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Llegó el día de la cena. Le expliqué a Roberto que iba al teatro con unas amigas y después a cenar con ellas.
Todavía hacía calor en Baires. Atuendo como siempre, mini de jean, blusa blanca sin corpiño, mini tanga blanca y zapatos blancos de taco haciendo juego con la cartera. Saquito de hilo por si refrescaba.
Me tome un taxi hasta el departamento de los chicos. El tachero no dejaba de mirarme las gambas, por el espejito y cada tanto se daba vuelta para hablarme y de paso relojear.
Toque el portero y me abrieron. Yo no conocía el departamento, era la primera vez que iba.
Muy lindo, dos ambientes bien puesto, con decoración machista, se veía que ahí no había intervenido ninguna mujer. La mesa estaba puesta, simple sin adornos. Un ventanal que daba a la calle con balcón y un hermoso sofá de cuero negro tipo chesterfield.
Me recibió Mario y al rato salió Juan de la cocina diciendo que en minutos comíamos.


Cada vez que lo miraba, me emocionaba mas la idea de Juan, tenía una sonrisa lindísima y una mirada atrayente.
Nos sentamos con Mario en el sofá, me prendí un cigarrillo y nos pusimos a charlar. Ya había decidido cortar con Mario, no por que no me pareciera interesante, pero la cosa con Roberto se me estaba complicando un poco y quería parar por un tiempo con el tema, por lo menos hasta ver que pasaba con mi vida de casada.
Se arrimó para besarme pero medio lo esquivé, sonaba lógico que no hicieramos nada frente a su socio. Me manoteó un par de veces las piernas pero le saqué la mano.
Apareció Juan con la cena, tenía un olorcito espectacular.
Comimos, charlamos, hicimos chistes y hablamos de nuestras vidas. Los dos eran solteros y sin relaciones formales. Habían hecho una pequeña fortuna con el taller, lo que les permitía vivir razonablemente bien.
Ninguno de los dos tomaba alcohol, yo sola tomé unas copas de vino, ninguno de los dos fumaba tampoco.
Terminamos de cenar y ayudé a levantar la mesa.

Mario me llevó para el sillón, me sirvió café y un whisky y nos quedamos charlando, me dí cuenta que estaba un poco chispeada. Volvió al ataque con besos y manos. Iba a ser la última vez, pensé, por lo que lo dejé hacer. Juan había desaparecido asi que estabamos solos en el living. Me besó y me acarició las piernas hasta llegar a la tanga. La mini se me había subido hasta la cintura y por supuesto me había puesto caliente.
De repente Mario se arrodilló en el piso, me abrió las piernas metió la cabeza, me separó la tanga con los dedos y se puso a chuparme la concha. Yo ya estaba mojada y él me pasaba la lengua por el clítoris y me metía uno o dos dedos adentro.
Yo me iba deslizando por el sillón para facilitarle un poco las cosas, estaba a mil.


Empecé a estremecerme, había empezado a acabar y sentía como me chorreaba lechita por la cola.
En eso apareció Juan, recién bañadito diciendo que se iba, Mario se separó un poco y Juan se agachó, me agarró la cabeza y me empezó a besar en la boca. Realmente quería que lo hiciera, pero la sensación de estar medio despelotada con dos tipos me mareaba. Lo dejé hacer y cuando miré de reojo a Mario, estaba desnudo a punto de ponermela. Ya estaba totalmente entregada por lo que supuse que tenía que facilitar las cosas. Me deslicé un poco mas abajo y Mario empezó a meterla adentro de mi concha.

La mini la tenía por la cintura. Juan me empezó a acariciar las tetas por encima de la blusa y Mario también. Era una lujuria andante. Entonces Juan que se había desabrochado el pantalón acercó una hermosa pija a mi cara. Era mas grande que la de Mario, me agarró una mano y la llevó allí. Se la agarré con toda dulzura y con un movimiento me la puse en la boca.
Era fantástico, tanto que ahora cuando me acuerdo todavía me mojo.
Todas las fantasías se estaban haciendo realidad, que mujer no soñó estar con dos tipos a la vez?
Por un lado sentía como Mario bombeaba adentro de mi chucha y por el otro la pija de Juan entraba casi toda en la boca. No sé las manos de quién me desabrocharon la blusa y acariciaron mis tetas y los pezones, yo ya estaba exultante.


Cuatro manos me acariciaban el cuerpo y yo trataba de responder a los dos. Sentí como Mario empezaba a acabar, sentía como su leche me inundaba y yo seguía chupando a Juan.
Mario se salió, y desapareció. Juan con una mano me empezó a pajear, me sacó la verga de la boca, me agarró de la mano, me levantó y me llevó para el dormitorio. Esto recién empezaba. Yo iba chorreando leche por el corredor.
Frente a la cama me desvistió y yo hice lo propio con él, nos acostamos y empezó un rally de posiciones sexuales.
Roberto sabía bastante de esto igual que Mario, pero este tipo sabía el doble de los dos.
Me hizo de todo, por adelante, por atrás, parados, acostados, arrodillados, de perfil, que se yo, algo admirable.
Me acabó una vez adentro y otra vez se sentó en mi pecho y me acabó en la cara. Tenía leche de sobra, todo el pelo lleno de leche, la almohada, todo.


Estuvimos cogiendo como una hora sin parar y entre una acabada y otra nunca se le bajó la pija.
Finalmente agotados nos recostamos en la cama. Yo le acariciaba el pecho y lo besaba. Estabamos en bolas por que hacía calor cuando entró Mario. Se acostó del otro lado y los dos empezaron a acariciarme de nuevo. Les dije que basta, ya había tenido suficiente por el día.
Juan se levantó y se fue y yo me quedé conversando con Mario. Al rato apareció bañado de nuevo y en slip, me senté en el borde de la cama, a mí se me estaba haciendo tarde, pero Juan me agarró la mano y me la llevó a su aparato que empezó a crecer de nuevo. Se la saqué del slip, la besé y empecé de nuevo a juguetear con la lengua en la cabeza. Juan me tenía agarrada y sentí que de atrás Mario me abrazaba y me acariciaba las tetas.
Empecé a hacerle el tirabuzón con la lengua hasta que volvió a acabar ya muy poquito pero igual me lo tragué todo. Mientras tanto Mario me había pajeado desde atrás.


Fui al baño, me acomodé un poco, me vestí y me fui volando para casa, era tardísimo.
Lo que había pasado era un sueño pensaba en el taxi de vuelta. Me dolía la concha como si me hubiera metido un palo de amasar. Me dolían todos los músculos de las piernas y la cola, estaba agotada.
Cuando llegué estaban todos dormidos. Me metí en el baño, me recompuse un poco y muy despacio me acosté sin hacer ruido, mañana sería otro día de explicaciones.
Besos

8 comentarios - 7 de 15

angieyruben
Ya llegamos al trío, veremos con que sigue la señora infiel !
Muy buen relato viejo amigo !!!


Gracias por compartir.
Besos y Lamiditas !!!

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La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
AussieAG
Con cada capitulo se levanta la temperatura. Linda setie, Juma.
Gatrachele
io zoi hanalfaveto..... no pode leer tanto..... sory, oto dia
mikerstone
Y esta no descanso hasta garcharse al tal juan,esta va para reina de las putas 🙎‍♂️ 🙎‍♂️
mujer
dagno
yo no la dejo ir la cojo asta el amanecer.