Quiero todos los orgasmos que me pertenecen.

Hola chichis, compartimos algo de una autora española (Luziergana oxidada) realmente interesante:

Por norma escribo desde la necesidad. La necesidad de desahogarme, de compartir, de ordenar ideas, de analizar un tema mientras transformo pensamientos en palabras. Pero con este texto voy un paso más allá, y lo que necesito es desnudarme, poner mis miserias y mis miedos en palabras y compartirlas. Sé que no va a ser fácil hacerlo pero sospecho que cuando termine habré ganado una batalla. Y me he levantado guerrera.
Todo empezó con una pregunta de bar: la primera vez que follas con un chico (entendiendo follar como masturbación, sexo oral, penetración o cualquier otra práctica sexual que disfrutes compartir) ¿te resulta sencillo llegar al orgasmo? Y por sencillo entiendo que alcanzas el orgasmo con la misma facilidad o dificultad que cuando te masturbas. La respuesta fue No. Aclaro que las mujeres que estábamos presentes mantenemos relaciones heterosexuales hasta el momento, dato no poco relevante. A continuación pensamos en los hombres con los que habíamos follado. Todas coincidimos que sólo en casos contados se había dado por terminada la relación sexual sin que el tío en cuestión se hubiese corrido. Con mucha naturalidad una de las presentes añadió que había tardado tres meses en tener su primer orgasmo con su anterior pareja. 
Os invito chicas a que escribáis una lista mental con el nombre de las últimas parejas sexuales que hayáis tenido y anotéis al lado (si la memoria os lo permite) cuándo tuvisteis vuestro primer orgasmo con él y cuando lo tuvo él con vosotras. Al menos en mi caso los datos son esclarecedores, y vergonzosos.
No contenta con eso me recuerdo a mí misma diciendo cosas como: “no te preocupes, me suele pasar, me cuesta correrme cuando no tengo confianza” o “bah! será el alcohol, siempre lo hace más difícil”, también: “da igual, no te preocupes, estoy acostumbrada, vamos a dormir”. Es increíble el daño que podemos infligirnos a nosotras mismas sin darnos cuenta. El orgasmo no me parece en absoluto EL OBJETIVO, así, con mayúsculas, del sexo. Creo que el sexo son muchas cosas y que no se reduce a 23 segundos en los que parece que el alma se te sale del cuerpo. De acuerdo. Pero no quiero renunciar a ellos cuando esté acompañada. Necesitamos, necesito, declararle la guerra a esta actitud de complacencia que tenemos por norma las mujeres en el sexo. Me planto, basta, necesito pelear mi cacho, una parte de esta lucha está en la cama y hay que batallarla. Además, entre otras muchas cosas, sospecho, que va a ser un placer.


Quiero todos los orgasmos que me pertenecen.



     Por si alguien al leer esto piensa: “con qué clase de tíos se acuesta esta muchacha…”. Aclaro que mis parejas sexuales en su inmensa mayoría han sido chicos inteligentes, atentos, con buen corazón, con una formación política y en muchos casos feminista. Es decir, no se salva prácticamente nadie, casi todos disfrutaron de su privilegio y se aprovecharon de él en mayor o menor medida. No lo digo desde el resquemor. Me parece normal. Normal, qué palabra tan peligrosa. Yo también sé qué es aprovecharse de un privilegio: soy blanca, mantengo relaciones heterosexuales, tengo un pasaporte europeo y una educación universitaria. Ja! a mí me vas a hablar de privilegios.
Ahora bien chicos, si alguna mujer reúne el valor para pedirte algo equivalente a lo que ella está dando y tú estás disfrutando, al menos ten el cuajo de escucharla. No es un ataque, no hace falta que te defiendas, sólo quiere su parte como tú quieres la tuya. Es terrible lo poco que nos comunicamos en el sexo. Podemos hablar sobre política, filosofía, cine, relaciones… Pero cuando nos metemos en la cama nos dedicamos a tratar de intuir qué le puede gustar al desconocido que tenemos en frente. Tiramos de suposiciones tratando de adivinar por dónde continuar. Nuestra aspiración en muchos casos, en el mío, es que se quede satisfecho, tratar de dar la talla que espera de mí, y una vez se corre: objetivo conseguido. Si después de eso además me regala un poco de tiempo y esfuerzo para tratar de que yo también me corra me puedo dar con un  canto en los dientes. Y cuando mis amigas me pregunten al día siguiente diré que muy bien, que no me corrí, pero que muy bien.
Qué triste. Qué lástima que podamos tener una conversación estimulante y disfrutar de una atracción sexual brutal, y que cuando nos metamos en la cama no queramos conocernos. Con todas las posibilidades que ofrece el sexo, con lo distinto que es con cada persona, cuéntame ¿por qué nos conformamos con algo tan mediocre? ¿por qué no aspirar a más? Quizá esto es cosa mía y la gente tiene relaciones sexuales increíbles, o habla sin tapujos de lo que desea, tratando de conocer a la persona que le mira a los ojos. Si es así estaré exponiéndome a un ridículo espantoso. Pero si no soy la única, si no es el caso, vamos a probar a conocernos. Probemos a ser honestas con nosotras mismas y con el de enfrente, a luchar nuestra parte, a disfrutarnos y a comunicarnos también en este ámbito.
Me desnudo de esta forma por dos motivos.
Uno. Porque a mujeres que podemos hablar en público, en una asamblea, una charla, etc. Que leemos, trabajamos y luchamos por empoderarnos. Llegamos a la cama y no sabemos decir lo que queremos. Porque es un trabajo que estoy haciendo y que están haciendo otras compañeras y amigas. Porque necesito escribir esto. No es nada original, de hecho la idea de escribir este artículo ha surgido de leer este otro, del blog La Mosca Cojonera (muy muy recomendable), bastante mejor analizado y explicado que todo lo que yo pueda decir aquí. Sencillamente necesitaba hacer este ejercicio.
Dos. Porque hay que ponerse las pilas a fuego. Porque al sexo hay que sacudirlo y quitarle el polvo, renovarlo, profundizarlo, adaptarlo a cada persona y a cada situación. La comunicación va a tener un papel central así que más vale que nosotras nos vayamos acostumbrarnos a decir qué queremos cómo y dónde. Y vosotros a preguntar a escuchar y a poner buena voluntad. Que creo que en general la tenéis y estos cambios nos van a hacer ganar a todas, a todas las personas.
Al tajo y a fuego, que la vida es breve.  
Quiero todos los orgasmos que me pertenecen.

3 comentarios - Quiero todos los orgasmos que me pertenecen.

real-visceral +1
Muy bueno y muy cierto..
"Porque al sexo hay que sacudirlo y quitarle el polvo, renovarlo, profundizarlo, adaptarlo a cada persona y a cada situación. La comunicación va a tener un papel central así que más vale que nosotras nos vayamos acostumbrarnos a decir qué queremos cómo y dónde.."
Pervberto +1
Excelente texto. El sexo, como todos los placeres, no depende de la comunicación: ¡ES la comunicación!
mdqpablo +1
muy buen analisis . si bien hay mu ho placer en las sorpresas que nos depara el o la acompañante . saber guiar . decir .comunicar lo que nos gusta es fundamental . una mente abierta es cómo un paracaidas .cuánto más abierto está mejor funciona . . exñerimentar cosas nuevas tambien funciona muuuyyy bien ..nos encantó leer el post