el camionero

todos los fines de semana ella agarraba su bicicleta y se iba a dar un paseo hasta el parque que unía los cuatro pueblos, eran unos pocos kilómetros que le servían para quemar esas calorías no consumidas durante la semana y para calmar esa frustración sexual que se incrementaba día a día, su novio últimamente ni siquiera se molestaba en complacerla, siempre era monótono: Quedaban en su casa, se daban un beso insulso de bienvenida, él se duchaba porque llegaba de correr, ella esperaba desnuda en la habitación, él la llamaba, ella le hacía una buena chupada de pija, luego pasaban al dormitorio, cogían un ratito y él insistía en acabar en su boca, ella no llegaba a alcanzar su orgasmo, pero a él le daba igual, se metía en la cama, se daba media vuelta y se dormía, está bien, era muy atractivo y hacían buena pareja, pero estaba demasiado harta del egoísmo que demostraba.
Para ir al parque debía atravesar un pequeño polígono industrial construido prácticamente para los almacenes centrales de una multinacional, los fines de semana no había actividad, pero estaba repleto de camioneros de todas las nacionalidades que esperaban a que fuera lunes para realizar la carga de su camión.
Cada vez que pasaba por la zona, veía a los camioneros reunidos en las veredas charlando, jugando a las cartas, o comiendo todos juntos como si fuera un pequeño camping... Y hasta se imaginaba que la agarraban contra su voluntad, la metían en la parte trasera de un camión y se la cogían entre todos...
Cuando pasaba por al lado de los camioneros la saludaban y ella inclinaba la cabeza devolviendo el saludo y aceleraba el ritmo de su bicicleta, ya que se sentía tan acalorada con su tanguita húmeda, sus pezones duros, que se marcaban en la remera ajustada que solía usar y que no quería que ellos notasen, porque una cosa era su imaginación calenturienta y otra que se hiciese realidad.
Ese día estaba muy enojada y frustrada, iba a dejarlo, la ultima vez había sido la gota que terminó por rebalsar el vaso, había quedado con su novio, le pidió que le hiciera sexo oral, acabó, y no la tocó ni la besó después se dio media vuelta y la dejó ahí, con toda su leche en la boca diciéndole, les gusta a todas.
Cuando pasó por el polígono, los camioneros la saludaron, pero ella solo pedaleaba con fuerza para quemar toda esa energía no consumida, solo pensaba en esas estúpidas palabras, cuando volviera a casa estaría tan cansada que las ganas de gritarle ya habrían pasado, se daría una ducha, lo llamaría y lo mandaría tranquilamente a la mierda; Iba tan abstraída en sus pensamientos, que no se dio cuenta y se salió de los caminos del parque, cruzó campo a traviesa con tan mala suerte que se resbaló y cayó de la bicicleta.
Se incorporó con unos cuantos rasguños y dolida en su orgullo, levantó la bicicleta y se dio cuenta que la rueda trasera se había pinchado, de ahí la caída, no le quedaba otra alternativa que volver caminando y llevando labici.
Se le estaba haciendo bastante tarde, pero con el apuro con que había salido, olvidó agarrar su pequeña mochila en la que estaba el celular y algo de dinero por si tenía una emergencia, otra cosa por la que culparlo, pero no era culpa de él, era suya por permitir que la hubiera tratado así y no haberle gritado (Desahogándose) Que él ni siquiera sabía coger como para saber lo que le gustaba a todas; •
Cuando llegó al polígono, ya era prácticamente de noche, las luces iluminaban las calles desiertas, ni siquiera ,éstabañ los camioneros que seguraménte habrían acudido a entretenerse un"rato en la ciudad, caminaba- despacio, rengueando un poco, 'aun, le quedaba por lo menos una hora hasta llegaba casa.
-Hola ¿Qué- té pasó? ¿Necesitas ayuda?- i
Escuchó una voz másculina, se dio vueltas, era uno de los camioneros. -Me caí, se me pinchó la bici así que me tengo que volver caminando a casa...
-Si querés metemos la bici en el camión y te acerco a tu casa- -Gracias, pero no creo que sea correcto aceptar la ayuda de un extraño- -No soy un extraño, todos los fines de semana pasas por acá y nos saludamos-
Le dedicó una de sus lindas sonrisas. -Sí nos saludamos, pero eso solo indica que somos educados, aunque no conocidos, ni siquiera sabés mi nombre ni yo el tuyo -Me llamo Jorge- -Yo Carolina-
-¿Estás solo? ¿Y el resto de los camioneros?-
-Fueron a cenar y a divertirse a la ciudad, yo no tengo mucho dinero así que decidí quedarme leyendo un libro. Pero me alegro de haberme quedado, así pude conocerte- -Gracias, estás siendo muy amable- -¿Me dejás que te ayude a curarte las heridas? Acá al lado hay una pequeña fuente, acercate a ella mientras voy por el botiquín del camión- -Dale, creo que sí, además me vendrá bien descansar un poco- Se acercó a la fuente, dejó la bici al lado de un banco, él llegó con un botiquín y una toalla que le pasó, le dio las gracias y comenzaron a charlar, mientras ella mojaba la toalla en el agua y la pasaba por las heridas de la pierna, los brazos y las manos, ella se fijó como él la observaba, le empezó a dar morbo, posó la vista en su entrepierna que parecía un poco abultada, él abrió el botiquín y sacó el desinfectante, ella se sentó en el banco, él se arrodilló y se lo pasó por los rasguños de la pierna, ella se contrajo, él comenzó a soplar para aliviarle el ardor.
