Mi madre paso a ser mi mujer (12) (para +18)

( CONTINUANDO LOS RELATOS ANTERIORES )


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Antes de nada les quiero decir que esta es la continuación exacta del mismo día del pos numero 11 a continuación 12 el post numero Le di una de las lechadas más abundantes que he eyaculado, y ella la recibió gimiendo de gusto, mirándome a los ojos, cristo qué puta, y qué hermosura de mujer. Me tumbé a su lado.

- Límpiame el rabo, puta. Hazme una buena limpieza de sable.

- Qué guarro eres con tu madre – se me amorró y me la empezó a lamer y chupar – pero me pierdes…

- Mis amigos aprovecharan que te tienen de puta a su servicio. Espero que te den más rabo esta noche, ya lo has oído, para ellos es un sueño tener “la melones” debajo de sus pelotas. Y quiero ver cómo te corres para mi.

- ummmm, eres perverso, tu mamá, puta de tus amigos.

- Mi puta, me gusta que jodan con mi madre. Me gusta verlos entre tus muslos, y ver lo que te gusta que te visiten la vagina y la garganta.

Me fui hacia la tienda de campaña, con mis amigos, ya más tranquilo después de la lechada, pero pensando en la noche. Durante el rato siguiente estuvimos de logística, preparar la cena, una pequeña mesa y dos bancos de camping, una buena ducha, etc.

A un lado había otra tienda, ocupada por una parejita, jóvenes, de unos 25, resulta que eran como recién casados, eran del interior, de un pueblo y se conocían de siempre, como pasa en los pueblos, hacía dos meses que se habían casado. Iban a pasar unos días de vacaciones. Él era un tipo de campo, curtido, simpático, delgado y no muy alto, pero muy agradable de facciones. Ella era una muñequita, morena, con los ojos verdes y grandes, menuda de cuerpo pero unas buenas caderas, un tipo de guitarra, con su cinturita y su culo bien puestos, iba con unos pantaloncitos cortos ajustados y le resaltaba mucho más, me fijé que también le marcaba los labios del coño, lo debía tener bien carnoso. La camiseta marcaba unos pechos redonditos y no muy grandes, con un punto en medio, su pezón pequeño, pensé. Me entraron muchas ganas de calzármela.

Al otro lado había otra tienda, de dos tíos de 30 o 32 años, más o menos, nos dijeron que habían venido desde cerca de Madrid a ver si era verdad que las catalanas eran más liberales que allí, que no se jalaban un rosco. Venían solo de fin de semana. Se miraban a la chica del otro con ojos golosos.

Enseguida hubo buen rollo, todos preparándonos para cenar, como es habitual. Embutidos, jamón, quesos, pan con tomate, pates, en fin, propusimos juntarnos todos porque nosotros llevábamos una mesa y era más cómodo. Yo avisé:

- Tiene que venir aún mi madre, que se está duchando – lo que provocó unas risas por parte de los madrileños, que me tomaban el pelo.

- Jaja, así que viajáis con mamaíta, ¿eh? , uy el niño, que no se pervierta, que hay mucha lagarta por ahí…- y otras cosas parecidas. Nosotros nos reíamos también, cuanto más tontos se pusieran, más íbamos a reir nosotros de la sorpresa.

- Jo, tíos, es que mi madre es diferente, no es como las demás.

- Jajaja, por supuesto, la mamá de uno es maravillosa, jaja, pero no deja de ser la mamá.

- La madre de éste es especial, tíos, ya veréis – dijo Sergi.

- ¿Y qué tiene de especial? Joder nos estáis intrigando. Jajaja a lo mejor es extraterrestre.

- jajaja, no que va, es muy terrenal, mira, por ahí viene. Miramos todos y se nos quitó la respiración.

Mi madre venía espectacular. Llevaba un vestido verde, con un escote en pico casi hasta el estómago y sin espalda, dos tiras amplias que subían desde la cintura y se anudaban por detrás del cuello y le tapaban un poco las tetazas, pero se podían ver una parte por el medio y también por el costado, y además no se las recogían, iban sueltas, cosa que se apreciaba enseguida porque se balanceaban de un lado hacia el otro al caminar. El vestido se ceñía en la cintura y las caderas y le llegaba hasta un palmo de las rodillas, haciéndole resaltar su figura de hembra madura y carnal, muy carnal. Por supuesto, yo sabía que no llevaba bragasCalzaba unas sandalias de mucho tacón, de manera que caminaba tan sensualmente que todos se volvían a mirarla a su paso. Las uñas pintadas de rojo, también las de los pies, los labios pintados de rojo oscuro, bien maquillada, unos pendientes de aro enormes y plateados, como si fuera a una fiesta de gala.

- Joder, tu madre – dijo Armando – eso sí que es una jaca.

Sonrió al vernos y se le iluminó la cara. Preciosa, un animal respirando sexo y sensualidad. Me sentí orgulloso. Vino y nos besó a los tres, en la cara de momento. Los madrileños estaban babeando mirándola de arriba abajo.

- ¿Veis como mi madre es diferente y especial? – ahora me tocaba a mi – jajajaja si no cerráis la boca os van a entrar moscas – la chica de al lado se rió con ganas, su marido miraba asombrado – os presento a mi madre, se llama Catalina.

- Encantada de conoceros - se dedicó a repartir besos, sonriente, espléndida, consciente del poder que tenía sobre los tíos – qué chicos, vengo muerta de hambre, he traido unas botellas de cava, que me gusta y me ponen muy alegre – miró a Armando y Sergi – y vosotros tendréis que cumplir las promesas que me habéis hecho – sonrió – pero después de cenar.

