Cuando entré a Poringa, ya hace cuatro años, comencé a postear historias, obviamente todas verídicas.
Esta zaga la escribió una querida amiga que si estuviera conmigo ahora, seguramente sería poringuera.
Sus relatos son de una tensión sexual muy interesante ya que son totalmente verídicas como dije antes.
Todas fueron publicadas hace muchos años algunas revistas para hombres.
Por casualidad todo quedó en un harddisc de mi posesión y decidí que era hora de hacerlas conocer.
Hace mas de 11 años que no la veo, pero si lo lee, que me lo haga saber. (debe andar por los 53 años en la actualidad)
Después de tanta explicación, va el relato tal cuál ella lo escribió
Me había quedado muy caliente con Mario a pesar que la había pasado bien. La puta madre con la menstruación, la próxima reencarnación voy a pedir nacer varón (mentira, adoro ser mujer).
Fue una semana en Baires con mucho quilombo, por lo cual solo pude hablar con Mario por teléfono el sábado antes de partir para casa.
Ya de vuelta me sentía rara, hacer el amor con Roberto no resultaba igual, tenía la sensación que faltaba algo en mi vida (y no lo pensaba por que no podía ver a Mario) era extraño.
Pensé sobre esto muchas veces, era una idea que me daba vueltas en la cabeza y no podía sobreponerme.
Solo tenía en el pueblo una amiga en la cual confiar, necesitaba hablar con alguien del mismo palo, a quien poder contarle lo que había pasado y a la vez que me aconsejara algo.
Nos encontramos con Liliana a tomar un café y le conté lo que había sucedido. Ella tambien estaba casada y nuestros maridos eran muy amigos, por lo que le pedí que fuera totalmente discreta con el tema.
Al principio me escuchaba como sonriendo, pero a medida que fui con los detalles, la cara de Lili fue cambiando del estupor al asombro. Cuando terminé me dijo – en serio te animaste o fue solo un sueño?.
No boluda es en serio y necesito un consejo, dije yo.
Liliana que era bastante dicharachera, empezó a hablar. Decime, vos cuando estabas con Roberto no fantaseaban juntos? Me contaste que mientras cogían se hablaban y cada uno decía con quién le gustaría estar no? Bueno, ahí esta la solución, le decis que vos tomaste la iniciativa en el tema y listo. Por supuesto que este trabajito lo tenes que hacer con mucha delicadeza. Tenes que darle la sensación que el no es cornudo, sino que son complices de una aventura mas.
La escuché atentamente, yo sabía que ella no había salido con nadie durante su matrimonio, pero tenía mas experiencia que yo en tratar tipos.
En el transcurso de la tarde y cafés de por medio fuimos tramando la historia hasta que para las dos el círculo cerraba perfecto. El único problema para mí era que viajabamos solo una vez por mes a Baires y me resultaba poco.
Volví para casa con dolor de panza, que a esta altura no sabía si era por el café o por los nervios de lo que habíamos urdido.
Roberto estaba jugando con los chicos cuando llegué, eran como las nueve de la noche, me sorprendí cuando entré y vi la mesa puesta para dos con dos velas encendidas. Los chicos ya habían comido, me dijo y los llevó a acostar. De la cocina salía un olorcito a comida riquísimo. Cuando apareció le pregunté que se festejaba, que yo no estaba enterada. Se acercó, me abrazó, me dio un beso y dijo: Nos vamos a vivir a Buenos Aires.
Juro que me quedé helada, se me aflojaron las piernas y creo que estuve al borde del desmayo. En seguida me sobrepuse y mi sonrisa fue de oreja a oreja, no lo podía creer, se me estaba dando todo como en bandeja. En ese momento pensé que si había un dios y estaba jugando en mi equipo y que si el quería que las cosas fueran así, así debían ser.
Roberto me vió tan contenta que me dijo que sabía que me iba a alegrar ya que era un logro económico y laboral para él.
Resulta que la empresa necesitaba alguien de confianza en Baires y lo habían elegido para esto.
Durante la cena quise saber mas detalles, la mudanza iba a ser enseguida, no habría vacaciones ya que tenía que encargarse del nuevo puesto. Pregunté donde ibamos a vivir, no quería vivir con mis padres. Roberto me dijo que ya estaba solucionado, había alquilado un departamento en Floresta, cerca de la oficina. Entonces hice calculos rapidamente, el departamento estaba a unas quince cuadras del de Mario.
