La alquimia sexual

"El Espíritu del Valle es inagotable... Extrae de él cuanto quieras, nunca se agota".

"No se puede administrar la gran cantidad de cuestiones del Cielo y la Tierra si no se acumula energía.

"Acumular energía significa absorber esencia, y absorber la esencia dobla el propio poder. Al doblar el propio poder, se adquiere una fuerza que no puede ser vencida por nada".

"Ni las mejores medicinas ni todos los buenos alimentos del mundo pueden ayudar a nadie a obtener salud y longevidad si no se conoce y se practica el Tao del Yin y el Yang".

La alquimia sexual es el conocimiento y la realización de técnicas prácticas que utilizan la poderosa energía de la pasión sexual para trasportarnos a un estado de conciencia superior o expandida. Para expandir la consciencia, para darnos cuenta de lo que hay más allá de las apariencias, utilizamos los cinco sentidos hasta su límite para después continuar más allá de ese límite.

Estos conocimientos son muy antiguos en este planeta, aunque haya sido revelado solamente a unos pocos y selectos iniciados de las órdenes místicas. Las antiguas civili­zaciones de la India, de la Atlántida y de Egipto —y por supuesto todas las culturas desarrolladas— practicaron alguna forma de alquimia sexual. Los indios americanos también, como lo hicieron San Pablo y Jesús. Sin embargo, estos conocimientos desaparecieron en la edad oscura.

Es necesario saber que una de las razones por las cuales el conocimiento de la alquimia sexual se mantuvo en secreto a través de los tiempos es porque la mayoría de las personas no están preparadas para realizarla y alcanzar la unificación de conciencia. Casi todos los seres humanos de todas las épocas, incluida la actual, padecemos de algún tipo de neurosis y nos encon­tramos fragmentados entre las partes de nosotros mismos que aceptamos y las que rechazamos.

La práctica de la alquimia sexual amplificará cualquier cosa que esté sucediendo. Si te sientes en paz, tu paz se convertirá en gracia. Si estás inquieto, tu inquietud irá en aumento hasta que surja en la mente consciente y se resuelva. Ésta es la razón por la cual estos conocimientos no se han difundido abiertamente.

Cuando los contenidos subconscientes comiencen a aflorar, en ocasiones se necesita a alguien que haya andado el camino y sepa lo que está ocurriendo. Uno ha de ser su propio maestro, aunque si todo se hace demasiado intenso, es mejor que busques un buen terapeuta. Sobre todo, no trates de evitar los elementos reprimidos según aparezcan, por muy dolorosos que resulten. Estas técnicas son algunos de los más poderosos avances jamás realizados para agitar el mundo subconsciente y forzar a las memorias pasa­das para que se hagan conscientes. Si te niegas a enfrentarte a ellas, puedes dar lugar a un intenso conflicto psicológico. Te encontrarás frente a un peligro real de desencadenar un proceso psicótico. Estamos tratando con un conocimiento y unas técnicas muy poderosas y unas energías muy potentes que deben ser manejadas con gran respeto.

Sin embargo, ha llegado el momento en que este conocimiento debe salir de las escuelas de misterio secretas y ponerse al alcance de todo aquel que desee escucharlo. La hora de la cautela ha pasado. A menos que la humanidad sea capaz de dar un gran salto en la evolución de la conciencia en el inmediato próximo futuro, la vida en este planeta se encontrará en grave riesgo. Toma el conocimiento y utilízalo. Conviértete en un faro en la oscuridad.


