Cuando uno es dominado por el deseo mas fuerte, no es consciente de cuando podra liberarse.
Su pasión se convirtió en mi infierno, me condenaba a cometer horrores que no habría hecho jamás.
Ella estaba hecha de tentación pura, sus labios jamas heridos y su piel perfecta como tejida por ángeles o seres mas imposibles.
Apenas me observaba ella.. y de ser hombre me convertía en bestia o algo peor
pues no tenia miedo de herir ni caer muerto.
Me lance al peligro tantas veces sin dudarlo, pues la recompensa era tenerla mia una y otra vez, era adueñarme del corazón que no tenia.
Era sentir su abrazo de fuego y terminar rendido, deseoso de más.
Por eso no podía morir en cualquier lugar, debía morir escuchando sus gemidos o vivir buscándola...
Porque ya no tenia nada más, ni a mi dios, ni mi juventud.
Ni la esperanza de retomar los sueños que abandone por seguirla.
Ahora es mi bella arpía, que ha devorado de mi todo aquello en lo que habia vida.
La adoro, sigo, sin ella me apagaria como una vela o peor.
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