-¿Tenés frío? En este tiempo, cuando se oculta el sol baja bastante la temperatura-
-Un poco la verdad, acá parada sin hacer ejercicio se nota- Tenía los pezones duros y la piel de gallina, pero no quería admitir que era por el deseo que estaba creciendo dentro de ella.
-Si querés te acerco en el camión, estamos lejos de la ciudad y no sería aconsejable que caminaras sola por estas calles, quién sabe con quién te podrías encontrar-
Le pareció gracioso, porque con lo necesitada que estaba no sabría quien estaría en peligro, si ella o él, porque lo único en lo que pensaba era en cogérselo...
Fueron caminando hacia el camión, él le llevaba la bicicleta, la dejó en la parte de atrás del camión, como la cabina estaba muy alta, la ayudó a subir y al hacerlo le acarició disimuladamente .el. culo, ella se mordió el labio Inferior, se sentó en el lado del copiloto, i comenzó a inspeccionar la cabina, mientras él entraba por el lado del conductor. -Está un poco desordenáda- Comento el.
-No me di cuenta lo que pasa es que siempre'' tuve curiosidad por saber cómo'serjá por dentro, cuando paso siempre estan las cortinas corridas. al contemplar el pequeño dormitorio se estremeció ¡pensando en los dos cogiendo, tenía rque serenarse y pensar en otra cosa, se volvió hacia él y vio como intentaba esconder una revista de estas, cuando él notó que ella se había dado cuenta se ruborizó. -No te preocupes, no me asusta, entiendo perfectamente que un hombre que pasa tanto tiempo solo tiene necesidades.. .- -No quería que pensaras que estoy necesitado.
-Te diría que en este caso la necesitada soy yo...-
Se dio cuenta en el acto de que había expresado sus pensamientos en alto, se puso colorada como un tomate y se agarró las manos, mientras él se reía y le decía:
-No creo que una chica tan linda, no tenga a nadie que cubra sus necesidades...-
Sin poder contenerse le contó su triste vida sexual...
-Tu novio es un pelotudo, en lo único que estoy pensando desde hace un rato es en poner mis manos sobre tu cuerpo, llenarte de caricias, probar esos pezones tan ricos que se, te marcan y culearte toda la noche.. .- Ella se lo quedó mirando, sus ojos estaban totalmente dilatados y la miraban de una forma muy pasional. -Si pensar, eso, hacelo, porque yo tampoco pi enso en otra cosa... - Se inclinó sobre ella, la besó de una forma posesiva, ella respondió al beso, entrelazaban las lenguas, se saboreaban el uno al otro, él empezó a acariciarle la espalda; los muslos, le ayudó a quitarse la remera, sólo llevaba un corpiño deportivo, le besó el cuello, bajó hacia sus pezones, los lamió y chupó por encima del corpiño, ella no paraba de gemir, le acariciaba su espalda, su cabeza, se desprendió del corpiño, el contacto directo de la boca en sus tetas la hacia estremecerse de placer, hasta ahora no había sentido nunca ese placer en sus lolas, hábilmente él pasaba sus manos por el culotte de ciclista, estaba tan mojada que sus fluidos habían traspasado mas allá de la tanga, ella empezó a quitarle la remera, tenía la necesidad de sentir su piel, le acariciaba su pecho lleno de pelo, le encantó enredar sus dedos en el pelo y ver como él también se estremecia.
Le quitó el culotte y pasó su mano por debajo de la tanguita, ella le acariciaba su pija por encima del pantalón de jeans, la sintió dura y grande, su boca se hizo agua de solo de pensar en como sería, él termino de quitarle la tanga, ahora sus dedos acariciaban el clitoris, mientras con la boca le devoraba las tetas, la inclinó sobre el asiento, metió su cabeza entre sus piernas y comenzó a lamerle la concha, ella gemía de placer, sus manos se agarraban a la cabeza de él, lo agarraban del pelo, él levantó su mirada y la posó sobre la de ella, veía la cara de deseo en ella, y como lo urgía a continuar, le dio un suave mordisco en el clitoris, con la lengua le penetraba la concha como si fuera una pequeña pija, estaba fuera de sí, tan caliente que de su concha no paraban de salir fluidos que él se encargaba de absorber, agarró fuertemente su cabeza, le tiró un poco del pelo y se empezó a contraer en un fuerte orgasmo.
