comete todos los pecados del sexooo

comete todos los pecados del sexooo
Armamos este ranking con las cosas más morbosas que le podés hacer a tu chica. Cómo hacer para tratarla como si fuera una actriz porno o, mejor, una pu** de un cabaret! Y que le guste!
La historia viene así: hay cosas del sexo que, teñidas por el morbo, se convierten en fantasías un tanto oscuras. Pero nos dan curiosidad y luego, al probarlas, placer. A veces mucho placer. Entonces les encontramos variantes con más dosis de morbo, hasta que se vuelven una obsesión. Y cuando nos queremos acordar, ya vendimos el alma al diablo y nos fuimos al infierno.
¿Exagerado? Puede ser. ¿Pero nunca te fuiste al carajo en la cama y después dijiste “este no soy yo, estaba poseído”? Ja! La verdad es que te gusta y punto. Y que todos los hombres nos ratoneamos con cosas que ellas censuran, pero en las que afortunadamente participan –y con frecuencia- para darnos el gusto. Sobre ésta base armamos un listado de “pecados sexuales”, y lo convertimos en encuesta.
Y para ilustrarlo, recurrimos a un auténtico demonio: Joe Fernandez, el que cumplió el sueño de la MILF perfecta (Flavia) y la lolita de trompa carnosa (Rosarito), pasando por unas cuantas en el medio. Rokero, no le hace falta pintarse la cara, pisar pollitos en el escenario y grabar alabanzas satánicas ocultas en las pistas de sus discos. Como verás más adelante, él es el bebé de Rosemary que se hizo grande, y vivió para contar sus proezas.

5 ACABO DE MIEDO
No sabemos si fue un invento diabólico, una especie de bautismo sexual con chechona. Pero en el enchastre hay arte (diría Jackson Pollock, un expresionista que pintaba salpicando), y otros quisimos replicar la obra. Desde entonces todos hemos usado la frase “abrí la boca y sacá la lengua”, sabiendo de antemano que el objetivo es un splash a la frente, que si en el camino sella pestañas, mejor. Y como con toda pintura, mejor el resultado cuanto mayor sea el poder cubritivo, aunque a veces hace falta más de una mano. “Una vez le pintamos la cara entre tres una pendeja. Era tal el enchastre que el director gritó ‘paremos acá y que alguien busque un repasador’", cuenta divertido Joe Fernández (a.k.a. Rey Momo). Y sí, el hdp lo tiene en video. “Ese día había tres que hacíamos de actores pero hay otros que no se animan a aparecer y manejan la cámara", se rie.

4 SCARY MOVIE
La gastada frase “te juro que no lo va a ver nadie”, tiene tanta credibilidad como “te meto sólo la puntita”. Pero por alguna razón, ellas eligen creerla. Y nosotros aprovechamos, para lucirnos luego con otros demonios que llamamos amigos. Joe jura que nunca vio a Lucifer, pero que conoce a Luz y Fer, y las tiene en un video infernal. Más allá del chiste, su pornoteca existe, y sería el sueño de Jorge Rial.
Un ejemplo: cantante generoso, Joe disfruta de sumar otras voces. Y hace un dueto con una rubia fan de Shakira. A él se lo escucha clarito. Ella tiene problemas con el micrófono: “Ungaa lobbba en el arjmario, tiene ganasj de salirj, dejjja que se comma el bajrrio, antesj de irjte a dorjmir”, canta chorreando saliva. Es uno de tantos videos en los que Joe da de tomar la mema (su línea favorita). Pero hay otros, los peores, esos que ya le aseguran un penthouse en el averno, que son camaritas ocultas.

