Si recuerdan la parte II. Mi esposa había tenido un affair con un compañero en la oficina.
Ahora paso a comentarles la parte III.
Por un momento pensó en mencionárselo a su esposo, o sea contarle lo que le estaba sucediendo. Pero ella no se imaginó que podría hacer él. También pensó en ir a un psicólogo, pero recordaba lo dicho por su compañera.
Un día, su compañera le confesó que había participado de una orgía y que a partir de ese día su sexo era mejor y controlado.
Y a partir de ese comentario, la idea no se le borró de la cabeza.
Pero como lo invitaría a su esposo; en el fondo, ella deseaba compartir su pasión y debilidad con él, ¿pero como lo tomaría? ¿la comprendería?
También se imaginó que debía realizarse en un fin de semana largo, ya que quedaría exhausta de sexo y como lo disimularía
Los sueños no cesaban y las masturbaciones no la tranquilizaban, tampoco lo hacía su esposo, y había desterrado la idea de tener un amante.
En la empresa comenzaron los comentarios por el aniversario de la misma.
Como siempre ella se preparó para el evento salvo por el detalle que su esposo no la acompañaría.
Unos compañeros la pasarían a buscar.
A la hora señalada, sonó el portero y se despidió de su esposo e hijos. Al llegar a la acera, se sorprendió cuando en el auto solo estaban su desliz sexual y un compañero.
Al rato, se estacionaron frente a un edificio de categoría, y por un momento dedujo que allí no era el evento, pero no hizo caso, pensando que retirarían a alguien de la empresa.
Cuando se abrió la puerta del ascensor, el cual daba a la entrada de un lujoso piso frente al mar; presintió que una difícil situación se avecinaba. Ya que se escuchaba música y se presentía a varias personas reunidas por detrás de la puerta.
Al abrirse la suntuosa puerta descubrió que se trataba de una orgía multitudinaria.
Atónita, entró y recorrió las distintas situaciones que sucedían en los sillones y rincones del gran ambiente.
Inmediatamente, se acercó su compañera y le dijo al oído: -verás como se te calma esa calentura.
Siguió observando a su alrededor e ingirió bastante alcohol para disimular su parálisis y temor.
Su compañera de trabajo, a la cual le había comentado lo que le sucedía, se acercó y a medida que lo hacía, sentía el arrepentimiento de haberle contado sobre su apetito sexual.
Cuando sintió que la tomó de la mano, le recorrió un escalofrío al saber que todo estaba por suceder y no podía controlar nada.
De pronto sintió el beso que fue inconsciente; casi no sintió placer, tal vez se trataba de los efectos del alcohol.
Siguieron abrazadas observando a sus alrededores como la gente practicaba todas las versiones sexuales
Las imágenes que observaron las hicieron subir de temperatura.
Su compañera nuevamente la sumergió en un profundo beso y algunas caricias por debajo del vestido.
en la próxima intervención, se viene el debut de mi esposa en la orgía, espero que lo estén disfrutando como yo
Ahora paso a comentarles la parte III.
Por un momento pensó en mencionárselo a su esposo, o sea contarle lo que le estaba sucediendo. Pero ella no se imaginó que podría hacer él. También pensó en ir a un psicólogo, pero recordaba lo dicho por su compañera.
Un día, su compañera le confesó que había participado de una orgía y que a partir de ese día su sexo era mejor y controlado.
Y a partir de ese comentario, la idea no se le borró de la cabeza.
Pero como lo invitaría a su esposo; en el fondo, ella deseaba compartir su pasión y debilidad con él, ¿pero como lo tomaría? ¿la comprendería?
También se imaginó que debía realizarse en un fin de semana largo, ya que quedaría exhausta de sexo y como lo disimularía
Los sueños no cesaban y las masturbaciones no la tranquilizaban, tampoco lo hacía su esposo, y había desterrado la idea de tener un amante.
En la empresa comenzaron los comentarios por el aniversario de la misma.
Como siempre ella se preparó para el evento salvo por el detalle que su esposo no la acompañaría.
Unos compañeros la pasarían a buscar.
A la hora señalada, sonó el portero y se despidió de su esposo e hijos. Al llegar a la acera, se sorprendió cuando en el auto solo estaban su desliz sexual y un compañero.
Al rato, se estacionaron frente a un edificio de categoría, y por un momento dedujo que allí no era el evento, pero no hizo caso, pensando que retirarían a alguien de la empresa.
Cuando se abrió la puerta del ascensor, el cual daba a la entrada de un lujoso piso frente al mar; presintió que una difícil situación se avecinaba. Ya que se escuchaba música y se presentía a varias personas reunidas por detrás de la puerta.
Al abrirse la suntuosa puerta descubrió que se trataba de una orgía multitudinaria.
Atónita, entró y recorrió las distintas situaciones que sucedían en los sillones y rincones del gran ambiente.
Inmediatamente, se acercó su compañera y le dijo al oído: -verás como se te calma esa calentura.
Siguió observando a su alrededor e ingirió bastante alcohol para disimular su parálisis y temor.
Su compañera de trabajo, a la cual le había comentado lo que le sucedía, se acercó y a medida que lo hacía, sentía el arrepentimiento de haberle contado sobre su apetito sexual.
Cuando sintió que la tomó de la mano, le recorrió un escalofrío al saber que todo estaba por suceder y no podía controlar nada.
De pronto sintió el beso que fue inconsciente; casi no sintió placer, tal vez se trataba de los efectos del alcohol.
Siguieron abrazadas observando a sus alrededores como la gente practicaba todas las versiones sexuales
Las imágenes que observaron las hicieron subir de temperatura.
Su compañera nuevamente la sumergió en un profundo beso y algunas caricias por debajo del vestido.
en la próxima intervención, se viene el debut de mi esposa en la orgía, espero que lo estén disfrutando como yo
1 comentario - La crisis sexual de mi esposa. Parte III