- Por supuesto, Catalina, cumpliremos del todo, ¿verdad, Sergi?

- Joder… digo, sí claro, claro que sí.

La cena transcurrió como se espera en una cosa así, todos contentos, bebiendo y comiendo, mi madre radiante dicharachera, sentada entre Armando y uno de los tipos de Madrid, que no le quitaban ojo a sus escotes y a los descuidos que, intencionados o no, mostraban una buena parte de sus tetas, siempre en movimiento, exhalando perfumes y promesas ocultas de placer animal, les tenía medio empalmados a todos.

Yo estaba sentado al lado de la chica y nos rozábamos los muslos, por la estrechez, me estaba poniendo malo entre ella y mi madre. En un momento que su marido estaba distraído me dijo:

- Tu madre es estupenda, Roger, me cae superbien, tan natural y tan inteligente. Y cómo los tiene a todos comiendo en su mano, jajaja, qué envidia. Y qué guapa es.

- Tú también podrías, estas buenísima. Y a mi me gustas mucho – se sonrojó pero sonrió.

-Eres un atrevido. Ufffff no me atrevería, y además mi marido no me dejaría, uy, menudo celoso es.

- Todo es cuestión de proponérselo, preciosa. – aproveché para rozarla el muslo y se sonrojó, miró hacia otro lado, pero no quitó la pierna. Su marido volvía a estar mirando.

Mi madre estaba contenta, era su elemento, tíos deseándola alrededor y achispada del cava, no paraba de tener descuidos con su escote y todos iban ganando confianza. Armando le ponía de vez en cuando la mano en el muslo, como si nada, acariciándole y subiendo su vestido. Con el aire de juerga y risas, vi que hasta el madrileño le acariciaba el otro muslo, animado por que mi madre se dejaba sobar. Me encantaba verla. Como había más gente, armando se retraía un poco pero a veces se dirigía a ella para hablarle y le pasaba la mano por la espalda desnuda y el hombro, cosa que el madrileño, tomando nota, también se atrevió a hacer, incluso le agarró por la cintura, el juego se ponía morboso por momentos, mi madre cuando reía se inclinaba y dejaba ver unos senos rotundos que todos deseaban sobar y lamer.

-Vaya, se ha acabado el cava, no puede ser, voy a por más al bar. – dijo mi madre

- Si quieres, voy yo mamá.

- Nooo, cariño, ya voy yo que así me da un poco el aire también.

- Ya le acompañamos nosotros, no sea que se pierda – dijo un madrileño.

- Jajaja, de acuerdo, voy a ir bien protegida.

El espectáculo de mi madre andando, contoneando su culo, coqueta como ninguna, entre aquellos dos era de película. Enseguida se colgó de los brazos de ellos, atrapándolos contra ella y los laterales de sus pechos.

- Aprovecharé para ir a mear –dije, pero quería verla, saber cómo mi madre se comportaba con ellos. Me fui y enfilé pronto hacia donde estaba el bar y esperé a que llegaran, venían despacio, charlando, llevaban abrazada a mi madre, uno por los hombros y otro por la cintura, las manos sobre la piel desnuda, y no las tenían quietas, la sobaban sin que ella se opusiera.

Seguramente sus pensamientos iban hacia la lascivia, creyendo que podían aprovecharse de mi madre, cuando era ella la que se aprovechaba de ellos. Antes de llegar al bar, el que tenía la mano en la cintura, tuvo el atrevimiento de bajar su mano y la sobó el culo, era imposible que mi madre no lo advirtiera. Por supuesto, se dejó sobar el culo. A estas alturas debía andar ya caliente, pude ver lo fácil que era mi madre. Siguió tocándola el culo hasta que llegaron al bar. Mientras hacían cola para pagar, entré, básicamente para que mi madre supiera que la estaba observando, y les dije que yo ya iba tirando hacia la tienda. Mi madre sonrió.

Esperé a que salieran. Salieron bromeando y con el cava en una bolsa que llevaba un madrileño, mi madre estaba espléndida, la admiré.

En lugar de tomar el camino directo, fueron por otro un tanto más largo, más oscuro, que pasaba por los lavabos y las duchas, ahora vacías. El que la había estado sobando el culo volvió a ponerle la mano en el culo, ahora con descaro, ella le miró sonriendo y él le dijo algo a mi madre, que rió y negó con la cabeza. El tipo también le contestó riendo y se detuvieron, mi madre unos pasos más atrás de ellos, que se quedaron mirándola. Por lo que hizo mi madre, supuse que cuestionaban si iba con o sin bragas. Vi a la mala pécora de mi madre agarrarse el borde de la faldita y subírselo lentamente mostrando poco a poco más porción de sus torneados muslos, detuvo la faldita justo al nivel de su coño, eso las mujeres lo saben hacer especialmente bien, regalándonos la visión de toda la piel de su piernas.

El tipo le dijo algo y ella le contestó, también en tono de broma, y entonces decidió no esperar más y lo hizo. Se subió la falda hasta arriba, dejando a la vista su espléndido coño rasurado y su vientre. Los dos tipos lanzaron alguna exclamación y se quedaron mirando fijamente el objeto de su deseo, un coño totalmente desnudo de ropa y pelo, morbosamente mostrado por ella misma sin prisa por bajarse la falda, consciente de lo obsceno de la imagen. Algo se decían, ver a mi madre así, hablando tranquilamente me puso a mil, seguro que no le dijeron nada inocente, porque mi madre rió y dejó caer su faldita, cerrando el espectáculo. El otro tipo le dijo algo, como una pregunta y yo no me perdía detalle, aunque no les oía, hablaban bajito. Ella le contestó que sí, asintiendo, estaba de acuerdo en lo que le decían.

