Premio de graduada (II)

Luego de acabar, Monica vino hacia mí.
- Profe, puedo jugar ahora yo?
No esperó respuesta y, bajando lentamente mis pantalones, dejo mi poronga frente a su cara. La tomo con sus manos y comenzó a besarla y a propiciar suaves lamidas. Casi tímidamente fue metiendo toda la cabeza en su boca. Cuando sólo restaba el tronco fuera de su boca, puso ella sola sus manos detrás de su espalda. Esa visión me generó mucho morbo, a la vez que me dió la pauta que estaba con una alumna muy obediente....y posiblemente sumisa.
- Bebe, cometela toda....
- No sé si pueda....
- No te lo pregunté... cometela.
Abrió sus ojitos y volvió a agarrar mi pija con sus manos para tragarla por completo. Había llegado a la mitad y me decía que no podía.
- Vení... te dije que me comieras toda la poronga..... ahora te voy a enseñar...
Una amiga de garche me había contado cómo había aprendido ella y pensaba poner en practica todo eso con Monica.
La recoste en la cama sobre mi, casi haciendo un 69, pero de una forma tal que pudiera ver y guiar bien a mi alumna.
- Ahora relaja la boca y la garganta... y deja que vaya y venga.....y sobre todo, mojala todo el tiempo... escupila, llena de saliva....
Monica empezó con ganas pero cada vez que iba a fondo, las arcadas le impedían seguir.
Mientras ella intentaba tragarse entera mi poronga, yo jugaba con sus agujeros. Metía dos o tres dedos en su concha y otros tanto en su culo. Era magnifico cómo se dilataba por ambos lados. Entre uno de sus intentos no me pude resistir y comencé a lamerla en el clitoris mientras la penetraba analmente con mis dedos. Tuvo un espasmo violento y comenzó a acabar. Sentía sus jugos caer, así que seguí pero con mis dedos dentro de su concha y ahí quedé embobado con la nena. Empezó con un squirt increíble. Sacudía sus caderas. Soy grande y tuve que agarrarla para que no se zafara. Gritó de tal manera que pensé que iba a caer alguien del hotel en la habitación.
La excitación que teníamos era tan grande que en un momento tampoco me importo. Así que apenas la ví recuperada, volví sobre su clítoris. Con pequeños masajes.
- Dejame,.. un segundo.... estoy muy sensible
La verdad es que no me importo y seguí jugando. Estaba muy caliente y todavía no había acabado.
Así que no sólo seguí con suaves masajes, sino que empece a besarle los pezones que estaban durísimos.
- Para hijo de puta... no doy más....y estoy re caliente.....
Pero aún. Empecé a darle pequeños mordiscos, y cada uno de ellos era recibido con un gemido.
De golpe los reclamos dejaron lugar sólo a sus gemidos. Seguí chupándola y mordiendola cada vez más fuerte y le encantaba. En un momento nos sacamos. Eran mordiscos, chupadas y las caricias sobre su clítoris se transformaron en pequeños chirlos sobre su sexo. Lejos de dolerle, Monica se calentó aún más. Notaba su excitación ya que fluían líquidos de su interior de manera rabiosa.
- Pajeate... acabame otra vez y chorreame todo....
La pendeja abrió los ojos y desbocada empezó a clavarse los dedos. Yo aproveché e hice lo propio con su cola. Comenzó un orgasmo que la hizo retorcer y empezó a chorrear jugos de manera violenta. Cuando noté que iba bajando el momento de su orgasmo, saque sus manos y froté con la mía su clítoris para llevarla la un nuevo orgasmo.
Cuando terminó estaba como loca. Totalmente mojados con sus jugos, apenas se recuperó se vino sobre mi pija para chuparla.
- Ahora cojeme, hijo de puta, acabame que no doy más.
La verdad es que estaba muy caliente y con la leche en la punta, pero habíamos empezado un jueguito que quise seguir unos minutos más. Cuando me quiso agarrar la poronga con las manos llenas de sus jugos, la paré, la agarré de los pelos...
- Qué haces pendeja... me vas a agarrar la pija con las manos sucias.... veni y te lavas primero...
Sin soltarle los pelos ( una cabellera morocha impresionante) la lleve hasta el baño, arrodillada en el piso. Pero en vez de llevarla al lavamanos, la puse en el bidet y abrí la canilla. Saltó un chorro sobre su cara. Le lavé la cara y la hice lavarse las manos.
Una vez limpia, le clave mi poronga en la boca y le hice chupar. No la tragaba toda, no podía, pero iba a fondo hasta que le daba arcadas y recién la soltaba cuando no podía más.
Con lagrimas en sus ojos, me dijo
- Me calentás, puto....., y no sé qué otras cosas más.
Así arrodillada como estaba le toqué la entre pierna y efectivamente estaba chorreando nuevamente.
- Te voy a coger pendeja puta... y esas cosas.
Pero en vez de llevarla a la cama, la apoyé sobre el inodoro, sobre su tapa, la puse en cuatro y empecé a cogerla.
Mónica gemía y yo tenía la leche a punto de explotar. Se la saqué y sabiendo que tenía la cola bien dilatada por todo lo que habíamos estado haciendo, se la puse si avisarle.
La trola acabo apenas sintió toda mi poronga adentro de su culo y yo ya no pude aguantar más. También me dejé ir.

Nos recuperamos y nos tiramos en la cama a descansar un poco. Nos quedamos dormidos. Nos habíamos dado con todo. Apenas dió para una segunda vuelta pero más tranquila.

Cuando nos despedimos quedamos en repetir. Por ahora sólo nos estamos mensajeando, pero creo que dentro de poco vamos a tener la oportunidad de hacerlo.

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