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El Gran Camino no es difícil. Si parece difícil, eres tú el que lo hace difícil. El Gran Camino es fácil. ¿Cómo va a ser difícil? Hasta los pájaros vuelan en él y los peces nadan en él. ¿Cómo va a ser difícil? El hombre lo hace difícil, la mente lo vuelve difícil; y el truco para hacer de cualquier cosa fácil algo difícil es elegir, hacer una distinción. El amor es algo fácil, el odio es algo fácil, pero tú eliges. Dices: «Sólo voy a amar, no voy a odiar». Así todo se vuelve difícil. ¡Así ni siquiera puedes amar! Inspirar es fácil, espirar es fácil. Pero tú eliges. Dices: «Sólo voy a inspirar, no voy a espirar». De esta forma todo se vuelve difícil. La mente puede decir: «¿Para qué espirar? La respiración es vida. Simple aritmética: inspira, no expulses el aire; estarás cada vez más vivo. Acumularás más vida. Tendrás grandes reservas de vida. Inspira solamente, no espires porque espirar es morir».
Lo primero que hace un niño al nacer es inspirar. Y lo último que un hombre hace al morir es espirar. La vida comienza con la inspiración y la muerte comienza con la espiración. Cada vez que inspiras renaces; cada vez que espiras mueres, porque el aliento es vida. Es por eso que los hindúes lo han llamado prana: prana significa «vida». El aliento es vida. Simple lógica, simple aritmética, ningún problema, lo puedes hacer sencillo: inspira cada vez más y no espires, así no morirás. Si espiras morirás. ¡Y si espiras mucho te morirás antes! Entonces, ¿qué se supone que una persona lógica debería hacer? Una persona lógica solamente inspiraría, nunca espiraría.
El amor es inspirar, el odio espirar. ¿Qué hacer entonces? La vida es fácil si no decides, porque entonces sabes que inspirar y espirar no son dos cosas opuestas; son dos partes de un mismo proceso. Y estas dos partes son orgánicas, no puedes dividirlas. ¿Y si no espiras…? La lógica se equivoca. No vivirás; sencillamente, te morirás inmediatamente.
Pruébalo: solamente inspira, no espires. Lo entenderás, te pondrás tenso, muy tenso. Todo tu ser querrá espirar porque si no morirás. Si eliges, te meterás en un problema. Si no eliges, todo será fácil. Lo fácil es lo correcto.
Si el hombre se encuentra en un problema es debido a los muchos maestros que han envenenado su mente, que le han estado enseñando: «¡Elige esto! ¡No hagas esto, haz esto». Todas estas elecciones le han destruido. Y parecen lógicos. Si discutieras con ellos, ellos siempre tendrían razón. La lógica les apoya: «¡Mira, es tan simple! ¿Para qué espirar si espirar es morir?».
Y esto ha ocurrido, no sólo con la respiración…, o incluso con la respiración. Hay escuelas de yoga que dicen que tu vida se cuenta a través de la respiración; que tu vida no se cuenta por los años que vives sino por las veces que respiras; así que respira lentamente. Si respiras doce veces por minuto morirás pronto; así que respira seis veces, o mejor aún tres, vivirás más tiempo.
Nadie lo ha conseguido, pero la gente lo sigue intentando. Respira lentamente. ¿Por qué?; porque si respiras lentamente espirarás menos veces, así que cada vez estarás muriendo menos,
o podrás vivir más tiempo. Pero lo único que ocurrirá será que perderás tus ganas de vivir. Y la vida no se prolongará, aunque lo parezca. Se dice que la gente casada vive más tiempo que la soltera, así que alguien le preguntó a Nasrudin: «¿Es eso verdad, Nasrudin?».
Y Nasrudin contestó: «Eso parece. Un hombre casado no vive más tiempo, pero parece que ha vivido mucho más». Porque cuando la vida se vuelve dura, el tiempo pasa más lentamente. Cuando la vida es fácil, el tiempo parece más corto. Esos a los que la gente llama yoguis, que cada vez respiran menos y más despacio, lo único que hacen es disminuir el proceso de la vida. Están menos vivos, eso es todo. No van a vivir más tiempo; tan sólo van a estar menos vivos. No están viviendo plenamente; su llama no arde adecuadamente. El ánimo, el entusiasmo y la danza desaparecen. Se consumen a sí mismos, eso es todo.
Y esto también ha ocurrido con el sexo, porque la gente cree que con el sexo viene la muerte. Y tienen razón, porque la energía sexual da nacimiento a la vida; así que cuanta más energía sexual sale, más vida se va. Lógico, absolutamente aristotélico, pero estúpido. Y no puedes encontrar gente más estúpida que la gente lógica. Es lógico que la energía vital venga del sexo (los niños nacen del sexo, el sexo es el origen de la vida), así que guárdala. No la permitas salir, o morirás. Por eso todo el mundo tiene miedo.
Pero es lo mismo, exactamente igual, que cuando contienes la respiración, entonces todo el cuerpo quiere espirar. Lo mismo pasa con vuestros llamados brahmacharías, célibes, que tratan de contener la energía sexual, mantener el semen dentro, mientras que todo su cuerpo quiere deshacerse de él. Toda su vida se vuelve sexual; su mente se vuelve sexual, sueñan con el sexo, piensan en el sexo. El sexo se convierte en su obsesión porque tratan de hacer algo que, aunque desde luego es lógico, no es realista. Y no viven más tiempo, se mueren antes.
Recientemente se ha descubierto que un hombre vive más tiempo si prolonga su vida amorosa lo más posible. Si un hombre puede hacer el amor a los ochenta años vivirá más tiempo. ¿Por qué? Porque cuanto más espiras, más inspiras. Así exactamente… Si quieres más vida, espira más para que puedas crear un vacío dentro y entre más aire. No pienses en inspirar. Simplemente espira tanto como puedas y todo tu ser inspirará. Ama más (amar es espirar) y tu cuerpo recogerá energía de todo el cosmos. Crea el vacío y la energía vendrá. Y lo mismo pasa con todos los procesos de la vida. Comes, pero si retienes el alimento, te estriñes. La lógica es correcta: simplemente no echas el aire. El estreñimiento es una elección a favor de coger aire y en contra de soltarlo. Casi todo ser civilizado está estreñido; puedes medir la civilización por el grado de estreñimiento. Cuanto más estreñido esté un país, más civilizado será, porque será más lógico. ¿Para qué soltar el aire? Sigue tomándolo. El alimento es energía. ¿Por qué echarla? Puede que no te des cuenta pero esto es el inconsciente volviéndose lógico y aristotélico.
Pero la vida es un equilibrio entre echar afuera e invitar adentro. Tú eres un pasaje. ¡Comparte!, ¡da!, y te será dado más. ¡Sé tacaño!, ¡no des!, y te será dado menos, porque necesitarás menos.