Estaban al lado de las duchas, mi madre se recostó de espaldas en la pared y separó lentamente las tiras de su vestido, dejándoles ver lo que le habían pedido, sus buenas tetazas. Riendo, hizo ese movimiento sensual que tanto nos excita, mover los hombros para bambolear sus tetas, es lo que le estaban pidiendo y ella lo sabía hacer de maravilla, el volumen de sus pechos hizo el resto, realmente se bamboleaban de un lado al otro, sin dejar ella de sonreír al ver las expresiones de los dos tipos.

Lo que le pidieron después fue algo que no olvidaré. MI madre separó las piernas, se recostó sobre la espalda y se subió la falda, dio algún pasito para separar sus pies de la pared y al recostar la espalda quedó en una postura guarrísima, proyectando su coño hacia adelante y muy despatarrada, realmente obscena. Ellos la miraban, incrédulos, hacía lo que le pedían sin protestar, les tenía alucinados. Aún hizo más, comenzó a masturbarse con la mano delante de ellos, que la miraban sin pestañear. Ella les dijo algo, deduje que les pedía rabo, porque se acercaron a ella bajándose la bragueta y sacando sus pollas duras.

Mi madre se incorporó y ellos se convertiros en pulpos, le metían mano a las tetas, al culo y al coño, al tiempo que sus pollas se restregaban contra ella. Un tipo le dijo algo y ella se apoyó en la pared y le mostró lo fácil que era follársela, separó las piernas y le dijo algo corto, probablemente, “jódeme”, y se la endiñó, de golpe, agarrándola de las caderas y haciendo que sus tetas botaran violentamente de los envites, le dio varias palmadas en el culo mientras se la cepillaba, y al cabo de poco el tipo se corría dentro de mi madre, enlechándola de nuevo el coño. Cuando el tipo se retiró, mi madre le preguntó al otro, pero la hizo incorporarse y se lanzó a sus tetas, le hizo una comida de tetas completa.

Le pidió al otro algo y era que sujetara a mi madre, lo que hizo colocándose detrás de ella y agarrándola las tetas, los dos rieron. Le levantó la pierna a mi madre, despatarrándola, se agachó un poco y se la endiño de golpe, el otro la aguantaba de las tetas y no paraban de decirle cosas que debían ser guarradas, porque se reían, seguramente de lo puta que era. Como el otro, se corrió dentro en poco tiempo, volviendo a enlecharla.

Les dejé y me fui a la tienda, con los demás. Algo debieron ver en mi cara, porque la chica me preguntó si pasaba algo. Le aseguré que no.

- Solo que he visto cuando venía un tio y una tia follando.

Todos quisieron saber dónde pero les di largas. La chica me miró intensamente, creo que supo quien follaba.

Cuando al fin llegaron a la tienda con el cava, mi madre debía tener un río de leche por el interior de los muslos

- Aquí están las provisiones – estaba fresca, como si nada, nadie hubiera dicho que se la acababan de joder dos tios, la admiré.

Seguimos bebiendo, charlando y bromeando, pero mi madre iba caliente, cada vez Armando la sobaba más descaradamente el muslo y el madrileño de su lado estaba eufórico, sin problemas le ponía la mano encima, se la acababa de follar. Mi madre se dejaba hacer con buen humor, el nivel de alcohol iba subiendo a todos. Armando estaba excitadísimo, y mi madre muy caliente, le habían metido dos rabos sin correrse.

- Armando – dijo de pronto mi madre – tienes que cumplir tu promesa, no pienses que me olvido.- Armando se nos quedó mirando a todos, sorprendido de la soltura de mi madre.

- Venga Armando – dije yo – demuestra que tienes palabra, le has prometido a mi madre un polvo. Ahora no puedes echarte atrás. Tienes que follártela – era digno de ver las expresiones de las caras de los otros, sobre todo de la chica y su marido, los madrileños ya habían sabido lo puta que era mi madre. Armando estaba paralizado.

- Sí, me lo prometiste Armando –

Se levantó, un poco dificultosamente y le agarró la mano a Armando.

- Ven a la tienda a follar con “la melones” – Armando la siguió en silencio. De hecho todos quedamos callados. Evidentemente, no los veíamos pero se oía perfectamente.

- Jódeme Armando, dame rabo…

- Primero me la chupas un rato, mamona. – Un silencio – mmmmmmm, joder que buena eres comiendo polla….uffffff…venga empálate tu misma zorra..

- aaaaaaaaaaaaah asíiiiiiiii…diosss qué bien follas….aaaaaaaahh…cómeme las tetas, cielo….uuuuuuuuuuuuu…qué gusto…dame más rabo, más…dioss qué caliente me han puesto…qué gusto de polla, Armando…hazme tuya…aaaahh

- Mueve el culo zorra…joder cómo te va tener un cipote clavado….toma guarra…

- Aaaaaaaaah…síííí…soy muy puta…JÓDEME…AAAAAAAAAAAAAAAh…me gusta clavarme en tu cipote…me voy a correr Armando…sigue…sigue jodiéndote esta puta….no pares de follarme…me voy a correr…

Todos estábamos pendientes del polvo, esperando oir la corrida de mi madre, y no nos decepcionó…la oímos bien cómo gozaba…cómo se corría ensartada en el rabo de Armando.

