado la vuelta, como una tortuga. Inmediatamente su pie con sus terribles tacones rojos aguja comienza a acariciarme. Lo estaba disfrutando pero... La muy maldita me enterró el tacón entre medio de los testículos. No puedo reprimir el grito de dolor que me provoca.
-Arrepentite de lo que hiciste hoy- Me dice severamente.
No puedo hablar. El dolor que me inflige está matándome. Su látigo impacta con una fuerza descomunal en medio de mi pecho.
-¡ME ARREPIENTO!- Escucho mi grito en toda la habitación.
Mi Ama inmediatamente deja de torturarme. Me mira sonriente, feliz. Me siento orgulloso de hacer que se sienta así. Que me vea de ese modo.
Se me acerca y me besa apasionadamente. Mientras lo hace me desata, me masajea y se pone boca arriba en el suelo.
-Vení amor, haceme tuya-Dice con una voz melosa. Inmediatamente me tiro arriba suyo y guío mi pene duro a su vagina. Comienzo a follarla como un animal, pero al rato, me doy cuenta de mi error y decido hacerlo lento. Quiero amarla, porque amo a mi Ama. Sin ella no sería la persona que soy. No sería nada.
Una vez que estoy por acabar, mi Ama me ordena que me pare. Lo hago y ella se pone de rodillas.
-Mi forma de disculparme- Dicho esto se mete mi pene en su boca hasta tocar con mi punta la garganta. Comienza a practicarme el mejor sexo oral que me ha hecho en la vida.
Su boca acaricia suavemente mis testículos previamente torturados. Con travesura, me muerde suavemente un huevo y luego lo lame. Su lengua se traslada a mi ano y comienza a hacerme un beso negro delicioso. Realmente quiere satisfacerme.
Luego de unos minutos sin poder aguantar mas, le advierto que estoy por eyacular. Instintivamente abre la boca y mi semen cae en su boca. Se lo traga y se levanta. Me besa apasionadamente y me tira hacia atrás, en la cama. Me coloco de costado para hacer cucharita, pero se ve que mi Ama tiene otros planes, por lo cual se pone detrás mío y acaricia mi cabeza, pasando las uñas por mi cuero cabelludo.
Más feliz no me puedo sentir.

2 comentarios - Domme/Sub.

ChristianJed +1
Muy buen relato
ScarletKitty
Muchas gracias! 😃
ChristianJed +1
@ScarletKitty De nada hermosa
Gracias a vos x seguirme
Pervberto +1
¡Cuántas veces, en el juego de la sumisión se alcanza la libertad!
ScarletKitty
Gran frase! ❤️