En defensa del porno (apto-humor)

En defensa del porno (apto-humor)


Cada vez que escucho un ataque al cine siento lamisma desazón que cuando escucho a alguiencriticar a la sandía, al melón o al aceite. Me resultainconcebible que se pueda criticar algo queexiste, que mucha gente adora y gracias a la quemucha otra gente vive —¡y vaya cómo vive!—, yque uno no está obligado a consumir. No solo noestá obligado a consumir, sino que consumirloexige un gasto de energía, una capacidad selectivay una cultura —déjenme llamarla así— quehace que el solo hecho de consumir algo no solono sea obligatorio, sino difícil.

Suele confundirse el cine porno con esos sketchsmás o menos ridículos, mudos e hiperactivos que sepueden ver en los albergues transitorios. Y el cineporno es otra cosa. Pero aunque fuera eso: ¿cuálsería el problema de que a alguien, solo o acompañado,le gustara disfrutar de esos sketchs mudos?El asunto en cuestión es el tabú, simplemente eltabú. Pongamos un ejemplo. En el cine comerciales tabú ver sexo explícito —la historia del cinepuede ofrecer una larga serie de ejemplos acercade cómo se da a entender que algo pasa sin verlo,o viéndolo de un modo velado—. Si, supongamos,fuera moralmente inaceptable o costumbre prohibida que se viera en las películas gente andando acaballo, las películas porno consistirían en largas,larguísimas cabalgatas. Cuando uno alcanza esenivel de desapego, cuando uno puede ver el cineporno con la misma frialdad con que hoy alguienpuede ver una cabalgata en un western cualquiera,entonces, solo entonces, se alcanza un grado dedisfrute que solo se me ocurre comparar con underby internacional, un Barcelona-Real Madrid,un Milan-Inter, un Fla-Flu. Hay un desempeño,una capacidad de reacción, una actuación, un despliegueen el cine porno que lo hace interesante.Nada más que eso (tampoco exageremos).

Vi más cine porno del que hubiera deseado cuandotrabajé hace ya unos años en un buque plataforma.Cuatrocientos operarios subían al barcotrayendo consigo, cada uno, sus cinco o seispelículas porno preferidas. Esto hace la friolera2.000 películas, todas distintas, todas únicas.Viendo films porno con esa jauría de operarios encantadores y excitados decubrí muchas cosasy aprendí otras. Descubrí que el cine porno esel reemplazo perfecto del fútbol, solo que el cineporno reboza amor y el fútbol, no. Pero la vivenciadel porno, su, digamos, esencia, remite almismo éxtasis, a la misma tensión, a los mismosinsultos y al mismo aliento. Si hubiera sido posibleentonces mirar a la platea en vez de a la pantallagigante, solamente a la platea, y si hubierasido posible meter a toda esa masa testosterónicadebajo de una campana gigante, de modo que elsonido se ahogara, uno habría creído que estabanmirando un partido de fútbol, tan parecidas eransus reacciones. Ahora bien: yo aprendí a ver cineporno así. Y lo encuentro mucho más divertido yplacentero que el fútbol. Sobre todo porque siempretermina bien para ambas partes, el porno esun deporte equitativo, porque si en el sexo no hayequidad, hay delito, y si hay algo que uno no quierecua[/font]ndo ve un film porno es que entre en juego lajusticia: no hay nada más aburrido que las películasde juicios.

porno


Suelo escuchar por ahí que a los espectadoresde cine porno les gusta ver siempre lo mismo.Craso error. Si hay un espectador a quien no se le puede dar dos veces lo mismo es al de cine porno.¿Oyeron hablar del gangbang alguna vez? Se tratade un tipo particular de orgía en la que una mujertiene relaciones con muchos hombres al mismotiempo. Al principio una gangbang consistía enun mujer y tres hombres, pero la cosa fue in crescendoy si hoy a un espectador modelo de pornose le diera algo semejante se dormiría a las cincominutos de comenzada la película. En 2002, unapolaca, Klaudia Figura, hizo el amor consecutivamentecon 646 voluntarios. En 2003, otra polaca,Marianna Rokita —me encantan los nombres delas actrices porno— llegó a los 759. En 2004 unanorteamericana, Lisa Sparxxx, llegó a 919.

Pero nadie está obligado a hacer el amor con 919hombres en el mismo día ni a mirar un film que decuenta de semejante récord. Pero déjenme tener aLisa Sparxxx en mi podio secreto, compartido conotras estrellas del porno que no digo quiénes sonpor eso, porque es un podio secreto.

Fuente: nota de la Revista SH, del Facebook Oficial.

1 comentario - En defensa del porno (apto-humor)

luju78
buenísimo!! cuanta dedicación.