La parejita estaba alucinada. El marido sugirió que se retiraban a dormir pero ella le dijo que esperaran un poco más.

Armando salió de la tienda, no dijo nada. No hacía falta. Sergi se levantó

- Yo también se lo prometí– se metió dentro de la tienda y pronto estuvo dentro de mi madre, los gemidos y las obscenidades eran explícitas, sobre todo por parte de mi madre.

- Joder, cómo tira esa tía – dijo el marido de la chica – perdón, tu madre.

- Es muy generosa con su cuerpo –dije – le gusta hacer feliz a la gente, y muchos hombres se lo agradecen.

- No jodas, generosa dice…jaja, perdona pero lo que es, es una puta, a saber cuantos rabos le han metido – no me gustó el comentario, ni a mi ni a su mujercita, que lo miró ceñuda.

-¿Y qué?, a mi me cae muy bien – le dijo – cada una hace lo que quiere.

- Tranquis, no pasa nada – pensé que a nada que pudiera se iba a llevar de allí unos buenos cuernos, el gili. Me entraron más ganas aún de follarme su mujercita recién casada. Y si podía, se iba a llevar en su coñito o en su culito una buena muestra de mi leche.

Hacía mucho calor, decidimos irnos a dormir. Los madrileños dijeron que irían al bar a tomar una copa. Al entrar vi a mi madre, estaba desnuda y multifollada, rezumando lechadas varias por el coño, sexy y preciosa. La tienda olia a hembra y a leche.

-Tengo un calor que me muero –dijo –estoy sudada y repleta de leche, tus amigos han cumplido la promesa y me han echado unos buenos polvos. Si me acompañas hijo, vamos a refrescarnos al mar.

- Por supuesto, mamá. Vamos, que yo también estoy acalorado.

Salimos de la tienda, no sin antes que mi madre morreara a mis dos amigos, de los que llevaba leche en su coño.

- Gracias por los polvos, chicos, sois unos encantos, me encanta ser vuestra puta. Lo he pasado de maravilla.

Ella iba envuelta en mi toalla de playa anudada por encima de las tetas, cubriéndole justo los pezones y hasta medio muslo. No había una iluminación muy potente pero, aún así, se le podía ver dos buenos regueros más brillantes por el interior de los muslos hasta las rodillas, sin duda la mezcla de las leches de las pollas y el flujo que le iba saliendo de su coño. Aún no era muy tarde y había gente en las entradas de las tiendas y algunos que iban y venían, por supuesto, miraban a mi madre, sus pechos y sus piernas.

- Vas bien enlechada, mamá, llevas desde esta tarde despatarrada recibiendo lechadas, so puta, llevas 8 lechadas en el coño.

-Jajaja, las cuentas…me encanta llevar leche dentro…tanta leche…me pone, siento como me va cayendo por las piernas y me excita, hijo, ya lo sabes.

- Vaya calentón me he pegado cuando has jodido con los madrileños. Lo has hecho más guarra que de costumbre, y muy obscena. ¿Te han follado bien?

- Nada del otro mundo, pero lo he pasado bien, uno tiene un buen pollón. Muy gordo y grande. Me han tratado como una “jodida puta caliente”, me he divertido, sobre todo porque sabía que te estaba gustando…

Por el camino entre las tiendas, vimos venir de frente a los dos madrileños que volvían a la tienda, por la forma de andar, un poco tocados.

- ¿No te apetece que te follen de nuevo, mamá? Un par de lechadas más…

- Ufff, hijo…tengo ganas de refrescarme…y tengo ganas de que me folles tú…después de tanta polla, me apetece la tuya.

- Querida mamá, eres mi puta, yo también tengo ganas de joderte, pero podemos esperar a que lleves algunas lechadas más.

- Mira quien viene…jajaja –dijo uno de ellos – la señora madre y su querido hijo…¿Ya han acabado de jodérsela tus amigos? Jajajaja, vaya puta…yo no me cansaría tan pronto, con lo buena que está y lo bien que tira - era evidente su estado etílico

- Vamos a refrescarnos al mar un poco, hace calor y estamos sudados –dije- ¿por qué no os venís también? Nos bañamos y, a lo mejor, os apetece divertiros un poco más. Mi madre es muy dispuesta.

- Eso sí, dispuestísima, jajaja… y está como un tren. Y vaya morbo que tiene, casada y cuarentona…y con ese cuerpo – dijo uno, acercándose un poco tambaleante, a ella – cojonuda para darle gusto a un hombre.

- Ummmm, a más de uno también…- dijo ella, acercándose más a él – ya lo sabéis – le pasó una mano por el pecho al tipo, que respondió a su vez tocándole una teta por encima de la toalla.

- Vaya morbazo – dijo el otro tocándose el paquete y acercándose a ella también. Le metió mano al culo, pero no le gustó la toalla y se la levantó, sobando su culo a la vista, los que pasaban miraban la imagen de los dos borrachines sobando una tia madura – vaya culazo que tienes.

- Pues vamos, venga mamá, – la pasé el brazo por la cintura y comencé a caminar hacia la playa, ellos caminaban detrás y muy cerca – ya ves el éxito que tienes.

Nos acercamos al borde del agua, mi madre puso los pies.

