Derecho. Parte 2.

Dejo las llaves en la mesa de la cocina. Me sirvo algo de jugo de limón e intento tranquilizarme. Mi ritmo cardíaco parece un bombo tehuelche en pleno acto. Pero ¿En qué estaba pensando? ¿Cómo dejé que uno de mis alumnos me tratara de esa manera? ¿Por qué yo estoy excitada? Seguro que es un efecto negativo de no haberme acostado con alguien desde hace meses... ¿No?
Mejor esta tarde arreglo algo con Pablo, uno de mis "follamigos", quizá se me pase esta confusión. Abro mi maletín y comienzo a sacar las hojas que me dieron mis nuevos alumnos, así las corrijo de una vez para mañana entregarlas y empezar a trabajar con todo.
En medio de todas las hojas, aparece la de Joaquín. La verdad es un excelente estudiante, ya que ha contestado muy bien todas las preguntas. Además de ser aplicado y prolijo. Leyendo su trabajo me encuentro con un pequeño re sumen de la clase... O eso creía que era. Es un pequeño texto que dice
" Che Joaco, esta buena la profe no?
Si, la verdad que es mejor que la obesa de Ruiz Diaz, además de que es mas carismática
¿Vas a intentar levantartela?
No sé, no me meto con mujeres adultas."
Miro confundida la hoja. Entonces, si no quiere meterse con mujeres adultas ¿ Qué fue lo de recién al termino de mis horas? ¿ Un error? ¿Le mintió a su amigo? Mi cabeza está a punto de explotar, así que me voy a recostar un rato. Luego llamaré a Pablo y quizá mañana empecemos bien.