Soy una convencida que cuando se te da, se te da con todo.
A partir de ahí mi humor cambió. Estaba mas alegre y dispuesta. Le hacía el amor con muchas mas ganas, aunque pensando en lo que iba a hacer en Baires. Enseguida organicé la mudanza, quedaba poco tiempo y la casa era grande.
Iba a lamentar mucho no estar mas cerca de Liliana, pero seguramente ibamos a estar en contacto.
Las noches siguientes hice con Roberto de todo lo que se puedan imaginar. La cascada con champagne, él se iba tirando en el pecho un chorrito y yo lo iba lamiendo cuando le llegaba a las pelotas. Le di el beso negro todas las veces que me lo pidió.
Dejé que me meara en el pecho en la concha y en la cara como a él le gustaba y hasta le entregué por primera vez la colita. No se que placer recondito encuentran los hombres en hacernos el culo pero se sienten como héroes después de hacerlo. Creo que debe ser la sensación de sometimiento, que se yo.
Esa noche trajo el aceite Jonson de los chicos, cojimos un rato, se la chupé con “destornillador” y todo, me la chupó hasta que acabé con dos o tres orgasmos fabulosos (soy multiorgásmica y me mojo mucho cuando me caliento) y entonces me lo pidió.
Dije unos no para que pareciera un poco mas difícil pero finalmente accedí. Me dio vuelta, me abrió las cachas y empezó a besarme la cola de uno y otro lado. Yo con mi mano debajo de la panza me iba masturbando despacito.
Largó un chorrito de saliva en el agujero de mi culo y empezó a besarme. Sentía que me estaba mojando mal, esto iba a ser interesante. Mientras besaba me metía con fuerza la punta de la lengua adentro del ano. Era una sensación distinta, deliciosa. Después me echó un chorrito de aceite y empezó a jugar con un dedo lubricando todo alrededor. Sentí como el dedo de Roberto empezaba a perforarme, era molesto pero no desagradable. Traté de aflojarme lo mas que pude. Entonces sentí que el dedo se venía a fondo y que empezaba a dar vueltas adentro.
Yo metí el dedo mío adentro de la concha y rocé el dedo que tenía Roberto en mi culo, se separaban solo por una piel fina.
Entonces sacó el dedo, echó mas aceite y ahí empezó lo difícil. Arrancó con la puntita, el dedo me lo había bancado estoicamente, pero la pija de Roberto tenía 18 centímetros y un grosor respetable. Muy despacito fue empujando, sentía como se me iba dilatando el culo pero empezaba a doler. Le pedí mas aceite, que me lo metiera directamente adentro. Me hizo caso y volvió al intento. Quería gritar de dolor pero no quería despertar a los chicos.
Me relajé y entonces tomé yo la iniciativa, en un momento me fui para atrás con toda mi fuerza y la pija entró como por un tubo, precisamente el mío. Sentí un dolor desgarrador, pero ya estaba, ahora a gozar. Los dos despacito nos ibamos moviendo adelante y atrás. Ya me estaba gustando la cosa, me seguía masturbando y seguía acabando mojandome la mano, la muñeca y las sábanas. Entonces se me ocurrió hacer lo mismo que hacía con la concha, el trabajito de apretar y soltar, si lo podía hacer adelante como no lo iba a poder hacer con el culo que tiene músculos mas poderosos.
También dio resultado, le apretaba la pija y aflojaba, lo estaba masturbando con el esfínter del ano.
De pronto sentí que empezaba a vibrar y atrás una inundación de líquido calentito se me desparramó por adentro. Roberto había acabado con todo. Me la sacó despacito y se fue al baño a lavar.
Yo me paré y me miré en el espejo del cuarto. Me cagué de risa sola, me chorreaba líquido de la concha y del culo, era de lo mas gracioso. Me reía por que no sabía el dolor que iba a sentir los dias siguientes, lo había hecho un poco a lo bruta, pero bueno, hay que aprender de todo.
Lo que mas me iba a costar era terminar la mudanza con el ojete en esas condiciones.
La próxima, la llegada a Baires.
Besos para todos
Esta zaga la escribió una querida amiga que si estuviera conmigo ahora, seguramente sería poringuera.
Sus relatos son de una tensión sexual muy interesante ya que son totalmente verídicas como dije antes.