-Uauuu qué fresca que está – se volvió y desanudó la toalla, quedándose totalmente desnuda, no había más iluminación que la luna pero se podía ver bien su espléndido cuerpo, y sobre todo, su pose sensual, provocativa, que yo siempre le he visto cuando hay machos cerca, extendió con cuidado la toalla en la arena, para lo cual nos dejó ver la imagen de sus gordas tetas colgantes – ¿no os desnudáis y me acompañáis?

- Joder, vaya tetas, qué buena estás, tía – la voz un poco estropajosa. Ella rió y se fue hacia el agua dando saltitos, bamboleando exageradamente los pechos.

- Si las quieres, atrévete a venir al gua, jajajaja….

Nos desnudamos y dejamos la ropa rápidamente en la arena, no había nadie por allí, y nos fuimos al agua, por supuesto, los tres alrededor de la hembra. Yo tenía la polla bastante tiesa pero ellos no tanto, supongo que el alcohol o el agua fría. Un placer refrescarse y quedar limpios y frescos, sobre todo mi madre, que se refregaba entera, coño incluido.

- Vaya gusto quedarse limpita, y con el agua tan fresquita. Estoy nueva.

Me acerqué a ella y la besé con cariño, decidí jugar un poco, a mi me excitaba mucho y sabía que a ella también.

- Ya me he atrevido a venir al agua – dijo el tipo – ahora quiero tus tetas…

-Jajaja…ven a buscarlas…atrápalas si puedes – mi madre se hizo a un lado como intentando marchar pero evidentemente el tipo se le echó encima, cuando salieron del agua ya la tenia atrapada por una – jajaja…ok, son tuyas…te las has ganado.

- Me gustan las tías tetudas y tú te las gastas de talla XXL…jajaja – el tipo le amasaba las tetas con ganas, siempre me había llamado la atención que mi madre soportara esos apretones sin quejarse de dolor, otras tías siempre me decían que les dolían.

La clave, según dijo mi madre, es la práctica, desde jovencita que a los tíos les fascinaban sus tetas y, por supuesto, ella había sido siempre proclive a dejárselas sobar, chupar y hasta morder, incluso desde antes de perder la virginidad con su padre, hasta me había explicado algunos episodios muy morbosos, como el de un profe que tuvo cuando le crecieron las tetas, casi una nena, que ya era mayor y tenía dificultades de erección, la sentaba en sus rodillas y se pasaba horas sobándoselas, pero no viene al caso ahora.

Y después, fue sobre todo después de parirnos a mi y a mi hermano, que le excitaba mucho que la ordeñaran, también supe algunas cosas que ni imaginaba, así que tenía costumbre, evidentemente todos los tíos que se la habían tirado habían sentido las mismas ganas que yo mismo de pasarlo bien con sus tetas, y me decía que no sentía un dolor intenso, solo un poco que incluso le excitaba más. También sabía yo que joderla con brusquedad o incluso un poco de violencia, le provocaba mejores orgasmos.

El tipo, bebido como estaba, le estrujaba las tetas y el otro enseguida se apuntó.

- Quiero mi ración de teta de la tetuda casada.

- No hay problema, tengo dos y vosotros solo una boca cada uno – los tipos se amorraron casi a la vez a los hermosos pezonazos de mi madre, vi como sus bocas engullían parte de sus preciosas tetas y ella gemía suavemente, me sonrió, les puso las manos sobre sus cabezas, apretándolos contra sus pechos – mmmmm a estos chicos les gusta mamar, ¿eh? - los tipos le sobaban y le metieron mano al chocho, por el gemido de mi madre supe que le estaban metiendo dedos en el coño – aaaah…y no sólo les gustan mis tetas…aaaaaah…

- Me la voy a follar ahora, como me has puesto, puta. Aguántala que le endiño el cipote hasta la garganta.

- No jodas, yo también me la quiero follar, que la aguante su hijo, jajaja…así colabora a que nos cepillemos a gusto a su madre, jajaja..

Me puse detrás de ella y la abracé por la cintura, mi polla en contacto con su culo. Ella lo movió. Subí las manos y le aguanté las tetazas desde abajo, mirando a los dos tipos.

- Estoy muy orgulloso de mi madre, a ver si la jodéis bien.

- Por supuesto, cabrón, ya veras lo bien que le ponemos los cuernos a tu padre, jajaja…- dicho y hecho, se metió entre los muslos de mi madre que le rodeó con ellos y le dio pollazo, ella gimió, sentí el empuje que le dio y también sentí el bombeo posterior – joder… toma polla guapa…seguro que tu marido no te da bastante, ¿eh? Necesitas pollas ajenas…

- AAhhhh…qué bien me das polla…me tienes jodida…si, si, sigue…mi marido no me da bastante polla…aaaahhh

- Joder, déjame a mi, tío, estoy a reventar…-le apartó al que la jodía y se puso él ocupando el sitio entre los muslos y, claro, también en su vagina, dándole pollazo, mientras yo la aguantaba – toma, toma polla, guarra…joder qué morbo …¿te gusta, eh?...tu cornudo no te da tan buena polla, seguro…cómo me gusta joderme su mujer…

- Aaaah siiiiii, me gusta cambiar de polla….me das mucho mejor polla que mi marido, siiiiii….sigue…jódete su mujer….siiiii

Mi madre sabe lo que ha de decir a cada tipo que se la folla para excitarle. Pero me estaba excitando mucho a mi también. Empezamos a notar que el agua estaba demasiado fría para gozar a tope así que decidimos salir fuera.