3 SEXO SENTIDO
Dicen que el sexo anal es un invento del diablo, y que el mismísimo Satán sella sus pactos con una culeadita. Si así fuera: te bancamos loco. Pecado a full, el sexo anal es cero cariño. No importa cuanto repitas eso de “te la meto despacito”. Es mentira. Al fi nal el diablo va a meter la cola y te vas a cebar mal. A pesar de esto, la estadísticas revelan que un 46% de las mujeres se muestra dispuesta a tener sexo anal. Y del 10 al 20 por ciento lo practican con regularidad. La cosa cierra apoyada en otras encuestas: la violación es la fantasía más común entre las mujeres (siempre que el violador sea alguien que ella desea). Y ser una prostituta, figura en el segundo lugar. Todo esto permite atenuar un poco el hecho de que somos unos morbosos hijos de putas tratando de someterlas. Como le pasó a nuestro diablito con una ex que se negaba a darle la cola. Hasta que tras una noche de juerga, con ella tomada y algo fumada, Joe Mandinga no perdonó. Medio de sopetón y, en la cama de los viejos de ella (alto hdp) puso patitas al hombro y se dio un viaje por colectora. Estreno un tanto brutal que ella acompañó sin quejidos pero con ojos vidriosos. “Me voy a comer tu dolor! Tu infierno esta encantador esta noche”, canturrea Satán.

2 CLAVADOR SERIAL
Minuto cuarenta de “El Día Final”, con Arnold Schwarzenegger. Gabriel Byrne, el diablo, llega a la casa de su fi el lacayo satanista. Sin pedir permiso se manda hacia el comedor, donde estaban cenando. “¿Ésta es tu hija?”, le pregunta al ver a una rubia veinteañera sentada a la mesa. “Si”, contesta el siervo. “¿Ésta es tu esposa?”, pregunta de nuevo mirando a la rubia cuarentona. Otra vez “si”. El diablo se sonríe pícaro. Y cinco segundos después se ve a la nena y a la madre envueltas en sábanas de raso rojas mientras Byrne las fi estea. Groso!
Todos quisiéramos ese poder de persuasión. Porque todos en algún momento fantaseamos –no digan que no!- con la prima, la madre y la hermana de la novia, la novia del amigo, y cuanta línea de parentesco se pueda trazar. “Me acuerdo que tenía una calentura infernal con la hermanita de una novia. Las dos compartían el mismo baño y cuando yo entraba veía colgada las bombachitas de la hermana y me volvía loco. Y el mejor momento de la semana era el domingo porque a mi novia no le gustaba el fútbol y la hermanita, que debía tener quince pero estaba súper desarrollada, (risas) era muy futbolera y se prendía conmigo a ver Fútbol de Primera mientras mi novia veía otra cosa en el cuarto de ella. Nos sentábamos los dos juntos y yo la chichoneaba un poco. Al fi nal terminaba re al palo y me iba para el cuarto de mi novia y le pegaba flor de cogida, haciendo más ruido que de costumbre para que la hermana escuchara”. Sólo en este caso, Joe Devil se quedó con las ganas de meter los cuernos.

1 MUÑECO MALDITO
Hay algo más chanchito que el famoso “vainilla con Nesquik”, o Ass-to-mouth como le dicen los yanquis al “De la cola a la boca”. Bueno, en las porno lo hacen todo el tiempo! Claro que primero a la mina le hacen un enema con un camión de bomberos, cosa que en la vida real no se da. Por eso el que pueda decir “esto yo lo hice” es un grande y un asqueroso de primera (y ni que hablar de la que agarra viaje). ¿Quién levanta la mano allá en el fondo del aula? Ah, sí, otra vez Joe. “No jodamos, ésta en algún momento la hicimos todos, lo mismo que llegar de estar con otra, sucio, y que a tu chica se le de por el pete. Y sentís el más groso y el más hijo é puta al mismo tiempo”, se ríe otra vez Fernández (buen apellido para un hdp). “Igual la peor de todas es hacerlo con dos chicas, y sacarla de la cola de una y que vaya a la boquita de la otra que mira ahí de cerca, desde la primera fila”. Arde.

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