Todas fueron publicadas hace muchos años algunas revistas para hombres.
Por casualidad todo quedó en un harddisc de mi posesión y decidí que era hora de hacerlas conocer.
Hace mas de 11 años que no la veo, pero si lo lee, que me lo haga saber. (debe andar por los 53 años en la actualidad)
Después de tanta explicación, va el relato tal cuál ella lo escribió
Me había quedado muy caliente con Mario a pesar que la había pasado bien. La puta madre con la menstruación, la próxima reencarnación voy a pedir nacer varón (mentira, adoro ser mujer).
Fue una semana en Baires con mucho quilombo, por lo cual solo pude hablar con Mario por teléfono el sábado antes de partir para casa.
Ya de vuelta me sentía rara, hacer el amor con Roberto no resultaba igual, tenía la sensación que faltaba algo en mi vida (y no lo pensaba por que no podía ver a Mario) era extraño.
Pensé sobre esto muchas veces, era una idea que me daba vueltas en la cabeza y no podía sobreponerme.
Solo tenía en el pueblo una amiga en la cual confiar, necesitaba hablar con alguien del mismo palo, a quien poder contarle lo que había pasado y a la vez que me aconsejara algo.
Nos encontramos con Liliana a tomar un café y le conté lo que había sucedido. Ella tambien estaba casada y nuestros maridos eran muy amigos, por lo que le pedí que fuera totalmente discreta con el tema.
Al principio me escuchaba como sonriendo, pero a medida que fui con los detalles, la cara de Lili fue cambiando del estupor al asombro. Cuando terminé me dijo – en serio te animaste o fue solo un sueño?.
No boluda es en serio y necesito un consejo, dije yo.
Liliana que era bastante dicharachera, empezó a hablar. Decime, vos cuando estabas con Roberto no fantaseaban juntos? Me contaste que mientras cogían se hablaban y cada uno decía con quién le gustaría estar no? Bueno, ahí esta la solución, le decis que vos tomaste la iniciativa en el tema y listo. Por supuesto que este trabajito lo tenes que hacer con mucha delicadeza. Tenes que darle la sensación que el no es cornudo, sino que son complices de una aventura mas.
La escuché atentamente, yo sabía que ella no había salido con nadie durante su matrimonio, pero tenía mas experiencia que yo en tratar tipos.
En el transcurso de la tarde y cafés de por medio fuimos tramando la historia hasta que para las dos el círculo cerraba perfecto. El único problema para mí era que viajabamos solo una vez por mes a Baires y me resultaba poco.
Volví para casa con dolor de panza, que a esta altura no sabía si era por el café o por los nervios de lo que habíamos urdido.
Roberto estaba jugando con los chicos cuando llegué, eran como las nueve de la noche, me sorprendí cuando entré y vi la mesa puesta para dos con dos velas encendidas. Los chicos ya habían comido, me dijo y los llevó a acostar. De la cocina salía un olorcito a comida riquísimo. Cuando apareció le pregunté que se festejaba, que yo no estaba enterada. Se acercó, me abrazó, me dio un beso y dijo: Nos vamos a vivir a Buenos Aires.
Juro que me quedé helada, se me aflojaron las piernas y creo que estuve al borde del desmayo. En seguida me sobrepuse y mi sonrisa fue de oreja a oreja, no lo podía creer, se me estaba dando todo como en bandeja. En ese momento pensé que si había un dios y estaba jugando en mi equipo y que si el quería que las cosas fueran así, así debían ser.
Roberto me vió tan contenta que me dijo que sabía que me iba a alegrar ya que era un logro económico y laboral para él.
Resulta que la empresa necesitaba alguien de confianza en Baires y lo habían elegido para esto.
Durante la cena quise saber mas detalles, la mudanza iba a ser enseguida, no habría vacaciones ya que tenía que encargarse del nuevo puesto. Pregunté donde ibamos a vivir, no quería vivir con mis padres. Roberto me dijo que ya estaba solucionado, había alquilado un departamento en Floresta, cerca de la oficina. Entonces hice calculos rapidamente, el departamento estaba a unas quince cuadras del de Mario.
Soy una convencida que cuando se te da, se te da con todo.
A partir de ahí mi humor cambió. Estaba mas alegre y dispuesta. Le hacía el amor con muchas mas ganas, aunque pensando en lo que iba a hacer en Baires. Enseguida organicé la mudanza, quedaba poco tiempo y la casa era grande.