Termino de escribir en el pizarra toda el enlace que hay entre los derechos conjunto a nuestra Constitución Nacional Argentina, el año y como se consagran. Me siento un rato y veo como todos los alumnos están pendientes de escribir. Salvo unos ojos verdes que me miran desde su asiento.
Joaquín. Seguro terminó cuando yo terminé.
Se acerca al escritorio y empieza a preguntarme sobre cuestiones legales actuales: Aborto, Derechos a la Vida, Derecho ambiental, etc. La verdad lo veo como Abogado, me lo imagino con su traje; negro, para que resalte su color de piel claro y sus ojos verdes. Cuando quiero darme cuenta del tiempo, se pasó la clase y el timbre suena.
Grito a los alumnos que no se olviden de traer una Constitución para la clase de mañana y me empeño en guardar todo el papeleo que tengo arriba del escritorio. Cuando al fin termino de juntar los papeles y guardarlos se me cae todo al suelo. Enojada y frustrada vuelvo a juntar los papeles cuando veo unas manos que me ayudan.
-Gracias-Digo tímidamente.
-De nada profe- Esa voz... Miro hacia el joven y me encuentro con los ojos verdes de Joaquín. Le sonrío y el se pone colorado.
Una vez juntado los papeles y ordenados, los guardo y esta vez cierro el maletín. Me levanto del suelo y le agradezco nuevamente a Joaquín.
-Sería mejor que te vayas, tengo que cerrar el aula- Le digo mientras pongo la llave en la puerta.
Lo siento detrás mío. Su pecho se pega a mi espalda y me respira en el oído. Nerviosa trato de abrir la puerta e irme corriendo, pero Joaquín, mas rápido que yo, en un abrir y cerrar de ojos puso mis manos en mi espalda y cerro con llave la puerta.
Me da la vuelta y me acorrala contra la puerta. Nos miramos a los ojos y veo el fuego que destila de ellos. Su respiración es agitada. Baja su nariz a mi cuello y empieza a oler.
-Me encanta tu olor. Me pone muy loco profe- Ronronea mientras baja a mi escote. Mis manos aún siguen en mi espalda y no puedo hacer nada por detenerlo.
-Suarez, por favor...-Comienzo a decir tratando de encontrar las palabras que aparecen en mi cabeza, pero su boca empezó a hacer contacto con mi piel y esta sacando de quicio mi psiquis- Soy una mujer mas grande que usted, podría estar con alguien mas linda y joven... Si alguien nos descubre...
-Shhh-Me interrumpe- Usted disfrute nada mas.
Comienza a besar mi cuello con mas emoción y pasión. Sus manos sacan la camisa dentro de mi falda y desprende cada uno de los botones. Baja mi camisa por los hombros y la deja a la altura de mis codos. Recién caigo en que mis manos ya no están manipuladas por las de él. Podría hacer algo, pero realmente no quiero. Estoy disfrutando de como baja las copas de mi corpiño, y comienza con ambas manos, una en cada pecho, a apretar mis pezones duros entre sus dedos medio y anular.
Comienzo a gemir suavemente, con mucha vergüenza de la situación de estar atrapada contra la puerta por mi alumno.
Su boca se pega a la mía y saboreo el chicle de menta que estaba comiendo hace un instante, el cual me pasa por la boca. Su lengua acaricia toda el interior de mi boca. Desde las encías y dientes hasta el paladar.
Separa su boca de la mía y mira mis ojos.
-Traga el chicle- Me dice muy autoritario. Instantáneamente lo hago. Maldición.
Me sonríe y baja su boca a mi seno derecho. El izquierdo es manipulado por su mano pero el derecho... Señor... El derecho empieza a sentir las succiones, como si fuera un bebé hambriento en busca de leche materna. Luego suavemente lo muerde provocando en mi cuerpo vibraciones de pies a cabeza.
Hace lo mismo en mi pezón izquierdo, con la diferencia que sus manos no atienden al derecho, sino que se encargan de subir mi falda hasta la cadera.
Termina de succionar mi pezón derecho con un ruido de sopapa muy excitante. Me mira a los ojos y baja a mi entrepierna. Acerca su nariz y empieza a oler.
-Mmmm...- Ronronea mientras agarrara con sus manos y arranca mi tanga- Está depiladita- Dice al mirar embelesado mi entrepierna.
Se acerca y le da una lamida superficial, lenta, con la punta de su lengua. Las descargas que siento en mi cuerpo son de alto voltaje.
Abre mis labios y empieza lamer como si fuera un perro bebiendo de un recipiente de agua. Quiero gemir fuerte, pero trato de calmarme y reprimo mis gemidos en mis labios, mordiéndolos. Miro hacia el techo en el momento en que sus dientes atrapan mi clítoris y su lengua empieza un vaivén a la velocidad de la luz. Las piernas me tiemblan mientras trato mantenerme en pie. Por suerte sus manos agarraron mis glúteos y me mantienen firme.
Pasan los minutos y el placer que siento se convierte en algo insoportable, como doloroso, y comienzo a moverme en su boca mientras gimo mas fuerte, mandando a la vergüenza al inodoro.
A punto de orgasmear en su boca, Joaquín se levanta. Desabrocha su cinto y abro su bragueta. Con una maniobra que sólo los hombres entienden, saca su pene fuera del pantalón y de su ropa interior.
Miro hacia abajo con la boca abierta. Su pene deberá medir 20 cm pero su grosor... Señor... Mas grueso que un desodorante Axe. Lo miro a los ojos implorando cuidado.
Me hace upa, y me lleva al escritorio, tirando todas las cosas a su paso. Me quedo sentada en el borde de éste, abierta de piernas. Agarra su pene y apunta a mi vagina, empieza a empujar y empiezo a sentirlo, mientras el orgasmo mas grande de mi vida llega....

Me despierto desorientada, acalorada, transpirada. Miro alrededor y veo en la pared el cuadro con mis padres el día en que terminé la secundaria.
¿Fue un sueño? ¿Soñé en tener relaciones con mi alumno? Miro la hora y en solo cinco minutos mi cerebro jugo conmigo.
Y lo peor, es que mañana tengo que dar clases.

4 comentarios - Derecho. Parte 2.

bachamos +1
a relato resubido, comentario repetido 😀

me re va tu morbo, te lo dije? (era algo asi, no= :P)

Derecho. Parte 2.
ScarletKitty +1
Si, era algo así JAJAJA Muchas gracias n.n
-AtodoOnada-
Muy bueno, esperando a siguiente parte, te dejo puntitos
Kirjanik +1
¡Muy buenos tus relatos! Este ya lo había leído pero voy dejando los poquitos puntos que tengo porque te los merecés 🙂 No dejes de escribir.
ScarletKitty +1
Gracias! 😃 No veo la hora de continuar todos los proyectos que tengo pero desgraciadamente no tengo tiempo 😞
Kirjanik +1
@ScarletKitty Sii, a veces las responsabilidades y la falta de tiempo nos impiden escribir 😞 yo estuve más de 3 meses para publicar la continuación de mi primer relato 😞
ScarletKitty
@Kirjanik 🙂