- Vamos fuera seguir jodiendo con la puta infiel – se les ocurrió agarrarle de un pezón cada uno y tirar, evidentemente, mi madre seguía sus pezones.

Llegamos a la orilla y nos sentamos todos cerca del agua. Por supuesto, alrededor suyo y las tres pollas erguidas. Mi madre las miró encantada.

- Estoy rodeada de pollas jóvenes y duras…mmmmmm - dijo mi madre

Se puso a 4 patas y se agachó hasta la polla de uno de ellos, el tio se recostó hacia atrás y dejó que mi madre le chupara a gusto la polla. Realmente había uno que tenía una buena polla, creo que hasta más grande que la mía.

- Traga polla puta, traga, jodida puta caliente –le agarró de la cabeza- ¡Joder, cómo mama rabo esta tía! – era el de la polla gruesa

- Las casadas maduras son las más putas – el otro, dirigiéndose a mi – y tu madre es una de las mejores sonrió – joder, tío, estás empalmado, te excita ver a tu madre como una puta viciosa. Ven a comerme la polla a mi, puta viciosa – Mi madre caminó a 4 patas hacia él, que estaba un poco separado, meneando sus tetas mientras, y así mismo le comenzó la mamada – Hay que joderse…que gusto de puta…qué buena mamona, joder… - era muy excitante ver a mi madre subiendo y bajando la cabeza sobre su polla.

- Hazte el paseíllo hasta aquí, mamona, - el de la polla gruesa – que me la tienes triste – mi madre se giró a 4 patas y el otro le dio una palmada en el culo. Se dirigió a la polla gorda y se la mamó de nuevo – joder…esto es la hostia…-le agarró del pelo y le sacó la polla de la boca – chúpame los huevos, puta – le empujó la cabeza más abajo y mi madre le comió los huevos, sus tetas ya se llenaban de arena, arrastrándose, el tipo le levanto un poco la cabeza tirando del pelo y con la otra mano se manejaba la polla para golpearle la cara como una porra, humillándola – toma polla, guarra, ¿te gusta? – se la restregaba bruscamente por la cara, y dirigiéndose a mi - mira tío, mira cómo se trata a esta clase de putas…toma pollazo, ¿te gusta, eh?

- Sí, me gusta tu polla…dame…dame más… -él le daba pollazos encantado y excitadísimo de tratarla así – qué dura y gorda tienes la polla…

- Abre la boca mamona que te la endiño…ummmmmm así… obediente…traga…toda, joder…- se la metió hasta los huevos – diossss…sí que sabe la puta…

El otro tipo se levantó y se arrodilló detrás de ella y le separó las piernas

- Joder, yo me la follo, - la agarró de las caderas y la penetró el coño sin más, mi madre gimió al sentir la polla entrándole – joder que bien se clava, vaya morbo, ya te tengo jodida la puta de tu madre, cabrón, como querías, toma rabo cerdaca…

El tipo se la follaba con ritmo, me fascinaba de nuevo ver a mi madre montada como una perra y el bamboleo de sus tetazas, gimiendo de gusto mientras el tipo de la polla gorda se la follaba por la boca. Se la estaban follando por los dos sitios a la vez.

- Joder, qué buena furcia tienes de madre, te gusta verla jodida por los dos rabos a la vez, ¿eh?, ¿está buena así, como una perra, eh? estás más empalmado que yo, igual te gustaría tirarte a tu propia madre…joder, la chupa como las diosas, ¿no quieres chupársela a tu hijo, putota? – mi madre negó con la cabeza mientras le chupaba la polla al tipo - ¿no? Te quedas sin mamada cabrón…jajaja

- Joder…qué gusto meterle rabo a la tía así…-dijo el que se la estaba follando, le dio dos palmadas en el culo – qué bien jode la jaca esta…-se animó y le dio dos palmadas mas – mueve el culo, jaca – mi madre movía las caderas, una diosa – joder, cómo te gusta, zorra…- mi madre gemía, se sacó la polla de la boca.

- Síííí…me gusta… me gusta…- le dio dos palmadas más en el culo – aaaaaaah si, si, jódeme más…móntate esta jaca…dame…dame rabo cabrón…

- Cambio de polla –dijo el de la polla gorda – empálate en la mia, putón verbenero – el otro se salió de ella y ella no tardó en estar empalada en el pollón gordo, gimiendo fuerte – joder que chocho caliente, la hostia… - mientras el otro tipo se puso de pie delante y se la enfiló a la boca,

Mi madre se la mamó encantada mientras botaba sobre el pollon y gemía de gusto. Estaba caliente, se iba poniendo muy guarra, el tipo de la boca le agarró la cabeza y se la follaba muy bruscamente. Las manos de mi madre acariciaban el cuerpo del tipo que le daba polla de mamar, las caderas, el vientre, los muslos, el culo, evidentemente le gustan los machos.

-Te gusta el biberón, ¿eh?

El tipo que se la jodía le daba palmadas en el culo, sin contemplaciones, ella botaba a un ritmo frenético, la follada cada vez era más violenta, entonces el tipo que se la follaba le agarró los pezones y tiró de ellos levantándole las tetas, ella gimió fuerte con la boca llena de polla, se las dejó caer, y volvió a jugar levantándoselas pellizcando los pezones, mi madre empezó a mover las caderas en círculos, señal que yo conocía, el orgasmo le rondaba.

El que se la follaba cambió de tirarle de los pezones a palmearle las tetas. El tipo de la boca le tiró del pelo y le sacó la polla.