Iba a lamentar mucho no estar mas cerca de Liliana, pero seguramente ibamos a estar en contacto.
Las noches siguientes hice con Roberto de todo lo que se puedan imaginar. La cascada con champagne, él se iba tirando en el pecho un chorrito y yo lo iba lamiendo cuando le llegaba a las pelotas. Le di el beso negro todas las veces que me lo pidió.
Dejé que me meara en el pecho en la concha y en la cara como a él le gustaba y hasta le entregué por primera vez la colita. No se que placer recondito encuentran los hombres en hacernos el culo pero se sienten como héroes después de hacerlo. Creo que debe ser la sensación de sometimiento, que se yo.
Esa noche trajo el aceite Jonson de los chicos, cojimos un rato, se la chupé con “destornillador” y todo, me la chupó hasta que acabé con dos o tres orgasmos fabulosos (soy multiorgásmica y me mojo mucho cuando me caliento) y entonces me lo pidió.
Dije unos no para que pareciera un poco mas difícil pero finalmente accedí. Me dio vuelta, me abrió las cachas y empezó a besarme la cola de uno y otro lado. Yo con mi mano debajo de la panza me iba masturbando despacito.
Largó un chorrito de saliva en el agujero de mi culo y empezó a besarme. Sentía que me estaba mojando mal, esto iba a ser interesante. Mientras besaba me metía con fuerza la punta de la lengua adentro del ano. Era una sensación distinta, deliciosa. Después me echó un chorrito de aceite y empezó a jugar con un dedo lubricando todo alrededor. Sentí como el dedo de Roberto empezaba a perforarme, era molesto pero no desagradable. Traté de aflojarme lo mas que pude. Entonces sentí que el dedo se venía a fondo y que empezaba a dar vueltas adentro.
Yo metí el dedo mío adentro de la concha y rocé el dedo que tenía Roberto en mi culo, se separaban solo por una piel fina.
Entonces sacó el dedo, echó mas aceite y ahí empezó lo difícil. Arrancó con la puntita, el dedo me lo había bancado estoicamente, pero la pija de Roberto tenía 18 centímetros y un grosor respetable. Muy despacito fue empujando, sentía como se me iba dilatando el culo pero empezaba a doler. Le pedí mas aceite, que me lo metiera directamente adentro. Me hizo caso y volvió al intento. Quería gritar de dolor pero no quería despertar a los chicos.
Me relajé y entonces tomé yo la iniciativa, en un momento me fui para atrás con toda mi fuerza y la pija entró como por un tubo, precisamente el mío. Sentí un dolor desgarrador, pero ya estaba, ahora a gozar. Los dos despacito nos ibamos moviendo adelante y atrás. Ya me estaba gustando la cosa, me seguía masturbando y seguía acabando mojandome la mano, la muñeca y las sábanas. Entonces se me ocurrió hacer lo mismo que hacía con la concha, el trabajito de apretar y soltar, si lo podía hacer adelante como no lo iba a poder hacer con el culo que tiene músculos mas poderosos.
También dio resultado, le apretaba la pija y aflojaba, lo estaba masturbando con el esfínter del ano.
De pronto sentí que empezaba a vibrar y atrás una inundación de líquido calentito se me desparramó por adentro. Roberto había acabado con todo. Me la sacó despacito y se fue al baño a lavar.
Yo me paré y me miré en el espejo del cuarto. Me cagué de risa sola, me chorreaba líquido de la concha y del culo, era de lo mas gracioso. Me reía por que no sabía el dolor que iba a sentir los dias siguientes, lo había hecho un poco a lo bruta, pero bueno, hay que aprender de todo.
Lo que mas me iba a costar era terminar la mudanza con el ojete en esas condiciones.
La próxima, la llegada a Baires.
Besos para todos
12 comentarios - 3 de 15
Muy pero muy bueno amigo !
Gracias por compartir.
Besos y Lamiditas !!!
La mejor forma de agradecer la buena onda que se recibe es comentando, al menos al que te comenta. Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
van porotos.
😀 😀
un relato de primera !!! y de lo mas caliente !
gracias JUMA !
Ya se lo dije, lo escribió mi amiga...
Y no me hagan acordar mas.
Mañana saco una propia, "cuentos de la guardia"