Quedó quieta en el asiento completamente laxa, él le daba besos y pequeños lametones recorriendo todo su cuerpo, ella volvía a sentir placer, se incorporó un poco para acariciarle el pecho y la espalda, bajó sus manos hasta el pantalón, mientras se fundían en otro gran beso, las metió dentro y acarició su culo por debajo del bóxer, él se incorporo un poco, desabrochó el pantalón y se quitó el bóxer, al hacerlo emergió su gran poronga al palo, no solo era grande, sino también ancha, le dio un poco de miedo el tamaño, él le susurró al oído: -No te preocupes, te va a entrar toda y la vas a disfrutar como nunca- escucharlo volvió a estremecerse de placer, con sus manos empezó acariciar la gran pija, sus huevos hinchados y Henos de leche, no pudo resistirse, se inclinó y se la metió en la boca, chupó su glandé del que salían gotitas pre-seminales, su sabor le pareció exquisito, comenzó a lamer todo el tronco, llegando a los huevos, los acaricio con la lengua, se los metió en la boca, los paladeo, él suspiraba de placer, volvió a subir por el tronco, se metió el glande en la boca, intentó meterse el resto pero era demasiado grande, se limitó a jugar con ella dentro de su boca, él la apartó un momento y le dijo que parara, que no quería acabar aún.
Volvió a inclinarse sobre ella, la cubrió de besos y pequeños lametones, volvió a dedicarse con calma y placer a sus tetas, las paladeaba como si fuera un nene de teta, mientras con sus dedos acariciaba el clítoris y penetraba en su concha, calentándola, haciendo que su concha se volviera a inundar de fluidos, dilatándola.
Ella acompañaba los dedos de él con suaves movimientos, le rogó que la cogiera, pero él se hacía desear, ella necesitaba sentirlo adentro, que la cogiera, estaba tan caliente, excitada y llena de pasión, sus ojos estaban en blanco, no sentía otra cosa que no fuera el placer que él le estaba proporcionando.
Sintió como él la penetraba, a pesar de lo grande que era su pija consiguió que se deslizara suavemente dentro de ella, gritó de placer, ella estaba tirada y él encima abrazándola y penetrándola despacio, lentamente, pero proporcionándole un placer inmenso, aceleró un poco las embestidas, ella salía a su encuentro.
se movían al compás, cambiaron de postura, él se sentó y ella se puso encima de él, ahora ella llevaba el control de la profundidad e intensidad, mientras él le chupaba nuevamente sus tetas, tenía devoción por ellas, nadie nunca les había dedicado tanta atención, con cada penetración eila se llenaba más y más, sus fluidos salían como un torrente, nunca había disfrutado tanto cogiendo, ella se giró, él continuaba sentado y la penetraba desde atrás, mientras ella se agarraba del tablero y sentía sus embestidas y como sus huevos chochaban contra su culo, él tenia las manos sobre sus tetas, agarrándolas con firmeza; sus embestidas fuertes, rápidas, ella solo pensaba en el placer que estaba recibiendo.
Pasaron a la parte de atrás, él se tiró sobre la cama, quería dejarle a ella el control de la situación, quería que disfrutase como nunca, así el placer que sentiría sería mayor, le gustaba y le motivaba que sus parejas acabaran varias veces, ella comenzó a cabalgarlo, movía sus caderas en pequeños círculos, estaba descubriendo un nuevo mundo de placer, quería disfrutarlo al máximo, había perdido la noción del tiempo, pero llevaba más tiempo cogiendo que todas las veces que lo había hecho con su novio, sabía que era una exageración, pero la bronca y frustración que llevaba tanto tiempo acumulada en su cuerpo, se estaba liberando, haciendo que el momento que estaba viviendo fuera el más placentero de su vida.
Volvió a sentir que iba a acabar, era como antes, pero el placer era más intenso, se agarró fuertemente a sus hombros y dejó que el placer la llenara por completo.
Quedó nuevamente laxa, él aprovechó para darle la vuelta, elevarle las piernas y apoyarlas contra sus hombros, empezó a cogerla de una manera rápida y fuerte, su pija se deslizaba a través de ella como una funda, pararon, le dio la vuelta, ella quedó tirada boca abajo, él le abrió los cachetes del culo, pasó su pija entre su culo y su conchita, puso la punta de su pija en la entrada de su culo, dio unpequeho empuj6n, pero sin penetrar,
ella levanto la cabeza e iba a lanzar Una queja y decide que por ahi no,pero ahogo su queja con un beso y
desvio la pija hacia su concha penetrandola nuevamente, la embistio muy suavemente, despacio, sin prisa, Ella se moj6 de nuevo, era increible, habia acabado tres veces,cuando normalmente acababa solo una vez y le costaba mucho, I le susurro at oido:-Lo si"ento, pero no aguanto mas,tengo que acabar- Ella lo miro sorprendida y le dijo que acabara, Ie saco la pija de la concha, paso su mano por el tronco y empezo a acabar encima de su culo, abriendo de nuevo los cachetes y echando la leche en su ojete; cuando termino, el quedo encima de ella, cubrindola con su cuerpo, besandola en el cuello,acariciando sus tetas. . .Luego la Ilevo hasta la casa y le regalo
la revista, diciendole - que era muy buena para cuando necesitaba ayuda para acabar.


autor:ella

fuente: atraccion fatal revista

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