- Te vas a tragar toda mi leche, ¿entendido, furcia? Tengo ganas de correrme en la boca de una tía, no la eches fuera…sucia puta jodida por mil pollas…

- Ummmm sí, sí…me voy a tragar toda tu leche…córrete en mi boca…quiero tu semen…-el tipo le dio una bofetada suave, mi madre no se cubrió y siguió con sus manos en las caderas del tipo – aaaaah sí, sí, soy una sucia puta….- le dio otra –aaaah he mamado mil pollas…

- Tu marido es el rey de los cornudos…- el tipo estaba que se salía de excitado, le dio otra bofetada – toma guarra…me gusta joderle la mujer a otro…

- aaaaaaaaaaaaah siiiiii…pégame, haz más cornudo a mi marido, cabrón…dame polla…– el tipo no pudo más y le metió la polla en la boca

-AAAAAAAAAAAAAAAAAH siiiiiiiiiiiiiiiiii…traga leche, zorra, puta….furcia….ramera…mamona de mil pollas… mamaaaaaaaaa…sucia puta rastrera…- mi madre recibía la lechada en la boca y el tipo estaba en la gloria, mientras el de la polla gorda la tenía empalada, palmeándole las tetas – aaaaaaaaaaaaaaaaaa. Joder…joder….tomaaaaaa….

Cuando acabó, sacó la polla medio fláccida y mi madre abrió la boca, mostrándole su leche. El cabrón miraba y no se lo creía. Entonces mi madre cerró la boca y la saboreó, dejándolo alucinado, al poco tragó toda la lechada.

- Mmmmmm, qué buena…me ha gustado mucho tu leche…qué gusto, tragar leche mientras me follan…sigue follándome…mmmmmm sí…me follas muy bien…síí…muy buena polla…me gusta estar jodida por una buena polla…

El tipo que se la follaba se cansó de la postura.

- Vamos a la toalla furcia, vas a saber lo que es recibir polla – la puso de lado y le levantó una pierna, se acopló en medio y se la metió de golpe, violentamente, ella gritó.

- Aaaaaaaah, qué dura…me has hecho daño, animal…- yo no lo creí, pero el tipo se puso frenético a follarla, al tiempo que le daba sin consideración en el culo con la mano y con la otra le aguantaba la pierna levantada.

- Eres la tía más puta que me he pasado por la piedra, de las que joden con cualquiera…-le apretó una teta y después le dio palmada – toma cerda…

- Aaaaaah…me gusta joder con cualquier cabrón que tenga buena polla como tú…jódeme…me gusta tu polla en mi vagina de puta…. – el tipo le dio la vuelta para quedar de cara a ella y la volvió a montar con un buen golpe de polla –aaaaaaaaahhh qué daño…bestia…aaaaaayy…qué bien jodes cabrón… - mi madre le apretaba contra ella rodeándolo con sus piernas, mientras con las manos le acariciaba el pecho y los hombros –mmmm estás muy bueno cabrón…vas a conseguir que me corra hijoputa…

- Aún no, puerca…- le sacó la polla del coño y se recostó sobre los talones – vas a pedirme polla y que tu hijo vea lo guarra que puede ser la puta de su madre

-Aah, cabrón, no me la saques…jódeme…haré lo que me digas pero jódeme…

- Despatárrate furcia, ábrete, aguántate las piernas en alto – el tipo agarró las manos de mi madre y se las pasó por en medio de las piernas, haciendo que se mostrara despatarrada y aguantándose abierta con sus propios brazos, una postura indigna y forzada – así, que te veamos bien, viciosa ramera…mira tu madre…dile a tu hijo lo que quieres…

- Quiero que este cabrón me folle…que me reviente el coño a pollazos…

- Eres mía, puta, tu coño es mío, y tu cuerpo es mío, voy a hacer lo que me dé la gana contigo…

- Oh sí, sí…soy tuya, tu puta…- mi madre seguía ofreciéndose despatarradísima -hazme lo que quieras…me gustas…cabrón…aquí tienes mi coño…es tuyo…mi cuerpo…es tuyo…eres mi mejor macho…jódeme…dame tu polla…viólame…hazme daño…rómpeme…- realmente mi madre estaba muy caliente, aunque yo sabía que exageraba para darnos gusto.

- Qué pinta de guarra tienes…tu coño es mío -El tipo se acercó y le dio dos golpes en el coño con el revés de la mano, nada suaves, por cierto – toma, por cerda…

-AAAAAyy…siiiii…mi coño es tuyo…me gusta ser tu puta…rómpeme…-el tipo le daba mamporrazos en el coño con su polla – AAAAy, aaaaaahhh…ufff qué buenos pollazos…aaaaayy… - el tipo puso entonces las piernas de mi madre sobre sus hombros y le encaró la polla al coño.

- Toma polla – se la metió de golpe dejándose caer, vi que solo le quedaban fuera los huevos, mi madre, pegó un grito - ¿te gusta mi polla, eh? ¿mejor que la del cornudo de tu maridito?

