Los miedos

Una de las cosas que vi que nos anda rondando la cabeza a muchos de nosotros es el tema de dar y recibir sexo anal. Alguno lo habrá probado y otro se habrá sentido un poco inquieto porque nuestra pareja (ya sea mujer o TS) nos ha intentado penetrar. Entiendo que es tiempo de estar nerviosos, pero es el momento de respirar hondo, conservar la calma y hablar seriamente como adultos sobre el tema

Si te la dieron, posiblemente ya hayamos entendido la importancia de lubricarse, de ir poco a poco, de aprender a disfrutar de la experiencia. Lo que más nos confunde es, justamente, el placer que experimentamos, una sensación diferente que a muchos de nosotros nos ha hecho sentir algo culpables. Quiero insistir en que masajear la próstata es algo completamente normal y natural, pues el placer que sentimos es una respuesta de nuestro cuerpo a un estímulo, siendo otra forma de alcanzar el orgasmo tanto a solas como con tu pareja. ¿Es diferente? Por supuesto, porque lo que estamos haciendo es estimular un órgano para que suelte el líquido seminal sin necesidad de masturbar el pene, lo cual hace que la sensación sea más suave y al mismo tiempo más duradera, ya que el semen tiene que alcanzar el exterior sin la ayuda añadida que es un pene erecto y en movimiento.

A algunos nos ha sucedido, al parecer, que aunque sentimos placer no llegamos nunca a acabar. Bueno, es así, no es algo que termine siempre con eyaculación. Yo mismo solo lo he logrado en contadas ocasiones, y por lo general necesito un poco de estímulo. La penetración puede acompañarse con un poco de sexo oral, masturbación o incluso ser el preliminar antes de penetrar a nuestra pareja. Mucho lo vemos en vídeos en los que un tipo acaba sin manos, pero os insisto, eso es excepcional, no pasa continuamente: depende de la excitación, de la forma de penetración, de nuestro propio cuerpo, etc. Yo solo he sido penetrado por los dedos de mi pareja mujer y por eso digo que practico sexo anal de la forma que más placer me da y es cuando me la chupa y para acabar no siempre he sentido comodidad de acabar así.

Una cosa que me ha sorprendido es que a algunos de mis amigos me ha contado que se ha asustado el descubrir que adoran la sensación de ser apenas hurgueteado. No es solo el tema de la próstata, es la propia penetración lo que nos gusta. Pero volvamos al punto básico: ¿Cuándo les gusta más cuando te lo hace una chica o una TS? ¿Más te gusta porque la persona que te penetra es muy femenina? Entonces deja de preocuparte y disfruta: eres un varón heterosexual disfrutando de otras formas de placer. Y si se diera el caso de que otro varón lo hiciera: Exacto, eres bisexual. ¿Pero por qué disfrutas al ser penetrado? Por un lado es un placer psicológico, ya que crea una conexión entre la persona que te lo hace y tú, sobre todo si es una novia con la que llevas tiempo, puesto que es algo que no esperabas hacer con ella. Por otro lado, es una zona sensible, por lo que todo roce suave es agradable. Finalmente, asocias el sentirte lleno con el placer sexual, igual que te excita ver a tu mina lamiéndose los labios antes incluso de tocar tu pene con ellos, de ahí que disfrutes con esa sensación.

Vamos al lado contrario de la moneda: tu mina quiere hacerte sexo anal. Piensa que esta es una práctica muy íntima que va a darte placer sobre todo a ti, por lo que si ella quiere hacértela es porque quiere que pases un buen rato. Habla con ella sobre cómo hacerlo, por qué quiere practicarlo, cómo te gustaría que fuera la experiencia... y dale al menos una oportunidad.



Si tu chica es transexual, eso no cambia nada. Nuestro pene es una parte más de nosotros, y aunque normalmente prefiramos ser más activos, en el fondo es una práctica que nos da placer y que querríamos compartir entre nosotros. Si te gusto porque fue tu mina, eso no va a cambiar por lo que hagamos en la cama: tan solo estamos buscando nuevas formas de mostrarnos el amor que nos profesamos.

No obstante, la última palabra es tuya. Una pareja no debería obsesionarse con las prácticas que uno de ellos no quiere practicar, sino centrarse en buscar juegos y prácticas que les gusten a ambos. Si algo dentro de ti se niega a ello o si lo has probado pero realmente no te ha gustado, tu mina debe respetarlo. Ahora bien, el respeto debe funcionar siempre en las dos direcciones: no le exijas buena predisposición ante todas tus sugerencias cuando tú no la has tenido ante las suyas.

4 comentarios - Los miedos

kramalo +1
muy bueno...!! tuvistes mas de setecientas visitas y nadie comentó....jeje... o tienen miedo que les digan que son unos culos rotos...jaja!! Ah!, a mi me gusta el dedito adentro solamente....por las dudas....jaja!! van puntos, obvio...
perchacubo
Gracias Kramalo, uno no puede pensar en los otros cuando escribe, Pero tenes razon.
ADAN036
Muy buen post!!!!
197yjaja
Muy bueno...A todo hombre o 95% nos da otro tip[o de placer todo esto.Y no tenemos que tene verguenza.Es la prostata jaja jaja