Mi Ex-Andy - Último round

Se diría que todas las buenas historias de amor deberían terminar bien, lo que no esperamos nunca es que el prefijo "des" se anteponga al amor y terminemos preguntándonos acerca de aquello que falló en la relación, o si algo hubiera sido diferente de haber actuado de otras maneras... Pues bien, él y yo tuvimos muchas últimas veces de sexo luego de romper, siempre bien disfrazados los encuentros con una amistad y un compartir que nos era atractivo en sí mismo, pero con la doble cara de quien aún quiere follar sin la responsabilidad debida hacia una pareja. La última vez que Andrés y yo follamos no era yo su novia, ya él tenía otra novia, así que yo me convertí en su amante.

No contaré la transición de pasar de ser la novia a ser la otra, pues como todas las situaciones trae consigo sus ventajas y desventajas, sólo diré que Andy se la jugaba sucio a su novia a los pocos meses de haber iniciado su relación, y se la jugaba conmigo... Por qué razón? asumo que yo lo hago mejor que ella 🙎‍♂️ . Por qué lo hice yo?... Porque es mejor idiota conocido que príncipe portador de enfermedades 😀

Hacía ya un par de meses había decidido unilateralmente darle fin a esa situación, no he tenido muchos problemas hacia la infidelidad, pero eso se estaba pasando de castaño a oscuro, así que corté por lo sano y le retiré mi amistad por completo a mi ex, lo que no esperaba es que él pasara por una situación familiar dolorosa y mi corazón cediera a consolarle, y aunque fui estrictamente como amiga, algo muy diferente fue lo que pasó.

Era un día entre semana no había ningún local abierto a la hora que sonó mi teléfono y yo me encontraba en una casa en la periferia de mi ciudad, así que con voz ronca -de llorar y de las cervezas que llevaba encima- me dijo Andrés que nos fueramos a conversar a alguna habitación de pago, que era de suma importancia para él encontrarse conmigo; yo entendía su situación, fue realmente malo lo que le sucedió, por eso luego de pensarlo bien, accedí.

Andrés me recogió en un taxi, al que direccionamos a algún lugar de la carretera -Lo más cutre que pueda imaginarse- y una vez en la habitación me ofreció de la botella que venía tomando. Tuvimos una charla larga, llena de recuerdos y dolores, de pasmosas confesiones y de reclamos nunca dichos. Me di cuenta de toda la rabia que había entre los dos luego de la ruptura, que si bien sabía que existía no imaginaba que fuera tanta por parte de ambos, así que nos desahogamos y luego de eso comenzaron los buenos recuerdos, que resultaron ser más de su parte pues yo tenía aún las espinas clavadas. Él comenzó a acercarse y a buscar juego, yo estaba mucho más seria, pero me cuesta ser ruda -y no quería lastimarlo por lo que le pasó- así que evadí diplomáticamente sus devaneos hasta que me colmó y le dije de plano que no iba a pasar nada esa noche.

Era ya de madrugada, y estábamos lejos de la ciudad, así que nos quedaríamos ahí hasta el amanecer, de modo que con cara resignada se desvistió quedando en ropa interior y se fue a la cama sin decir palabra, sólo se le notaba el dolor por encima. -Patrañas- pensaba yo, que me había dado cuenta de lo manipulador que podía ser, pero por dentro muy en el fondo con un dolor profundo de quien ha hecho daño y no tiene como remediarlo, la culpa gritando al oido, pugnando por movilizar. Andrés apagó la luz de la mesa de noche, y yo a oscuras en el sofá de la salita, mordiéndome por quedarme allí haciendo nada... Maldita culpa, maldita rabia.

Me levanté decidida, encendida con una furia que de haberse sublimado hubiera hecho explotar el lugar, me arranqué la ropa en lugar de quitármela, le arranqué la sábana con la que cubría su cuerpo, me senté a horcadas sobre su cadera y comencé a besarlo con rabia; él no se esperaba algo así y se quedó quieto, de modo que yo le agarré ambas manos con las mías arriba de la cabeza y comencé a frotarme sobre su sexo de manera salvaje, allí comenzó a responder con una erección y a intentar soltarse de mi abrazo, pero yo lo agarré más fuerte y él se dejó hacer. Lo golpee en la cara y le dije que era un imbécil pasándole después mi lengua por toda su cara y el cuello; le arañé el pecho y le mordí los hombros al tiempo que seguía frotándome sobre él; le exigí que se quedara quieto, y bajé hacia su pecho y su estómago con mi lengua y mis dientes, me deshice del boxer con las manos. La erección era contundente, le gustaba lo que yo estaba haciendo. Continué diciéndole que era un hijo de puta, y le pasé mis labios por el púbis, trepándolos despacio por su verga mientras lo miraba con odio a los ojos; con mi lengua humedecí todo hasta la punta y me la introduje en la boca succionando despacito, primero hasta la mitad, y luego muy rápido hasta que llegó a mi garganta, repitiéndo ese movimiento lento y rápido por varias veces en intérvalos cada vez menores hasta que todo se volvió muy rápido. Para qué mentir. Quería arrancársela con los dientes y escupirla en el suelo, pero también quería que me penetrara con esa misma furia porque para ese momento también estaba muy urgida y muy húmeda.

En realidad no importa cuánto lo estaba disfrutando mi ex, yo ya quería sentirlo dentro, dejé de chupársela y me senté sobre su verga durísima hasta que me penetró por completo, comencé a moverme como más me daba placer, sin dejar de mirarlo con rabia, insultándolo de cuando en cuando, también por momentos inclinándo mi pecho sobre el suyo, friccionándome contra su cuerpo y mordiéndole el cuello y los hombros, diciéndole que no se le ocurriera siquiera hablar, que se quedara calladito y quieto como estaba, a lo que él obedeció fácilmente, sólo emitiendo algunos quejidos y gestos de gozo; yo seguía estrujándolo y friccionándome a mi propio ritmo, sintiendo esa verga entrar y salir, cada vez más mojada y cada vez con mayor placer, hasta que el orgasmo me golpeó certeramente y me agarré más fuerte a Andrés, con el mismo arrebato de rabia que tenía al inicio, con la dulzura del placer y el asco del odio, todo en una mezcla explosiva y envolvente.

Cuando logré reponerme, me acerqué a su cara y le dije que no quería verlo jamás en la vida. Me bajé de su cadera acostándome lo más lejos de él que me permitió la cama, dándole la esplada y envolviéndome en la sábana que tenía él antes del sexo, sin poderme dormir y totalmente consciente de que no le volvería a ver por voluntad propia.

8 comentarios - Mi Ex-Andy - Último round

MORBOSOPLACER +1
SEGUI ESCRIBIENDO ME ENCANTAN TUS RELATOS, BESOS
Mi Ex-Andy - Último round
GinaAndrea
50 puntos ?, New Full user ? XDDD 😉
iker1591 +1
Interesantes e increibles emociones, hechos, y como fueron... demasiado interesante nena, la verdad que me encanto. pero desde todo punto de vista, mas el saber de tus reacciones, tus emociones y conocerte como mujer... que linda 🙄
santiagograyvane
He descubierto algo, Gina Andrea es violexi, todo tiene sentido
max9145 +1
Viva colombia jaja...muy buenos