- AAAAAAAAgggg…¡bestia! me ha dolido...oooh, sí, qué gusto…hazme daño…síiii…qué polla tan buena…mucho mejor que la de mi marido, mucho…-le acariciaba los hombros y el pecho- qué buen macho me esta jodiendo…- el tipo sacaba su polla del todo y volvía a meterse de golpe, provocando gritos de mi madre – aaaaaah…me gustas, hijoputa…qué bien me jodes…soy tu puta…voy a correrme…

- Te voy a rellenar el vientre de leche delante de tu hijo, so puta…voy a usar a tu madre para vaciar mis huevos, cabrón, no es más que una sucia puta jodida con mil leches en su coño…y tú, putón verbenero, le vas a llevar mi leche a tu cornudo, zorra... – le bombeó duro y fuerte y, sin más, le pegó una bofetada en la cara – por infiel, zorra.

Mi madre, excitadísima, y por primera vez que yo veía, le devolvió la bofetada.

- Por cabrón follamadres y mujeres casadas – el tipo se quedó parado, pero redobló el ritmo y le volvió a pegar a mi madre, cosa que acabó por desencadenar un orgasmo bestial en ella, al tiempo que el tipo eyaculaba en su vientre, resoplando y gritando

- AAAAAAAAAAAAAAAAAAH…

- Putaaaaaaaaaaaaaaaaaa…

Mi madre estuvo un rato enorme corriéndose, moviendo el pubis contra la polla que la jodía, el tipo ya había acabado y mi madre seguía y seguía, los ojos cerrados, gimiendo…el cuerpo estremeciéndose, sus tetas vibrando como flanes…pocas veces la había visto así. Mi madre bajó las piernas, con un suspiro. Se quedaron un rato en la postura, el tipo encima de ella, entre sus muslos, respirando fuerte.

- ¡Qué hembra, diossss!

- ¡Y qué macho semental me ha follado!

Se relajaron, el único que estaba ansioso, era yo, me dolía la polla y los huevos, pero esperaba.

Mi madre se levantó y caminó hacia el agua, metiéndose hasta la cintura y se remojó entera. Se masajeó el coño y las tetas. Se arrodilló en el agua, mirándonos, estaba radiante y disfrutando del frescor del mar. Los tipos también se acercaron a la orilla.

- ¿Sabes que faltaría para redondearlo todo? – le dijeron

- Dime

- Que nos aguantaras la polla mientras meamos

-Jajajaja…pero qué cerdos sois…no tengo ganas de moverme, me habéis dejado dolorida, os habéis despachado a gusto pegándome…

- Y lo que has disfrutado, guarra…jajajaja…si te quedas ahí te vamos a mear encima.

- No seréis los primeros.

- Joder…pues toma.

La mearon en la cara y las tetas, los dos a la vez, una buena meada. Yo aún no lo había hecho y me excitó más aún verla en tan humillante situación. Al acabar ella se zambulló para limpiarse y salíó.

Se sentó en la toalla. Los tipos dijeron que se iban a dormir, ahora que ya estaban bien follados, y se fueron sin más.

Sin decirnos nada, la besé, la morreé, la acaricié, ella a mi también, mi cara mi pecho, mi polla.

Bajó la cabeza y me la chupó un ratito, después la despatarré y le comí el coño suave y largamente, noté su clítoris volver a crecer, era increíble mi madre, al poco me dijo.

- Fóllame, hijo, necesito tu polla, no me comas mas el coño, lo necesito lleno, necesito otra vez un buen macho. Ninguno mejor que tú, cabronazo, mi propio hijo, jode con mamá, dame polla, méteme esa polla que tanto me gusta. No me hagas esperar más….ummm…dale polla a mamá…

- Qué buena puta estás hecha, mamá. Mira que llevas pollas y aún quieres más. – me subí encima de ella y se la metí de golpe, gritó de nuevo.

- AAAAh hijo…hijo…qué buena polla…mi macho preferido…oooh qué gusto…-me miraba y me acariciaba – eres el mejor…ummmm…que suerte tengo…y qué guapo eres…me voy a correr con mi macho…me gusta ser tu hembra…me excita haberte parido…haber parido mi propio macho semental…vuelvo a tenerte dentro…ummm qué bueno estás cabrón…qué gusto que me jodas…

- Mi madre, mi mujer – le bombeaba – mi hembra, mi puta…tan follada, tan enlechada y hasta meada…mi preciosa madre…tetuda…deseada y conseguida por todos…voy a enlecharte ahora mismo…otra lechada en el fondo de tu vagina…

--Siiiiiii, hijo, siiiiii…dame polla, cabrón, dame leche, dame más leche…me han metido mucha leche hoy….aaaaaaaaaaaaaaaa…me corroooooooooo

No hace falta explicar cómo nos quedamos, exhaustos. Después de otro bañito, nos fuimos a dormir. Al acercarnos al cámping, nos encontramos con la chica de la tienda de al lado, que iba a los lavabos. Hablamos un ratito, muy suculenta conversación. Pero nos fuimos a dormir. Al día siguiente mi madre marchaba, yo ya pensaba como me lo montaría con al chica. Y así culmina este mi post me leerás hasta la próxima gracias por la espera y como siempre continuara...


( CONTINUARA... )

7 comentarios - Mi madre paso a ser mi mujer (12) (para +18)

chinitus_elfana
Exlente cada vez esta mejor esta historia no puedo esperar el proximo capitulo. Y como me hubiese encanta ser parte Saludos y segui asi
Christian679
esta de "putamadre" sigue subiendo mas relatos +2
JuanMartinFabro
Yo tb tuve una historia con mi mama no tan fuerte pero muy caliente
hernanob
mi mama me chu`po la pija y me enseño a chupar su concha
Danimorbos25
Eres un crack para subir tipo de historias yo tu ve una situación igual pero con mi tia y yo también le decía la melones