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Expandir la consciencia: la iluminación.


El ser humano existe en unidad con Dios y con el universo. La última esencia del ser humano es esa Inteligencia Universal o Consciencia que sustenta la vida en este universo. El problema fundamental del ser humano se encuentra en que ha olvidado su auténtica naturaleza, se ha visto confundido en la ilusión de ser un individuo aislado que lucha por el reconocimiento de su individualidad, por su satisfacción y progreso.

El ser humano se siente separado, alienado, y extraño a su mundo debido exclusivamente a haber perdido el conocimiento de su realidad esencial. La iluminación es sencillamente elevarse por encima del limitado concepto que tiene de sí mismo, volviendo a esa unidad básica en la que siempre ha estado. Vivir espiritualmente es vivir consciente de la propia luz interior.

Por tanto, la solución para salir del estado de ignorancia y de sufrimiento en el que uno se encuentra no está en aprender determinados conocimientos o en alcanzar algo en especial. La solución del problema está en la sencillez de percibir la realidad, la verdad tal como es, sin ninguna distorsión, y obrar adecuadamente.

Viviendo con un estado más elevado de conciencia percibimos de una manera más perfecta el medio en el que nos desenvolvemos, apreciamos mucho mejor el Universo que habitamos y nuestra posición en él.

El problema fundamental del ser humano es un problema de percepción. Nuestra capacidad para percibir depende de la sensibilidad de nuestro organismo. Existen conocimientos y técnicas para operar sobre las energías innatas de nuestro organismo, ampliar la capacidad de sus funciones y permitir que la conciencia se expanda.

La iluminación es el retorno al origen que nos creó, haciéndonos conscientes de la fuente de la energía y convirtiéndonos en uno con ella. Una vez que el ser humano contacta con esta energía y renace ese estado de conciencia ampliado, nunca vuelve a ser el mismo otra vez.


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1 comentario - La alquimia sexual

anatrete +1
Buenisimo! Que grande esta pagina, cada dia te sorprende más